lunes, 30 de abril de 2018

CRISIS DE DEUDA, DÓLAR Y TASA DE INTERÉS



Por Héctor GIULIANO
(28.4.2018)

Para entender lo que está pasando hoy en la Argentina en materia financiera es indispensable comprender tres cosas centrales:
  1. Que el Sistema de la Deuda Pública Impagable no abarca sólo la Deuda del Estado Central – y la Deuda total Nacional, que se mantiene en secreto – sino también la Deuda Cuasi-Fiscal del Banco Central (BCRA), que interactúa en tándem con la del Tesoro, como dos caras de una misma moneda.
  2. Que el principal problema del gobierno Macri – en el marco de su política institucional de Gobernar con Deuda – no es la lucha contra la Inflación sino optimizar el negocio del Capital Financiero por arbitraje entre Tipo de Cambio y Tasas de Interés en la Argentina.
  3. Que la administración Macri – a través de la Política Monetaria, Cambiaria y Bancaria del BCRA – no busca defender el valor del Peso sino el valor del Dólar.
Esto último es particularmente importante porque el Estado recauda en pesos pero la mayoría de la Deuda Pública – el 70 % - y sus intereses (que es lo único que se paga) están en moneda extranjera, de modo que el tipo de cambio estable y retrasado con respecto a la Inflación le permite la conversión de pesos a más cantidad de dólares para poder pagar la mayor parte de los servicios de Intereses de la Deuda (que ni siquiera son todos porque un tercio de los mismos se capitaliza por anatocismo).
Vamos a detenernos un momento en este punto clave de la explicación.
TASAS DE INTERÉS: DÓLAR O INFLACIÓN?
El BCRA no mantiene altas las tasas de interés para luchar – como objetivo primario - contra la Inflación sino para contener el aumento del Dólar. Sólo en un segundo momento, si los aumentos de la divisa se agravan, surge el problema del traslado de la devaluación a precios (pass through), pero esto como derivado de lo anterior y no como causa.
Al gobierno Macri no le preocupa realmente reducir la Inflación porque gracias a la misma está cobrando cada vez más por el Impuesto Inflacionario y, a la vez, está bajando los ingresos reales de los asalariados, jubilados y gastos por asistencia social, de modo de abaratar gran parte del llamado Costo Argentino.
En cambio, sí mantiene elevadas las tasas de interés como forma indirecta de regular el precio del dólar.
No es cierto que exista realmente una política de Tipo de Cambio Flotante porque el gobierno regula el precio de la divisa a través de la tasa de interés que paga el BCRA por las Lebac y otros títulos de corto plazo, cuyo objeto es atraer y retener capitales especulativos que, caso contrario, irían a la compra de dólares y aumentarían así su cotización.
El BCRA, en realidad, siempre interviene en el Mercado de Cambios porque lo hace directamente – vendiendo o comprando divisas – pero también en forma indirecta: subiendo o bajando la tasa de interés de referencia.
La esencia de la Política Financiera de la administración macrista – a través del BCRA – es promover y sostener la rentabilidad récord del Sector Financiero-Bancario en la Argentina: una Política que ya había comenzado bajo la administración Kirchner y que ha constituido una constante en la Historia Financiera Argentina ligada al Endeudamiento Público; lo que ha hecho que el Sector Financiero-Bancario sea tradicionalmente el de mayores niveles de utilidades del país.
La clave de esta política oficial reside en mantener un tipo de cambio estable y retrasado con respecto a la Inflación, de modo que los capitales especulativos optimicen sus ganancias por arbitraje entre dólar relativamente fijo y altas tasas de interés locales que son un múltiplo de las tasas internacionales y posibilitan así que estos capitales golondrina obtengan en nuestro país rentabilidades altísimas en comparación con el resto del Mundo.
Y en ello radica la explicación de la alianza entre los grupos financieros que sostienen al gobierno Macri y la condición de país deuda-dependiente de la Argentina, porque si a este gobierno se le cortase el flujo de endeudamiento perdería en forma inmediata su estabilidad financiera y política.
Por eso es que para entender lo que está ocurriendo actualmente en nuestro país hay que comprender que el BCRA no eleva las tasas de interés para combatir la Inflación sino para contener y sostener el precio del Dólar, que es la principal garantía a los acreedores de que el gobierno podrá seguir suscribiendo más Deuda - dolarizada y/o con cláusula de ajuste dólar – al amparo de una conversión de la recaudación fiscal a moneda extranjera más baja.
EL MITO DE LAS RESERVAS INTERNACIONALES
Al 31.3 pasado (un dato que ya ha quedado fuertemente desnaturalizado) las Reservas del BCRA sumaban 61.700  MD (Millones de Dólares, con redondeo) pero dichas reservas no son propias del Banco sino prestadas, porque en el Pasivo el stock de Lebac – cuyos fondos son los que se utilizaron para comprar esas reservas – totalizaba el equivalente a 68.700 MD  (1.4 B$-Billones de Pesos)[1]. Y a ello hay que agregarle 12.600 MD de encajes en moneda extranjera y 10.700 MD de Otros Pasivos (fundamentalmente, el swap con China que se arrastra desde la gestión Kirchner).
De modo que el BCRA, en la práctica, no tiene Reservas Propias debido a que sus deudas en moneda extranjera son muy superiores al stock de las Reservas Brutas o teóricas del Banco: 61.700 MD de Reservas Brutas contra 92.000 MD de Pasivos financieros directos (12.600 MD de Depósitos en Moneda Extranjera + 10.700 MD de Otros Pasivos + 68.700 MD del Stock de Lebac). O sea, un saldo negativo de 30.300 MD.
Con el agravante que la casi totalidad de estos pasivos son de corto y/o cortísimo plazo, de manera que las reservas internacionales pueden ir desapareciendo rápidamente en caso de un retiro abrupto de estos capitales financieros que sostienen el stock de tales reservas (como ha quedado demostrado con lo ocurrido en los últimos días).         
Con el agregado que cabría considerar además el monto de los Pases Pasivos del BCRA, que a la misma fecha sumaban 288.900 M$ (≡ 14.300 MD) y que no correspondería netear con los Pases Activos del Banco (por 244.000 M$ ≡ 12.100 MD) porque estos últimos están garantizados por Lebac, que son pasivos del BCRA (!).
A la fecha de cerrar este artículo las Reservas del BCRA se han reducido a 56.600 MD, que corresponden – con algunas diferencias varias en más o en menos – a la venta de más de 5.300 MD en el mes de Abril, las que – en su mayoría – se produjeron durante la última semana.
LA EXTORSIÓN FINANCIERA
Todos los meses – a mediados de mes – el BCRA licita la renovación de casi la mitad de su stock de Lebac (de las que su mayoría son títulos de deuda a 28 días) y lo hace por sumas extra-ordinarias: el 17.4 le vencieron 586.600 M$ (de los que renovó 512.500 M$) y el próximo vencimiento es el 16.5 y sería por más de 650.000 M$.
A esto se agregan los vencimientos de Leliq – que son Lebac a 7 días – y Pases Pasivos, que son también aligaciones a sólo 7 días.
Las Lebac se refinancian con curva de intereses invertida, esto es, bajo el régimen anormal de que los plazos más cortos pagan tasas de interés más altas que los vencimientos más largos, de modo que el estrechamiento de los tiempos resulta cada vez más caro y deja menor margen de maniobra al BCRA para negociar con el oligopolio de la decena de bancos prestamistas que todos los meses juegan contra el Banco la carta extorsiva de “pasar por la Caja a cobrar las letras” (cosa imposible para el BCRA) o “pasar por el Escritorio” a renovarlas (con la condición de que se les pague mejores tasas).
Caso contrario, esos capitales especulativos – canalizados a través de los Bancos – retiran los fondos de las Lebac que vencen (como lo están haciendo en la actualidad) y pasan esos capitales al dólar, disminuyendo las reservas internacionales del BCRA y presionando sobre el tipo de cambio.
El mecanismo de las Lebac ligadas al mercado cambiario - una forma de comprar Reservas con Deuda - es un método que ya había comenzado a funcionar en gran escala bajo la administración Kirchner pero que la de Macri multiplicó 3.5 veces (1.4 B$ contra unos 400.000 M$-Millones de Pesos a Diciembre de 2015), llevándolo a un nivel inmanejable.
Y con una masa de Pases Pasivos hoy por 265.700 M$, que se agregan al saldo de las letras emitidas por el BCRA.
El esquema descansa así en un arbitraje extorsivo permanente y de cada vez menores plazos.  Una encerrona financiera cuasi-fiscal tanto o más grave que la del Tesoro Nacional; y bajo el mismo esquema de fondo de toma y refinanciación perpetua de deudas sin capacidad de repago. Que en realidad es una extorsión consentida dada la alianza institucional entre el gobierno Macri y los grandes grupos especulativo-financieros, de la que depende la supervivencia de su administración.

