lunes, 26 de marzo de 2018

LA NEGOCIACIÓN ANGLO-ARGENTINA SOBRE MALVINAS (1)



por César Augusto Lerena
Informador Público, 26-3-18

El 13 de septiembre de 2016 la Canciller Ing. Susana Malcorra autorizó a su Secretario de Relaciones Exteriores Carlos Foradori a declarar[2] junto al Ministro para Europa y las Américas de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Commonwealth británica, Sir Alan Duncan, en el Capítulo relativo al Atlántico Sur: «…adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos» manteniendo la “fórmula del paraguas”. Aquellas declaraciones han sido revitalizadas el pasado 15 de marzo por el actual Ministro de Relaciones Exteriores Jorge Faurie y el Embajador británico Mark Kent. Estas declaraciones tienen la misma matriz de las declaraciones, mal llamadas “Acuerdos de Madrid” firmados por Cavallo en 1989/90. Estas últimas se fundaron en levantar las sanciones comerciales de Europa, y las presentes, bajo el pretexto de mejorar las relaciones de Argentina con el mundo de los negocios, no alcanza a entenderse cuál es la contraparte a favor de la Argentina.

En ambas se violentan aspectos legales claramente marcados en las Resoluciones de las Naciones Unidas Nros. 31/49; 2065/65; 41/11; 3171/73; 3175/73 y 3336/74; la Constitución Nacional («La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino») y de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; la Ley 24.543 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y las leyes nacionales 17.319, 23.775; 24.922; 26.386; 26.659 y 26.915; y se desprecian los derechos soberanos argentinos sobre sus espacios territoriales, los derechos sobre sus recursos naturales, los efectos económicos sobre los trabajadores argentinos, las empresas y los pueblos que viven de la explotación pesquera y, muy especialmente, los esfuerzos de los combatientes de Malvinas, sus muertos y heridos.

La posibilidad de vuelos semanales a Brasil, Paraguay y Uruguay desde y hacia Islas con dos escalas mensuales en Argentina, y la carga de insumos y alimentos para las poblaciones de las Islas y los buques extranjeros y, el recambio de tripulaciones para los más de 500 buques de terceros países que operan en el Atlántico Sur, transformarían a Malvinas en el centro logístico pesquero más importante del cono sur, lo que junto a los anuncios de la construcción de una zona franca en Uruguay por parte de China, no solo llevaría a la quiebra de la actividad pesquera argentina, sino acrecentaría aún más la ocupación extranjera en el Atlántico sudoccidental, consolidando la posición británica en Malvinas y «el debilitamiento gradual de la posición jurídica y política argentina, apelando en el futuro a la adopción de diversos textos legales…»[3]

El «Control de la pesca con las fuerzas de Seguridad de Argentina y la Royal Marine Británica» habrá de favorecer claramente al gobierno inglés en las Islas, ya que su principal recurso es el otorgamiento de licencias pesqueras y, por otra parte la «Cooperación Científica en la latitud de 45º Sur y 60º Sur y, la Convocatoria al Subcomité Científico de la Comisión de Pesca del Atlántico Sur (CPAS)” resulta inadmisible porque se trataría de aportarle información científica al Reino sobre el ecosistema argentino; una información que a la luz de la dependencia económica que tienen las islas a la captura del calamar, resulta confidencial y estratégica para nuestro país.

La política de la cooperación
En la cooperación debe haber dos partes que en forma equivalente aportan a un fin común. El Atlántico Sur es argentino, las Malvinas son argentinas, los recursos pesqueros son argentinos, no se entiende que aportarían los ingleses cuando en el denominado el Pacto Foradori-Duncan se refieren a «…la complementariedad entre ambas naciones…» mientras «en ninguna parte del texto del documento se menciona la existencia de la disputa de soberanía ni se expresa que se encararán negociaciones al respecto…»[4].

La diplomacia argentina nos ha invitado reiteradamente a llevar adelante tareas de “cooperación” con el Reino Unido. Relaciones carnales, política de “Winnie Pooh” o de seducción, conservación “entre las partes” y cooperación no han sido otra cosa que herramientas de dilación que favorecen absolutamente la consolidación inglesa en el área. La “fórmula del paraguas” ha congelado a la Argentina durante años mientras el Reino Unido ha avanzado territorial y económicamente quebrando todas las normas reconocidas internacionalmente.
Por ejemplo, la conservación conjunta en materia pesquera les permitió conocer a los ingleses -mediante la investigación, recursos humanos y flota argentina- la biología del calamar y la polaca, que son los principales recursos pesqueros que migran a Malvinas, y le aportan -mediante el otorgamiento de licencias a terceros países- el 75% de los recursos económicos a las Islas. Cooperar en cualquier de los campos con el desarrollo y sostén de las Islas es contribuir al fortalecimiento inglés en Malvinas y los mares circundantes. 

La Argentina llegó a instrumentar en 1999 medidas conjuntas para “combatir a los buques pesqueros que pescaban sin licencia en el nordeste de Malvinas” y, por lo tanto, no permitían a los ingleses explotar libremente este recurso otorgantes licencias a buques extranjeros, en lugar de promover un “boicot biológico” con nuestros recursos, para dificultar la permanencia del Reino Unido en la región.
Dos palabras que confunden a la sociedad, cuando nuestra Cancillería se refiere al conflicto de Malvinas: “las partes”, que podrán estar referidas al conflicto, pero nunca a los derechos territoriales y sus recursos naturales, donde la única “parte” es la Argentina, y en todo caso, el Reino Unido, es un “ocupa” que usufructúa, ilegal y en forma prepotente, nuestros espacios y los recursos del patrimonio nacional. Por su parte, “Cooperar”, se puede y debe, entre dos naciones amigas que aportan sus recursos económicos, tecnológicos, humanos y hasta territoriales; pero, no es posible convenir ninguna cooperación, cuando la Argentina pone su territorio y sus recursos científicos, pesqueros, marítimos, petroleros, minerales y ambientales, y Gran Bretaña ocupa los espacios y explota el patrimonio argentino.

