lunes, 23 de mayo de 2016

UN ECOLOGISTA DERROTÓ A LA ULTRADERECHA EN AUSTRIA



Diario Jornada, 23/05/2016

El candidato ecologista Alexander van der Bellen, de 72 años, derrotó a su rival ultraderechista Norbert Hofer y ganó las elecciones presidenciales en Austria tras el recuento del voto por correo.



El ministro del Interior, Wolfgang Sobotka, informó que Van der Bellen ganó con el 50,3% por apenas apenas 31.000 votos de ventaja sobre Hofer.

Minutos después, Hofer quien aspiraba a conseguir una victoria histórica pero no le alcanzó en el escrutinio de los votos por correo, reconoció la derrota en las redes sociales.

"Por su puesto que hoy estoy triste. Me habría encantado haber podido velar por nuestro maravilloso país como presidente federal", indicó el candiato del ultranacionalista Partido Liberal (FPO) en su cuenta de la red social Facebook.

Aunque el escrutinio de los votos en urnas de las elecciones de ayer le dio a Hofer una ventaja del 51,9% frente al 48,1% del candidato progresista, el recuento de sufragios por correo completado hoy dio vuelta el resultado.

La victoria de Van der Bellen se venía anunciando a lo largo de las últimas horas mientras avanzaba el recuento, aunque el Ministerio del Interior aún no dio los resultados definitivos de esta elección en la que se espera una diferencia de apenas decenas de miles de votos, informó la agencia EFE.

Otro de los datos interesante de estos comicios fue la alta participación ciudadana: casi el 72% del padrón fue a votar en la segunda vuelta frente al 68,5% registrado en la primera vuelta del 24 de abril pasado.

La fuerte afluencia a las urnas se debe a la creciente popularidad de la extrema derecha y a la alarma que esto provocó en el resto de la sociedad, especialmente los sectores de izquierda y moderados.

Se espera que para dentro de unas horas, el ecologista haga una declaración a los medios, mientras que Hofer había anunciado que no comparecería hasta mañana, otro indicador del reconocimiento de su derrota.

El triunfo de un ecologista en el más alto cargo del Estado es una novedad en el terreno político europeo, no sólo por la derrota a una creciente ultraderecha sino que este candidato europeísta convencido y antiguo líder de los "Verdes", se ha presentado como independiente.

Ayer, un rozagante Hofer proclamó su victoria ante sus simpatizantes, después de unas proyecciones que parecían concederle cierta ventaja sobre su rival.

Sin embargo, los analistas ya advertían que el voto exterior favorecería al ecologista, habida cuenta de la preocupación que ha cundido en otros países por el auge de la ultraderecha en Austria.

Si bien Hofer logró vender una imagen moderada, de defensor de las clases medias y bajas y de los valores nacionales frente a la amenaza de la globalización, de lo extranjero y del supuesto dictado de la Unión Europea (UE) y de las grandes corporaciones, no le alcanzó y se le escapó la Presidencia en el último momento.

La Presidencia de Austria es una institución más simbólica que política, pero las últimas elecciones han puesto sobre la mesa un nuevo escenario político. El canciller Werner Faymann dimitió del cargo tras los malos resultados de los socialdemócratas en primera vuelta.

Con lo que parecía apoyos más limitados, Van der Bellen se alzó con la victoria marcada por el temor de la llegada de un partido como el FPO al poder.

El ecologista y economista, dueño de una retórica cargada de ironía, frente a la claridad y simpleza de Hofer y su condición de intelectual de izquierda, abierto a la llegada de refugiados y partidario del matrimonio homosexual, hizo hincapié durante su campaña del daño que un presidente como Hofer le haría a la imagen de Austria en el exterior.

"No quisiera que Austria sea el primer país del Occidente europeo que tenga en su cúspide un populista de derecha y nacionalista alemán (...)", advirtió días atrás.

El futuro presidente es visto por muchos analistas como alguien que puede representar dignamente al país en el extranjero y que internamente puede mediar de forma discreta entre las fuerzas políticas, en particular entre socialdemócratas y populares, que gobiernan en coalición.

Entre algunas de sus competencias más activas como jefe del Estado, prometió que tal y como lo ve actualmente, no firmaría el TTIP, el futuro tratado transatlántico de libre comercio e inversiones que negocian Estados Unidos y la Unión Europea, aún si fuese aprobado en el Parlamento.

La Constitución austríaca otorga al presidente federal la potestad de decidir a quién encarga la formación del gobierno sin obligación de optar por el líder del partido más votado, como sin embargo es la usanza en Austria.

Van der Bellen es un ex decano de la facultad de Ciencia Económicas de Viena y siempre ha sido muy valorado en el país alpino por su honestidad.

Hijo de una madre estonia y de un padre ruso que escaparon de la revolución bolchevique de 1917 y se radicaron en la región austríaca del Tirol, donde vivió hasta los 33 años, el nuevo presidente es padre de dos hijos y está casado en segundas nupcias hace pocos meses.