lunes, 19 de noviembre de 2018

EN UNA GUERRA


 versus China, Estados Unidos perdería

 Dean Cheng *

El Ojo Digital, 18 de Noviembre de 2018


Dos comisiones gubernamentales distintas dieron a conocer sendos informes a lo largo de la pasada semana, en donde cada uno de ellos subrayaba el carácter recurrente de la amenaza consignada por la República Popular China.

La Comisión Nacional de Estrategias para la Defensa (National Defense Strategy Commission) consiste de un panel legislativo, conformado por funcionarios provenientes tanto con del Partido Demócrata como del Partido Republicano, y lleva consigo la misión de examinar la nueva estrategia de defensa nacional de los Estados Unidos de América, la cual fue elaborada durante 2017. La estrategia para la defensa nacional significó una notoria revisión de la estrategia de los EE.UU., conforme reorientó su foco desde el combate contra el terrorismo (prioridad desde el 11 de septiembre de 2001) al combate contra Estados revisionistas de magnitud, léase China y Rusia.

El informe no desafió el cambio de foco de la doctrina, aunque destacó que se precisa implementar cambios y reformas de magnitud, si acaso la prioridad de las fuerzas armadas estadounidenses será contrarrestar los esfuerzos de China y Rusia.

Estados Unidos versus ChinaTanto Rusia como China ven a los Estados Unidos como el obstáculo primario en sus objetivos de dominar sus respectivas regiones. Para tal fin -concluyó la comisión-, ambos Estados cuentan con planes de modernización militar que buscará neutralizar las principales ventajas competitivas estadounidenses. Estos programas involucran esfuerzos en el desarrollo de 'ataques críticos de índole cinética, ciberataques o de otra gama' no solo contra las fuerzas de los Estados Unidos, sino también contra el territorio continental americano. Advierte este informe que 'Las fuerzas militares estadounidenses podrían padecer un inaceptable escenario de bajas y de pérdida de activos de importancia, en el próximo conflicto. Podría tener que esmerarse demasiado para ganar, e incluso resultar perdidoso, en una guerra contra China o contra Rusia'.

Por su parte, un cuerpo separado, la Comisión de Revisión sobre Economía y Seguridad de China y EE.UU. (U.S.-China Economic and Security Review Commission), también dio a conocer un informe durante la próximo-pasada semana. La comisión fue establecida por el Congreso en el año 2000, y le fue encomendada la tarea de monitorear el estado del comercio y la relación económica vigente entre Washington y Pekín, así como también ponderar las implicancias que tal relación comporta para la seguridad nacional. Proporciona al congreso estadounidense un informe anual, que sintetiza sus hallazgos.

Este órgano echa mano de una ponderación más abarcativa sobre la seguridad al comparársela con la Comisión Nacional de Estrategias para la Defensa, pero también se enfoca de manera más específica en China; el informe de este año, presentado por la comisión sinoamericana, subraya la importancia de nuevas amenazas que emergen de las políticas económicas y de seguridad elaboradas por Pekín. El hallazgo más destacado de esta comisión, por ejemplo, refiere: 'El modelo económico chino, tutelado por el Estado y caracterizado por distorsiones del mercado, presenta un desafío para los intereses económicos y de seguridad nacional de los Estados Unidos de América'. Las políticas económicas chinas colocan a las firmas extranjeras en franca desventaja, al toparse aquéllas con el respaldo político y financiero que Pekín obsequia a sus empresas. En efecto, la influencia del Estado en la economía de la República Popular no se diluye, sino que está en crecimiento.

Mientras tanto -concluye el informe-, la modernización del Ejército Popular de Liberación (PLA) de China ha incrementado la capacidad del país para desafiar a los Estados Unidos en el terreno militar. Tal como la Comisión Nacional para Estrategias de la Defensa consignara, la Comisión EE.UU.-China cuestiona la presunción estadounidense de que podría contar con la supremacía aérea, marítima y en el teatro de operaciones de la información -al tener lugar un conflicto con la nación asiática. En efecto, éste informe abiertamente explicita: 'Dados los avances consolidados por la Fuerza Aérea del PLA, los Estados Unidos y sus aliados ya no podrán presumir que podrán garantizar la propia superioridad aérea, en un escenario de conflicto en el cuadrante Indo-Pacífico'.

En tal sentido, el informe concluye que el modo en que Estados Unidos cada vez más reposa en China para aspectos vinculados a la información y para la tecnología de comunicaciones, especialmente en lo que tiene que ver con el 'Internet de las Cosas' [Internet of Things], remite a un contexto que comporta vulnerabilidades potenciales para la infraestructura clave de EE.UU. En particular, la escala del respaldo estatal chino en la creación de redes 5G y tecnología en general, crea 'riesgos enormes desde lo económico, lo emparentado con la seguridad, la cadena de suministros de la economía, y riesgos en materia de privacidad de la información, para los Estados Unidos'.

De manera independiente, estos informes corroboran lo que el think tank Heritage Foundation (Washington, D.C.) había confirmado por su cuenta, esto es, que las fuerzas armadas de los Estados Unidos son bastante más débiles de lo que se cree comúnmente. Conforme lo destaca el Indice de Fuerza Militar de Estados Unidos, Edición 2019, 'en la instancia actual, las fuerzas armadas estadounidenses solo cuentan con una capacidad marginal para hacer frente a las exigencias que sobrevienen con la defensa de los intereses nacionales vitales del país'.

La totalidad de tales informes, finalmente, concluye que la inversión insuficiente en investigación y desarrollo, las limitaciones en la innovación, y el involucramiento sostenido que ha caracterizado a las fuerzas de EE.UU. en Oriente Medio, ha dejado al país en un estado de vulnerabilidad mayor al que se cree, especialmente al ponderarse los esfuerzos recurrentes que China y Rusia llevan adelante para actualizarse.

Estos informes arrojan mayor luz sobre las recientes conversaciones políticas y económicas que llevan a cabo Washington y Pekín. Las mismas involucraron al Secretario de Estado Mike Pompeo, y al Secretario de la Defensa James Mattis, del lado estadounidense; y al Consejero Estatal para Asuntos Extranjeros, Yang Jiechi y al Ministro de la Defensa Wei Fenghe, por el lado de la República Popular. Las conversaciones fueron demoradas en su momento, luego de que Washington anunciara una nueva ronda de comercialización de armamento a Taiwan. La conferencia de prensa conjunta, llevada a cabo al cierre, sugiere que ambas partes aún se encuentran muy lejos la una de la otra en lo que refiere a cuestiones clave sobre seguridad.

Mattis, por ejemplo, reiteró que las fuerzas estadounidenses volarían sus aeronaves y harían zarpar sus navíos a cualquier sitio allí donde aplique la legislación internacional. Yang replicó que 'Estados Unidos debería abstenerse de despachar sus navíos y aeronaves hacia las cercanías del territorio chino en el Mar del Sur de China'. Los comentarios de Yang se conocieron apenas después de que un destructor de la armada china se acercó al destructor estadounidense USS Decatur, mientras conducía operaciones emparentadas con la libertad de navegación, en cercanía de las Islas Spratly.

El esperado cónclave entre el presidente chino Xi Jinping y su par estadounidense Donald Trump, en la Cumbre de Presidentes del G20 de Argentina (pautado para fines de este mes), ha cobrado expectativas, dado el foco de la atención internacional en las diferencias comerciales. Pero el evento bien podría forzar a que la variable de la seguridad y el tema político también se conviertan en temas de conversación.

* Analista e Investigador en la Fundación Heritage (The Heritage Foundation), Washington, D.C., en temas políticos y de seguridad. Como experto en capacidades militares y espaciales de la República Popular China, Cheng se ha especializado también en el estudio de la política exterior y de Defensa chinas, en particular sobre la relación de Pekín con el resto de Asia y con los Estados Unidos de América.