la avanzada
evangélica gana poder en el Congreso
Por Guillermo
Villarreal
Letra P, 2-11-2025
La publicación en
X de Ana Valoy, dirigente tucumana de UNO, lo sintetizó en una frase:
“Histórica elección que ampliará la bancada evangélica en el Congreso
Nacional".
Ese listado,
compartido por una referente del ámbito religioso, condensa el fenómeno: una
red de liderazgos de fe que encontró en la estructura libertaria un canal de
representación.
A Márquez, pastora
y abogada, se suman dirigentes que reivindican la consigna “Dios, Patria y
Libertad” y proyectan una identidad transversal al mapa partidario tradicional.
En la cámara alta,
el bloque oficialista sumará a la senadora neuquina electa -que llega desde la
Cámara de Diputados- y se sentará junto a la jujeña Vilma Bedia, del Partido
Renovador Federal, quien -tal como contó oportunamente Letra P- estuvo envuelta
en un escándalo por contratar 11 personas de su entorno familiar directo en
cargos de asesores.
En la cámara baja,
el espacio contará con Mónica Becerra, Maira Frías, Miguel Rodríguez, Gastón
Riesco y Soledad Mondaca, quienes tienen base en LLA y arraigo en comunidades
cristianas provinciales.
Las nuevas figuras
legislativas del evangelismo se sumarán al bloque libertario que ya integra el
diputado fueguino Santiago Pauli, hijo de un pastor bautista reconocido en la
provincia austral. Disidente pero con origen mileísta, la diputada Lourdes
Arrieta, que se presenta en las redes con la leyenda “Dios es fiel y justo”,
seguirá en su banca hasta 2027 (por ahora) en la bancada díscola Coherencia.
Récord de
candidaturas y pocas afuera
Estas fueron las
elecciones con mayor presencia de referentes de fe evangélica. Organizaciones
cristianas contabilizan al menos ocho candidaturas, un número sin precedentes.
Entre ellas, Evelin Barroso, sexta en la lista cordobesa de La Libertad Avanza,
quedó a un paso de ingresar a la Cámara de Diputados.
Aunque Santa Fe no
aportó nuevos nombres al Congreso, sí registró protagonismo en la Legislatura
provincial durante el debate constitucional.
En la Patagonia,
el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, apostó por el dirigente evangélico
Daniel Álvarez, que finalmente no logró una banca. Los resultados confirman una
tendencia: más allá de la suerte electoral, el evangelismo se consolida como
fuerza de incidencia en las estrategias territoriales.
Nadia Márquez, la
senadora empoderada
El domingo
electoral tuvo para Karina Milei un sabor a consolidación. Su armado nacional
permitió que La Libertad Avanza sumara 13 de los 24 escaños en disputa y se
convirtiera en la segunda minoría del Senado. Entre las figuras destacadas,
Márquez sobresalió por su peso político y su perfil de liderazgo religioso.
Como ya anticipó
Letra P, el objetivo de la secretaría general es reordenar el tablero
legislativo y reducir la influencia de Victoria Villarruel. En ese esquema,
Márquez podría tener un rol decisivo en el bloque oficialista, capitalizando su
llegada a sectores cristianos.
“No hay 2027 si no
hay 2026, y no hay 2026 si no generamos diálogo”, sostuvo Márquez ante Letra P,
bajando el tono a las especulaciones sobre su futuro político.
Su discurso
combina moderación institucional y una mística que sintoniza con el electorado
creyente del interior.
Brasil, el espejo
en el que se miran
El auge del
evangelismo parlamentario argentino encuentra en Brasil un espejo de
advertencia. Allí, el Congreso Nacional cuenta con 195 diputados y ocho
senadores evangélicos, y el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE)
estima que representan el 26,9% de la población.
Como en los
tiempos de Jair Bolsonaro, la política brasileña refleja una sinergia entre
discurso religioso y proyecto de poder. El presidente Lula da Silva intenta
recomponer la relación con ese electorado, consciente de su peso en las
presidenciales de 2026.
El caso brasileño
muestra cómo la fe, la identidad popular y la representación institucional
convergen en una nueva gramática del poder.
En Argentina, esa
tendencia empieza a delinearse: el salto de Márquez y la multiplicación de
figuras cristianas en el Congreso anticipan un reordenamiento que excede lo
doctrinario.
La democracia
bendita suma nuevas personas predicadoras y su púlpito ahora está en el
parlamento.