Es una ingenuidad diplomática, cuyos resultados -en estos últimos 53 años- están a la vista. Y no es responsabilidad de ni de ningún partido político ni gobierno en particular, es de todos. Por ejemplo, Cancilleres como Caputo, Cavallo, Di Tella, Taiana, Malcorra y ahora Faurie han sido partidarios de esa cooperación con un “país hostil”; calificación, que puede sonar un poco fuerte, pero, no parece que podamos aplicar otra al Reino Unido de Gran Bretaña que mató a argentinos; ocupa y establece en Malvinas la más importante base militar del atlántico sur; avanza en forma creciente ocupando millones de km2 de territorios marítimos; reivindica derechos sobre nuestra Antártida Argentina y nuestra Plataforma Continental; se queda, explota y depreda nuestros recursos naturales y se ha negado sistemáticamente a discutir la soberanía de Malvinas. Igual camino han seguido embajadores como el fallecido Lucio García del Solar, Susana Ruiz Cerutti, Roberto García Moritán y Andres Cisneros, por ejemplo, que fueron partidarios de la “cooperación” y ocuparon cargos diplomáticos ejecutivos en los gobiernos radicales, menemistas y kirchneristas. El estado actual de cosas en el Atlántico Sur y, en especial, la creciente ocupación de territorios marítimos del Reino Unido, es suficiente demostración del fracaso de la Argentina y su Cancillería en los últimos 36 años en esta materia.

La política argentina, debiera ser en esta etapa de “poner la escoba detrás de la puerta”.
__________________________
[1] Conocido como el Pacto Foradori-Duncan.

[2] ABRUZA, Armando «El Comunicado Conjunto argentino-británico del 13 de septiembre de 2016» “constituye un documento carente de firmas, de veintiséis párrafos…”. “Hemos examinado el concepto de tratado internacional. Estrictamente, a dicho concepto se ajusta el Comunicado Conjunto del 13 de diciembre de 2016, ya que, efectivamente, crea derechos y obligaciones de derecho internacional”. “…debe entenderse que cualquier iniciativa (llámesela hoja de ruta o proceso de diálogo) o desarrollo jurídico o político encaminado a dificultar o frustrar el objetivo plasmado en la Disposición Transitoria configura necesariamente una violación de la Constitución Nacional. Idénticamente, todo desarrollo jurídico o político que directa o indirectamente esté destinado a promover el afianzamiento o el fortalecimiento de la presencia británica en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes que el Reino Unido ilegalmente ocupa es diametralmente opuesto al objetivo constitucional y es por lo tanto inválido. El órgano de las relaciones exteriores argentino carece de capacidad para concluir tratados que tuvieran un objeto contrario a lo establecido en la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional, como lo ha sido el Comunicado Conjunto argentino-británico del 13 de septiembre de 2016, al haber contraído el Gobierno argentino obligaciones tendientes a afianzar la ocupación ilegal británica en los archipiélagos australes[2]. El órgano de las relaciones exteriores, que supuestamente posee, como principio general, capacidad para celebrar tratados, está en este caso impedido de hacerlo porque carece de legitimidad. Es la propia Constitución Nacional que le impone la prohibición. El principio general de capacidad encuentra limitación en la legitimidad, que es la capacidad para el caso concreto. Al carecer de legitimidad, los actos de la Canciller Susana Malcorra y de sus Vicecancilleres Carlos Foradori y Pedro Villagra Delgado son inválidos y, por lo tanto, son insusceptibles de producir efectos jurídicos”, 2017.

[3] Abruza, Armando «El Comunicado Conjunto argentino-británico del 13 de septiembre de 2016» “constituye un documento carente de firmas, de veintiséis párrafos…”, 2017.

[4] Rodríguez, Facundo “Malvinas: aclaraciones que oscurecen”. Infobae, 6/10/16.

domingo, 25 de marzo de 2018

EL SUBMARINO SAN JUAN


participó de una misión con toda la flota de la Armada

Tiempo de San Juan,  25 de marzo de 2018

“Presidente, le habla Aguad, le confirmo que no volvimos a tener comunicación con el submarino. Está perdido”.

Habían pasado 36 horas desde el último contacto del A.R.A San Juan con la Base Naval de Mar del Plata. Era el 16 de noviembre del 2017. Mauricio Macri entendió el problema.

El ministro de Defensa, Oscar Aguad, también le había comunicado la novedad, c uando todavía quedaban esperanzas de retomar contacto con la nave de inmersión furtiva al jefe de Gabinete, Marcos Peña.

“Oscar, tenemos que encontrarlo sí o sí. No se nos puede perder un submarino”, le contestó Mauricio Macri al Ministro.

Sí, se podía perder.

Pero eso no ocurrió en las circunstancias en las que el entonces jefe del estado mayor Naval, Almirante (hoy retirado) Marcelo Srur, persuadió a la Casa Rosada, y luego a la ciudadanía, sobre cómo se enmarcó esa pérdida.

El submarino no partió desde el Atlántico Sur hacia Mar del Plata en solitario. Más bien lo contrario. Toda la flota de la Marina argentina navegaba por la zona. Buques, corbetas, lanchas patrulleros con buzos tácticos y hasta aeronaves, se ejercitaban junto al San Juan en el mayor ejercicio naval de desplegado por la Armada desde 1983. Incluso, el submarino desaparecido participó de la operación de mayor riesgo militar en ese plan conjunto cumplido hasta el fin.

Se trató del hundimiento, adrede, de un buque en desuso de la Marina, que fue escogido como blanco de una ofensiva militar de naves de superficie y también submarinas como el San Juan. Lo hundieron con disparo de misiles y con minas que buzos tácticos colocaron en el barco, que finalmente explotó.

