martes, 7 de noviembre de 2017

LA EXPERIENCIA DE DIGITALIZAR EL ESTADO


Andrés Krom
LA NACION, 5-11-17

Algunas notas sobre Estonia: país en la región báltica del norte de Europa, alrededor de 1,3 millones de habitantes distribuidos en una superficie de 45.000 kilómetros cuadrados que abarca su territorio continental y más de 2000 islas e islotes. Quizá menos conocido por estos lados es que esta pequeña nación, que estuvo bajo control soviético entre 1944 y 1991, es una pionera global en la modernización del Estado. A través del programa e-Estonia, ha digitalizado desde el pago de impuestos hasta el voto.


Andrus Ansip, actual vicepresidente de la Comisión Europea a cargo del Mercado Único Digital (el sector a cargo de crear políticas en materia de telecomunicaciones, comercio electrónico y marketing digital), fue primer ministro de Estonia entre 2005 y 2014, cuando fue lanzada buena parte de los procesos que dieron fama internacional a su país . De visita en Buenos Aires para participar del congreso de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU), Ansip charló con LA NACION sobre cómo se puede trabajar en modernizar el Estado y qué beneficios pueden generarse.

"Los servicios públicos digitales son más eficientes y transparentes que los tradicionales", dijo el europeo, quien destacó que "no todos serán muy felices con estas soluciones, porque no son el mejor ambiente para la corrupción, ya que las personas comunes y las empresas son tratadas de la misma manera."


En la misma línea, Ansip aseguró que "a través del gobierno electrónico la gente puede estar mejor informada y más motivada a participar de los procesos de toma de decisiones". Y sentenció: "Con la implementación de servicios públicos digitales podemos fortalecer la democracia en nuestros países".

En Estonia, el 99% de la gestión de los servicios públicos han sido digitalizados y la mayoría de las veces no es necesario que las personas asistan a una oficina estatal para completar sus trámites. Por eso, la revista de tecnología Wired la definió como "la sociedad digital más avanzada del mundo" y el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) la destaca año a año entre las más evolucionadas de Europa.

El corazón de la estrategia estonia es la identidad digital lanzada en 2001, que abarca una tarjeta física que tiene un chip con información encriptada de su dueño, además de credenciales virtuales que se pueden utilizar para acceder a todos los servicios electrónicos que ofrece el país, como operaciones bancarias y la renovación del carnet de conducir. "La identidad digital es la base de la historia de éxito de Estonia; los distintos proveedores de servicio no tienen que crear identidades nuevas para sus clientes, está protegida por el gobierno y podés confiar en ella", afirmó Ansip.

Uno de los principales avances que vinieron atados a este desarrollo en el país es el de las firmas digitales, que se emplean 1,3 millones de veces por semana en distintos trámites, ahorrando tiempo y dinero a la administración. "Nos dimos cuenta de que gracias a esto ahorramos una semana laboral por persona al año, que equivale al 2% de nuestro PBI", dijo Ansip.

De hecho, el lanzamiento de un sistema de identidad digital es una de las prioridades que tiene el Ministerio de Modernización argentino. A finales de septiembre, Andrés Ibarra , titular de esa cartera, reveló en el marco del evento Negocios del Futuro, organizado por LA NACION, que estaban trabajando en el desarrollo de una solución similar a la de Estonia.

Ansip, en su calidad de vicepresidente de la Comisión Europea a cargo del Mercado Único Digital, se reunió con Ibarra durante el encuentro de la ITU en Buenos Aires. "Tuvimos una buena reunión -afirmó-. El Gobierno está prestando atención a el despliegue de soluciones digitales en el país".

"Veo que podemos profundizar la relación entre la Unión Europea y la Argentina", añadió. Y pidió explorar las oportunidades para coordinar globalmente acciones en los tópicos de ciberseguridad, certificación de estándares, flujo de datos y armonización de espectro radioeléctrico, entre otros temas.


En ese sentido, evaluó que sería positivo que el Mercosur avanzara en la creación de un mercado único digital propio. "La cooperación regional es siempre buena y beneficiosa para todos. Estoy bastante seguro de que vivir solo no es la solución, tenemos que compartir la vida con alguien. Con los países, pasa lo mismo".