LA CRISIS DE ABRIL
La prensa está hoy abarrotada de noticias acerca de la crisis de Deuda que afronta el BCRA pero dentro de esta crisis se soslaya resaltar algunos “detalles” de importancia:
a)    Que esta movida financiera por pasaje de Lebac en Pesos a Dólares es un problema generado desde el Mercado Mayorista – de grandes operadores especulativo-financieros – y no del chiquitaje de compras minoristas por expectativas que la sucede; y que este proceso estuvo liderado por la Banca JP Morgan (en la que trabajaron el actual Ministro de Finanzas Luis Caputo, el ex Ministro de Economía Alfonso Prat Gay y varios de sus principales colaboradores).
b)    Que este proceso de salida de capitales especulativos en gran escala – un mecanismo vulnerable al que nuestro país está deliberadamente expuesto por la libertad total de movimientos de entrada y salida de capitales establecida por el gobierno Macri – es parte del sistema de re-endeudamiento perpetuo y en gran escala en que se inserta todo el Estado Argentino.
c)    Que la presión extorsiva de los capitales financieros que han desarmado sus posiciones en Lebac para pasarse al dólar ha sido realizada para forzar un nuevo aumento de las Tasas de Interés de estas letras – con miras a la próxima licitación de Mayo – que no sólo elevan la rentabilidad de los acreedores sino que, a la vez, les compensan con creces la aplicación del nuevo Impuesto a la Renta Financiera sobre los no residentes (los inversores extranjeros que lucran con el carry trade o bicicleta financiera por arbitraje entre tipo de cambio y tasas de interés), que entra a regir desde el 1.5.
Tal el nivel de servidumbre financiera incondicional en que la administración Macri ha colocado a la Argentina.
Con el agravante que el aumento de las tasas de interés de las Lebac – llevadas ahora al 30.25 % anual – con la paralela elevación de la tasa de referencia del BCRA, que encarece aún más todas las tasas del mercado (incluyendo las de crédito a Empresas – particularmente PYMEs – y préstamos hipotecarios indexados por UVA y/o CER)  va a repercutir negativamente en la  actividad económica y, por consiguiente, en los niveles de producción y empleo.
Las noticias y comentarios provenientes de Wall Street, en cambio, están saludando la nueva elevación de tasas que acaba de anunciar el presidente del BCRA, Sturzenegger, hablando de que esta medida repara el supuesto pecado original de haber aumentado las Metas de Inflación el 28.12 pasado (del 10 al 15 % anual para 2018), de estar utilizando no sólo el tipo de cambio sino también la tasa de interés para el supuesto combate contra la Inflación y, fundamentalmente, elogiando la aparente independencia del BCRA para actuar en forma autónoma del Gobierno.
Es el subproducto inexorable de la política financiera estructural de Gobernar con Deuda, restaurada hoy por la administración Macri como remedo de las dos grandes olas de macro-endeudamiento público de los últimos 40 años – la del Proceso Militar y la de la década de la Convertibilidad menemista – y de la que la actual o tercera oleada muestra ya las negativas consecuencias cuantitativas y cualitativas que padece la Argentina en función del Sistema de la Deuda Perpetua.        



[1] Por esta masa conjunta de Lebac y otros instrumentos de Deuda del BCRA se pagan intereses por unos 450.000 M$ anuales: en promedio son 1.200 M$ por día ó 50 M$ por hora. Estos intereses son superiores a los que paga el Tesoro Nacional que, paralelamente, debe abonar este año 406.000 M$ (1.100 M$/Día ó 47 M$/Hora promedio) lo que, consolidando Gobierno y BCRA totalizan así unos 856.000 M$/Año (2.350 M$/Día ó 100 M$/Hora).

domingo, 29 de abril de 2018

BARBIERI


 "Si se tomara examen de ingreso, entraría el 25% de los alumnos a la universidad"

La Prensa, 29.04.2018

El rector de la UBA, Alberto Barbieri, afirmó hoy que si se tomara examen de ingreso "no ingresaría más que el 25% de los alumnos a la universidad", y aseguró que "los jóvenes salen de la secundaria con grandes problemas en matemática y comprensión lectora".

"Soy un defensor acérrimo del no arancelamiento de la universidad pública, ya que si se arancelara le pondríamos otro freno más a aquellos que están en situaciones de vulnerabilidad", afirmó el rector en una entrevista con Clarín.
Barbieri apuntó además al secundario como "el grave problema".

"Si tomáramos un examen de ingreso a los que salen del secundario, sabemos que no más del 25% entraría a la universidad. Con el Ciclo Básico Común (CBC), que se hace durante el primer año, garantizamos mayor retención y posibilidad de acceso, ya que ingresa el 55 o 60% de los alumnos que se anotan", detalló.

