lunes, 13 de agosto de 2018

EL COSTO DE LOS SOBORNOS



Ariel Coremberg - Martín Grandes
Investigadores del Conicet y profesores de UBA

 “Recordemos que Argentina creció un 1 % per cápita en los últimos cien años, exactamente la mitad de lo que creció Australia, cuando ambos países compartían similares niveles de vida a comienzos del siglo pasado. 
El caso argentino ha sido citado en la literatura económica como un ejemplo singular de fracaso de desarrollo económico que no se puede circunscribir a una simple incidencia de orígenes históricos, religiosos, geopolíticos y culturales diversos con respecto a los casos exitosos, sino también, y sin duda, a la persistencia de su sistema de corrupción endémico que en la década pasada ha llegado a niveles macroeconómicos magnos.”

“Resulta complejo dimensionar la magnitud de la corrupción en Argentina. Algunas dimensiones directas e indirectas podrían ser:

·         El sobreprecio en obras públicas. Suponiendo que las coimas hayan sido de solo el 20º % de la obra pública y suponiendo un promedio de 3 % del PBI en inversión pública por año, la corrupción habría costado en una década un 6 % del PBI actual, alrededor de US$ 36 mil millones de dólares, equivalente al déficit fiscal total de hoy.

·         Ineficiencias y no terminación de obras.
·         Efectos indirectos.
·         La operación y el gerenciamiento de los servicios públicos.
·        Sobreprecio en los contratos del sector público con proveedores del Estado.
·         Sobrefacturación de importaciones del sector público.”

“Esos efectos implican una menor inversión y por lo tanto un menor crecimiento de largo plazo tanto del PBI como de su productividad. Por lo tanto, los sobreprecios e ineficiencias detectados en la inversión, gasto y servicios públicos originados en el sistema de corrupción drenan las posibilidades de desarrollo del país, explicando en una parte importante nuestra fragilidad y decadencia.”

 (Fuente: Perfil, 12-.8-18)