jueves, 24 de junio de 2010

EL EXPOLIO PESQUERO EN ARGENTINA

ROBERTO MATURANA
Esta investigación será publicada en etapas y explicará, desde mi óptica como testigo presencial y denunciante, cómo se inicio la destrucción del mar argentino y cómo creció la corrupción a la par de los millones que maneja una actividad que no es impactada por crisis, pues el mundo come pescado básicamente —sólo se reduce en la compra de mariscos— y aun así, “a pérdida”, según los armadores, los buques siguen saliendo a la captura del langostino; aunque las empresas lloren quebrantos, pues pagan salarios en pesos y exportan en euros a sí mismas en Europa en la mayoría de los casos.

Otras firmas nacionales triangulan sus ventas con Uruguay, Panamá u otros sitios que les permiten dejar el valor real de venta en el extranjero y evadir a la AFIP y a su titular, Ricardo Echegaray, quien, si bien sabe todo lo que ocurre, nada hace al respecto protegiendo la caja pesquera millonaria de Néstor.

En la Argentina, los extranjeros descubrieron que podrían ser más impunes aún que en los propios países de África, donde el nivel de corrupción es elevado. Hoy los africanos, luego de la atroz expoliación de sus recursos, retienen a los buques y meten presos a capitanes mientras aquí sólo se les cobran coimas suculentas para que nada cambie en el status quo pesquero nacional y siga la runfla. El pescado no se ve, no muge ni sangra, pero llena de millones los bolsillos, compra votos y voluntades.

Ayer, militares y sindicalistas; hoy políticos y gremialistas (como ayer)

La pesca argentina ha sido la moneda de cambio de los políticos de turno y la felicidad sindical. La propia junta del gobierno militar tenía un pope en cada empresa y a Eduardo Massera al timón de Huemul-Sasetru. De la mano de la junta de comandantes, se impulsó el ingreso de extranjeros con buques de gran porte al caladero argentino.

El proyecto Harengus Escombrus apadrinado por Jorge Videla, del mítico Carlos Bulgueroni, dio luz a buques factorías alemanes que pescaban a bodega llena en caladero argentino, mientras evaluaban la capacidad del mismo en “prospección a bodega llena” evadiendo así ayer el pago de cargas sociales y tripulación argentina. Bulgueroni, desde la patria contratista con el acuerdo militar, supo ingresar muchas empresas extranjeras al caladero argentino, luego siguió la “zaga” con sus amigos sindicales y políticos que jamás lo investigaron de verdad. Nadie cotejó jamás cómo es posible que convocara a su pesquera y por otro lado ganara millones con otras empresas de su grupo; la ley de sociedades no le llegó nunca, lo cual es convergente a su impunidad.

Cabe recordar que durante la época militar, en el periodo que estuvo al frente de la SAGPyA el Teniente Coronel Phillipeaux, hombre del general Perón, no se emitieron permisos de pesca. Phillipeax esto lo contaba en reuniones del Foro Patriótico y Popular Nacional junto al Alejandro Olmos: las presiones de las que fue objeto por parte del gobierno militar para hacer ingresar al grupo Arbumasa. Luego, su sillón mutó de un patriota a varios delincuentes variopintos.

La historia y metodología aplicada hoy, es como ayer: compran sindicalistas para regular sus costos y financiar riquezas de popes sindicales atornillados por décadas a sus sillones, estos hoy poseen buques y riqueza desmesurada propia impulsada por las “negociaciones gremiales” y “los remedios de sus afialidos” que no se enriquecen en los años de trabajo genuino como muchos de sus representantes. Años de trato empresario-sindical los hicieron amigos y hasta socios de los armadores de los cuales replicaron su tren de vida. En algunos casos la falta de instrucción no fue óbice para dejarlos fuera del poder de manejar masas asalariadas, sino una posibilidad simple de aplicar la brutalidad mafiosa para por terror dominar la masa, esto es muy simple de constatar hay gremios marítimos que por años a las elecciones se presentan listas únicas, señal que nadie puede osar querer arrebatarles su sillón, porque con su poder, “refinadamente llaman a empresas y condenan al hambre a los que se opongan a su voluntad”.

Es increíble que tengamos semejante “hotel” y no lo podamos usufructuar como afiliados.

La destrucción del caladero permitida por el Estado argentino lleva ya cuatro décadas

Desde el Mundial 78 en adelante, navegando como jefe de maquinas en la actividad pesquera, palpé el desastre que sobrevendría por la forma en que se arrojaba pescado al agua. Toneladas de mero en la zona de Puerto Madryn al igual que salmones de gran tamaño y gatuzos se descartaban por no ser de “interés comercial” pues el objetivo era la merluza hubbsi para esa flota. Cabe señalar que, tanto argentinos como extranjeros al comando de sus buques, arrojaban por igual pescado al mar pues había “más pescado que agua”.