Ese antiguo buque se llamaba Comodoro Somllera. Las armas navales, algunas de ellas sigilosas , lo destruyeron según el procedimiento articulado por el plan del Ejercicio, la zona que este operativo confidencial de la Armada identificó como su “punto rojo” es un área cercana a la Isla de los Estados, frente a Tierra del Fuego.

Clarín accedió a documentos de la Marina, clasificados con la categoría de “Confidencial”, que demuestran que, más allá de la historia narrada por las más altas autoridades de esa fuerza, el A.R.A San Juan no tenía como única misión patrullar por las aguas territoriales de la Argentina para detectar pesqueros extranjeros que podrían surcarlas y explotarlas de modo ilegal.

Que haya cumplido con su parte en el Ejercicio conjunto prueba que el San Juan, entonces, podía navegar. Y navegar incluso con solvencia tal como para participar, con protagonismo armamental variable según las diferentes fuentes consultadas por este diario, en la calculada explosión exitosa del Somellera.

Después, sí, el submarino partió hacia el Golfo San Jorge, y hacia Mar del Plata, y el 15 de noviembre ya no se supo más de él.

El Gobierno mostró en el Congreso documentación confusa que indicaba, con anotaciones manuscritas y tachaduras sobre el texto, que el submarino desaparecido, junto a sus cuarenta y cuatro tripulantes, habría entrado en las doscientas millas náuticas que, de acuerdo al Reino Unido, son los límites perimetrales de las islas Malvinas dentro de los cuales no podrían navegar otras naves de guerra que las tripuladas por marineros súbditos de la Reina Isabel II. O sea: la Royal Navy.

El plan naval del sur, que movilizó a toda la fuerza de la Marina, incluido el A.R.A San Juan, y que tenía como duración un mes, y como teatro de operaciones también las aguas del canal de Beagle, había sido organizado por el contralmirante José Luis López Mazzeo, Comandante de Alistamiento y Adiestramiento de la Armada.

A los ojos de la mayor parte de la Fuerza, López Mazzeo parecía el sucesor natural de su superior, Marcelo Srur.

La desaparición del A.R.A San Juan desencadenó una disputa interna en la Fuerza impulsada desde la propia cúpula de la Armada para evitar la promoción de López Mazzeo.

Esta situación fue reconocida por importantes funcionarios del Ministerio de Defensa, quienes pusieron fin al conflicto al zanjar la cuestión de modo rotundo.

En medio la crisis institucional provocada por la desaparición del San Juan, Srur le inició un sumario interno a López Mazzeo, en el que lo responsabilizó por la vida de los cua renta y cuatro tripulantes del submarino.

López Mazzeo respondió jurídicamente.

El ministro Aguad se sorprendió con la voluntad sumariante de Srur, y le pidió el pase a retiro.

Según se determina en la documentación que hoy revela Clarín, el A.R.A. San Juan partió hacia los puertos del Sur, donde se unió al resto de la flora de la marina, con varios objetivos prefijados de antemano.

Están resumidos en un paper interno de la Armada, de este modo: “ZARPAR A PARTIR DEL 27 OCT, EJECUTAR ACTIVIDADES DE ADIESTRAMIENTO NAVAL INTEGRADO EN ACCIONES DE DEFENSA AÉREA, ANTISUBMARINA, ANTISUPERFICIE Y ANFIBIAS. DURANTE LAS OPERACIONES REALIZAR RECONOCIMIENTO DEL LITORAL MARÍTIMO, VISITAR LOS PUERTOS DE ((USU)), DEL 6 AL 9 NOV Y ((DRY)), DEL 20 AL 22 NOV Y POSTERIORMENTE EJECUTAR UN ENCUENTRO TÁCTICO PREVIENDO TOMAR PUERTO BELGRANO A PARTIR DEL 25 NOV”.

Según admitieron a este diario fuentes de la Armada y del Ministerio de Defensa, el A.R.A San Juan, en un momento de su travesía, habría navegado guardando una distancia de cinco millas con el límite “de la Corona”, como llamaron a la zona de conflicto con el Reino Unido sobre la soberanía de las Islas Malvinas.

Siempre de modo informal, en el Gobierno admiten que el San Juan tenía como una misión vigilar las aguas argentinas, pero en particular prestar atención a la ya antes comprobada aparición de pesqueros de bandera inglesa que sí superaban los límites de la Corona de Su Majestad: pero en sentido contrario, ingresando al Mar Argentino.

Según consta en el expediente judicial de la causa que instruye la jueza Martha Yañez, de Caleta Olivia, que investiga la desaparación del San Juan, el submarino, en un viaje anterior por el Atlántico Sur, efectivamente se topó con naves extranjeras. Algunas, manejadas por súbditos de la Reina Isabel II.

En la que resultó ser su última travesía, el San Juan tenía la orden de avistar e intentar conseguir material audiovisual de posibles naves intrusas en aguas de República Argentina.

En el punto 4 del documento de la Armada, también “Confidencial”, titulado “ETAPA FINAL DE ADIESTRAMIENTO ESPECÍFICO INTEGRADO”, se advierte la importancia que se le daba al viaje del San Juan por las aguas nacionales:
 “DURANTE EL DESARROLLO DE TODA LA ETAPA SE DEBERA ENFATIZAR EL CONCEPTO DE CONCIENCIA DE DOMINIO MARITIMO (MDA) ASOCIADO A LA PERMANENTE VIGILANCIA Y CONTROL DE LOS ESPACIOS MARITIMOS JURISDICCIONALES, DE INTERES Y DE MANIOBRA COMO TAREA PERMANENTE DE LA FASE PREVIA DEL EMPLEO DEL INSTRUMENTO MILITAR CONFORME LOS PLANES EN VIGOR”, se lee en uno de sus párrafos.

