miércoles, 18 de marzo de 2009

Avalancha de anuncios catastróficos: la desesperación aumenta

Eduardo Ferreyra

(Se publica sin gráficos)

Desde hace un año han comenzado a aparecer estudios con pretensiones científicas que intentan dar una imagen horrible sobre el futuro del clima de la Tierra. Su finalidad es estrictamente política: presionar a los políticos para que se aprueben las medidas que dicen detendría al calentamiento y al cambio del clima. El gigantesco negocio amenaza con hacerse humo.

La innegable realidad de lo que está sucediendo en el mundo ha comenzado a actuar como un elefante dentro de un bazar dentro del cuidadoso esquema montado por los grupos que impulsaron al fraude del calentamiento global catastrófico. La teoría del calentamiento causado por las actividades humanas está siendo rápidamente reducida a añicos por la dura realidad. Los pedazos de cristales del Bazar del Calentamiento van cayendo uno a uno, y a veces de a docenas. El estropicio es descomunal.

Esto a obligado a los “calentadores” a ingresar en una fase de “control de daño” que distraiga la atención de todas las evidencias del cambio que ha ocurrido en la actividad del sol; el ingreso a una fase fría de la Oscilación Decadal del Pacífico y el consiguiente enfriamiento del planeta; los registros de temperatura que muestran una detención del calentamiento y un descenso cada vez más pronunciado de las mismas; los tres últimos inviernos del Hemisferio norte con temperaturas que han quebrado récords de frío que llevaban establecidas más de 100 años; el avance de numerosos glaciares en diversas partes del mundo… es decir, dar una simple mirada por la ventana y comprobar que el profetizado calentamiento no ha dado muestras de manifestar sus apocalípticas consecuencias.

Esta situación es grave para quienes ven que sus intenciones de controlar la energía y los recursos naturales del mundo se van disipando como humo en el viento. Grandes grupos de burócratas que estuvieron beneficiándose de sus posiciones y de espléndidos viajes a lugares exóticos para reunirse en congresos anuales y discutir las medidas que detendrían al supuesto calentamiento, están profundamente preocupados por el impensado final de sus carreras.

También está sumamente angustiada la legión de científicos que, con sólo añadir a su solicitud de fondos para investigar cualquier tontería la cláusula “…y comprobar su relación con el calentamiento global,” veían como el dinero fluía sin cesar a sus cuentas de banco, asegurando que no tendrían que regresar a oscuros y olvidados laboratorios para trabajar de verdad en algo más útil para la humanidad.

Y la desesperación ha cundido entre los especuladores que, como Al Gore y Maurice Strong, trafican con los famosos “bonos de carbono”, los “permisos para emitir dióxido de carbono,” y los funcionarios de gobierno que veían que un aumento generalizado de los impuestos, los costos de generación de energía, y las multas por no cumplir con las futuras regulaciones les pondría al alcance de sus manos fabulosas cantidades de dinero de los contribuyentes para ser usados a su particular y caprichoso arbitrio. Aquí se observa con claridad el "Sindrome de los Dedos Pegajosos", donde algunos billetes que pasan por sus manos se les quedan pegados. Naturalmente, a nadie le gusta que el quiten el caramelo que estaban a punto de comerse, o le reduzcan los generosos ingresos que venían percibiendo.

Avalancha de Catástrofes
El establishment del catastrofismo ordenó entonces, que se hicieran y publicaran la mayor cantidad posible de “estudios” científicos que prometen, aseguran, y juran por Santa Gaia y sus Verdes Evangelios, que el Apocalipsis Climático está a la vuelta de la esquina. La particularidad de todos estos pseudo estudios es que todos comparten las siguientes características:

