martes, 6 de noviembre de 2018

SÍNODO


 para la Pan-Amazonia en 2019

Msia Informa, 14 de septiembre de 2018

En octubre de 2017 el Papa Francisco anunció la convocatoria al Sínodo de Obispos para la Asamblea Especial para la Pan-Amazonia, a realizarse en Roma en 2019

En la visita pastoral a Perú en enero de 2018 en Puerto Maldonado, el Pontífice reiteró la importancia del acontecimiento explicando: “el objetivo principal de esta convocatoria es identificar nuevos caminos para la evangelización de aquella porción del Pueblo de Dios, en especial de los indígenas, frecuentemente olvidados y sin perspectivas de un futuro tranquilo, también a causa de la crisis de la selva amazónica, pulmón de capital importancia para nuestro planeta.”

Tal Sínodo fue una propuesta de un grupo de obispos brasileños que trabajan en la región amazónica, y evidentemente concurrirán los obispos que comprende la referida región: de Perú, Ecuador, Colombia, Surinam, Venezuela y la Guyana Francesa, como territorio de ultramar, otros obispos invitados de México, Argentina y Paraguay.

Sin dejar de reconocer la existencia de los problemas reales de la región amazónica, el Documento Preparatorio del Sínodo se desvía claramente de cualquier legítima preocupación pastoral, para inmiscuirse en problemas que se refieren a la soberanía de los estados, al suponer la existencia de “naciones indígenas”, lo que lo convierte en un repetidor del concepto de “econacionalismo.” Además en la parte científica, ignora las evidencias científicas disponibles que refutan las tesis mentirosas de la naturaleza del calentamiento global y otras.

El documento endosa abiertamente las tesis de las organizaciones brasileñas patrocinadas directamente por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), en especial del Instituto Socioambiental (ISA), el Consejo Indigenista Misionero (CIMI) y de una pléyade de organizaciones no gubernamentales (ONG) contrarias a cualquier forma de progreso de la región, incluyendo el de la población indígena que son sus principales víctimas -red vinculada a altos intereses económicos y políticos de las potencias industrializadas de América del Norte y de Europa Occidental.

En relación con el Documento preparatorio, destacamos algunos incisos:

2) En la selva amazónica, que es de vital importancia para el planeta Tierra, se desencadenó una profunda crisis, debido a una prolongada intervención humana en la que predomina la “cultura del descarte” (LS 16) y la mentalidad extractiva. La cuenca del Amazonas, una región con rica biodiversidad, es multiétnica, pluricultural y plurirreligiosa, un espejo de toda la humanidad que, en defensa de la vida, exige cambios estructurales y personales de todos los seres humanos, de los estados y de la Iglesia.

3) Las reflexiones del Sínodo Especial superan el ámbito estrictamente eclesiástico amazónico por corresponderse a la Iglesia universal y al futuro de todo el planeta. Partimos de un territorio específico, de cual se quiere hacer un puente para otros biomas esenciales de nuestro mundo: Cuenca Fluvial del Congo, corredor biológico mesoamericano, selvas tropicales de Asia Pacífico y el Acuífero Guaraní, entre otros.

17) En los nueve países que componen la Pan-Amazonia, se registra una presencia aproximada de tres millones de indígenas, constituida por cerca de 390 pueblos y nacionalidades diferentes. Viven en ese territorio también, según datos de instituciones especializadas de la Iglesia (por ejemplo el Consejo Indigenista Misionero de Brasil/CIMI) y otras, entre 110 y 130 “pueblos libres,” o “pueblos indígenas en situación de aislamiento voluntario.” Además, en los últimos tiempos, surge una nueva situación, constituida por los indígenas que viven en el tejido urbano; algunos reconocidos como tales, y otros que desaparecen en ese contexto y, por ello, son llamados “invisibles”. Cada uno de eso pueblos representa una identidad cultural particular, una riqueza histórica y un modo propio de ver el mundo y de relacionarse con este, a partir de su cosmovisión y territorialidad específicas.

En el documento preparatorio se percibe que la orientación general de los redactores está profundamente influenciado por una ideología misantrópica y, en consecuencia, contra el progreso, política que ha orientado los programas públicos en los campos ambiental e indigenista, tanto en Brasil como en países con los que comparte el bioma Amazonia.

Existe claramente el riesgo de que el sínodo resulte en la aprobación del Vaticano de toda la política ambiental-indigenista que ha provocado el vacío de soberanía en la región amazónica, incluida ahí la promoción del aclamado Corredor AAA (Andes-Amazonia-Atlántico), propuesto por la Fundación Gaia Amazonas y oficialmente endosado por el gobierno de Colombia, el cual, de llevarse a cabo, podría poner nuevos obstáculos a los ya de por sí numerosos que se han puesto al progreso de esa región.

Por ello es fundamental una movilización sin precedentes en la defensa del progreso y de la soberanía brasileña sobre la Región Amazónica, hasta ahora ignorada por los órganos públicos nacionales, sometidos de forma acrítica y pasiva a las presiones geopolíticas internacionales y, como en el caso de las entidades encargadas de la política indígena (FUNAI) y la encargada del medio ambiente (Ibama), convertidos en auténticos enclaves neocoloniales dentro de las estructuras del Estado.