El docente consideró que "hay que brindar las mayores y mejores herramientas para que los chicos que vienen mal formados del secundario hagan frente a la vida universitaria".
"Nunca bajaremos la calidad académica, por eso tenemos varios programas de articulación para ayudar el pase de los últimos años del secundario a la universidad con cursos virtuales de matemática y comprensión lectora, que son los dos grandes problemas que hay", señaló.

Con respecto al porcentaje de egresados, Barbieri precisó que "en promedio se recibe un 67% de los alumnos".
"A nivel internacional estamos en los mejores estándares, teniendo en cuenta calidad y cantidad de años en recibirse. En los últimos años avanzamos muchísimo por varios motivos, entre ellos la actualización de los planes de estudio y la aplicación de tecnologías al proceso de aprendizaje", apuntó.
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En resumen: si aprueban el ciclo de ingreso el 50 % de los inscriptos, y egresa el 67 % de quienes cursan el ciclo completo, se gradúa el 33,50 % de los aspirantes.

NI MEMORIA, NI VERDAD NI JUSTICIA




Agustín De Beitia
La Prensa, 29.04.2018

El uso interesado de la memoria histórica terminó decidiendo quiénes eran buenos y malos.
El cineasta Andrés Paternostro pensó primero abordar la década del 70 desde un ángulo menos transitado: la realidad de los conscriptos de aquella época. "Me interesaba indagar por qué la "juventud maravillosa" decidió tomarlos como blanco, si no tenían mucho que ver con la dictadura", cuenta hoy en una entrevista con La Prensa. En eso estaba cuando un amigo lo acercó al Centro de Estudios en Historia, Política y Derechos Humanos de Salta, quienes buscaban un director para un documental sobre aquellos años.

La propuesta de ese centro, creado en 2004 por un grupo de salteños de profesiones, edades y pensamientos dispares, y que trabaja para dar a conocer la verdad histórica, le alumbró otro camino: reflejar cómo se están vulnerando los derechos humanos de los condenados por hechos de entonces, muchos de ellas de avanzada edad, y sobre todo ilegalmente. En plena época kirchnerista, con la cuestión de los derechos humanos al tope de la agenda, a Paternostro le cautivó la idea. "Enseguida me puse a investigar y armar el guión", comenta.

El resultado es un documental titulado Será venganza!!!, que se presentará en la Feria del Libro el próximo jueves, a las 20.30, en la sala Jorge Luis Borges, y al que este diario tuvo acceso por adelantado.

- La estructura del guión está muy bien pensada. ¿Cómo lo planeó?

- Había pensado otro nombre para el documental. Iba a ser Memoria, verdad, injusticia. Por eso lo estructuré en tres capítulos. El primero recuerda el surgimiento de las guerrillas en la Argentina y lo que pasó después del 76, para romper esa idea que tienen sobre todo los más jóvenes de que esto empezó con la dictadura. El segundo capítulo, "verdad", está dedicado a recordar cómo Néstor Kirchner, para legitimar su poder, se llevó puesta a la Justicia, y con ello se armaron todos los juicios a las Fuerzas Armadas, se reabrieron juicios, se volvió a juzgar a personas que ya habían sido declaradas inocentes... Y el último, "injusticia", está dedicado a las historias de los familiares que vivieron todo ese proceso. El título, después, fue otro.

- ¿Busca entonces dirigirse al público joven y a quienes no están tan embebidos del tema?_

- Claro. Durante mucho tiempo escuchamos eso que se llamó "el relato". Hay mucha gente, en particular los jóvenes, que se quedaron con una parte de la historia. Me pareció oportuno plantear que aquello que nos dijeron no fue tan así, sin exculpar a nadie.

- Esos tres capítulos van desmontando el relato...

- Esa es la idea.

RECORTES

- El uso interesado de la memoria histórica terminó decidiendo quiénes eran buenos y malos. En el documental, el doctor Guillermo Fanego recuerda cómo Alfonsín exceptuó de todo proceso a peronistas y ministros radicales del gobierno militar, y cómo su ministro del Interior, Antonio Trócoli, prometió un "Nunca más" sobre la guerrilla que finalmente nunca se hizo. Esto es muy revelador sobre cómo se fue recortando la realidad.

- Lo que ocurre es que una vez recuperada la democracia, todos los partidos políticos buscaron volver a tener protagonismo, olvidándose de lo que había pasado en los siete años previos. Como si ellos no hubiesen tenido nada que ver. Como si hubiera sido la obra de unos locos que salieron a matar gente. Hubiera sido necesario reflexionar sobre lo que nos pasó, sobre por qué llegamos a tener ese grado de violencia, a esa dictadura que fue una cosa tremenda para el país, como también había sido tremenda la violencia anterior.

- Esa restricción de culpables terminó garantizando la impunidad de los guerrilleros. Y no sólo la impunidad sino que, como muestra el documental, con el tiempo se llegó a una mayor osadía: a la reivindicación.

- Es tremendo. En el documental, al final hay un acto que tuvo lugar el año pasado, donde se reivindica en la Plaza de Mayo a las organizaciones guerrilleras. Parece que no aprendimos nada en estos años.

- En cambio, hay personas que merecen otra suerte. El ex juez de la Corte Suprema Adolfo Vázquez, el consitucionalista Gregorio Badeni y otros repasan ante las cámaras todas las reformas legales y jurídicas que se hicieron para garantizar sus condenas._

- Para mí, lo increíble es que todo esto no se hizo para legitimar el poco poder que tenía Néstor Kirchner cuando asume en el 2003. Sino que además se transformó en un gran negocio. No sólo por las indemnizaciones que se pagaron a las víctimas, algo que ahora sale a la luz porque empiezan a aparecer los desaparecidos. Sino porque hay un gran negocio en la Justicia. Porque no se unifican las causas y hay personas que son juzgadas una y otra vez. Y todo eso es dinero. El doctor Vázquez cuenta cómo lo apretaron a él y cuántos jueces tuvieron que renunciar o fueron extorsionados. Ya el hecho de que haya gente inocente que sufre es muy grave. Pero más grave aún es que, como país, nos estamos suicidando. Porque no hay garantías. Se puede crear una ley, hacerla retroactiva, poner jueces amigos...

- Hay un caso conmovedor, el de la familia del coronel Delmé, que alega que ni siquiera estaba en el país cuando ocurrieron los hechos que se le imputan. No le permitieron presentar documentos para corroborarlo, como su pasaporte, y lo condenaron igual. Su familia habla de juicios estalinistas. Y eso es lo que parece...

- Fijate que durante mucho tiempo escuchamos la frase "Juicio y castigo". Habrás visto la gorra con esa frase. Lo lógico, en realidad, sería abrir un juicio para ver si corresponde el castigo. Acá no hay distinción entre inocentes y culpables. Hay una frase pronunciada por Cabandié durante una entrevista, que incluí en el documental, que dice algo así como: "Para nosotros, vengarnos es ser felices". Una vez que alguien cae en el circuito de los juicios es muy difícil que salga. Yo, a medida que iba haciendo entrevistas, llegué a pensar: Me estoy metiendo en algo que es siniestro.

