miércoles, 18 de septiembre de 2013

EL DESAFÍO EDUCATIVO EN BENEDICTO XVI



Tomás Melero Granados.

Catedrático de Filosofía (Metafísica) y Director de los Estudios para la Familia. Universidad de Málaga (España).



I. Planteamiento

1. La emergencia educativa.
A partir de un preciso momento de su pontificado, Benedicto XVI se refiere a la necesidad de educación del ser humano con una expresión que se ha hecho célebre: “emergencia educativa”. Si no yerro, el papa la utiliza en público por primera vez el once de junio de 2007,[1] en el Discurso en la inauguración de los trabajos de la asamblea diocesana de Roma. Las palabras pronunciadas entonces sirven también para esbozar la cuestión en su conjunto: «Hoy cualquier labor de educación parece cada vez más ardua y precaria. Por eso, se habla de una gran “emergencia educativa”, de la creciente dificultad que se encuentra para transmitir a las nuevas generaciones los valores fundamentales de la existencia y de un correcto comportamiento, dificultad que existe tanto en la escuela como en la familia, y se puede decir que en todos los demás organismos que tienen finalidades educativas».[2]

Texto completo (47 pp.):