En esos años, los buques salían de Mar del Plata y navegaban hacia la zona vedada de la Isla Escondida, donde completaban velozmente sus bodegas arrojando miles de toneladas por día al mar de merluza en esos tiempos de 30 centímetros al mar por pequeñas, algunas con sus panzas llenas de huevas. Todo esto bajo la venia militar.

Pespasa: explotación pesquera de la Patagonia

Massera viabilizó el ingreso de flotas extranjeras al caladero y así ingreso Pespasa con sus poderosos buques Rokko Maru y Kasuga Maru, tripulados con japoneses a explotar el rico caladero argentino. Esta empresa fue beneficiada por Videla, permitiendo que esos poderosos buques pescaran bajo pabellón japonés durante años, haciendo también “prospección a bodega llena” (es decir, supuestamente investigando el caladero) y exportando todo a su país sin costo: más de 1.400 toneladas de pescado eviscerado por viaje, sin llevar un sólo tripulante argentino. Esta réplica metodológica militar corrupta permitió a varios personeros llenar sus bolsillos a costa de recursos de todos los argentinos. En mi paso por la misma, recuerdo el mal trato de los japoneses hacia quienes no pasábamos por los buques prestando el título y callándonos mientras arrojaban miles de toneladas de pescado al mar en cada lance. Recuerdo claramente que tenían una norma empresaria que aplicaban a rajatabla: si estaba el pozo —lugar donde cae el pescado y se destina a elaboración o descarte— lleno de pescado para manufacturar con un tiempo de dos horas, cuando llegaba el otro lance metían mangueras en el pozo vaciando el mismo, con la excusa de tener que elaborar pescado fresco; una barbaridad una monstruosidad de las tantas.

Esta empresa llevaba embarcados a un radio operador argentino y a otro japonés con la “fábula” de enseñar al argentino a operar sus equipos. Los tripulantes que estaban más de 60 días en el agua llamaban a sus familias diariamente por radio costera a sus teléfonos; la empresa en secreto gravaba todas las conversaciones de los tripulantes, para luego escucharlas y despedir a quienes se quejaran o llamaran a sus sindicatos. Esto quedó certificado ante una denuncia que radicó el capitán del Rokko Maru y el radio argentino de apellido Khalil ante Prefectura de puerto Deseado. Esta empresa, tenía muy buenos vínculos con los sindicatos marítimos.

Ya en democracia, Felipe Solá “colaboró” al brindarle permisos de pesca a buques surimeros (elaboran kanikama) prohibidos en el mundo por depredadores a la subsidiaria de Pespsa-Pezantar, empresa que es de conocimiento internacional que caza ballenas. Esta firma es la que se ve en televisión masacrando a cetáceos.

Memoria de por qué colapsa el caladero

En 1994 se promulga la Ley Federal de Pesca, ley 24.922, con normas concretas que custodian la sustentabilidad del recurso pesquero y la regulación de permisos de pesca. Crea el Consejo Federal Pesquero para que cada provincia tutele sus recursos dentro del ámbito de la Administració n Nacional. Legislación impecable que no ha sido más que vulnerada, y estas vulneraciones denunciadas incansablemente ante la justicia por quien suscribe entre otros.

A partir de esta ley, es observable como nuestros funcionarios utilizan sus mandatos para tergiversar con resoluciones de la SAGPyA y actas del Consejo Federal Pesquero la letra del a ley desde su primer artículo. Esta ley es un apéndice que se comunica con la ley madre, Convemar, tratado suscripto por nuestro país y también violada junto a innumerables normas internacionales que pretenden la protección de la biomasa.

Recuerdo un ejemplo de la “coima express” de ayer y hoy, pues nada cambió sino que se aggiornó y perfeccionó. La empresa Harengus había traído de Japón el buque Scombrus durante la época Ménen-Sola. Fui convocado para ser jefe de maquinas del mismo; este tenía una capacidad de 100 toneladas de merluza en cajones, zarpábamos de puerto Madryn directo a la veda, hacíamos hasta 15 viajes al mes, cuando lo normal era hacer 5/6 pescando en zonas permitidas, arrojábamos merluza cría por toneladas y la red utilizada era de malla prohibida. A ninguna autoridad del puerto —hoy de Mario Das Neves— se le ocurría pensar cómo puede ser que este buque haga este récord e inspeccionarlo: todo estaba arreglado, jamás nadie midió redes, controló el navegador satelital para ver donde pescó el buque y ninguna autoridad Nacional o Provincial controlaba el uso de dispositivos selectivos de captura de juveniles. El arreglo, ayer como hoy, sigue en pie y se nota más en época de verano, pues la merluza arrima a la costa a desovar en el área de veda. El oír hoy a funcionarios, diputados, senadores, Prefectura, hablar del tema pesca me causa risa: son los mismos de ayer, representantes de sus provincias que hoy se rasgan las vestiduras por la falta de pescado y la crisis social generada por la depredación que impulsaron impunemente.