INTOCABLES

- Muchos consideran que los detenidos son culpables, sin distinción, y otros prefieren no hablar, no meterse. Y en el camino ya murieron más de 400 en prisión. ¿Su situación no le importa a nadie?

- Parece que es mejor dejar todo así hasta que se mueran todos. Yo no defiendo a los que cometieron atrocidades. Defiendo que haya juicios justos.

- El documental tiene un contenido histórico pero también tiene una faceta actual, que es la alteración que se hizo de las leyes y la justicia con fines ideológicos. Cambios en la Corte, limpieza de jueces, fiscales y defensores oficiales, cambios en la Constitución, leyes retroactivas... La lista es enorme. Todos asistimos a esas reformas pero verlas todas juntas impacta. Lo que han logrado los organismos de derechos humanos es alucinante._

- Ganaron la guerra cultural, en la que vienen trabajando desde 1978 o 1979. Han hecho un trabajo extraordinario. Yo trato de no hablar de estos temas entre amigos porque la gente no sabe lo que pasó o confunde.

- Es el triunfo del relato.

- Sí. Todos nos llenamos la boca con los derechos humanos. A mí me hubiera gustado que los organismos de derechos humanos se hubiese preocupado por la situación de estas personas. Sería la prueba de que su preocupación es legítima. Pero está tan claro que no se van a ocupar...

INGRESO BÁSICO



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sábado, 28 de abril de 2018

DESCUBREN EL MAYOR SACRIFICIO DE NIÑOS DE LA ÉPOCA PRECOLOMBINA



Excelsior, 28/04/2018



El mayor sacrificio de niños de la América prehispánica ha salido a la luz en Perú, muy cerca de Chan Chan, la ciudad de barro más grande del continente, para revelar una hecatombe sin precedentes, donde murieron casi de manera simultánea 140 niños acompañados de 200 llamas.

Ocurrió hace 550 años en la civilización Chimú, que dominó la costa norte del Perú antes de ser conquistada por los incas, y su hallazgo, difundido en exclusiva en el sitio web de National Geographic, que financió la investigación, revela la importancia de los sacrificios para este pueblo.

Si bien ya existían evidencias de sacrificios humanos, incluidos niños, entre civilizaciones precolombinas, como acreditan varias momias encontradas en las cúspides de los Andes, ninguno en número y magnitud como éste, oculto durante siglos cerca de la ciudad de Trujillo y de su popular playa de Huanchaco.

Es complicado saber si pasó el mismo día, pero sí en el transcurso de una semana o unos pocos días", explicó el arqueólogo de la Universidad Nacional de Trujillo Gabriel Prieto, artífice del descubrimiento junto a su colega John Verano, de la Universidad de Nueva Orleans (Estados Unidos).
Los exámenes practicados a los restos óseos determinaron que en la hecatombe murieron a partes iguales niños y niñas de edades que oscilan entre los 6 y 15 años, aunque la mayoría tenía entre 8 y 12 años, mientras que las llamas también eran ejemplares jóvenes, de entre 6 y 9 meses.
Según Prieto, el sacrificio fue posiblemente una "respuesta desesperada" de los gobernantes Chimú frente a una inundación o riada causada por las lluvias torrenciales del fenómeno climatológico de 'El Niño', un evento periódico que el año pasado causó en la misma región cerca de 80 mil damnificados.

Están "casi convencidos" de ello, porque en la costa peruana nunca llueve salvo con 'El Niño', y los cuerpos habían sido depositados sobre una capa de barro húmeda en la que quedaron las huellas de los pies descalzos de los niños, las sandalias de los adultos que los llevaron hasta ese lugar y las pezuñas de las llamas.

Aunque no existen textos que narren este multitudinario sacrificio, pues las civilizaciones del Antiguo Perú carecían de escritura, los investigadores apuntan a que fue una ofrenda para aplacar la ira de los dioses y así amainar las lluvias, que podían poner en riesgo Chan Chan, el mayor exponente arquitectónico de los Chimú, declarado patrimonio de la Humanidad y donde llegaron a vivir 60 mil personas.
Ellos ofrecieron lo más importante que tenían. Por un lado, sus niños, y por otro, las llamas, el único animal de carga de la zona andina que además era un elemento importante en la dieta, ya que su carne era lo más consumido por los Chimú", explicó Prieto.

El sacrificio consistió en hacer un corte horizontal en el pecho que partiera el esternón por la mitad para, posiblemente, romperles la caja torácica y así quizás extraerles el corazón, "aunque eso es muy difícil de demostrar", aclaró el arqueólogo.

Los restos de la matanza ritual, ubicada en el sitio arqueológico Huanchaquito-Las Llamas, comenzaron a ser desenterrados en 2011 con el apoyo de la Municipalidad de Huanchaco y la Universidad de Yale, después de que los primeros restos óseos emergieran en mitad de una zona ya urbanizada, si bien hasta 2014 no se reanudó la investigación.
El gran valor que tiene es que, además del sacrificio masivo de niños, muestra cómo un sitio arqueológico no tiene que ser Machu Picchu o las Líneas de Nazca para generar un gran impacto en la sociedad", apuntó Prieto.

Por eso es importante preservar los sitios arqueológicos, porque no sabemos las historias que esconden", agregó.
Como Huanchaquito-Las Llamas, en todo Perú hay esparcidos miles de sitios arqueológicos, algunos casi en estado de abandono, que son el legado de las civilizaciones que habitaron su territorio durante los últimos 5 mil años.

VOLVIERON A JURAR LA BANDERA



Como hace 36 años en Malvinas

La Voz del Interior, 28 de abril de 2018 
Por Guillermo Lehmann, Corresponsalía

En un emocionante encuentro, más de un centenar de excombatientes de la Guerra de Malvinas renovaron el juramento a la Bandera nacional, en un acto realizado en Mendiolaza y que –aseguraron– se realiza en su tipo por primera vez en el país.

Se trata de soldados clase 1963 que los días 24, 25 y 26 de abril de 1982 prometieron “honrar la patria hasta la muerte”, pero en las islas, en pleno conflicto bélico con Gran Bretaña.

Ese año, estos jóvenes conscriptos llegaron a las Malvinas en calidad de reclutas y pudieron jurar la Bandera en el territorio recuperado para pasar a ser reconocidos como soldados. Desde entonces, se convirtieron en los únicos argentinos que pudieron jurar por primera vez la enseña patria en territorio insular.

“Este momento histórico pocos argentinos lo conocen. Hoy se concreta este acto que es único en la República Argentina, porque rememoramos un hecho que nunca se había concretado ni se volvió a repetir”, expresó Ricardo Basilio, combatiente en 1982.
“Llegamos a las Islas como reclutas, sin ninguna formación ni experiencia para una guerra, y por eso entre el 24 y el 26 de abril de ese año nos hicieron jurar la Bandera para considerarnos soldados, por si nos tocaba morir”, explicó Basilio.