Y agrega el texto del documento: “LA FUERZA DE TAREAS DEBERA MANTENER EN TODO MOMENTO UNA CLARA SITUACION DE SUPERFICIE Y SUBMARINA QUE PERMITA, EN COORDINACION CON LA CENTRAL DE OPERACIONES DE ESTE COMANDO, CONTRIBUIR A LOS OBJETIVOS ESPECIFICOS DE LA VIGILANCIA ESTRATEGICA DEL ATLANTICO SUR. EN IGUAL SENTIDO, REPORTARÁ LOS CONTACTOS AEREOS QUE SE OBTENGAN A LA GUARDIA DEL CENTRO AEROESPACIAL EN MERLO (COAMER) CONTRIBUYENDO A LA VIGILANCIA Y CONTROL AEROESPACIAL…”.

Una comisión de expertos analiza aun qué fue lo que pasó con el San Juan.

No se sabe.

Los Estados Unidos, el Reino Unido y el organismo de búsqueda internacional de submarinos, conocido con las siglas de Ismerlo, coinciden en que hubo una explosión repentina de la nave en el lugar en el que las autoridades informaron al respecto.

El “Orden de Operaciones del Comando de la Flota de Mar N 14”, especifica, tras caracterizar la “situación” del operativo en el Atlántico Sur, nunca antes ejecutado en esta magnitud por una Armada, hoy diezmada presupuestariamente, remarca una cuestión crucial. Dice así: “Fuerzas enemigas: no hay”.

Ese documento era “Confidencial”.

Hasta hoy.

viernes, 23 de marzo de 2018

EL ESTATUTO DE LA POLÍTICA FRENTE A LA FE



Introducción a la lectura de “El católico en política” de Mons. Crepaldi

Stefano Fontana

Alianza Católica - Castelletto di Brenzone 
 30 diciembre 2010

La cuestión de fondo que afronta el libro de Mons. Crepaldi (El católico en política. Manual para retomar el camino, Cantagalli, Siena 2010) es el estatuto de la política, qué cosa es, y cómo asume una visión metafísica de la política, que hace de fundamento epistemológico para una fundación teológica de la política. 
Para decirlo con Horkheimer en la “Nostalgia del totalmente otro”, pero también primero con Joseph De Maistre, la política es sobre todo y primero que todo una cuestión teológica. Este es el asunto principal del libro y sobre esto llama en causa a los católicos en política. Así las cosas en conjunto, se abre toda una serie de cuestiones de fondo. Veamos algunas.

Augusto Del Noce afirmaba que la fe cristiana presupone una metafísica y que la filosofía cristiana – o el filosofar en la fe –no es otra cosa que la explicitación de esta metafísica. Para permanecer “en la metafísica” la filosofía tiene necesidad de permanecer “en la fe”, dado que si se individua – y aquí la afinidad con Ratzinger es evidente – aparece por fuerza el “positivismo” (y con esto fideísmo porque a cuanto no resulta empíricamente “se cree”). 
Sobre el plano cultural, y entonces también sobre el plano político, el principal obstáculo a la comunicación entre los católicos y “los otros” es hoy propiamente la cuestión metafísica. Cuando el católico habla de persona, de familia, de relación, de comunidad, de bien común, de naturaleza, de alma, de vida… les entiende en sentido metafísico, mientras “los otros” no entienden todas estas cosas más en sentido metafísico. Si también los católicos, para dialogar con los otros, no les entiende más en sentido metafísico, terminarán  por fuerza con entenderles en sentido funcional y subjetivísimo, y  a ese punto habrán ya perdido la partida.

También la política debería ser entendida por el católico en tal sentido, si no hay también nada más lejano del sentir moderno. Este punto es importante para comprender el libro de Mons. Crepaldi, el cual me parece fundarse sobre el hecho que en la política se juegan significados absolutos, como se lee en otros puntos del libro.
También cuando el católico habla de “fe” la entiende en sentido metafísico. No sólo la fe presupone la metafísica sino también la metafísica presupone la fe. En la metafísica, en efecto, la fe se nos presenta disponible, propiamente como en la fe: en ella no somos nosotros a llegar a lo disponible sino es esta a irrumpir. La actitud metafísica no comporta un “hacer” sino, como dice Ratzinger en Introducción al Cristianismo, un “estar”, una disponibilidad a la Palabra que se revela, propiamente como la fe.

El libro presenta entonces la política de manera muy diversa de las opiniones corrientes, al indicar que ninguna renovación de la presencia política de los católicos será posible si primero ellos no se reapropian de esta su “tradicional” – en el sentido fuerte del término - visión de la política. Esta no es una ’acción que constituye la comunidad, sino presupone que la comunidad sea constituida por otro. Aquí tenemos el encuentro principal expresado por el libro: el encuentro entre una política católica que acepta plenamente el laicismo – o la madurez de la democracia como decía Dossetti -, al punto de pensar constituirse de modo autónomo, y una política católica según la cual, para decirlo con el Papa Benedicto XVI, un mundo sin Dios no es un mundo neutro, es un mundo sin Dios.

Sobre esto se consuma toda la grande cuestión del laicismo, de la democracia, de la autonomía de las realidades terrestres, a cual  el libro de Mons. Crepaldi hace mención en la bella y profunda Introducción del libro. En los decenios pasados se ha consolidado, poco a poco, una profunda y compleja orientación tensa a conducir a los católicos y adquirir la madurez de la democracia, para entenderse como la plena consistencia metafísica de lo finito respecto al infinito. No por caso Crepaldi cita en su Introducción tres obras de los años  Sesenta que, desde puntos de partida diversos, tienen en contradicción esta pretensión  y según él, el magisterio del Papa Benedicto XVI, sobre la huella aquella de los Pontífices precedentes, aclaró definitivamente estos equívocos, sosteniendo precisamente que un mundo sin Dios no es un mundo neutro sino un mundo sin Dios. 

