miércoles, 21 de mayo de 2008

Los archivos de Reyes, un desafio regional


Andrés Oppenheimer

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y su colega de Ecuador, Rafael Correa, podrán gritar todo lo que quieran, pero lo cierto es que han sido atrapados in fraganti cuando apoyaban a un grupo terrorista que está tratando de derrocar al gobierno democráticamente elegido de Colombia.
La semana pasada, después de que Interpol, la organización policial internacional más grande del mundo, hizo público su informe en el que certificó la autenticidad de 37.872 archivos de computadora de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que contienen cientos de referencias al activo apoyo de Venezuela y Ecuador al grupo armado rebelde, Chávez y Correa reaccionaron, como lo hacen siempre, con insultos.
Al igual que hace unos meses, cuando una delegación oficial venezolana fue descubierta cuando trataba de ingresar 800.000 dólares en la Argentina para sus aliados políticos en el país, Chávez alega ahora que la investigación de Interpol sobre las computadoras encontradas por el ejército colombiano en su ataque contra un campamento de las FARC en Ecuador es “una payasada del imperio”, y describió al secretario general de Interpol, Ronald K. Noble, como un “mafioso” y “un vagabundo”. El descargo de Correa fue de virulencia similar.
Esta vez, sin embargo, les resultará difícil hasta a los más crédulos simpatizantes de Chávez y Correa tomar en serio estos juegos de pirotecnia verbal.
En la investigación realizada por la sede central de Interpol en Lyon, Francia, participaron 64 funcionarios policiales de 15 países, encabezados por expertos mundiales en computación de Singapur y Australia, que fueron escogidos independientemente por las jefaturas de policía de sus países. En total, el equipo en pleno de Interpol dedicó 5000 horas a examinar las computadoras.
Las laptos de las FARC son uno de los tesoros de inteligencia más importantes de toda la historia de la lucha antiguerrillera en la región, dicen expertos en seguridad. Los documentos ya han permitido el secuestro de US$ 480.000 de fondos de las FARC en Costa Rica y de 30 kilos de uranio no enriquecido de la guerrilla en las afueras de Bogotá.
Entre cientos de revelaciones, los archivos contienen 8 referencias a US$ 300 millones de ayuda que Chávez les había prometido a las FARC. Otros documentos aluden a una contribución de US$ 100.000 de las FARC a la campaña presidencial de Correo en 2006.

(La Nación, 20-5-08)