Sonia Domínguez Ramírez
Yo influyo, 20
Marzo 2018
Con la intensión de promover la participación de los
católicos en los próximos comicios electorales de julio, los obispos mexicanos
emitieron un mensaje a través del cual ofrecieron algunos elementos que ayuden
a un "discernimiento personal y comunitario que cada fiel cristiano está
llamado a hacer cumplir con la obligación moral de elegir a sus gobernantes
y legisladores".
Bien posible
Los obispos aseguraron que la "la fe cristiana
trasciende las propuestas políticas concretas y deja en libertad a los fieles,
para que elijan en conciencia de acuerdo a los principios y valores que han
descubierto en la experiencia de la fe", por lo que en ningún momento se
manifiestan a favor o en contra de ningún partido político o candidato que
busca alguno de los cargos de elección popular que están en juego, y por los
cuales habrá de votarse el próximo 1 de julio en toda la República Mexicana.
Ante la diversidad de propuestas que hoy en día se
presentan, la Iglesia invita a votar por la opción que represente el "bien
posible", y evitar a toda costa elegir con base en "el mal
menor", En un proceso electoral como el que tendremos, esto significa que
la conciencia cristiana debe discernir cuál de las opciones puede generar un
poco más de bien, tomando en cuenta la complejidad de las circunstancias. Hacer
el “bien posible” significa impulsar lo que aporte al bien común, a la paz, a
la seguridad, a la justicia, al respeto a los derechos humanos, al desarrollo
humano integral y a la solidaridad real con los más pobres y excluidos.
En el mensaje emitido por los miembros de la
Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), los obispos destacaron que para
construir el país que queremos requiere de una decidida y comprometida
participación de todos los mexicanos, tanto de los gobernantes como de los
integrantes de la sociedad civil.
"Es tiempo de que los católicos, acompañados de
todos los hombres y mujeres de buena voluntad, trabajemos comprometidamente por
un México más próspero y pacífico, más solidario y participativo, más atento al
rostro de los más pobres y menos cómplice de quienes los olvidan, los manipulan
o los marginan", subrayó.
La CEM resaltó que “Jesucristo, núcleo central de
nuestra fe, nos revela verdades fundamentales que también son accesibles a la
razón humana y que ayudan a que la vida de todos sea más digna y libre: el
respeto que merecen las personas desde el momento de la fecundación y hasta la
muerte natural; la importancia del matrimonio heterosexual y monogámico; la
vigencia de la más plena libertad para vivir de manera individual y asociada de
acuerdo a nuestras opciones en conciencia en materia religiosa; la centralidad
ética y social que poseen los más pobres y excluidos de nuestras sociedades,
etcétera”.