Insisto sobre este punto porque me parece fundamental: la razón sin la fe no es neutra, sino es una razón-sin-la-fe: ella se encuentra a nivel absoluto en cuanto ve y construye el mundo “sin Dios”. Existe la absolutización de un mundo construido sobre Dios, pero hay también la absolutización de un mundo construido sin Dios. Lo mismo, naturalmente, vale también para la razón política.
Uno de los puntos más interesantes del libro es el capítulo en el que se habla de la ampliación de la razón política y las nuevas ideologías, en el cual se pueden ver las consecuencias de un lenguaje político ahora privado de la densidad metafísica. 
Cuando el Papa habla de “sostenibilidad” no usa el término en el sentido de Latouche o de los Reportes de las agencias ONU; cuando habla de “sobriedad” no la entiende en el sentido de los movimientos ecologistas y animalistas; cuando habla de “salvaguardia del creado” no lo hace en el sentido de Green Peace; cuando habla de paz no usa los slogan de la marcha Perugia-Asís. Sin embargo es evidente que los católicos frecuentemente se aplanchan sobre estas acepciones, las cuales reduciendo o excluyendo la densidad metafísica de los conceptos, terminan por borrar el verdadero significado y  no dejar espacio a un significado religioso. Sin espacio metafísico, desde el punto de vista conceptual, la religión no tiene más posibilidad de respiro. La horizontalidad del lenguaje político no esta privada de densas consecuencias negativas sobre la conducción de la política.

Como se ve, un nivel muy importante de la problemática es aquél epistemológico. Si la fe no es “conocimiento” en el verdadero sentido de la palabra, ella se unirá desde el externo al conocimiento racional, de por si autónoma: pero el conocimiento racional de por si autónomo no es para nada autónomo dado que, como hemos visto, razonar fuera de la fe es caer en el positivismo y un mundo sin Dios no es un mundo neutro sino es un mundo sin Dios. La fe entonces es destinada a ser expulsada del cuadro del saber. Hoy hay un “laicismo epistemológico” que aparece  por fuerza como “laicismo epistemológico”. El paso con que esto ocurre es precisamente consolidado: reivindicar una autonomía del plano racional respecto a aquél de la fe que, sin embargo, en realidad, es una expulsión de la fe para la vida. Todo esto tiene repercusiones políticas fundamentales.

Por esto el libro de Mons. Crepaldi dice que la presencia política de los católicos comienza primero de la política. El no quiere decir sólo – sino también, no sólo – que los seminarios, las universidades católicas, los institutos de ciencias religiosas, las comunidades diocesanas, etcétera, no forman más a la política. Esto es también verdad, pero él parece querer ir a la raíz y reconocer que la formación política no viene hecha porque a la fe no se le reconoce más – por parte de los católicos, entiendo - un significado cognoscitivo fundante; porqué se acepta la neutralidad de las cuestiones políticas desde la prospectiva de fe. Pero si esta se agrega “después” quiere decir que no se agrega nunca, en cuanto si se agrega después quiere decir que las cosas podían ir bien también “primero”.

Como el Papa Benedicto XVI, continúa  insistiendo sobre esto. Muchas de sus intervenciones, dedicadas a los más variados argumentos, tienen este hilo rojo:  su crítica a la absolutización del método histórico crítico, la insistencia con la cual proclama que la obra del teólogo no es nunca sólo conceptual en cuanto la fe cristiana cree en Dios Verdad y Amor, la afirmación que sólo la sabiduría que se abre al misterio es verdadero conocimiento, cuando dice que sin Dios no se tiene un verdadero conocimiento de la realidad, cuando nos explica que cosa es la Tradición: no una manipulación de los eventos históricos, sino una mayor penetración y actualización, no una deformación de las Escrituras sino una iluminación.

Ahora bien, podemos comprender la presencia en el libro del tema de los “principios no negociables”. Sobre ellos Mons. Crepaldi insiste mucho y da a los políticos también las indicaciones de comportamiento muy precisas. Sin embargo no reduce nunca estos principios a indicaciones operativas: ellos, en efecto, recuerdan al fundamento absoluto de la política que sólo la fe cristiana puede garantizar. No son la última barricada reducida, sino el punto de fuerza para “retomar” una brisa y crear un puesto para Dios en la sociedad. Podemos así también comprender como el libro trata el problema del pluralismo religioso, manteniendo vivo el “deber” - como dice la Humanae vitae – de las sociedades en las confrontaciones de la verdadera religión.

El tema del libro es entonces si la ciudad del hombre se pueda constituir adecuadamente sin la referencia a la ciudad de Dios. Se trata de la autonomía de lo temporal respecto a lo espiritual, de la naturaleza respecto a la gracia, de la política respecto a la religión. Tema fundamental para todas las épocas, pero especialmente para la nuestra, que parece haber perdido incluso el sentido mismo del problema, y no sólo de sus soluciones. San Agustín se pregunta las causas de la caída de Imperio Romano. Defiende a los cristianos de las acusaciones de los paganos: El Imperio cayó a causa de los vicios que habían  sustituido las antiguas virtudes. Pero esto significa que las virtudes existían también primero del cristianismo. 

Nota Gilson a este propósito: él lo precisa propiamente para que no se nos engañe sobre el fin específico sobrenatural de las virtudes cristianas. Las virtudes cristianas hacen ciudadanos de otra ciudad. Pero con esto el cristianismo emite también todas las fuerzas constructivas de la sociedad terrena y no es necesario concebirse como una etapa hacia el eterno el temporal de residuos. Por este motivo retengo que la frase más importante del libro de Mons. Crepaldi es aquella que se encuentra en la página 63, frase que por sí sola vale todo el libro: 

«Cuando el católico en política busca aclarar a sí mismo el problema del laicismo, pienso que debería hacerse dos preguntas: la primera es si por la construcción de una convivencia social conforme a la dignidad humana, Cristo sea sólo útil o también indispensable. La segunda es si la vida eterna así como la muerte material tengan una relación con la organización comunitaria de esta vida en la sociedad».



jueves, 22 de marzo de 2018

DERECHOS HUMANOS: PARA TODOS LOS HUMANOS (SIC)



Diputados rechaza prisión domiciliaria para represores

Por Juan José Domínguez
La Voz del Interior, 22-3-18

Con el apoyo del oficialismo, la Cámara de Diputados sentó ayer una amplia postura de rechazo al informe del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que declaró que 96 represores condenados, entre ellos Alfredo Astiz, pueden gozar del beneficio de la prisión domiciliaria debido a su estado de salud.

