domingo, 27 de abril de 2014

EL DUDOSO APOCALIPSIS DEL CALENTAMIENTO GLOBAL




The Washington Times

Editorial

El clima no está cambiando, pero la retórica alarmista crece

El mundo no está calentándose. El sitio web Climate Depot obtuvo las últimas mediciones satelitales y encontró que el termostato de la Tierra no se ha movido desde septiembre de 1996.

Eso son 210 meses seguidos sin ninguna tendencia de que el planeta se caliente o se enfríe, aun ni siquiera una décima de grado. Esto debería ser muy buenas noticias para los dueños de los Toyota Prius, o para los que compraron bonos de carbono. Podrían imaginarse que han salvado al mundo. Pero están más deprimidos que nunca.

El economista Mathew Ranson describe en el Journal of Environmen-tal Economics and Management, el caos que él piensa que nos espera.

“Entre 2010 y 2099,” escribe en la revista con 'peer review', “el cambio climático provocará tan sólo en los Estados Unidos, unas adicionales 22.000 asesinatos, 180.000 casos de violaciones, 1,2 millones asaltados agravados, 2,3 millones de asaltos simples, 260.000 robos, 1,3 millones de robos en domicilios, 2,2 millones de casos de hurtos, y 580.000 robos de autos.”


No hay estimaciones para vagancia o pillaje.

Ranson dijo que examinó los efectos que la temperatura tiene sobre el crimen, basado en los archivos del FBI. Los números reconocen la obvia preferencia de los criminales para robar y saquear en condiciones cálidas; una ventisca es malo para los negocios de todo el mundo.

Especula que una gran ola de criminalidad seguirá a la ola de calor que predicen los modelos computados del clima del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU.

El Panel, el IPCC, también está aumentando su retórica alarmista. El diario de Londres, The Independent, informa que el IPCC predice que las cosechas de granos caerán 2% por cada década llevando a la desnutrición y a las hambrunas. Habrá inundaciones, incendios, guerras civiles, fiebre del heno, olas de calor, forúnculos, varias pica-zones, pestilencia y plagas sobre la humanidad.

El costo neto para la economía mundial podría ser de $1,4 billones anuales, un desastre en la misma escala del Obamacare. Si eso no fuese lo bastante desastroso, investigadores de la Universidad de Maryland insisten en que el calentamiento global destruirá a la civilización. Un artículo próximo a ser publicado afirma que la población mundial en expansión y a diferencia en riqueza entre los ricos (“las elites”) y los pobres (los “plebeyos”) harán caer a los Estados Unidos de manera en que los bárbaros hicieron caer al Imperio Romano.

Por supuesto, hay una solución. Impuestos más altos, aumento de las regulaciones y mayor supervisión del gobier-no sobre la vida de todos y cada uno de nosotros y otras panaceas de los 'progres'.

En una anterior presentación sobre “Población y Cambio Climático,” los investigadores de Maryland hallaron espe-ranza. “Para poder evitar un colapso, las políticas de gobierno tienen que estabilizar a la población y estabilizar a la producción industrial por persona.”

Un gobierno central poderoso tiene que hacerse cargo de los medios de producción y también de la reproducción. “La planificación familiar es costo-efectiva,” escriben ellos, “y debería de ser el método primario para reducir las emisiones de dióxido de carbono.”

Sacrificar bebés a los dioses de Cartago no salvó al antiguo imperio, y el aborto hoy no enfriará al clima. La gente se está desintonizando de personajes como Al Gore y sus profecías porque se han dado cuenta de que dos déca-das de predicciones histéricas no se hicieron realidad. En un clima de escepticismo, la única manera que los científicos que tienen un fraude para vender obtengan algo de atención (y fondos de los gobiernos) es inventar afirmaciones cada vez más increíbles y extraordinarias.

Si manejar un Chevy Volt reducirá los incidentes de violación, o si una lamparita retorcida de bajo consumo rescatará a la civilización occidental, descubrir que la temperatura de la Tierra no se ha movido en 210 meses debería ser algo para celebrar. Quiere decir que el planeta la está pasando muy bien.

Estrucplan, 25-4-14



Fuente: Mitos y Fraudes