El Congreso, en sus comisiones de pesca e intereses marítimos, jamás hizo nada por la pesca a pesar de los informes de la UBA ilegalidades en los permisos de pesca, informes científicos de prestigiosos profesionales de INIDEP, auditorias de la AGN, denuncias, investigaciones periodísticas, en consonancia con los representantes provinciales “incentivados” por ciertas empresas para ello. Hoy mediante la SAGPyA lanzan a la opinión pública que los informes de la UBA eran “incorrectos”, luego de cansarse de publicar a través de la secretaria que estos informes habían sido robados el mismo día de su entrega y que, a pesar de los supuestos controles, al ingreso y egreso de la misma, la investigación abierta sumariada en la propia SAGPyA se cerró sin ninguna explicación ni responsables.

Aún durante el periodo militar, navegando en buques tangoneros o marisqueros factorías, inicié mi experiencia en la emblemática Conarpesa la cual por ser su objetivo el marisco toda otra captura arrojaba al mar, así todas las especies como lenguado, abadejo, bacalao astral y hasta merluza negra se tiraba para podrirse el fondo marino sin triturar, lo mismo sucede hoy.

Ayer como hoy, cada vez que el avión despegaba de Comodoro le avisaban a sus buques los cuales escapaban de las zonas de veda de langostino. Además, todos los buques utilizaban redes de malla pequeña, casi como una media de red de mujer, cosa de que nada se escapara sin utilizar entonces dispositivo alguno de selectividad de juveniles. Ayer como hoy nada cambió; aumentó la corrupción al crecer el poderío económico de las empresas y su impunidad, cada infracción esta justipreciada y si ella llega a la Dirección de Pesca duerme por años hasta desaparecer en el marasmo de impunidad que el Gobierno brinda para así agrandar su caja (Ver “casos testigo” al pie).

Transcribo unos párrafos del expediente 15.962/2002 por su sarcasmo. Es el caso de uno de los subsecretarios de pesca de la Nación, Daniel García. “El Sr. García a fojas 1478, dice conocer el informe UBA pero sus ocupaciones no le permitieron en tiempo y forma avanzar en el tema”… El Sr. García en funciones como subsecretario vivía en el departamento de la empresa Conarpesa en el pasaje Basavilbaso al cual lo llevaba el propio chofer de la SAGPyA “Blanquito” diariamente. .. Este tema fue públicamente conocido como así también el poder que desplegaba el Sr. Aspillaga ejecutivo de Conarpesa en la Subsecretaría de Pesca y su relación estrecha con García, que además de subsecretario era un empleado… Su último acto, dictó una “recomendación” al secretario de Agricultura el día 1º de agosto del 2002 día final de sus funciones, que se concretara el informe UBA, atribuyendo públicamente su remoción a su “interés en el informe UBA”. García omitió la denuncia penal al respecto y sin haber jamás tomado medida alguna al respecto a las ilegalidades de los buques, públicas y tratadas en actas”.

Más memoria

Al ex subsecretario García lo sucedió Rubén Marziale, quien viabilizó el ingreso de la empresa uruguaya Grinfin a San Antonio Este. Vulnerando leyes y normativas, a la fecha, esa firma envía el pescado a Uruguay para manufacturarlo y agregarle valor en su país. La empresa “madre” es Frypur subsidiada por el Estado de Uruguay, a la cual jamás se le controla nada, permitiendo tire todo tipo de especies al mar menos merluza.

Cabe señalar que, durante el periodo que trabajé en la firma de mención, la misma no arrojaba merluza juvenil al mar; lenguados, salmones, meros y, abadejos sí, pues su objetivo es la merluza y la pequeña la envasaban en aceite al vacío para exportarla al norte de Europa.

A esta altura, hay que remarcar que el Sr. Hugo Moyano, líder del sindicato camionero, permite con su omisión cómplice que camiones matriculados en Uruguay lleven el pescado argentino a la vecina orilla sin obligar a la empresa a utilizar camiones nacionales.