El excombatiente rememora que ese grupo, en esos helados días de hace 36 años, bajaba desde las laderas, salía de los galpones, de los pozos y de las trincheras a los sectores poblados para celebrar la ceremonia de juramento, mientras los kelpers los miraban con aprehensión desde las ventanas de sus casas.

“Vivimos momentos inolvidables. Aislados de todo, nerviosos, con mucho miedo, sin saber si íbamos a volver a ver a nuestros afectos, nos formábamos para jurar la Bandera mientras los isleños nos miraban con bronca. Pero ahí estaba nuestra Bandera, el viento la hacía danzar y esas tierras temblaron ante nuestro grito de juramento. Por eso es tan importante para nosotros que se reconozca ese momento”, refirió Basilio.

Este relato, y otros de similar intensidad, llevaron al intendente de Mendiolaza, Daniel Salibi, a proponer que todos los años, en esta fecha, se repita este rito para recordar aquella situación. “Como sociedad, tenemos una gran deuda con estos héroes y desconocemos muchas historias. Durante décadas, fueron ninguneados y ellos sólo esperan que les den un abrazo, por eso este reconocimiento es lo mínimo que podemos hacer”, manifestó Salibi.
“Cada vez que se acercan estas fechas, miramos nuestras fotos vestidos de soldados, sin saber que íbamos a serlo. Terminamos la secundaria con un libro bajo el brazo que, de un día para el otro, nos obligaron a cambiar por un fusil. En los últimos años, muchos banalizan la fecha, porque la agendan sólo como un feriado turístico, cuando en esa guerra murieron 649 compañeros. Los sobrevivientes, 36 años después, sangramos por las heridas del olvido de la sociedad. Hoy estamos de pie por aquellos compañeros que no volvieron. Este acto nos está viendo volver y la jura de la Bandera nos vuelve a abrazar. Pero que quede claro que no hay nada que festejar”, concluyó Martín.

La intención de esta modalidad de jura de la Bandera en conmemoración de esta fecha, que partió del municipio de Mendiolaza y de agrupaciones de combatientes de Malvinas de Sierras Chicas, es que sirva como disparador para replicar iniciativas similares en todo el territorio nacional.

jueves, 26 de abril de 2018

BUDA



Consideramos oportuno volver a publicar este artículo que contribuye a entender el estilo de gobierno del presidente Macri, y su decisión de habilitar el debate sobre el tema del aborto en el Congreso.
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Por José Natanson

Le Monde Diplomatique - Edicion cono Sur
Edición Nro 198 - Diciembre de 2015

Digerido el resultado de las elecciones, el esfuerzo analítico debe orientarse ahora a tratar de entender las características del nuevo gobierno. ¿Qué hará Mauricio Macri? Es difícil decirlo, porque su campaña estuvo marcada por una serie de zigzagueos tácticos, sobre todo en materia económica, y porque recurrió al atajo de la Coca-Cola sin azúcar y la cerveza sin alcohol, que según la famosa conceptualización del sociólogo Slavoj Žižek alude a la ilusión pos-moderna de que es posible obtener dosis de placer (Asignación por Hijo, planes de infraestructura, educación para todos) sin sacrificios (sin retenciones ni impuestos). El recurso, al que también acudió el candidato oficialista, se suma al cuadro radicalmente nuevo que exhibe la política argentina, todo lo cual convierte al gobierno que se inicia en un pescado resbaloso difícil de capturar.

De todos modos vale la pena intentarlo. Aquí intentaremos definirlo por un camino alternativo al que se sigue habitualmente: más que evaluar los nombres del gabinete, los límites de sus alianzas legislativas o el cuadro de sus apoyos sociales, procuraremos explorar las tradiciones político-ideológicas en las que se inscribe, como una forma de anticipar –muy tentativamente– el camino que recorrerá.

La primera es la más evidente. Macri es una expresión sintomática de la cruza tensa entre liberalismo y conservadurismo que caracteriza a las nuevas derechas globalizadas (1). De Sebastián Piñera a Silvio Berlusconi, de Juan Manuel Santos a Albert Rivera, se trata de líderes que saben combinar valores clásicos como el orden, la libertad individual y el respeto irrestricto a la propiedad privada con aperturas a las agendas plurales del siglo XXI. Desvinculados por convicción o simple posición etaria de los autoritarismos del pasado, son políticos democráticos y flexibles que, al menos en el caso latinoamericano, han ido moderando sus programas ortodoxos para reconocer algunos aciertos económicos de los gobiernos del giro a la izquierda, pero sobre todo para incorporar la promesa de no descender del piso de beneficios sociales construido en la última década: si antes de llegar al poder la nueva izquierda se vio obligada a ofrecer garantías de gobernabilidad económica, la nueva derecha promete ahora gobernabilidad social, tal como hizo Gabriela Michetti en su discurso pos-triunfo. Como el clonazepan, la nueva derecha tranquiliza.

La segunda tradición es la más explícita. En su despacho del gobierno de la Ciudad Macri tenía una sola foto de un político, la del ex presidente Arturo Frondizi, y a lo largo de su campaña ha insistido con que el suyo será un gobierno sobre todo desarrollista. ¿Qué significa exactamente? En una primera mirada, el desarrollismo opera como la justicia social, la educación pública o la ciencia y tecnología: significantes redondos sobre los cuales nadie en su sano juicio puede manifestarse en contra. El desarrollismo no es neoliberal pero sí moderno, procura atraer al capital extranjero pero es cuidadoso de los intereses nacionales, no es populista pero apuesta a la industria nacional, busca insertar al país en el mundo pero reconoce los límites del esquema centro-periferia. Considerado en esta acepción acuosa, el desarrollismo aparece como un peronismo benigno o un radicalismo con onda.

Aunque por su carácter equívoco el desarrollismo así entendido puede aplicarse a casi cualquier país del tercer mundo que dejó inconclusa su revolución industrial, quizás algunas de sus líneas maestras resulten útiles para pensar los problemas del presente. Me refiero básicamente a la idea de impulsar, mediante el ingreso de inversiones extranjeras, industrias intensivas en capital, tecnología y mano de obra calificada que permitan sortear los “cuellos de botella” de la economía, que son los que generan el déficit de divisas que pone un techo al crecimiento. Como saben bien los economistas, el gran problema de la economía argentina sigue siendo su estructura industrial desequilibrada, que hace que los ciclos de crecimiento y consumo disparen una demanda de dólares que los superávits del agro no llegan a cubrir. El desarrollismo pretende, a través de la industrialización acelerada y modernizante, resolver este problema.

