domingo, 24 de julio de 2016

EL LANGOSTINO, UNA TABLA DE SALVACIÓN


Silvia Naishtat
Clarin.comiEco23/07/16

Aunque el costo argentino sigue por las nubes, el mar nos da sorpresas que, para un experto como Julio Torre, director de la revista Redes & Seafood, “no se terminan de entender”. Torre se refiere al langostino, con barcos que pescan por día unas 9 toneladas, “un volumen que no existe en ningún lugar del mundo y que da cierta tranquilidad a este sector”. La pesquería tiene sus años, pero hace tres que cruzó la barrera de las cien mil toneladas, y en este 2016 hay un incremento de 17% de las capturas en comparación con 2015, que ya había resultado bueno.

El langostino, una especie de ciclo anual, es territorial y sus hembras que desovan en enormes cantidades. Si no hay un fenómeno climático que lo frustre, genera exportaciones para un mercado internacional, extrañamente animado. Rusia, castigada por Occidente, está comprando. China, también. Y están quienes aseguran que el langostino argentino, por su característica de salvaje y natural, es buscado, pese a la competencia que le plantea el langostino de cultivo, como el Vannamei.

De acuerdo con Tomás Gerpe, subsecretario de Pesca, los recursos naturales pesqueros producen 750.000 toneladas anuales y embarques por US$ 1.500 millones. El funcionario asegura que “la devaluación y la quita de las retenciones, permitieron superar la presión de los costos internos, que coincidió con la baja de los precios internacionales”. Pero el milagro del langostino contrasta con lo que ocurre con el calamar. Según Gerpe, la sobre captura por fuera de la Zona Económica Exclusiva, sumada a la corriente de El Niño, ha hecho que en lo que va de 2016 solo obtuviéramos 47.000 toneladas frente a las 121.000 toneladas de 2015. A modo de compensación, la merluza hubbsi creció 10%.


¿A juzgar por esta información, llega el prometido “segundo semestre” a la pesca? “Estamos trabajando”, fue la lacónica respuesta del funcionario.