martes, 12 de marzo de 2013

Denuncia de intendentes radicales


 Pérsico y Navarro como responsables de la violencia en Junín

By Guillermo Cherashny

El intendente de pergamino, Héctor “Cachi” Gutiérrez, alineado con Leopoldo Moreau, denunció que colectivos contratados por el Ministerio de Desarrollo Social a cargo de Alicia Kirchner transportaron a Junín a barras bravas para protagonizar los graves incidentes de los últimos días. El intendente de Junín, Mario Meoni, está alineado con Gustavo Posse, Jorge Macri y Jesús Cariglino. También se habla de la presencia en los incidentes de grupos de motos conducidas por mano de obra del Movimiento Evita, que lideran Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro. Es sabido que Pérsico integró la organización político-militar Montoneros y de Navarro se conoce su militancia en el Partido Intransigente de Oscar Alende.

Los evitistas poseen una gran organización desplegada en todo el país pero principalmente en Buenos Aires, donde se benefician con miles de planes sociales conocidos como Argentina Trabaja (1.500 pesos mensuales a cada beneficiario). Así se formó una masa de clientelismo político para la concurrencia a los actos cristinistas. 

El Movimiento Evita integra el núcleo duro de Unidos y Organizados junto a La Cámpora, la Tupac Amaru de Milagro Sala y la Kolina de “la bruja Cachabacha”, como le dicen sus compañeros de ruta a Alicia Kirchner.

Armas sólo para los amigos

Raúl Castells denunció, por su parte, que en Rosario intentaron cooptarle a sus seguidores con planes sociales. Como no lo consiguieron, a la semana siguiente aparecieron los jóvenes de La Cámpora tiroteando a sus militantes. Esto hizo que Castells le pidiera al RENAR portaciones de armas que por supuesto le negaron. Denunció entonces que ese organismo funciona como una unida básica de Unidos y Organizados y que proveen de armas a las barras bravas de los clubes de fútbol que son utilizadas para desestabilizar a los “enemigos” del modelo. 

Señalamos recientemente que Sergio Massa fue víctima política de un enfrentamiento de barras de su club Tigre en el que murió una persona y hubo 13 heridos. Como quiera que sea, en tres semanas grupos armados desestabilizaron a los intendentes de Tigre y Junín. Ninguno de ellos es beneficiario de la buena voluntad del ministro de planificación Julio de Vido, que sólo reparte obras públicas a los que apoyan a la presidente.

A este cuadro de violencia política se le suma, como escribimos ayer, el fallo de la Corte Suprema bonaerense contra la nueva ley que limita las excarcelaciones. La presentación la hizo Horacio Verbitsky y la consecuencia es que podrían quedar en libertad cerca de 100 personas que estaban detenidas por varios delitos y también por portación de armas de guerra, delito que la nueva ley consideró no excarcelable. En los países serios, rigen penas de prisión sólo por el hecho de tener armas no autorizadas.

Todos estos acontecimientos llevan a la conclusión de que hay un gran avance de la violencia política y de la criminalidad, fomentadas directa e indirectamente por las políticas oficiales. Mientras presiona a los jueces para que liberen a los delincuentes, la presidente, en un alarde de hipocresía, suele condenar en sus discursos a los magistrados que excarcelan con facilidad.

 InformadorPúblico, 12-3-13