Originalmente, el rechazo provino del massismo y del trotskismo, que presentaron sendos proyectos de repudio a la lista que el SPF mandó a la Justicia.

Al momento de tratar su inclusión en el temario, la diputada del PRO Silvia Lospennato cuestionó en particular el proyecto de resolución de la izquierda porque establecía la palabra “indultazo”.

Pese a que el SPF depende del Ministerio de Justicia, que conduce Germán Garavano, Lospennato despegó al Gobierno del polémico informe sobre los presos al señalar que “de ninguna manera un listado de un organismo del Poder Ejecutivo puede ser considerado un indulto” a criminales de la dictadura militar.
La trotskista Romina del Pla afirmó que “si el problema era la palabra” indultazo, la sacarían, tras lo cual Lospennato pidió tiempo para negociar un texto con la oposición.
Promediando la tarde, la redacción, finalmente, fue acordada, según pudo saber La Voz, y durante la madrugada iba a ser aprobada con el acompañamiento del oficialismo. El texto consensuado declara el repudio y la preocupación de la Cámara de Diputados por la posible prisión domiciliaria para un centenar de represores.

El pronunciamiento de Diputados sobre esta polémica se produjo después del fallo de la Cámara Federal de Casación Penal que le otorgó la prisión domiciliaria al torturador Miguel Etchecolatz, quien hace unos días, finalmente, volvió a la cárcel común, tras otra resolución posterior de Casación.

Cambiemos también se sumó al repudio opositor pese a las declaraciones de Graciela Fernández Meijide, una referente de los derechos humanos cercana al radicalismo, quien sostuvo que a Astiz “deberían mandarlo a su domicilio con una pulsera electrónica, que pueda atenderse y estar cuidado por la gente que designe él o su familia”, porque a su criterio “hasta el peor enemigo tiene derechos”.

“Que no vean más la luz”

En cambio, el diputado kirchnerista Horacio Pietragalla Corti fue enfático durante la sesión al pedir que “en esos listados no pongan a estos sujetos”.

“Si tienen cáncer, que se mueran en la cárcel, porque hicieron los peores de los delitos que se pueden cometer contra los seres humanos”, dijo Pietragalla Corti, que es un hijo de desaparecidos, que fue apropiado y, luego, restituido por la organización Abuelas de Plaza de Mayo. Se trata del nieto 75.

Astiz, de 67 años, es un excapitán de fragata que se infiltró en la organización Madres de Plaza de Mayo como espía, haciéndose pasar por Gustavo Niño, supuesto familiar de un detenido desaparecido, y cometió, entre otros crímenes, el secuestro, la tortura y la desaparición de dos monjas francesas: Alice Domon y Léonie Duquet.

Según el Servicio Penitenciario, Astiz, que padece cáncer de próstata, integraría la categoría de “internos con enfermedades” que pueden purgar su condena en casa.

“No queremos que estos sujetos vuelvan a su casa, porque van a violar el arresto domiciliario. Queremos que no vean más la luz”, dijo Pietragalla Corti.

miércoles, 21 de marzo de 2018

EXHORTA LA IGLESIA A VOTAR POR EL BIEN POSIBLE



Sonia Domínguez Ramírez
Yo influyo,  20 Marzo 2018

Con la intensión de promover la participación de los católicos en los próximos comicios electorales de julio, los obispos mexicanos emitieron un mensaje a través del cual ofrecieron algunos elementos que ayuden a un "discernimiento personal y comunitario que cada fiel cristiano está llamado a hacer cumplir con la obligación moral de elegir a sus gobernantes y legisladores".

Bien posible

Los obispos aseguraron que la "la fe cristiana trasciende las propuestas políticas concretas y deja en libertad a los fieles, para que elijan en conciencia de acuerdo a los principios y valores que han descubierto en la experiencia de la fe", por lo que en ningún momento se manifiestan a favor o en contra de ningún partido político o candidato que busca alguno de los cargos de elección popular que están en juego, y por los cuales habrá de votarse el próximo 1 de julio en toda la República Mexicana.

Ante la diversidad de propuestas que hoy en día se presentan, la Iglesia invita a votar por la opción que represente el "bien posible", y evitar a toda costa elegir con base en "el mal menor", En un proceso electoral como el que tendremos, esto significa que la conciencia cristiana debe discernir cuál de las opciones puede generar un poco más de bien, tomando en cuenta la complejidad de las circunstancias. Hacer el “bien posible” significa impulsar lo que aporte al bien común, a la paz, a la seguridad, a la justicia, al respeto a los derechos humanos, al desarrollo humano integral y a la solidaridad real con los más pobres y excluidos.

En el mensaje emitido por los miembros de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), los obispos destacaron que para construir el país que queremos requiere de una decidida y comprometida participación de todos los mexicanos, tanto de los gobernantes como de los integrantes de la sociedad civil.

"Es tiempo de que los católicos, acompañados de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, trabajemos comprometidamente por un México más próspero y pacífico, más solidario y participativo, más atento al rostro de los más pobres y menos cómplice de quienes los olvidan, los manipulan o los marginan", subrayó.