Por supuesto, impulsar un programa verdaderamente desarrollista implica, además de la atracción de los capitales que lo financien, un fuerte rol del Estado como orientador del proceso y, sobre todo, voluntad política: incluso en los desarrollismos excluyentes como el brasilero de los años 50, la transformación de la estructura productiva lleva a su vez a una transformación de la estructura social, una lucha de clases atenuada en la que los trabajadores y las capas medias conquistan nuevas posiciones frente a la previsible resistencia de los sectores dominantes (2). Por más apelaciones a Frondizi que pronuncie, por más que la imagen del ex presidente ilustre el esperado billete de 500 pesos y por más que su ministro del Interior se apellide Frigerio, parece difícil imaginar a Macri en este rol, aunque solo el tiempo dirá si el desarrollismo se transforma en un verdadero plan de gobierno o queda como un simple eslogan de campaña.

Si la primera tradición es evidente y la segunda explícita, la tercera es de forma. Surgido al pie del Himalaya en el siglo V a. C. en torno de las enseñanzas del sabio Sidarta Gautama, el budismo se fue expandiendo por la India hasta convertirse, doscientos años después, en la religión oficial del imperio, desde donde luego se propagaría por toda Asia y, en una versión pasteurizada, por las grandes ciudades de Occidente, donde hoy seduce a cada vez más integrantes de las clases medias, tal como demuestra la pregunta que le formuló el arzobispo de París, Jean-Marie Lustiger, al Dalai Lama en su publicitado encuentro de 2007: “¿Por qué nos roban tantas almas?”.

Triturado por la minipimer capitalista, el budismo occidental se desprendió de sus ribetes anti-materialistas originales y se convirtió en el paraguas ambiguo bajo el cual prosperó ese conjunto de prácticas, escuelas y concepciones inorgánicas pero popularísimas conocidas como new age. Como recuerda la antropóloga María Julia Carozzi (3), el movimiento new age nació en los 60 y 70 en la Costa Oeste de Estados Unidos en el marco de los movimientos autonómicos y anti-autoritarios que vivieron su auge con las protestas contra la guerra de Vietnam y que luego se fueron deslizando hacia el hipismo, las iniciativas contraculturales y las comunidades terapéuticas, retratadas con saña despiadada por Michel Houellebecq en Las partículas elementales. 

Estructurado en torno a una red informal de cursos, centros de meditación, sesiones de yoga y sus mil terapias alternativas, con ramificaciones como las escuelas libres, el sexo tántrico y los libros de Ari Paluch, el movimiento new age sintoniza con la sensibilidad de una parte importante de la clase media pos-setentista argentina, como confirmó el éxito de la Fundación el Arte de Vivir y la masiva visita de Sri Sri Ravi Shankar auspiciada por Macri, que en el acto inaugural junto al gurú indio declaró a Buenos Aires “capital mundial del amor” (4).

No es difícil detectar trazos de esta filosofía en el discurso buena onda del PRO. El budismo new age, suficientemente amplio para admitir a un católico o un ateo, un empresario o un trabajador, un radical o un peronista, es una doctrina más filosófica que religiosa, que refuta la existencia de un dios y carece de un único texto sagrado. El budismo no postula la existencia de un creador del universo y, a diferencia de las tres religiones del libro, rechaza los dogmas. Como Macri durante la campaña, predica la tolerancia y la serenidad y no concibe las excomuniones.

Pero puede haber algo más que la simple coincidencia estética entre una filosofía zen que abjura de la confrontación y las tonalidades lapislázuli del discurso macrista. Como la teoría económica ortodoxa, el budismo new age es, en esencia, una búsqueda del equilibrio, sólo que éste no se alcanza a través de la mano invisible del mercado sino por vía de la meditación, la alimentación en base a tofu, las flores de Bach o la reflexología. Al nirvana –un despertar que permite experimentar la verdadera realidad del mundo– no se llega por una revelación divina sino a través de un descubrimiento directo. Igual que los viajes de LSD, la budista es una búsqueda personal, lo que explica el nombre de la revista que popularizó al movimiento en Argentina: Uno mismo. A diferencia del catolicismo y sus cruzadas y del islam y sus guerras santas, el budismo no se propone moldear el mundo a su imagen y semejanza ni imponer desde afuera una religión. Lejos de cualquier articulación colectiva, ofrece apenas una guía para la transformación personal.

Mi argumento es que el budismo occidentalizado esconde un fondo de individualismo que sintoniza con el discurso de progreso mediante el esfuerzo de las personas y familias que es el eje de la doctrina liberal de la igualdad de oportunidades y una de las marcas de fábrica del PRO: poner a todos los ciudadanos en la misma línea y que cada uno llegue hasta dónde buenamente pueda. El apoyo al emprendedurismo mediante programas, capacitación y educación para incorporar innovación y creatividad a diversas iniciativas personales ocupó parte importante de la agenda del Gobierno de la Ciudad y, según anunciaron los nuevos funcionarios, será replicado a nivel nacional. La sintonía es filosófica: budismo y macrismo apuestan, en sentido estricto y sin ironías, al poder de la autoayuda. En palabras de María Eugenia Vidal: “Te hablo a vos, que te levantás todos los días para ir a trabajar y querés progresar”.

Concluyamos. Aunque al comienzo la coyuntura monopolice sus esfuerzos, todo gobierno debe, para afirmarse en el poder, levantar la cabeza y mirar más allá. Así como el alfonsinismo puede ser visto como el intento de construir una socialdemocracia criolla en tiempos de esplendor de los partidos socialdemócratas europeos, el menemismo como la versión argentina del Consenso de Washington y el kirchnerismo como una interpretación no lineal del giro a la izquierda latinoamericano, el macrismo deberá buscar su lugar en una región y un mundo muy diferentes a los de una década atrás. Por más nuevo que sea, por más que se presente como la iniciativa radicalmente inédita de un grupo de emprendedores políticos, el macrismo se inserta en un mundo (contexto) y en una línea de tiempo (historia), aunque todavía sea temprano para ver el resultado exacto de este asombroso mix entre derecha pos-moderna, desarrollismo retórico y budismo del estilo.


1. Véanse los editoriales “La nueva derecha en América Latina”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, noviembre de 2014, y “Globología”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, noviembre de 2015.
2. Claudio Scaletta, “La contradicción principal”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, noviembre de 2015.
3. “La autonomía como religión: la nueva era”, en Alteridades, Vol. 9, Nº 18, julio-diciembre de 1999.
4. Pablo Semán, “La nueva era de la nueva era”, Página/12, Buenos Aires, 10-9-12.

miércoles, 25 de abril de 2018

ABORTO: RÉPLICA AL SOFISTA DARÍO SZTAJNSZRAJBER




Frente Cultural Verdad y Acción, 22-4-18

Juan Carlos Monedero (h)
Licenciado en Filosofía (UNSTA)

Supongo que el término sofista será un adjetivo del agrado de Sztajnszrajber, y a quien piense que lo estoy usando temerariamente respondo que infiero cómo es por cómo habló y por aquello que dijo. Me refiero, en concreto, a los 7 minutos de Sztajnszrajber en el Congreso, el pasado 17 de abril, en torno al debate sobre la despenalización y legalización del aborto[1].

