lunes, 15 de julio de 2024

EL PAPA FRANCISCO

 


 Los Católicos No Pueden Vivir una Fe “Privada” en Política

 

NosotrosAnuncia, julio 7, 2024

 

El Papa Francisco exhortó a los católicos a compartir su fe en la esfera pública y a combatir la polarización política apoyando una democracia centrada en la persona.

 

«No nos dejemos engañar por las soluciones fáciles. Comprometámonos, en cambio, con el bien común«, declaró el Papa en una conferencia católica sobre la democracia en Trieste, al norte de Italia.

 

Francisco participó en la última mañana de la 50ª Semana Social de los Católicos, un evento anual de la Iglesia Católica en Italia destinado a promover la doctrina social de la Iglesia. El congreso, celebrado del 3 al 7 de julio, tuvo como tema «En el corazón de la democracia. Participar entre la historia y el futuro».

 

En su discurso, el Papa destacó la importancia de la democracia, alentando la participación sobre el partidismo y advirtiendo sobre las ideologías «seductoras». «Como católicos, no podemos conformarnos con una fe marginal o privada», afirmó Francisco ante unos 1,200 participantes en el Centro de Convenciones Generali. «Esto significa tener la valentía de plantear propuestas de justicia y paz en el debate público».

 

Francisco subrayó que los católicos deben ser una voz que denuncia y propone en una sociedad donde muchos no tienen voz. «Esto es el amor político», dijo el Papa, describiéndolo como una forma de caridad que eleva la política y la aleja de las polarizaciones que empobrecen el diálogo y la comprensión de los desafíos.

 

El congreso se celebró en Trieste, una ciudad portuaria en el noreste de Italia, bordeada por el mar Adriático y Eslovenia. El Papa llegó a Trieste en helicóptero desde el Vaticano la mañana del 7 de julio. Tras dirigirse a los participantes del evento, se reunió con representantes de otras tradiciones cristianas y con un grupo de inmigrantes y personas con discapacidad.

 

Francisco enfatizó la importancia de la responsabilidad cristiana en las transformaciones sociales, llamando a todos los cristianos a actuar en sus comunidades en todo el mundo. También destacó la necesidad de combatir la cultura del descarte y condenó el asistencialismo que no reconoce la dignidad de las personas, calificándolo de «hipocresía social».