martes, 10 de abril de 2018

ABORTO, GORRIARÁN MERLO, MARTA ALANIS, FUNDACIÓN FORD



Por @lazarollorens – 9/4/2018
 Striptease del Poder

Marta Alicia Alanís de Cuenca es fundadora y titular de la ONG “Asociación Civil Por el Derecho a Decidir” -nombre legal-, que ella misma renombró provocativamente, sin el aval de la Iglesia Católica ni de la ONU, como “Católicas por Derecho a Decidir” Argentina (CDD).

Esta ONG, financiada, según información exclusiva obtenida por STDP, por fundaciones internacionales ultracapitalistas como la Fundación Ford o la  Planned Parenthood Federación de América (IPPF), declara ser “un movimiento autónomo de personas católicas”, cuyo objetivo principal es la legalización del aborto en Argentina.

Por esta razón, Alanís, de aparente perfil de izquierda, opositora al actual gobierno de Cambiemos, en estos días cobró gran notoriedad pública a raíz del debate sobre la despenalización del aborto que impulsa el gobierno de Mauricio Macri. Y que ella y su organización defienden en la calle, medios de comunicación y el congreso.

“Las mujeres católicas abortan en la misma proporción que las no creyentes o las de otras religiones. Lo que va en contra del aborto es el lobby que hacen los sectores derechistas y ultraderechistas en nombre de la Iglesia Católica y de otras religiones, no las mujeres” sostiene Alanís, soslayando que sus financistas son fundación ultraderechistas, incluso algunos señaladas de ser tapaderas de la CIA, y que este proyecto de despenalización del aborto lo impulsa un gobierno que considera de derecha ( Macri).

Marta Alanis
“La gorda Marta”

¿Pero quién es realmente Marta Alanís? ¿Cuál es su trayectoria política? ¿Cuáles son sus antecedentes y como terminó siendo la fundadora y líder de “Católicas por el Derecho a Decidir”? Y lo más importante ¿quiénes son los financistas de su organización?

Sobre el pasado, en una entrevista realizada el 18 de marzo pasado por el diario Página 12, con muchos baches y eufemismos, la titular de CCD contó: “el tema mío fue la militancia social y política en los 70. Eso me llevó a tener que salir del país en el año 77. Antes yo estaba en Córdoba. En el 76 vinimos a Buenos Aires, nos radicamos en Avellaneda porque no podíamos estar más en Córdoba (…) Yo trabajaba, participaba en una comisión del barrio, era muy joven, era madre de tres hijos chiquitos. Y participábamos con gente vinculada a las comunidades eclesiales de base, al movimiento de curas de la Teología de la liberación, y muy vinculada a los movimientos populares de esa época”


Sin embargo esta no es la verdad. O es una pequeña parte de ella. En realidad en los 70  Marta Alanis, más conocida como “la gorda Marta” y su marido Julio Luis Aguirre Reinaudi, “el gordo Luis”, eran miembros Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) de tendencia marxista-leninista que nada tenía que ver con la iglesia o la religión católica. Por el contrario, la rechazaban por considerarlo un engranaje más del capitalismo. Esta organización, a su vez tenía como brazo armado al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).

Marta y su esposo Luis
Estando dentro del PRT-ERP “los gordos” Marta y Luis conocieron al siniestro líder del ERP Enrique Gorriarán Merlo. Un ex guerrillero señalado por muchos de ser un agente doble controlado por la CIA, que luego pasó a ser líder del Movimiento Todos por la Patria (MTP).  Caracterizado por realizar operaciones militares donde sus principales compañeros morían, y cuyos resultados políticos siempre beneficiaban al enemigo. Habiendo sido el encargado de negociar en 1974 el multimillonario rescate de Victor Samuelson, Gerente General de Esso, por el cual se pagaron según el propio Gorriarán, 14 millones de dólares en billetes de 20, 40 y 100 dólares.

“Nica”
De la mano de Gorriarán y sus dólares, Luis Aguirre y Marta Alanis, mientras muchos  de sus compañeros y familiares del PRT-ERP eran diezmados por la dictadura militar, se exiliaron en 1977 a Bolivia. De allí a Europa (Francia) donde el PRT-ERP comenzó a sufrir una gran división interna. Y de Europa, a Nicaragua en momentos en que estaba ocurriendo la revolución sandinista.

En Nicaragua, “Nica” como solía decirle Alanís, Gorriarán Merlo asumió como encargado de operaciones de Seguridad del Estado. También asumió el control total del PRT-ERP, expulsando del país a todos los que no estaban de acuerdo con sus arbitrarias decisiones acusándolos de “agentes”, no obstante Marta y Luis se quedaron.

En este país, Gorriarán, jefe político de Alanís, trabajó y fue amigo del conocido  comandante sandinista Roger Miranda Bengoechea, Por entonces Jefe de Gabinete del Ministro de Defensa, que 1987 se hizo conocido por desertar del sandinismo con un montón de información secreta, para a ponerse a las órdenes Estados Unidos y la CIA. “Éramos más corruptos que Somoza”, se justificó tiempo después Miranda, para justificar esta conversión política.
Quien trataba a Gorriarán Merlo de “Enrique”, el que a su vez se ganó definitivamente su confianza después que asesinó al ex dictador nicaragüense Anastasio Somoza en 1980 en Paraguay.  De quien se decía que era un hombre que sabía demasiado, y por eso la CIA lo quería eliminar.

El pelotón de ERP en Nicaragua
En 1982, durante la dictadura, los entonces PRT – Sandinistas Marta Alanís y su marido Luis Aguirre decidieron regresar a Argentina. En esa ocasión, el 15 de octubre de 1982, el Director General de Seguridad Interior Coronel Carlos Alberto Tepedino, emitió un informe “Reservado” con “los antecedentes para el otorgamiento de pasaportes del señor Julio Luis Aguirre Reinaudi y su familia”

En el mismo, formulado a partir de un informe “estrictamente confidencial y secreto” de la Policía Federal, curiosamente se destaca que el señor “Julio Luis Aguirre Reinaudi identificado con el Legajo de Identidad Serie C.I. N.8.004.154 no registra antecedentes policiales ni judiciales”. Y que por “iguales nombres y apellidos…registra con fecha del 25-5-74, detenido por personal policial, conjuntamente con otra persona, en momentos en que se hallaba pegando afiches murales del Partido Revolucionario de los Trabajadores, Regional Córdoba”.

 En cuanto a los “integrantes de su familia Marta Alicia Alanis de Cuenca de Reinaudi;  Leandro David Aguirre, Carlos Federico Aguirre, y María Laura Aguirre no se encuentran registrados patronímicamente en los archivos de la superintendencia Técnica”.  Con lo cual, la familia Aguirre Alanís, encontró la puerta abierta para poder regresar.
MTP
Tras el regreso de la democracia Alanís y su marido se establecieron en Córdoba. Por su parte Gorriarán Merlo, que no podía regresar al país porque el ex presidente Raúl Alfonsín por decreto había ordenado enjuiciar a las cúpulas guerrilleras del ERP y Montoneros, en 1986 fundó en Nicaragua, junto a otros ex PRT-ERP, el Movimiento Todos Por la Patria (MTP). Un partido político de izquierda, cuyo objetivo mediato era participar en las elecciones legislativas de 1987, que también lo integraban Jorge Baños, “Quito” Burgos, el ex sacerdote Rubén Dri, y Fray Antonio Puigjané entre otros.

De inmediato, el flamante MTP, contando con generosos dólares que venían de la mano de Gorriarán Merlo, invirtió en tres conocidos y costosos medios gráficos. El Periodista, donde Gorriarán aseguró haber aportado medio millón de dólares. Página 12, cuyo staff estaba integrado por algunos ex PRT y dirigido por Jorge Lanata, actual periodista estrella del Grupo Clarín, donde según el propio Gorriarán, aportó un millón de dólares.

Y la revista “Entre Todos”, dirigida en Córdoba por Alberto “Quito” Burgos, muerto en el ataque al cuartel de La Tablada, quién estaba secundado por los “gordos” Aguirre y Alanís. Donde escribió, entre otros, Alfredo Leuco, otro periodista estrella de Clarín. Y desde cuyas páginas la cúpula del MTP interpelaba de manera directa a su propia tropa militante.

Tapa de la revista Entre Todos
Los “gordos” Aguirre y Alanís se  instalaron en 1986 en la localidad  serrana Río Ceballos ubicada a 20 minutos de la ciudad de Córdoba. Desde allí desplegaron su trabajo de militantes rentados del MTP, dedicándose exclusivamente a administrar la bolsa de dólares que les suministraba Gorriarán. En tiempos en que pocos argentinos podían tener un billete del Tío Sam en sus bolsillos. Y que ellos decían que provenían de una “ONG alemana”.
Con esos billetes, los anticapitalistas Marta Alanís y Luis Aguirre, en poco tiempo armaron una estructura política en Córdoba. Además de sueldos para militantes, disponían de vehículos, voluminosas impresiones gráficas, alquiler de inmuebles, con una sede en barrio San Martín, además de costosos avisos publicitarios en la TV,  como el que se puede ver en el siguiente video.

Ver más:

Era una estructura que por entonces no tenían ningún partido en Córdoba. Salvo el radicalismo que gobernaba la provincia. Y que políticamente de nada sirvió, porque en las elecciones legislativas de 1987, a pesar de los cuantiosos recursos  invertidos, el MTP no obtuvo ni un solo representante en todo el país.

En cuanto el final del MTP de Alanís y su jefe Gorriarán es por todos conocido. Dos años después, en la madrugada del 23 de enero de 1989, liderados por Gorriarán Merlo y motivados desde el diario Página 12 de Lanata, unos 70 miembros del MTP tomaron el cuartel de La Tablada en Provincia de Buenos Aires, con la supuesta intención de abortar un golpe militar que no sucedió.



En este nuevo y último operativo de Gorriarán Merlo, que nunca entró al cuartel sino que se quedó afuera, según él esperando señales para marchar a Plaza de Mayo con los tanques capturados al ejército y para convocar una gran movilización popular, arrojó 32 militantes del MTP, 9 militares y 2 policías muertos. Entre estos Baños y Burgos, fundadores del MTP. Cuatro desparecidos. Entre ellos Francisco “Pancho” Provenzano, ex PRT, fundador del Página 12 junto a Lanata.

Baños, uno de los fundadores del MTP
Casualmente, mientras el líder del MTP desde afuera del cuartel dirigía el campamiento, al que tampoco se sumó Alanís ni su esposo Luis, en el edificio Libertador, sede del Ejercito Argentino, estaba su amigo nicaragüense Roger Miranda Bengoechea, ya converso agente de la CIA. Lo cual según algunos analistas, era el reaseguro que tenía “Enrique”, alias “Ricardo” o “El Pelado”  para salir enteramente indemne en la  operación. Cosa que así fue.

Porque una vez más, mientras sus compañeros eran acribillados, abatidos, incinerados, e incluso desaparecidos, como un crudo remedo de la “guerra sucia”, “El Pelado” pudo escapar junto con su familia. Al respecto el cura Puigjané, que soportó largos años de prisión como consecuencia de ese ataque, declaró: “Gorriarán era un tipo macanudo, pero había cosas de él que no se entendían. Por ejemplo, fue rara su actitud cuando estuvo prófugo. Se movía por el país como si estuviese en su casa. También me pregunto cómo después pudo irse tranquilamente del país con su mujer e hijas.”

En cuanto a los resultados políticos de La Tablada, nuevamente estos fueron todo lo contrario a lo planeado. La toma del cuartel, trasmitidas en vivo por la TV las 24 horas, con un país que miraba atónito y no entendía nada, revivió la teoría de los dos demonios y la “guerra sucia” en la peor de sus facetas. Y cosechó el rechazo unánime de todos los sectores.

Esto permitió, que al año siguiente, en diciembre de 1990, el presidente Carlos Menem por decreto, para lograr la “reconciliación definitiva entre los argentinos”, firmara los indultos de Jorge Rafael Videla, Emilio Massera, Orlando Ramón Agosti, Roberto Viola, Ramón Camps, Mario Firmenich y al ex-ministro de economía José “Joe” Martínez de Hoz. Este último representante del Grupo Rockefeller en Argentina. El mismo que había pagado 14 millones de dólares a Gorriarán en 1974,  por el rescate de Samuelson, de quien se decía que era un hijo natural de los Rockefeller.
Mientras tanto en Córdoba, al igual que en el resto del país, como una bomba neutrónica, la Tablada significó la inmediata extinción del MTP y su estructura política. Sus máximos dirigentes, militantes, y simpatizantes huyeron despavoridos a refugiarse a cualquier lado. Como un “deja vu” de los años de plomo. En el caso los “gordos” Marta Alanís y Luis Aguirre, los tesoreros de Gorriarán Merlo, sin dar explicación absolutamente a nadie, desaparecieron de Río Ceballos y de la faz de la tierra, y nadie por un tiempo los volvió a ver.

CCD
Después de la luctuosa catástrofe de La Tablada, con su líder guerrillero fugado en el exterior, “los Gordos” Aguirre y Alanís se refugiaron en Villa Azalais. Un humilde barrio ubicado en nordeste de la ciudad de Córdoba. Allí, Alanís abandonó la militancia política, y 1991 comenzó a trabajar para la Arquidiócesis de Córdoba, en Caritas.

Tras ese indispensable baño eclesial indispensable para su nueva misión como promotora del aborto, dos años después la ex ladera de Gorriaran Merlo devenida a católica, se separó de la Iglesia, y fundó la ONG “Asociación Civil Por el Derecho a Decidir”. Que ella misma renombró informalmente, sin ningún tipo de aval de la Iglesia, como “Católicas por Derecho a Decidir”. Y cuyo sitio web es 



Portal “Católicas por el Derechos a Decidir” de Alanís.
Este falso nombre no es casual. Semánticamente, ante el imaginario popular, se presenta como una grieta dentro de la Iglesia Católica. Principalmente en el tema del aborto, donde históricamente la Iglesia ha tenido un posición común en rechazo a esta iniciativa.
De hecho, si uno repasa los “objetivos” de la ONG de Alanis, se ve que casi todos ellos están enfocados a una sola cuestión: legalizar el aborto. Como si toda la teología católica pasara sólo por esta cuestión. Uno de ellos, por ejemplo, propone “concienciar (sic) a la sociedad sobre la responsabilidad y el derecho de las mujeres a una maternidad escogida y deseada, con un intento de disminuir la incidencia del aborto y la mortalidad materna”.

Objetivos de “Católicas por Derecho  a Decidir”
Sobre la falsedad o uso tramposo de su nombre no hay dudas. En el 2012, luego de una larga disputa, el comité de evaluación de organizaciones no gubernamentales del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC) le negó a “Católicas Por Derecho a Decidir” de Alanís, el “status consultivo” -ser una entidad de consulta de la ONU- por utilizar públicamente un nombre distinto con el que está legalmente inscripto, y no tener el aval de la Iglesia para usar la palabra “católicas”.

FORD
Por último, y quizás lo más importante ¿quién financia esta ONG de la ex PRT – SANDINISTA-MTP, devenida a católica abortista Marta Alanís?
Fundaciones internacionales absolutamente capitalistas, algunas señaladas incluso de tener vínculos con la CIA, como la Fundación Ford, Planned Parenthood Federación de América (IPPF), o HIVOS, las que en estos años aportaron miles de dólares a la ONG de Alanís. Son todas fundaciones que promueven el control demográfico en los llamados países del “tercer mundo”, para evitar la “implosión demográfica” promoviendo el aborto.

Así lo acredita documentación exclusiva a la que accedió STDP nunca antes publicada. Sobre la Fundación Ford, el 13 de septiembre del 2.000, la “Asociación Civil por el Derecho a Decidir” presidida por Alanís recibió un giro de 333.049 dólares -6.660.000 de pesos actuales- de “The Ford Fundatión New York”, en su Caja de Ahorro cuenta 213-504784/4. 


La historia de esta fundación norteamericana, públicamente pro-aborto, es harto conocida. Fue creada el 15 de enero de 1936 por el hijo de Henry Ford, Edsel para realizar actividades filantrópicas (https://www.fordfoundation.org) y en poco tiempo se convirtió en la organización anticomunista predilecta del gobierno de los EE.UU durante la llamada “guerra fría”. A punto tal que en 1976, una investigación del congreso de EE.UU, dio cuenta que el 50% de las 700 subvenciones otorgadas a la Fundación Ford fueron financiadas por la CIA. Escándalo que motivó el inmediato alejamiento de la familia Ford de esa fundación en ese mismo año.

Otra fundación internacional pro-aborto que financia a Alanis es la holandesa HIVOS. Que a su vez es financiada, según figura en sus propios balances, por la Fundación Ford, Hewlett Foundation, The Global Fund, e Inter-American Development Bank entre otros, como se puede ver en su balance de 2016-2017 reproducido seguidamente.

Financiamiento de la Fundación HIVOS 2016-2017
Esta fundación holandesa, el 9 de enero del 2001, le hizo un aporte a la ex MTP Alanís de 121.000 euros -3,1 millones de pesos actuales-. Su propósito era financiar, “un proyecto para expansión de Católicas por Derecho a Decidir en América Latina” según documentación de dicha ONG firmada por Marta Alanís, la ex ladera de Gorriaran Merlo, que se expone abajo. Estos aportes de la Fundación HIVOS se realizaron en 5 tramos de 24 mil euros cada uno, desde septiembre de 2001 hasta septiembre de 2003.

Extracto del proyecto financiado por la Fundación HIVOS
Pero además de estos aportes de la Fundación Ford e HIVOS, según un reporte presentado por la misma Alanís ante la ONU en el año 2010, “Católicas por Derecho a Decidir” recibió otros 331.465 dólares –unos 6,8 millones de pesos actuales- de 10 fundaciones internacionales pro-aborto, que a su vez son sostenidas por grandes corporaciones mundiales. En su mayoría radicadas en Estados Unidos.

Entre ellas está IPPF, la ONG abortista número uno a nivel mundial desde hace un siglo, financiada por el gobierno de Estados Unidos y la Fundación Rockefeller entre otros, que aportó a la ex PRT Alanís 89.530 dólares.  HIVOS, otros 70.205 dólares. UNIFEM, 61.582 dólares. Global Fund for Women (GFW) 31.127 dólares. Catholics For Choice (CFC) 28.821 dólares. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) cuya directora ejecutiva actual es Natalia Kanem, ex directiva de la Fundación Ford, 22.105 dólares, etc. Figurando también la IWHC, ONG financiada por la fundaciones Ford, Hewlett, MacArthur, Packard, Rockefeller, y Bill & Melinda Gates, con 2.683 dólares

Balances de Católicas por Derecho a Decidir
Estas cifras muestran, tal como se lo dijo al autor de esta nota un conocido de Alanís que interfirió para que ella no se publicara, que el aborto es un lucrativo “currito”. Donde hay generosas ONG multinacionales dispuestas a suministrar abundantes dineros, con vistas a que la población deje de expandirse haciendo inviable al sistema capitalista. Y desaprensivos aventureros y aventureras, dispuestos como mercenarios a aprovecharse de ello.

Por supuesto que nada de esto insinúa en las extensas entrevistas que hoy concede Marta Alanís. En las que tampoco sincera su pasado como tesorera de Gorriarán Merlo, ni del financiamiento que actualmente goza. Todo lo oculta. Y así tampoco aceptó tener una entrevista personal con el autor de esta nota, para explicar su conversión desde el PRT marxista, a “Católicas por el Derecho a Decidir”  y el financiamiento que la nutre.-