            Sztajnszrajber dice que para la consecución de “la justicia en una sociedad” debemos discutir en términos políticos, no metafísicos. Y que el debate en torno al origen de la vida humana –punto que viene siendo capital al discutir el aborto– es un debate metafísico y no político. Política, no metafísica, repitió varias veces. Y agregó: “El debate sobre el origen de la vida es un debate que no vale la pena dar”. No sirve, dijo, discutir metafísica “ya que nunca nos vamos a poner de acuerdo” y, para peor, tampoco hay acuerdo entre quienes discuten “sobre los criterios que posibilitarían un acuerdo”.

            Además, agregó que la discusión y la experiencia humana están atravesadas de supuestos no necesariamente consensuados ni probados, y puso como ejemplo “la transparencia de los sentidos”: es decir, el hecho de que los seres humanos confiamos en que aquello que vemos es real. Dijo Sztajnszrajber: “lo que vemos con nuestros ojos de modo inobjetable supone confiar (la palabra confianza tiene en su raíz la palabra fe) en la transparencia de los sentidos. ¿Por qué admito en última instancia que lo que veo es lo que veo y que mis ojos acceden a la realidad tal como es?”.

Finalmente, Sztajnszrajber nos exhorta efusivamente: “Saquemos a la verdad de la cuestión pública, pongámosla entre paréntesis”. Y luego remata: “En nombre de la verdad se han cometido los más grandes exterminios de la historia”. Estamos, parece sugerir Darío, en la época de la “posverdad”. E insiste: “Si hay una verdad y alguien cree poseerla, entonces al otro se lo ningunea, se le quita entidad, y automáticamente se lo convierte en un enemigo, en un ignorante o en un asesino”. 
No se privó de relatar una supuesta conversación entre el Cardenal Bellarmino y Galileo Galilei, conversación que por supuesto no dejaba muy bien parada a la Iglesia Católica, presentada como obstinada negadora de la evidencia que el insigne científico le ponía delante de los ojos.

            Lo mínimo que le voy a pedir a Sztajnszrajber es que aplique a sí mismo el mismo rigor que pretende en los demás.
            En efecto, si la transparencia de los sentidos –esto es, el hecho de que los sentidos nos comunican fielmente las cosas como son– supone un acto de fe en ellos; si este supuesto –difundido pero no demostrado– puede ser objetable, ¿por qué deberíamos poner fe en Sztajnszrajber cuando nos cuenta esa anécdota sobre el Cardenal Bellarmino y Galileo? ¿Por qué deberíamos creer en la fuente de donde extrajo esa conversación? ¿Por qué confiar en el criterio de Sztajnszrajber, según el cual en nombre de “la verdad” (y no de otros motivos) se han cometido los más grandes exterminios de la historia?

Es muy curioso, por otra parte, la paradoja de Darío en torno al caso Galileo: él cuestiona a las autoridades de la Iglesia (en concreto, al Cardenal Bellarmino) por no suscribir sus afirmaciones heliocéntricas –que sólo pudieron ser probadas años después, gracias a Keppler–, pero esta diatriba parece especialmente injusta: el poder que los miembros de la Iglesia tenían cuando aceptó más tarde la teoría heliocéntrica era igual o incluso mayor al poder que poseían cuando se evaluaron las afirmaciones de Galileo: ergo, no había nada en contra de Galileo ni de la teoría sino que las pruebas no eran concluyentes (conclusión a la que llegó la investigación histórica). 
Ahora bien, en el esquema-Sztajnszrajber, la Iglesia es condenable por rechazar las ideas científicas de Galileo… ¿y los abortistas de hoy no serían condenables por rechazar la evidencia científica que respalda que el comienzo de la vida humana tiene lugar en la concepción? ¡Los mismos que rechazan la evidencia inobjetable de que hay vida desde la concepción reprochan a la Iglesia no aceptar evidencia circunstancial del caso Galileo! ¿Cómo es, Darío?

            Lo cierto es que los grandes exterminios no necesitan de la pretensión de una verdad. A lo largo del siglo XX, los gobiernos comunistas –inspirados por la filosofía marxista, negadora de verdades y entidades permanentes– se llevaron la vida de más de 100.000.000 de personas. No fue la pretensión de “la verdad” sino la búsqueda del paraíso en la tierra la que motorizó esos sistemas políticos, cuyas manos quedaron manchadas en sangre. ¿Cómo puede Sztajnszrajber ignorar olímpicamente este dato?

            Asimismo, es patético observar cómo el Licenciado en Filosofía por la UBA y Profesor en FLACSO pide sacar a la verdad de la cuestión pública, ponerla “entre paréntesis” al mismo tiempo en que milita –junto con organismos ligados a Madres y Abuelas de Playa de Mayo– bajo la consigna de la Verdad[2]. ¿Cómo es, Darío? ¿Por qué no das el ejemplo y rebautizas el lema bajo la forma de Posverdad? 
El ser humano no pude acceder a la verdad si se trata de defender al niño por nacer… ¿pero accedemos a ella de la mano de Estela de Carlotto y de Hebe de Bonafini?




            La otra frase –“Si hay una verdad y alguien cree poseerla, entonces al otro se lo ningunea, se le quita entidad, y automáticamente se lo convierte en un enemigo, en un ignorante o en un asesino”– comporta un sequitur igualmente inadmisible. Para quitar entidad a alguien no se necesita creer estar en posesión de la verdad: si no, miremos a los abortistas, que permanentemente le quitan entidad al niño por nacer. El conocimiento de la verdad no implica el ninguneo de nadie sino la invitación a todos a ser alumbrados por ella, de la misma manera que un amigo comparte un secreto con otro. Los que primero reciben la luz de la verdad son las que la conocen, ellos no son fuente de la luz sino receptores. No hay soberbia ni arrogancia, hay caridad. Asimismo, la verdad no es tanto algo que se posee sino algo que nos posee, porque ella es superior a nosotros.

SEGUNDO ROUND

Sztajnszrajber dijo que buscaba la consecución de “la justicia en una sociedad”. También dijo que “El debate sobre el origen de la vida es un debate que no vale la pena dar” porque, según él, se trataría de un tema metafísico (y no político). Aclaremos ante todo algo: que no hay acuerdo acerca del “origen” de la vida parece una imprecisión de Darío (tales términos son más bien propios de la controversia evolución–diseño inteligente), por lo que lo correcto sería “el debate sobre el comienzo de la vida humana”. Ahora bien, yendo a lo central, esta negativa a interesarse en el origen de la vida es la prueba de oro. A confesión de parte, relevo de pruebas: Darío Sztajnszrajber admite que a él no le interesa cuándo comienza la vida humana, por tanto ¿es creíble su pretendido interés por la vida de las mujeres que, asesinando a sus propios hijos, mueren en el marco de abortos clandestinos? ¿Cómo puede importarle la vida sin importarle cuándo comienza la vida?
Yo no le creo.

Otra de las cosas que dijo fue que no servía discutir metafísica “ya que nunca nos vamos a poner de acuerdo” y, para peor, que tampoco hay acuerdo entre las personas que discuten “sobre los criterios que posibilitarían un acuerdo”. Evidentemente, Sztajnszrajber ve desacuerdos sólo en metafísica. ¡Cómo no vemos nosotros el inmenso acuerdo en temas políticos, económicos, sociales, históricos, culturales! Es verdad, Darío. Los macristas y los kirchneristas discuten metafísica, por eso pelean permanentemente. ¿No?

Fuera de bromas, se puede advertir además otra grave incongruencia. Darío Sztajnszrajber dice que la Metafísica designa “una concepción de las cosas que excede toda posibilidad de comprobación última”, razón por la cual quienes están en contra del aborto nunca podrían ponerse de acuerdo –en torno al comienzo de la vida– con quienes están a favor (de la misma manera que un creyente, según ejemplifica Darío, nunca podría ponerse de acuerdo con un ateo en temas tales como la existencia de Dios, la existencia del alma o el origen del universo). Probablemente tenga razón, por una vez, Sztajnszrajber. Como la tuvo cuando dijo que la palabra “metafísica” responde al significado etimológico de “Aquello que está más allá de la física”. En efecto, los temas que están más allá de lo físico son extremadamente problemáticos: un ateo no acordará con un creyente, y si acuerda dejaría de ser ateo ipso facto.

Ahora bien, no olvidemos que Darío Sztajnszrajber está a favor del aborto. Surge entonces, como una flecha, estas preguntas, que más que interrogantes son ardientes indignaciones: ¿está más allá o, precisamente, más acá de lo físico ver una ecografía, escuchar el distinto ritmo cardíaco del corazón del bebé y de la madre, sentir su movimiento? ¿Está más allá o más acá de lo físico ver que el bebé tiene piernas, manos, cabeza, tronco? ¿Está más allá o está más acá de lo físico reconocer que estamos ante una persona humana? Que un bebé, hijo de un varón humano y una mujer humana, es un ser humano, ¿es algo que está más allá que excede toda posibilidad de comprobación última”? ¿O se trata, quizás, de algo manifiesto a la que sólo un porfiado negador de evidencias puede ignorar?

Precisamente, la negativa de los abortistas de adecuar su mente a la evidencia física –y no a la Revelación de Misterios Sobrenaturales– pone de manifiesto su propia sustancia moral. Puedo entender al agnóstico que duda respecto de un Dios al que no ve… pero ¿cómo entender al que duda de otro ser humano al que a través de una ecografía está viendo? 
Jesús expulsaba demonios, y los fariseos decían que lo hacía “por el poder del Príncipe de los Demonios”. Esto es lo mismo: estamos ante sofisticados y perversos porfiadores de evidencias. Ninguno de ellos, en su vida cotidiana, duda respecto de cuándo una persona es persona, y cuándo un ser vivo es un ser vivo. Todos vivimos en los demás campos de la vida con toda naturalidad y normalidad. Llega el tema del aborto, y muchos se convierten en agnósticos de la vida porque abrigan en su corazón deseos de muerte.

Reconocer el origen de la vida humana no es una posición metafísica. Por eso son menos excusables los abortistas. Porque no niegan algo que no ven, niegan lo que ven. Quizá quieren evitar el debate en torno al comienzo de la vida por un motivo muy distinto: porque perderían.

TERCER ROUND

       Darío Sztajnszrajber pidió repetidas veces no hacer metafísica: “Política, no metafísica”. Olvida Darío que para lograr la consecución de la justicia –en la que él ¿cree?– se debe tener en cuenta la realidad de las cosas. Lo justo y lo real están conectados: dar a otro lo que realmente corresponde es darle lo justo, es ser justo. Y aquí saltamos a la cuestión metafísica, trascendiendo la política: saltamos de manera necesaria, porque la mera facticidad de cómo están las cosas no nos alumbra respecto de cómo deberían ser. Cuando hablamos de política hablamos, quieras que no, de principios fontales, de cosmovisiones de fondo. Hablamos de metafísica. En sus Confesiones de un revolucionario, el ilustre anarquista Proudhon dejó plasmado: “Es cosa que admira el ver de qué manera en todas nuestras cuestiones políticas tropezamos siempre con la teología”. Es una pena que Sztajnszrajber no haya leído este fragmento del legendario anarquista.

ROUND CUATRO –Y ÚLTIMO

Finalmente, luego de tantas críticas acervas, despiadadas y destempladas, no podemos menos que darle las gracias a Darío Sztajnszrajber. Lo dijo claramente: “Saquemos a la verdad de la cuestión pública, pongámosla entre paréntesis”. Gracias, Darío. Ahora tenemos la confirmación de lo que veníamos olfateando hace rato: si se discute bajo el horizonte de lo que es y lo que no es, perderán. En términos de verdad–error, los abortistas llevan las de perder. Por eso no quieren ese debate, no quieren discutir si el aborto “es bueno o es malo”, si es “correcto o incorrecto”, quieren plantear la falsa disyuntiva “legal o clandestino”, eludiendo así el asunto de fondo.

Pero Darío nos quiere seguir ayudando, y por eso sentencia enfáticamente: “No pueden convivir nunca la Democracia y los absolutos, no pueden convivir nunca la Democracia y la verdad”. Tiene razón, nuevamente, el Licenciado en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires. Como sentenció Hans Kelsen en su Esencia y valor de la democracia, no hay síntesis entre la verdad y un sistema político erigido bajo el imperio despótico del número y los circunstanciales votantes. 

Kelsen decía que el modelo del auténtico demócrata fue Poncio Pilato, quien conociendo la Inocencia de Cristo somete, no obstante, la decisión de liberarlo bajo el poder de las mayorías. El Presidente Mauricio Macri, en este punto –y mal que le pese al kirchnerista Darío Sztajnszrajber–, está junto al Profesor de la FLACSO. Ambos son democráticos. Darío quiere sacar a la verdad de la cuestión pública, y Mauricio –“que está a favor de la vida”– propicia un debate respecto de una verdad que ya conoce, arriesgando en el mismo acto la vida de niños inocentes. Sus diferencias políticas son insignificantes tan pronto florecen sus profundas coincidencias democráticas. Contra uno y contra el otro, contra lo que representa uno y contra lo que representa otro, sigamos librando el buen combate. 

Contra los sofistas y contra los hipócritas. Por la Argentina, para que no se convierta en una industria de muerte sino en un alcázar por la defensa de la vida inocente. Por el Triunfo Definitivo de la Verdad, el Bien y la Belleza, que no son otra cosa que los Nombres de Dios mismo.





(Darío Sztajnszrajber - Homenaje a las Madres de Plaza de Mayo); y también: