miércoles, 19 de marzo de 2014

EL INTERÉS NACIONAL Y MALVINAS

(y el referendum en Crimea)

Carlos Pereyra Mele

Por estos días estamos inmersos en una puja política de alto nivel donde dos modelos se enfrentan el de los Atlantistas (EEUU y sus aliados de la UE y Japón) contra los continentalistas de la Isla del mundo, (Rusia y China o Eurasia). La geopolítica vuelve por sus fueros, y como bien lo explicaramos esta Ciencia (brazo de la Ciencia Política) no fue arrojada al desván de la historia tras la segunda guerra mundial, sino que vio menguada su influencia relativa por la lucha ideológica entre el Capitalismo y el Comunismo. Geopolítica, ciencia que realiza propuestas para alcanzar el máximo poder político, económico y militar en un espacio determinado y que por ello no existe una Geopolítica sino que existen múltiples geopolíticas según sea el interés del estado nación involucrado en conquistar, retener, desarrollar o defender su espacio. que una vez terminada la bipolaridad vuelve por sus fueros con gran energía. Aclaramos esto ante los enfrentamiento que se observan por parte de los atlantistas, por el control del espacio de las ex repúblicas soviéticas, actualmente de Ucrania, los países de la región del cáucaso o fronterizos de la Federación Rusa y la China Popular.

Sobre los que hemos escrito y desarrollado nuestra opinión como analista desde la óptica de nuestros intereses de Suramericanos e Indo Iberoamericanos. Que no son otras que sostener a un multilateralismo internacional, frenar la injerencia extranjera en nuestras zona de influencia y proponer como eje de nuestra presencia en este mundo cambiante el del continentalismo como herramienta de poder ante los bloques ya conformados (Económicos-Políticos y Militares).

Pero estos enfrentamientos que discurren en todo los ámbitos: el político (apoyo a sectores aliados de cada bando con ONG, mediática y diplomáticamente), el Económico (imponiendo sanciones y créditos blandos a los que se juegan por el “occidente” a pesar de la grave crisis económica que sufre la UE por ejemplo) y el Militar (apoyo indirecto con mercenarios, sicarios o grupos subversivos cuando no la intervención lisa y llana de las fuerzas militares de los principales países afectados en sus intereses estratégicos).

Nos lleva a recordar y pensar nuestro conflicto el del Atlántico Sur que incluye al archipiélago de Malvinas y las Islas de este océano en disputa. Ya no solamente con Argentina y nuestro interés nacional, sino que desde lo geopolítico afecta también, un gigantesco espacio  de los países con costas en este océano, y dada nuestra debilidad en varias ecuaciones de poder. Nos obliga a ser muy precisos y certeros en la utilización de herramientas que como la Diplomacia, el derecho internacional y los antecedentes que las potencias han utilizado en estos años de pos bipolaridad y que debemos saber usar. Esto viene a cuento con relación al  referéndum del pasado domingo 16 de marzo en la región autónoma de Crimea para separarse de la República Ucraniana. Que no es reconocido por EEUU y sus aliados (Inglaterra) y nos da argumentos a los argentinos para derrumbar la estrategia británica del referéndum que realizó el año pasado (No reconocido tampoco por la ONU) en las Islas Malvinas y que hoy Gran Bretaña destruye al reconocer el principio de Territorialidad a Ucrania sobre Crimea y que le desconoce a la Argentina. Hace unos días nos preguntamos si la Diplomacia Argentina estaría a la altura de responder y fijar desde ese ámbito una respuesta al accionar de la potencia ocupante, pues inglaterra efectuó una “Invasión con población” en nuestras islas, y utilizó el argumento luego del referéndum con dos elementos: A: Contar con un grupo poblacional adicto; y B: contar con fuerzas militares que lo respalden. Que hoy es justamente lo que cuestiona Obama y sus aliados a Rusia. Ya que Inglaterra invadió con población y su Flota de Guerra las Malvinas en 1833 y en el 2013 impulsó una consulta popular (Igual a la realizada en Crimea). Cuando la ONU considera que en Malvinas no existe un pueblo, conforme a la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, sino una población cuyos intereses deben tenerse en cuenta.

Debemos decir a esta altura de este breve artículo que nuestra diplomacia actuó de acuerdo a los intereses geopolíticos argentinos y suramericanos en esta circunstancia. Ya que en el Consejo de Seguridad de la ONU: “Argentina apoyó en el Consejo de Seguridad de la ONU el proyecto de resolución presentado por EE.UU. contra el referéndum en Crimea”, “La embajadora, María Cristina Perceval, dijo al inicio de su intervención ante el Consejo que Argentina “ha acompañado el proyecto de resolución porque reafirma la primacía del principio de la integridad territorial” (1). Porque como decíamos más arriba no existe una geopolítica sino muchas geopolíticas de acuerdo a los intereses nacionales en juego y en esta oportunidad la Argentina dejó, al descubierto que la maniobra de Inglaterra sobre la utilización de población importada para justificar su ocupación (vía referéndum) carece de sustento legal desde el Derecho Internacional y del reconocimiento de la Comunidad Internacional.



Lic. Carlos Pereyra Mele


Director de Dossier Geopolítico