Todos los estudios están hechos mediante modelos computados. No hay observaciones ni mediciones actuales. Es la Ciencia PlayStation® de elegantes juegos de video.
Todos usan de manera obligada la misma redacción en tiempo potencial y/o condicional: “sería posible”, “es probable”, “si la tendencia continúa”, “sugieren los modelos”, “capacidad potencial”, y similares declaraciones donde no hay una prueba sólida y comprobada por observaciones y mediciones.
Todos incluyen los consabidos términos: “Más rápido de lo que antes se creía,” y todas las variantes posibles: “más caliente, más frío, más salado, menos salado, más alto, más bajo, etc.”
Cualquier cosa que suceda es de inmediato achacado al calentamiento global. Los eventos de calor son “prueba” de calentamiento global; pero las olas de frío tienen causas naturales y son “consistentes” con la teoría del IPCC. Las evidencias de que hay un enfriamiento sólo están “enmascarando” al calentamiento global que, a pesar de ellas, aseguran que “está sucediendo a un ritmo cada vez más acelerado.”
Sin embargo, no parecen haberse detenido a pensar en que las afirmaciones de que los “nuevos estudios computados” sobre una gravedad “mucho peor de lo que antes se creía,” demuestra que los viejos estudios computados –sobre los que está construido el endeble edificio de su teoría, y toda la innecesaria alarma– no eran lo bastante buenos en sus predicciones y que han fracasado en predecir “la real gravedad del calentamiento.” Reconocer que sus anteriores modelos del clima estaban errados, es reconocer que había algo que no estaban haciendo bien porque, aunque el programa del modelo entregaba la respuesta para la cual había sido programado, todas las presunciones y suposiciones a las que les dieron un valor numérico no eran lo bastante exageradas como necesitan que sean ahora.

Pero después de reconocer que han sido torpes o ignorantes, ahora nos dicen: “Créannos, esta vez la hemos acertado. El futuro será espantoso.” Perdón, pero necesito echarme una carcajada. ¿Qué garantía nos ofrecen de que esta vez la han pegado? Sólo su palabra. Y después de tantas equivocaciones, tantas exageraciones, y tantos manejos oscuros orillando con el fraude científico, esa palabra ya no tiene ningún valor. Han estado gritando “Lobo!” durante demasiado tiempo y sus gritos de alarma nunca tuvieron un fundamento sólido que resistiese la prueba ácida de la observación y comparación con la realidad. “En boca del mentiroso, lo cierto se vuelve dudoso.”

Nos queda muy claro que los modelos realmente han fracasado en predecir el clima futuro, porque las observaciones de lo que sucede en el mundo real, como los registros de temperatura, indican que ninguno de los modelos ha predicho el actual enfriamiento, ni el extenso período de quietud del sol sin manchas en su superficie desde hace unos 560 días. El famoso “punto caliente” que sería la “huella digital” del calentamiento está absolutamente ausente. Nada, nyet, nothing, rien… los detectives del cambio climático no han podido hallar la “huella digital” ni el “punto caliente”. Pero nos piden que creamos que sí, hay uno, pero está “enmascarado” –y seguramente solitario. Hi ho, Silver!

Se Ha Perdido un Punto Caliente: ¿Quién lo Tendrá? El “Punto Caliente” es un asunto crucial en el debate del clima.

Si los gases invernadero están calentando al planeta, ese calentamiento sucederá primero en la fría masa de aire entre los 8 y 12 km de altura sobre los trópicos. Hace mucho frío allá arriba, pero de acuerdo con la teoría debería de ser una región menos fría gracias a los gases invernadero, por supuesto el CO2, a quien lo consideran el más importante de todos, y por lo tanto el canallesco culpable del calentamiento. Todos los 20 modelos climáticos más importantes predicen que esa región de la troposfera se calentará primero. Es la “huella digital” del calentamiento de los gases invernadero en aumento, en oposición a otras causas como los efectos magnéticos del sol, las erupciones volcánicas, la irradiancia solar, o la disminución del ozono, etc, etc.
(Fuente: Informe IPCC AR4-2007, Capitulo 9, Figura 9.1, p. 675)

El gran problema para los creyentes del calentamiento global es que años de mediciones con radiosondas no han podido encontrar todavía ningún calentamiento, como se ve en la parte E de la Figura 5.7, sección 5.5 de la página 116 del Informe US CCSP 2006.
Los calentadores dicen que Ben Santer y Sherwood han encontrado al punto caliente perdido. Pero el problema es que Santer usa estadísticas para mostrar que el punto caliente debería estar allí... pero escondido dentro del “ruido” estadístico. El “ruido” estadístico vendría a ser el termo donde el calor está esperando para salir y cantar: “Cá toy!”

Por su lado, a Sherwod no le gusta usar termómetros para medir la temperatura y la calcula midiendo la velocidad del viento en altura. Es decir, se moja el dedo, lo levanta sobre su cabeza y dice, “Hacen 32ºC con 27 centésimas.” Brillante! ¿Cómo no se nos había ocurrido antes?

