María Eugenia Prestofelippo
La Nación, 31-3-19
Hay militares, civiles,
policías, etcétera, con más de diez años y seis meses de prisión preventiva,
sin condena firme, en penales comunes. Uno de los delitos que se les
imputan a esos miembros de las Fuerzas
Armadas es el de haber integrado en 1976 los tribunales militares, vigentes desde
el siglo XIX, para juzgar los delitos cometidos por la subversión. Para esa
época (24 de marzo de 1976) algunos de ellos contaban con 22 años o menos.
Hoy, desde la prisión, ellos
observan con impotencia cómo funcionarios corruptos del gobierno anterior
desfilan descaradamente ante los medios de comunicación denunciando abuso de la
prisión preventiva y aplicación de leyes retroactivas para cuestionar la
extinción de dominio durante la década kirchnerista.
Una auténtica doble moral:
por excesos en la prisión preventiva y por leyes retroactivas permanecen
encarcelados 2.700 militares y policías, de los cuales 473 han muerto en
prisión esperando una condena.