jueves, 10 de agosto de 2023

NECESITAMOS UNA NUEVA RECONQUISTA

 

 

En vísperas del aniversario de la Reconquista de Buenos Aires, conviene recordar el pasado de nuestra patria, para no caer en el error simplista de ubicar el comienzo de la decadencia argentina en la aparición del peronismo, en 1945, o en la versión distorsionada del mismo movimiento (kirchnerismo), en las últimas décadas. Coincide este año la gesta de rechazo a la invasión inglesa, con el desafío que implica la elección de un nuevo gobierno nacional; proceso que comienza con las Paso el 13 de agosto.

 

En esencia, lo que hoy llamamos grieta, fue la sumatoria de las diferencias entre enfoques contrapuestos en el transcurso de la historia, que se mantiene hasta el presente (*). Para quienes tenemos una concepción cristiana de la vida, es importante comprender el rol que han desempeñado las ideologías, y la necesidad de incrementar nuestra participación en la vida cívica, para que no se agraven las consecuencias de la legislación que ha impuesto aceleradamente cambios que afectan nuestras creencias.

 

No podemos imputar sólo a los malos gobiernos, por ejemplo, lo que indica con cruda precisión la última encuesta sobre creencias religiosas en Argentina: el 80 % de los católicos considera que la mujer tiene derecho a abortar (**).

 

Si los católicos no conocemos bien y no defendemos, la fe que proclamamos, interviniendo activamente en la vida pública, no podremos evitar que continúe avanzando una tendencia ideológica contraria a nuestra tradición histórica y enemiga de nuestras creencias. El primer paso, es estudiar y aplicar la mejor brújula de que disponemos, que es la doctrina social de la Iglesia, que entre otras cosas nos exige la participación en la elección de autoridades (Catecismo, 1905).

 

Recordemos el ejemplo de quienes nos precedieron, como el dirigente laico José Manuel Estrada, que hace 140 años alertaba:

 

 “Los católicos argentinos han sido inadvertidos y lo son todavía. Han creído que su fe no debía influir en sus resoluciones políticas ni rectificar sus simpatías de partido. Por eso, multitud de hombres fieles a la fe han cooperado a la elevación de políticos, cuyas creencias, si ese nombre puede darse al escepticismo, estuvieron en abierta contradicción con las suyas.”

 

“Los católicos han prescindido de las cuestiones de su fe en sus combinaciones políticas, y por su tolerancia y abandono han contribuido indirectamente a que arraiguen las supersticiones del liberalismo en el régimen de los negocios públicos. Los males arrecian día en día, y se acerca la hora de recobrarse y reflexionar.”

 (La Unión, 1-4-1883).

 

Mario Meneghini

 

(*) Sonego, Víctor. “Las dos Argentinas”; Ediciones Don Bosco Argentina, 1986.

 (**) Segunda Encuesta nacional sobre creencias y actitudes religiosas en Argentina; Ceil – Conicet, 2019.