No hay “enmascaramiento” del calentamiento porque la energía que disipa la Tierra es más o menos igual que la energía que recibe (si no fuese así los océanos hace rato que estarían hirviendo), disipa más calor durante los períodos de enfriamiento y disipa menos durante los periodos de calentamiento. No hay un contenedor hermético y aislado del exterior donde el calor se mantenga almacenado para ser liberado más adelante, vaya uno a saber cuándo… El calor se transmite al espacio por conducción, irradiación o convección. Las leyes de la termodinámica son muy claras al respecto, y han venido funcionando a la perfección desde mucho antes de que el hombre las descubriera.

Ahora vuelven sobre el Amazonas

Desde que los “calentones” emprendieron su operación de “control de daños”, los estudios defectuosos sobre el desmesurado avance del calentamiento hicieron foco en sucesivos temas y uno a uno fueron siendo demolidos por las evidencias que provienen del mundo real y no del mundo virtual de los modelos PlayStation®. Aunque se siguen publicando estudios sobre el impacto del calentamiento global, algunos como el derretimiento de los hielos de Groenlandia, el del hielo del Ártico, los glaciares, pasaron a un segundo plano y se concentran ahora en el aumento de la “acidez” de los océanos, el cambio en la salinidad, los sempiternos corales muriendo a mansalva, y el inefable y acelerado aumento del nivel del mar, que de los 30 cm que predice el IPCc lo llevan ahora a 1,5 metros. Es notable la insistencia sobre esos temas a pesar de que no hay evidencia cierta y comprobada de que eso ocurra de la manera acelerada que se le intenta dar.

El Amazonas era un tema que había quedado un tanto relegado en la competencia por el primer puesto en las Historias Horror, pero ahora acaban de salir con una nueva y horripilante profecía:
El Amazonas podría reducirse un 85% debido al cambio climático, dicen científicos The Guardian, Londres.
Científicos dicen que un ascenso de 4ºC mataría al 85% de la selva Amazónica
Aún un modesto ascenso podría ver una pérdida de 20-40% dentro de 100 años
El calentamiento global destruirá todos los intentos de salvar a la selva amazónica, de acuerdo con un estudio devastador que predice que un tercio de sus árboles serán matados hasta por un modesto aumento de la temperatura.

La investigación hecha por expertos líderes en cambio climático de Gran Bretaña, muestra que aún los severos recortes en deforestación y emisión de carbono fracasarán en salvar a la emblemática jungla Sudamericana, cuya destrucción se ha convertido en un poderoso símbolo del impacto humano sobre el planeta. Hasta el 85% de la jungla podría perderse si las emisiones en ascenso en espiral de las emisiones de gases invernadero no son puestas bajo control, dicen los expertos. Pero aún bajo los escenarios más optimistas del cambio climático, la destrucción de grandes partes de la selva es “irreversible.”

Cuando uno se entera de quienes son los expertos, entonces se respira tranquilo. Son los grandes expertos climáticos del increíblemente miope centro de estudios climáticos de Inglaterra, el MET Office, del Hadley Center, y el estudio fue hecho por Vicky Pope, mediante el uso de ¿Observaciones?, no, un modelo convenientemente programado para entregar los resultados que Doña Vicky anda queriendo que creamos. Por supuesto, como hice notar más arriba, la redacción y el lenguaje usado para publicitar el estudio se encuadran en la técnica de la “exageración de los efectos potenciales” y el uso de la palabra “impacto” en lugar de la más correcta y científica de “efectos.” Claro que esta última carece del efecto emocional buscado: “Impacto = Bang, Boom, Paf, Destrucción!” Las “negritas” en el texto que sigue son mías y sirven para demostrar la intención de asustar a la gente y a los políticos.

Vicky Pope, de la MET Office del Centro Hadley, que llevó adelante el estudio, dijo: “Los impactos del cambio climático sobre el Amazonas son mucho peores de lo que pensábamos. A medida de que la temperatura ascienda rápidamente durante el próximo siglo, el daño a la selva no será obvio de inmediato, pero podríamos estar almacenando problemas para el futuro.”

