sábado, 13 de febrero de 2021

SECTORES DEL PATRIA

 



quieren estatizar la Hidrovía

por Guillermo Cherashny

Informador Público, 13-2-21


Hace algunos meses se ha desatado una campaña desde sectores del Instituto Patria que cumplieron funciones en puertos en el último gobierno de Cristina con el objetivo de estatizar la Hidrovía, hoy en manos del empresario Gabriel Romero de Emepa y la belga Jan De Nul, cuya concesión vence el 31 de abril próximo.


Esos sectores, integrados por personas vinculadas al Instituto Patria, sostienen que el estado puede percibir 10.000 millones de dólares en lugar de los cerca de 200 millones de dólares que percibe hoy. En efecto, la sociedad Hidrovía recauda cerca de 200 millones de dólares por cobro de peaje a los buques que transportan granos y oleaginosas. El argumento para decir que se pueden recaudar 10.000 millones de dólares parte de sumar el porcentaje del peaje que se podría cobrar por toda la soja y el maíz de la próxima cosecha a un valor de 500 dólares la tonelada de la oleaginosa en Chicago, pero no tiene en cuenta la brecha con el dólar oficial y que el productor recibe sólo 180 dólares por tonelada y el exportador gana un poco más pero solamente la mitad de esos 500 dólares.


Los estatistas sostienen que las cerealeras internacionales mandan la soja argentina a Paraguay y la traen de nuevo como soja paraguaya y no pagan retenciones. Una parte de la cosecha se negocia así, pero es porque en nuestro país no rige el dólar libre y hay una brecha entre el oficial y los otros dólares -como el MEP, CCL o blue-; pero el control para que eso no pase no es de la sociedad Hidrovía sino de Gendarmería, Prefectura y gobiernos provinciales y municipales.


Además, acusan a la sociedad Hidrovía de que dejan pasar marihuana y cocaína, teoria desarrollada por la diputada Elisa Carrió. Pero ese control también depende de la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura, no de una sociedad privada que cobra peaje y no tiene atribuciones legales para revisar los barcos.


Esta prédica de sectores ligados al cristinismo -pero que seguramente no comparte la vicepresidenta, que tiene muchos temas como para ocuparse que en investigar teorías conspirativas- es compartida por otros sectores privados que quieren desplazar a Emepa y Jean De Nul, pero el plan último de este ultracristinismo trasnochado es estatizar el cobro del peaje y subcontratar el balizamiento y el dragado. Y si logran que en los pliegos de la licitación sea incluida esta cláusula, la puja por quedarse la Hidrovía quedará desierta y como estos trasnochados no prevén que la actual empresa continúe mientras se resuelve la licitación, a partir del 1 de mayo el estado nacional será el que cobre el peaje y se dedique a balizar y dragar el río Paraná, lo que sería un verdadero desastre que puso en guardia al sector agroexportador, porque se volvería a intentar la "soberanía alimentaria", concepto que se puso en practicó en el caso Vicentin y terminó en un fracaso total.