La CEM resaltó que “Jesucristo, núcleo central de nuestra fe, nos revela verdades fundamentales que también son accesibles a la razón humana y que ayudan a que la vida de todos sea más digna y libre: el respeto que merecen las personas desde el momento de la fecundación y hasta la muerte natural; la importancia del matrimonio heterosexual y monogámico; la vigencia de la más plena libertad para vivir de manera individual y asociada de acuerdo a nuestras opciones en conciencia en materia religiosa; la centralidad ética y social que poseen los más pobres y excluidos de nuestras sociedades, etcétera”.

martes, 20 de marzo de 2018

LA ARMADA




 atribuyó a un error la inclusión de Malvinas en la ruta del ARA San Juan

Mariano De Vedia 
 La Nación, 19 de marzo de 2018 

La Armada deslindó responsabilidades en el Ministerio de Defensa , al dar explicaciones sobre la inclusión de un "proyecto de mensaje naval con anotaciones manuscritas" entre la documentación referida a la desaparición del submarino ARA San Juan que el jefe de Gabinete, Marcos Peña , presentó la semana pasada en la Cámara de Diputados.
Como informó LA NACION, el mensaje del jefe de Gabinete incluyó una documentación naval que indicaba que el teatro de operaciones en el que debía desplazarse el submarino incluía la zona de las Islas Malvinas .
Según pudo saber LA NACION, el ministro de Defensa, Oscar Aguad , ordenó al jefe de la Armada, vicealmirante José Luis Villán, explicar el aparente error en la comunicación brindada por el Gobierno ante el Congreso.
La aparición de ese documento reactivó la polémica por la misión que realizaba el submarino en el Atlántico Sur y llega en momentos en que el diputado Guillermo Carmona (FPV-Mendoza) y otros miembros de la oposición reclaman que el ministro Aguad concurra a la Comisión Bicameral que se constituirá para avanzar en la investigación del naufragio del ARA San Juan.

"La respuesta dirigida al Honorable Congreso de la Nación por parte de la Armada fue confeccionada siguiendo órdenes estrictas del Ministerio de Defensa, a fin de dar la mayor transparencia de todo lo atinente al submarino ARA San Juan", informó el comunicado naval. "En función de ello se envió la totalidad de la documentación disponible en respaldo a la respuesta solicitada", se explicó.

El comunicado completo de la Armada
Las autoridades navales señalaron que la documentación que ubicaba el teatro de operaciones del submarino en la zona de Malvinas, a través de unas coordenadas corregidas a mano, tenía anotaciones manuscritas y no formaba parte de las instrucciones impartidas al ARA San Juan "ni a ninguno de los buques pertenecientes a la Flota de Mar de la Armada".

Pese a que se indica que se remitió "la totalidad de la documentación disponible" para el informe presentado al Congreso por el jefe de Gabinete, el comunicado advierte que "el mensaje naval oficial se encuentra en manos del Poder Judicial de la Nación". No aclara si ese mensaje oficial fue transmitido también al Ministerio de Defensa o a la Jefatura de Gabinete.

Respecto de la documentación entregada para informar al Congreso, la Armada explica que "en esa orden se adjuntó un proyecto de mensaje naval con anotaciones manuscritas referidas al área de operaciones". Y aclara: "Sin embargo, esas anotaciones no formaron parte de las instrucciones impartidas".

Explica que la anotación adolecía de errores al momento de determinar el área de operaciones.

En la página 8 de la Orden de Operaciones del ARA San Juan se tacharon las coordenadas y las manuscritas sitúan en las islas Malvinas al submarinoEn la página 8 de la Orden de Operaciones del ARA San Juan se tacharon las coordenadas y las manuscritas sitúan en las islas Malvinas al submarino
Señala, así, que el mensaje oficial enviado al Poder Judicial "determina el área ALEJANDRA de modo preciso, sin raspaduras, tachaduras ni enmiendas y con el número electrónico de transmisión que automáticamente asigna el sistema de comunicaciones navales (CESE 17A0022 552/117)".

En referencia al informe enviado al Congreso, la Armada sostiene que "sin esta aclaración resulta inexacta y lleva a conclusiones desacertadas que pueden confundir a la opinión pública y herir susceptibilidades de los familiares".

Más allá del error manuscrito incluido en el informe ofrecido en el Congreso, en la respuesta a la pregunta 456, acerca de si el submarino tenía la misión de registrar las aeronaves y embarcaciones británicas, el Gobierno explicó que "como objetivos materiales secundarios se establecieron buques y aeronaves que operan desde las Islas Malvinas".

La respuesta de Marcos Peña a la pregunta de legisladores del FpV sobre las tareas del ARA San JuanLa respuesta de Marcos Peña a la pregunta de legisladores del FpV sobre las tareas del ARA San Juan

lunes, 19 de marzo de 2018

LA DEUDA PÚBLICA RELEVANTE



 en moneda extranjera creció u$s 50.000 M en dos años

  18 de Marzo de 2018

“Una de las políticas económicas que más se modificó desde el cambio de gobierno fue el mix de financiamiento del déficit fiscal. Si bien el rojo consolidado del Sector Público Nacional no se alteró sustancialmente en los últimos dos años, su financiamiento sí lo hizo. Concretamente, mientras que la gestión anterior cerraba el bache fiscal con emisión monetaria y colocaciones de deuda a otros organismos estatales a tasas de interés inferiores a las del mercado, el gobierno actual apuesta a los mercados de capitales”, dice un informe de Ecolatina, que sostiene que la deuda pública relevante en moneda dura creció US$ 50.000 millones entre 2015 y 2017.

Por deuda relevante debe entenderse que se trata de aquella que no se contrae con los organismos internacionales, que siempre cuenta con la posibilidad de refinanciarse, o sea que se trata de la deuda que esta en menos de tenedores de títulos privados, bancos, bonistas y agrupaciones de bonistas.