Moyano, para más datos, ha iniciado cantidad de medidas de protesta a otras pesqueras por temas menores pero a la uruguaya Grinfin le brinda protección e impunidad en la Argentina ¿Por cuánto o por qué contraprestació n de poder lo hace?

La corrupción siempre está documentada

11 de Marzo de 2003 – La Procuración del Tesoro de la Nación emitió el dictamen 163/03, estableciendo la nulidad de las Resoluciones SAGyPA 182 y 45 de 1999 y que debía promoverse la nulidad en sede judicial. Los buques involucrados – en el informe de la UBA – continúan pescando ilegalmente a la fecha de marzo de 2004. A la fecha todo sigue igual lo que cambio es el estado del caladero cada vez hay menos pescado y nadie saca los buques ilegales del mismo, ni toma medidas en resarcimiento del Estado nacional por el usufructo ilegal de recursos naturales

2002-2003. – El sistema de monitoreo satelital Mompesat, reconocido en el mundo como el más seguro, fue deliberadamente dejado caer por el Subsecretario de la SAGyPA, Gerardo Nieto; acto que benefició a los buques que pescaron durante la veda de 2002-2003, produciéndose un desmesurado aumento en la capturas de merluza. Entre otras irregularidades, el Subsecretario Nieto, de procedencia santacruceña, omitió aplicar las sanciones correspondientes a la empresa Conarpesa, cuyos buques fueran detectados dentro de la zona de veda, creada para la protección y cría de langostinos. Estos hechos de la violación de la zona de veda, fueron denunciados por empresas rivales.

Julio 2002– Es emitido el Dictamen N°69/02 de la Auditoría General de la Nación (dependiente del Congreso de la Nación) que analiza el sector desde marzo de 1998 hasta julio de 2001. Comprueba numerosas irregularidades y violaciones a la Ley Federal de Pesca y al Art. 41 de la Constitución Nacional. Emite recomendaciones hasta la fecha incumplidas y denuncia la depredación.

Gerardo Nieto, funcionario y lobbysta impune. Prueba

Acta Nº 7, CFP, 2001- Transferencia del b/p Austral I al b/p Mar Austral I. A requerimiento del representante de la Provincia de Santa Cruz, Sr. Gerardo Nieto, se acuerda por unanimidad solicitar a la Autoridad de Aplicación, para la próxima reunión, que informe sobre el estado de situación de la transferencia del permiso de pesca del b/p Austral I al b/p Navemar Austral I, perteneciente a Pesquera Galfrio SA, y en caso de corresponder, el pronto despacho de la misma, recordando que por nota CFP N°60/2001 se remitió a la DNPyA una nota de la firma mencionada por la que se solicitaba al CFP que intercediera para que el trámite pendiente fuera finalizado.

El propio consejero Nieto, luego devenido en Subsecretario K de Pesca por su gestión cuidadosa de los intereses de las empresas del sector protagónico, pide la transferencia, y hasta la aceleración del trámite. Todos los integrantes del CFP tenían conocimiento que el buque tenia mayor capacidad de bodega, notificados del embargo de la AFIP. Además, sumado al embargo de los tripulantes inscripto en la Dirección de Pesca, por no abonar los créditos adeudados a los mismos en franca violación a la LCT y a la Ley de Procedimientos Administrativos. Así se “motorizo” la transferencia ilegal del permiso de pesca del Australiº al mar Australiº.

El modus operandi de nuestros gobiernos

Cada gobierno aprende del anterior, porque un grupo de funcionarios clave sigue trabajando en la SAGPyA y DNP desde hace más de 30 años. Siempre quedan funcionarios del gobierno anterior para enseñar a los que se suceden en la cúpula cómo cuidar los intereses empresarios y agrandar una caja jugosa.

Cada gobierno también se encarga de tener su propio personero en las empresas, y hoy gracias al CFP, pueden repartirse el caladero y no pisarse unos a otros. Los consejeros más audaces devienen a veces en subsecretarios. Los gobiernos utilizan la pesca como moneda de cambio con gobiernos y empresas extranjeras y la actividad interna como millonaria caja propia.

Seguiré en las próximas entregas contándoles cómo sigue el colapso del caladero, y lo comprenderán con total claridad. Desde mi lugar, escribo sobre la pesca, los recursos marítimos y fluviales, vías navegables y puertos. Muchos escriben sobre otros sectores, y el modus operandi es replicado con las particularidades de cada explotación.

Nuestra realidad de pobreza e indignidad sólo se explica por la corrupción de nuestros funcionarios. Los funcionarios y sus jefes —los Kirchner— muestran el máximo status de impunidad gracias a la falta de Justicia que deja a la Nación a la deriva.

Roberto Maturana
Oficial de Marina Mercante-Investigad or