martes, 21 de noviembre de 2017

EN 9 MESES SE SABRÁ SI ES POSIBLE NAVEGAR DE CÓRDOBA AL ATLÁNTICO



La Voz del Interior, 21 de noviembre de 2017  

Por Horacio Aizpeolea

 La posibilidad de sacar la producción de la provincia de Córdoba no por camiones ni trenes, sino por medio de barcazas que naveguen por un canal hasta un puerto como el de Bahía Blanca, suena a una fantasía trasnochada.
Expertos holandeses, no obstante, creen que vale la pena estudiar esta factibilidad, explorada anteriormente con resultados truncos.

La Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación y su par del Reino de los Países Bajos (el Ministerio de Infraestructura y Gestión Hídrica) firmaron un convenio de cooperación en materia de proyectos hídricos que contempla “un estudio de prefactibilidad sobre las vías de navegación interior”.
El estudio, dijeron fuentes del Gobierno nacional a La Voz, demandará unos 9 meses, según consta en el acta firmada. En la misma figura que, inicialmente, la Subsecretaría Recursos Hídricos (que depende del Ministerio del Interior) aportará 45 mil euros, mientras que Netherlands Enterprise Agency (NEA) hará un aporte de 150 mil euros para la puesta en marcha del estudio.
La contratación de ese estudio se hará “según las normas de licitación holandesas y europeas”.

Las rutas “prometedoras” como vía de navegación se encuentran en el área delimitada por los ríos Tercero y Carcarañá en el norte, el Río Salado de la provincia de Buenos Aires en el sur y el río Paraná al este.

Antecedentes
El proyecto de una hidrovía cordobesa para sacar su producción tiene varios antecedentes frustrados. Ya Juan Bautista Alberdi imaginó un canal artificial que recorriera parte de la pampa húmeda en dirección al Atlántico. Esta idea siempre chocó con otros intereses. “La hidrovía del Paraná es un gran negocio que conspira con el surgimiento de otras alternativas”, comentan en el Gobierno.

El costo de transportar la producción es, posiblemente, el motor de la hidrovía. Transportar una tonelada por cien kilómetros en camión demanda 32,3 litros de combustible. Esa misma cantidad transportada en una barcaza consume 3,7 litros de gasoil. En tren, 8,3 litros de combustible.

El estudio debe evaluar la prefactibilidad “técnica, económica y ambiental de la construcción de un canal adecuado para el transporte. Este canal es la conexión entre zonas de gran producción agrícola en el centro del país y un puerto capaz de recibir embarcaciones de ultramar”, dice el acta.
El resultado del proyecto se presentará a los gobiernos argentino y holandés “a modo de asesoramiento de expertos”. El acuerdo fue firmado por Pablo Bereciartua, subsecretario de Recursos Hídricos, y Hendrik Willem Johan Ovink, enviado especial del Reino de los Países Bajos en Asuntos Hídricos.

El estudio preliminar incluye la “identificación de zonas de producción sin acceso al transporte fluvial” y también la “identificación de los puertos existentes” (aquí se pone el foco en la posibilidad de que el destino final de la barcaza sea el puerto de Bahía Blanca). También se relevará “la red de rutas y ferrocarriles”, para ver cómo se pueden complementar con el canal de navegación.
El estudio de prefactibilidad incluye el análisis del actual flujo de mercancías que se transportan y sus costos. También se estudiará otro aspecto importante para los productores y sus comunidades: “la evaluación de ciclos húmedos y secos en el área y potenciales riesgos y beneficios; en períodos secos –se aclara– puede haber escasez de agua y volverse insuficiente para navegar el canal”.

Esto es complementario al estudio de “las zonas inundadas durante los ciclos húmedos”. Sobre este punto hay una aclaración: “El foco se pondrá en si las vías de navegación interior podrían contribuir a resolver las inundaciones o si empeora la situación mediante el aumento de barreras que frenan el drenaje”.
Se estableció que entre las tareas a realizar se incluyen la definición de embarcaciones (tipo y cantidad), los flujos mínimos y máximos del canal o vía hídrica y los requisitos para la operación sustentable todo el año del sistema. Los costos y beneficios serán estimados tanto para la vía de navegación interior como para los medios de transporte alternativos.


Los estudios determinarán si una idea de este sentido es sustentable en lo técnico y viable en lo económico, plantearán alternativas y analizarán costos e impactos.