El informe señala que “el principal objetivo de este cambio fue relajar las presiones sobre los precios, atenuando el ritmo de expansión de la base monetaria”. Como señal de este cambio, sobresale que los Adelantos Transitorios y la remisión de utilidades del Banco Central al Tesoro Nacional pasaron de 2,7% del PBI en 2015 a 1,5% en 2017. “Asimismo, esperamos que representen 1,2% del PBI este año, promediando 1,4% a lo largo de la gestión Cambiemos”, asegura.

“Vale remarcar que este cambio fue posible por el acotado stock de deuda con acreedores privados y organismos internacionales que heredó el gobierno nacional. A diferencia de las principales variables macroeconómicas, que en diciembre de 2015 implicaban una “pesada herencia”, las obligaciones de deuda relevantes (con organismos internacionales y el sector privado) eran un activo (menos de 20% del PBI)”, dice el informe que propone una “radiografía de la deuda argentina”.

Producto del cambio en el mix de financiamiento, la deuda pública relevante casi se duplicó entre 2015 y 2017, pasando de US$ 85.000 millones al momento del cambio de gestión, a poco más de US$ 150.000 millones al cierre del año pasado.

“En este punto, cabe destacar la importancia de los compromisos en moneda extranjera: alrededor de cuatro quintos del total de la deuda pública relevante está nominada en divisas. En este caso, el monto de deuda en moneda dura saltó más de 70% en los últimos dos años, al pasar de US$ 73.000 millones al cierre de 2015 a más de US$ 125.000 millones en 2017”, subraya Ecolatina.

Como resultado, se está configurando un nuevo escenario para la economía local. “Si bien el equipo económico está corrigiendo algunos de los desequilibrios macroeconómicos heredados, en el camino se está incrementando la fragilidad de nuestra economía, producto de la creciente dependencia del financiamiento privado en divisas”, dice la consultora fundada por Roberto Lavagna.

Para hablar de “la sostenibilidad de la deuda pública relevante y en divisas”, Ecolatina repasa los siguientes números:

En primer lugar, en 2017 el principal arribo de dólares de la economía argentina fue financiero. Mientras que la salida neta de divisas comerciales más que se triplicó entre 2015 y 2017, al pasar de US$ -1.700 millones a US$ -5.300 millones, el flujo de dólares por capital pasó de un déficit de US$ -2.200 millones en 2015 a un superávit de US$ 27.200 millones el último año. Por lo tanto, las colocaciones de deuda externa del Gobierno nacional se transformaron en una de las principales fuentes del atraso cambiario. Asimismo, la creciente fragilidad de la oferta de divisas enciende señales de alerta: la salida neta de dólares comerciales, es decir, la de aquellos que no necesitan de repago, se profundizó el año pasado.

La apreciación cambiaria reduce la competitividad externa de la producción local. Esta política, combinada con la apertura comercial, explica que, mientras que las exportaciones de bienes crecieron 6% en cantidades entre 2015 y 2017, los volúmenes importados avanzaron más del triple (+18,4%). Asimismo, medido en dólares corrientes, la dinámica entre compras y ventas al resto del mundo también se encuentra desacoplada: las exportaciones treparon 3% mientras que las importaciones saltaron 11%.

Producto de las nuevas emisiones en moneda dura, el cociente entre deuda pública relevante en divisas y exportaciones de bienes saltó de 130% en 2015, a más de 215% el año pasado. Por su parte, el rojo del intercambio de mercancías se multiplicó casi por tres en los últimos dos años, al pasar de US$ -3.000 millones en 2015 (-0,6% del PBI) a casi US$ -8.500 millones en 2017 (-1,4% del PBI). De este modo, se comprende por qué el frente comercial externo se configura como el talón de Aquiles del actual modelo.

A contramano de estos indicadores que arrojan señales de fragilidad, el gobierno hace hincapié en el acotado nivel del cociente entre la deuda pública relevante en divisas y el PBI para demostrar la solidez de su esquema. En términos contables, corresponde tomar al valor del dólar del último día hábil del año para realizar la división en cuestión. Haciendo este cálculo, dicho indicador trepó 8,5 p.p. entre 2015 y 2017, al pasar del 19% al momento del cambio de gestión al 27,5% el año pasado. A pesar de su crecimiento, este ratio continúa en niveles acotados, incluso por debajo del promedio de la región (45%).

“Sin embargo, este indicador es muy volátil, lo que le quita validez. En términos macroeconómicos, es más atinado considerar al promedio anual del tipo de cambio, a fin de observar una medida más estable, que elimine posibles desvíos propios de un día particular (el cierre del año). Haciendo este cálculo, el cociente saltó más de 10,5 p.p. en los últimos dos años, al pasar de 13,5% en 2015 a más de 24% en 2017”, dice el trabajo.

Considerando la corrección del dólar del último diciembre, el ratio entre la deuda pública relevante en moneda extranjera y el PBI trepó 1,7 p.p. en tan sólo dos semanas, al pasar del 25,8% el 15 de diciembre de 2017 al mencionado 27,5%, acota.

Ecolatina vaticina que “la deuda continuará creciendo los próximos dos años”. Sostiene que “la deuda pública relevante continuará en crecimiento, a la par que el bache del sector público nacional se achicará gradualmente. Asimismo, crecerá más rápido la deuda pública en moneda extranjera que la capacidad de generación de divisas genuinas (exportaciones de bienes y servicios), agudizándose la fragilidad mencionada”.

En consecuencia, la economía del 10 de diciembre de 2019 será considerablemente más dependiente del financiamiento externo que la del 10 de diciembre de 2015. “Sin embargo, gozará de una menor cantidad de distorsiones. Por lo tanto, el panorama económico local luego de 2019 se ubicará en un punto intermedio entre el legado por la Convertibilidad (muy endeudado) y el kirchnerismo (poca deuda, pero una economía plagada de distorsiones). Dicho de otro modo, el gobierno que asuma en 2019 deberá lidiar con menos restricciones en el ámbito interno, pero afrontará mayores compromisos en el plano externo”, completa.