Pero, entonces ¿quiénes verán esos problemas si no serán obvios de inmediato? Sobre todo cuando el calentamiento catastrófico que nos vienen prediciendo desde hace 30 años no manifiesta esa gravedad ni mucho menos las catástrofes profetizadas. Hace diez años que el planeta no muestra calentamiento, y el enfriamiento hace tres años que se ha iniciado de manera notoria. Sólo hay que ver los gráficos de temperatura. Estos “expertos climáticos” ¿viven dentro de un termo sin ventanas al exterior?

Modelos, modelos, modelos

El estudio, que ha sido enviado a la revista Nature Geoscience, usó modelos de computadora para investigar cómo el Amazonas respondería frente a un aumento de la temperatura.

Encontró que un aumento de 2ºC sobre los niveles preindustriales, ampliamente considerado como el mejor caso de escenario del calentamiento y la meta de los ambiciosos planes internacionales de reducir emisiones, se vería todavía un 20-40% de mortandad del Amazonas dentro de 100 años. Un ascenso de 3ºC vería una destrucción del 75% de la selva por la sequía durante el próximo siglo, mientras que un ascenso de 4ºC mataría al 85%. “El bosque, tal como lo conocemos, efectivamente desaparecería, dijo Pope.

Los expertos habían predicho anteriormente que el calentamiento global causaría una “mortandad” significativa del Amazonas. La nueva investigación es la primera en cuantificar al efecto a largo plazo.

Lo primero que nos sorprende –y eso que ya estamos algo curtidos- es que esta alarma ha sido lanzada al dominio público a través de la prensa y no de una revista científica seria. Es la común práctica de los calentadores del abuso de la "Ciencia por Partes de Prensa.” El estudio ha sido enviado para su publicación pero primero debe pasar por el largo y tedioso proceso de la “revisión de los pares” para ser aceptado y luego publicado. Viendo la calamitosa calidad del proceso de “revisión de los pares” que se viene usando en la ciencia del clima no dudamos que será muy rápidamente aprobado, y no tomará el año y medio que demoró el “peer review” del estudio del físico Nir Shaviv sobre los Océanos como Calorímetro para medir el calor que son capaces de contener y mostrar evidencia de una conexión directa entre el sol y el clima de la Tierra. El estudio de Pope no ha sido revisado por ningún experto ni científico, por lo tanto no se sabe si tiene algún valor o si se trata tan sólo de un “parte de prensa” que logrará su objetivo: que se conozca la “amenaza espantosa” para el Amazonas –aunque el estudio sea rechazado para publicación por graves defectos o por ser un disparate mayúsculo. Ese rechazo, de ocurrir, jamás le será comunicado al público.

Lo interesante del asunto es que en 2007 se publicó otro estudio sobre el Amazonas –con revisión de los pares, esta vez- donde se relata una historia totalmente distinta:

Selva del Amazonas “más resistente”

Fuente: News.BBC.com.uk La selva lluviosa del Amazonas sería más resistente a las crecientes temperaturas de lo que se creía

Datos de los satélites Terra y Aqua de la NASA están ayudando a los científicos a hacer un mapa de la tasa a la que las plantas en la Tierra absorben carbono de la atmósfera.

Los investigadores encontraron que durante la sequía de 2005, muchas partes de la selva "verdecieron", aparentemente creciendo más rápido. Escribiendo en la revista Science, los investigadores dice que no es clara la manera en que la selva responderá a una larga sequía.

"Medimos los cambios entre la sequía (de julio a septiembre 2005) y de un año promedio,” explicó más tarde el líder del estudio Scott Saleska, de la Universidad de Arizona, en Tucson. “Y lo que vimos es que hay mucha más fotosíntesis ocurriendo, una mayor capacidad de absorber dióxido de carbono que en los años promedios,” le dijo al sitio web de la BBC.

Los científicos usaron el instrumento Modis (Moderate Resolution Imaging Spectroradiometer) del satélite Terra de la agencia espacial de EEUU (NASA) para hacer sus observaciones. Algunas áreas del Amazonas habían visto una reducción de su crecimiento durante la sequía, pero estas regiones fuertemente impactadas por las actividades humanas. (Historia completa en: News.BBC.com.uk)

Este descubrimiento contrasta con algunos modelos computados del cambio climático que predicen que el Amazonas sesecaría y se convertiría en una sabana.

