Juan Martín Molinari
La Nación, 1-11-18
Señor Presidente:
Usted se ha venido, como
dice el paisano, con el cuchillo bajo el poncho. En su plataforma no proponía
abril la discusión por el aborto ni incentivar la perspectiva de género en las
escuelas. Me ha decepcionado. No me interesa aquí, analizar su política
económica. Usted ha cruzado la línea de lo que –por lo menos para mí- es
moralmente permisible.
No sé si la Argentina es –o
ha sido alguna vez- una nación católica. Puede que este sea un mito de nuestra
historia. Pero la Argentina es (y sépalo: siempre será) un país con católicos.
Y los católicos –cada uno de ellos- poseen un poder: el de elegir, cada dos
años, una boleta e introducirla en una urna.
Yo no sé qué harán los otros
católicos. Pero yo no voy a votarlo nunca más, señor Presidente. Solo quería
que lo supiera.