miércoles, 25 de abril de 2018

EL CASO TRIMARCO




La mayor decepción: Macri recibió a Trimarco

Por Christian Sanz
Tribuna de Periodistas, - 10/04/2018 

Susana Trimarco miente. No es una valoración periodística, ni siquiera una apreciación personal. Es una realidad que surge del análisis exhaustivo de su propio discurso

Mi último libro habla sobre ello, de las falacias y contradicciones de su alocución: sus palabras siempre se acomodarán a quien sea su interlocutor.
En el juicio que se sustanció en torno a la evaporación de su hija, María de los Ángeles Verón, ello quedó expuesto de manera elocuente e inequívoca.
[Ver artículo, al final]

Frente a los jueces Trimarco dice una cosa, y luego en público dice lo contrario. Es una constante.
Esa bruma se percibe también en el manejo de los millonarios fondos públicos que ha sabido recibir en la última década, sobre la base de supuestos rescates de víctimas de trata.
Es curioso, porque jamás la mujer ha aceptado mostrar ese registro —tampoco acepta debatir conmigo—, donde constarían tales rescates. No he sido el único periodista que se lo ha solicitado.

El dato no es menor, toda vez que los dineros que le otorga el Estado —ya sea nacional, provincial o municipal— son como contraprestación de ese trabajo.
Un botón de muestra: Trimarco jura que ha rescatado a 40 mujeres en La Rioja, pero jueces y policías niegan la versión. De hecho, no existe un solo expediente judicial que registre tal posibilidad (¿No es sugestivo que ninguna ONG de lucha contra la trata le crea?).

A pesar de lo dicho, recibe millonarios fondos públicos. Solo en 2015, la mujer percibió más de 23 millones de pesos por parte de la Nación. Otro tanto le “llovió” por parte de diversas provincias, dinero que se sumó a lo que recibe regularmente de países como EEUU, Francia, España y Alemania.


Eso sí, a la hora de rendir cuentas Trimarco se hace la distraída. Como pruebo en mi libro, la mujer sabe presentar tickets sin validez fiscal, usualmente de servicios personales que consume, como peluquería, perfumería y hasta heladería.

Lo aquí referido es información pública, no hay nada secreto. Si hasta ahora no se sabía nada, es porque los periodistas no han querido hurgar en esa cuestión. De hecho, he sido el único periodista que ha leído completo el expediente judicial que investiga la desaparición de Marita Verón.

Toda esta perorata es para manifestar mi inocultable enojo ante el ostentoso recibimiento que le endilgó Mauricio Macri este lunes.

No solo tuvo un encuentro con ella, sino que además el presidente se vanaglorió a través de su página de Facebook de la reunión. ¿Era necesario?
Me enteré de lo ocurrido por los cientos y cientos de mensajes que me llegaron contándome sobre el meeting de marras.  Todos los que me escribieron, absolutamente todos, estaban indignados
Ciertamente, intentaré hacerle llegar mi obra al jefe de Estado, antes de que cometa el grave error de proveerle de más fondos a Trimarco. Le explicaré lo obvio: no ayudará a luchar contra la trata, solo contribuirá a hacer más millonaria a la madre de Marita Verón.
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Las sorprendentes lagunas judiciales de Trimarco
Por Christian Sanz
Tribuna de Periodistas,  - 03/08/2017
Las declaraciones judiciales de Susana Trimarco son sorprendentes. Pocos saben que son diametralmente opuestas a lo que dice en público. Allí abundan los “no sé” y los “no recuerdo”.

Por caso, cuando le preguntaron con qué imputados relaciona a Patricia Soria, a quien acusa por ser la “entregadora” de su hija a un grupo de proxenetas, la mujer asevera: “No lo sé”.

Luego la interrogaron para contrastar los dichos de una de las testigos que vio a su hija: “¿Ropa y calzado coincidía con la que llevaba el día de la desaparición?”.

Trimarco vuelve a sorprender: “Ya lo aclaré, no le voy a contestar”.

Incluso en temas triviales escapa Trimarco a la indagación judicial: “¿Cómo hizo para vender la casa de Gráfico II siendo de Marita Verón?”, le es preguntado.

¿Su respuesta? “No le voy a responder”.

Estos son algunos otros ejemplos, todos textuales del expediente judicial, que muestran la poca consistencia del relato de Trimarco:

-¿Usted tiene información cuando Adrián Catalán (el cuñado de Marita) visitaba a su hija? “Ya lo dije y no lo voy a repetir”.

-¿Usted aporto datos? “No recuerdo”.

-¿En qué bar se encontraban las habitaciones (de la whiskería Desafío, donde supuestamente estuvo su hija y ella jura que investigó)? “No recuerdo”.

-¿Usted Sra. participó de los allanamientos? “Sí, algunos y no recuerdo”.

-¿Tiene conocimiento qué juez la autorizó? “No recuerdo”.

-¿Quién era el jefe de los procedimientos? “No recuerdo”.

-¿Cuántos allanamientos más o menos se hicieron? “No recuerdo, eran muchos”.

-¿Las fechas? ¿El primero y el último? “No recuerdo”.

-¿En qué fecha precisa habría sido llevada supuestamente Marita de Tucumán a La Rioja? “No lo sé, no le puedo dar (sic)”.

-¿Desde y hasta qué periodo de tiempo permaneció su hija en La Rioja y en qué lugar? “No sé”.

-¿Brindó contención a otras chicas? “Sí, pero no le puedo decir más detalles”.

Incluso, al momento de hablar sobre un supuesto episodio vivido por Marita en un prostíbulo de La Rioja, donde la habrían herido con un arma blanca, Trimarco hace agua.

“Mi hija con un hijo en los brazos, a mi hija la golpearon y la puñalada en la espalda, eso me dijo Andrea Romero. En la causa nula (sic) pueden ver”, sostuvo la mamá de Verón. Sin embargo, cuando le preguntan precisiones, no tiene respuesta:

-¿En qué fecha?

-No recuerdo precisa (sic).

-¿Qué día del episodio del cuchillo?

-No me lo dijo.

-¿Le contó cuántos puntos le hicieron?

-No.

-¿Usted hizo gestión en el hospital para corroborar estos datos?

-La policía se encargó.

Como ya se ha dicho, sorprende que nadie haya contrastado los dichos de Trimarco, sobre todo sus contradicciones y silencios.

Ella misma tendría que haber sido investigada junto a otros integrantes de su familia e incluso el comisario Jorge Tobar, uno de los que pergeñó, junto a la mujer, la falaz historia de que a Marita la habían llevado a La Rioja.

El otrora secretario de la Fiscalía Ernesto Baaclini lo dijo claramente cuando declaró en 2012: “Nos llamaba la atención, y también la actitud investigativa de Tobar”.

Ciertamente, hay secretos familiares que persisten en no ver la luz. Tampoco hay periodistas que se animen a preguntar al respecto.

Por caso, ¿nadie se preguntó por qué Marita, un día antes de evaporarse, se declaró “soltera” en la ficha de la maternidad donde se atendió cuando había sendos casilleros que decían “en pareja estable” y “casada”? El dato aparece en el cuerpo 1 del expediente, a fojas 5.355.

Más aún: ¿Por qué Trimarco jamás pidió que se llame a declarar al médico Tomás Rojas, el último que vio a su hija antes de desaparecer de la faz de la Tierra?

Como puede verse, son preguntas sin respuesta.



(*) Extracto del libro "Trimarco SA, mentiras, negocios millonarios y política K".