“Algunos modelos, en particular los del grupo en el Centro Hadley (parte de la MET Office de GB), se hicieron famosos prediciendo el colapso del Amazonas y su cambio a una sabana,” dijo el Dr. Saleska. –BBC News, Septiembre 24, 2007.

"Debo decir que encuentro frustrante que el estilo más sombrío en las noticias tenga un perfil tan elevado. [La predicción de] Vicky Pope está basada en un solo modelo, y ese modelo tiene defectos (en especial su sensibilidad de la temperatura que parece ser demasiado elevada, y sus lluvias que parecen ser demasiado bajas. El peligro es que esa aparentemente mala noticia hace todos los esfuerzos para conservar a las selvas del Amazonas como sin valor (¿Por qué molestarse en salvarla si ya están condenadas de antemano?), y alienta el desinterés y la falta de esperanza más que una acción.

"Si esa conclusión estuviese basada en sólida ciencia empírica, entonces que así sea, pero cuando la historia sale de un estudio a puro modelo (sin revisión de los pares), con significativas imperfecciones, puede en verdad causar mucho daño en el mudo real.” –Yadvinder Mahli, Universidad de Oxford, Marzo 12, 2009.

Otra parte de la noticia del Guardian es que deja ver cómo los ecologistas andan sobrevolando, como los buitres sobre la carroña, cada vez que un estudio de estos pasa directamente a las agencias de noticias antes de hacerlo por una revisión de los expertos.

Jones dijo que el estudio mostró que el crecimiento de árboles en altas latitudes, tales como Siberia, podría aumentar, pero que difícilmente compensaría la pérdida de stock de carbono del Amazonas. Aún con los recortes más drásticos en las emisiones durante la próxima década, los científicos dicen que hay apenas un 50% de probabilidades de mantener la temperatura por debajo de los 2ºC de aumento.

El escenario de “mejor caso” está basado en emisiones que hagan pico en 2015 y un rápido cambio desde aumentos de 2-3% al año a una disminución de 3% anual. Por cada 10 años que esta acción sea retrasada, lo más probable es que la temperatura aumente en 0,5ºC.

Los campañistas ambientales dijeron estar alarmados por las predicciones. “Con un aumento de más de 2ºC uno comienza a ver un cambio a gran escala en sabana,” dijo Beatriz Richards, jefa de la política forestal del WWF UK. “También se pierden grandes servicios del ecosistema, tales como mantener los niveles de carbono estables, proveyendo a las personas aborígenes con bienes y servicios, y balanceando los patrones de lluvias globalmente desde el “cinturón de granos” de los EEUU hasta tan lejos como Kazakhstan. Una subida de 4ºC es un escenario de pesadilla que nos haría ingresar en territorio inexplorado.”

Listo. Lo dijo la representante del WWF y es desde ahora Palabra Santa, la Verdad Revelada. La lección para llevar a casa y hacer la tarea es que todos los estudios que están cayendo como una avalancha de información sobre los desprevenidos lectores de diarios, revistas, y oyentes de noticieros de radio y TV, está basada en la conclusión de modelos computados, que son tan útiles para predecir el futuro como las runas vikingas, las tripas de pollo o las cartas del Tarot.

Los políticos siguen creyendo que las conclusiones que los modelistas sacan de sus modelos computados son correctas. Un error que se mantiene firme en el tiempo. Los modelistas creen que los resultados de sus modelos son correctos, y eso es cierto en el sentido de que los resultados y predicciones revelan las conclusiones preestablecidas que han sido incorporadas en los algoritmos del programa computado. Es un verdadero razonamiento circular: “Creo que el CO2 calienta a la atmósfera de manera significativa, por lo tanto incluyo ese 'hecho' en mi programa. El programa demuestra que el clima se calentará severamente, luego, mi creencia de que el CO2 realmente calienta al planeta es correcta.” Es una hermosa acrobacia climática; un salto mortal hacia atrás para caer de pie en el mismo sitio.

Todo el asunto de los modelos que se repiten y repiten, y siguen repitiéndose con los mismos resultados, y la costumbre de seguir creyendo en la validez de esos modelos, puede ser explicado por viejos aforismos que tienen un fondo de verdad demoledor:
Cuando esté metido en un pozo, no siga cavando!

Por: Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC