martes, 24 de febrero de 2009

El sicariato, instalado en el país



Sospechan que al colombiano Ramírez lo mataron unos sicarios. Como a los también colombianos, presuntamente narcotraficantes, ejecutados en el shopping Unicenter, en Martínez, el 24 de julio del año pasado: Jorge Alexander Quinteros y Héctor Duque. Como a Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, cuyos cadáveres fueron encontrados en agosto en un zanjón de General Rodríguez? Lenta, pero sostenidamente, el sicariato se está instalando en la Argentina.

El colombiano Ramírez vivía con su familia en Puerto Madero, y había ido a un local náutico de San Fernando a comprar un bote semirrígido. Dos tipos en moto lo llamaron por su nombre y, cuando Ramírez se dio vuelta, uno de ellos lo mató de diez tiros en el comercio. Los tipos escaparon.

Los investigadores ahora buscan una conexión entre la ejecución, investigada por el fiscal Diego Onorati, y la causa por el doble crimen del shopping , instruida por el fiscal Diego Grau. Este ya pidió información a Onorati para comparar ambos casos y buscar posibles nexos. Los investigadores ya habían trazado una conexión entre el caso de Unicenter y el triple crimen de General Rodríguez.

No era habitual que se hablara en la Argentina de asesinos profesionales vinculados con el narcotráfico. Los crímenes por encargo, aquí, estaban ligados a desengaños, deudas, ajustes de cuentas y disputas sindicales. No se parecían a los que acontecían en Colombia y México. Ahora se parecen, y mucho. Es más: incluso hay investigadores y especialistas en el negocio de las drogas que creen que en la Argentina hay sicarios reclutados en Colombia.

Si bien es cierto que los asesinatos por encargo en la Argentina aún no son tan frecuentes como en América Central, ese fenómeno criminal ya inquieta a quienes deben controlar la seguridad en el país.

En la ruta de la droga
Porque es un hecho que los carteles se han instalado en la Argentina, debido a que en los últimos tiempos nuestro país se ha convertido en un lugar estratégico en la ruta de la cocaína hacia Europa. Y no sólo se han instalado grupos colombianos que manejan le producción y distribución de esa droga. También han llegado organizaciones mexicanas, fuertes en el contrabando de metanfetaminas, en busca de efedrina.

En una entrevista publicada por LA NACION el 31 de agosto pasado, el colombiano Francisco Thoumi, que ha estudiado la industria del narcotráfico, explicó: "Es claro que en la Argentina hay grupos colombianos y que la mafia colombiana se ha internacionalizado. Los grupos del crimen organizado ya no pertenecen únicamente a un país, y lo que pasa en un país tiende a reflejarse en los otros. El hecho de que en Colombia haya un proceso de reestructuración de toda la industria ilegal, simplemente por los procesos de sometimiento a la justicia de los paramilitares, ha hecho que la violencia aumentara, y es posible, entonces, que lo que ocurre en la Argentina sea un reflejo de eso".

En la competencia por el dominio de las rutas y los mercados en el negocio del narcotráfico, el crimen por encargo -tal vez uno de los delitos más difíciles de esclarecer- es un fenómeno corriente. Así pues, la secuencia lógica indica que si se instala el narcotráfico, luego se instalan sus métodos. El sicariato es uno de ellos.

La Nación, 24-2-09