la guerra en Ucrania?
Por Gabriel
Camilli
La Prensa,
30.11.2025
Quienes exigen que
Ucrania y sus aliados occidentales determinen qué concesiones se ofrecerán a
Rusia para llegar a un acuerdo que ponga fin a la guerra suelen afirmar que
esto tendrá que hacerse en algún momento, ya que “las guerras siempre terminan
con una negociación”.
A pesar de su
constante repetición, y sea cual sea el final de la guerra ruso-ucraniana, esta
afirmación simplemente no es cierta. No todas las guerras terminan con
negociaciones. Algunas terminan con rendiciones, como fue el caso de Alemania y
Japón en 1945, o con cambios de régimen, como en el caso de Italia en 1943, o
con ceses del fuego, que pueden requerir cierta negociación, pero dejan la
disputa subyacente sin resolver, como en el caso de Corea en 1953. Incluso
cuando se negocia para poner fin a una guerra, a menudo fracasan.
TIEMPOS PARA
NEGOCIAR
Como ya lo hemos
expresado en La Prensa, los tiempos para negociar el fin de una guerra varían
enormemente según la historia, pudiendo durar meses, años o incluso décadas,
como lo demuestran los seis meses de negociaciones para el Tratado de Versalles
(firmado en 1919) o los varios años de conversaciones de paz en Colombia
(2012-2016).
Factores como la
situación militar, las voluntades políticas, la complejidad de los problemas en
disputa y la implicación de múltiples actores son determinantes para la
duración de estas negociaciones.
En esta
oportunidad entre los factores determinantes que influyen en la duración de las
negociaciones, está la situación en el campo de batalla, las negociaciones
pueden acelerarse o prolongarse dependiendo de si uno de los bandos está
obteniendo una victoria militar, si el conflicto ha llegado a un punto muerto o
si se ha producido un agotamiento mutuo.
Rusia prevalece
claramente con una actitud operacional ofensiva, rítmica y constante siguiendo
su doctrina de la batalla profunda. (No entendemos porque grandes “parlanchines
locales e internacionales, no quieren ver esta realidad… o mejor dicho la ven,
pero la manipulan).
Otro factor es la
complejidad del conflicto: Este conflicto, con múltiples facciones y con
problemas subyacentes profundos como cuestiones territoriales, económicas o
ideológicas, suelen requerir negociaciones prolongadas y complejas.
Como todos sabemos
la participación de gran cantidad de actores internacionales, de un lado y del
otro, influyen en la duración y el resultado de las negociaciones.
Algunos ejemplos
históricos de diferentes duraciones, como dijimos tardaron seis meses, para el
caso del Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera Guerra Mundial, y los
conflictos y las tensiones que lo rodearon se prolongaron durante años.
Otro caso que
demoró varios años, fueron las negociaciones para poner fin al conflicto armado
en Colombia, que comenzaron en 2012, duraron más de cuatro años y culminaron en
un acuerdo de paz en 2016, con consecuencias y tensiones que hoy subsisten.
Un último ejemplo
son las negociaciones para la firma del Acuerdo de Dayton en 1995, que pusieron
fin a la guerra de Bosnia, duraron más de tres años de intensas conversaciones.
Para salir de esta
guerra e iniciar un proceso de paz es muy difícil para el bando atlantista. La
narrativa que promuevan es predecible: Rusia intentó borrar a Ucrania del mapa,
tenía la intención de tomar todo el país y solo terminó con alrededor del 20%.
Por lo tanto, dirán que Rusia fracasó. Rusia sufrió bajas significativas y no
alcanzó sus objetivos.
De acuerdo a
nuestra opinión, ese será el giro, la narrativa de la llamada victoria que
marcarán la UE y la OTAN. Pero hay un problema: solo pueden vender esa historia
si ocurre un acuerdo negociado ahora. Sin un acuerdo no pueden congelar el mapa
en 20%. Si Ucrania rechaza el acuerdo sobre la mesa, el territorio perdido no
se mantendrá en 20%. Se moverá hacia 40% o más. Y esa es la razón por la cual
incluso un acuerdo negociado malo es mejor que un colapso total.
Porque una vez que
llegue el colapso del frente, Europa perderá todo su apalancamiento. Pero
atención: Un colapso les dará a los líderes europeos lo que secretamente
quieren: capacidad sin fin para alimentar a los ucranianos a la trituradora de
carne a través de la guerra de guerrillas, operaciones de sabotaje e
inestabilidad a largo plazo.
Como ya lo
decíamos en 2023 en La Prensa en nuestro articulo “Saboteadores y partisanos en
la guerra de Ucrania”, vuelve a reflotar la idea y la forma para prolongar el
conflicto: “En los últimos tiempos, ha ganado notoriedad un nuevo concepto para
describir el choque entre fuerzas regulares e insurgentes. Se trata de la
llamada `guerra asimétrica', en la que se miden bandos con fuerzas muy
dispares. Este tipo de guerras aplica cuando uno de los oponentes tiene tal
poder que su enemigo no puede confrontarlo en su terreno, y este recurre
entonces a las tácticas que se describen como asimétricas. Es bueno recordar
como marco teórico de este análisis la Teoría del partisano, de Carl Schmitt y
la forma en que puede evolucionar el conflicto actual. Quien nos da algunas
características de este tipo de guerra:
- Carácter de
irregularidad de la guerra partisana: como lo expresó Mao Tse Tung, en su
momento, "la guerra revolucionaría es en nueve décimos guerra no abierta,
no regular y solamente en un décimo guerra militar abierta''.
- El componente de
alta intensidad política: "Hay que mantener el carácter intensamente
político del partisano para no confundirlo con el vil ladrón y atracador que
piensan exclusivamente en su provecho particular, sin tener otros motivos''.
(Schmitt 1966: 25)
- La movilidad: un
tercer rasgo que, para Schmitt, la difícil ubicación en un sitio determinado.
"Movilidad, rapidez y cambios bruscos de ataque y retirada, en una
palabra, movilidad acentuada sigue siendo, aún hoy, una característica del
partisano. Tecnificación y motorización incluso intensifican la movilidad''.
(Schmitt 1966: 27)
- Carácter
telúrico del partisano: conoce "milimétricamente'', como "la palma de
su mano'', el territorio en el cual se mueve.
- Relación
amigo-enemigo: expresa Schmitt: "El partisano moderno no espera ni gracia
ni justicia del enemigo. El dio la espalda a la enemistad convencional con sus
guerras domesticadas y acotadas, y se fue al ámbito de otra enemistad
verdadera, que se enreda en un círculo de terror y contra-terror hasta la
aniquilación total''. (Schmitt 1966: 20)
- El tercero
interesado: según Schmitt, siempre hay un tercero interesado que apoya al grupo
irregular y que si es un Estado, le confiere un cierto carácter de legitimidad
al grupo insurgente. "El tercero poderoso no solamente suministra las
armas y municiones, el dinero, la ayuda material y los medicamentos necesarios,
sino que también procura una especie de reconocimiento político, necesario al
partisano que lucha de manera irregular para no descalificarse como el
atracador o el pirata y para no caer en lo apolítico, que es idéntico en este
caso a lo criminal''. (Schmitt 1966: 105)
- Espacialidad y
desarrollo científico-técnico: el desarrollo tecnológico no solamente ha
provisto a los combatientes, y a las armas contemporáneas, de nuevos, eficaces,
y letales artefactos bélicos, sino que también modifica las estructuras del
espacio y sus ordenamientos”.
Este tipo de
guerra, creemos, intentaran sostener los aliados de Ucrania para prolongar el
conflicto.
CORRUPCION EN
UCRANIA
La corrupción
dentro de Ucrania solo empeora el colapso. Todos sabían que Ucrania tenía altos
grados de corrupción. En estos últimos 4 años, la propaganda occidental
simplemente fingió que no lo era. Ahora los altos funcionarios cercanos a
Zelenski están huyendo con cientos de millones.
La economía está
muerta, completamente dependiente de dinero extranjero. Los reclutadores
militares están arrastrando a hombres de las calles.
Ucrania se está
desmoronando desde adentro, no solo desde las líneas del frente en el campo de
batalla. La guerra de desgaste ya no es lenta. Las fuerzas ucranianas no pueden
mantener la línea. Rusia avanza más rápido cada día, cercando a las tropas que
deben rendirse o morir, generalmente lo último. El personal se está
derrumbando, la munición se está derrumbando, la moral se está derrumbando.
Cada variable medible apunta en una dirección. Por lo tanto, creemos que “el acuerdo”
de mañana será peor que el de hoy, el movimiento lógico sería hacer el acuerdo
de hoy.
Pero los lideres
europeos comparan el acuerdo malo de hoy no con la realidad peor de mañana,
sino con algún final imaginario de Hollywood, donde Rusia se une a la OTAN y
entrega sus recursos. Eso pertenece a la fantasía, no a la política. La verdad
es dura pero necesaria.
Con objetividad
creemos que la guerra, la perdieron estratégica, económica, militar y
demográficamente Ucrania y sus aliados. Y cuanto más nieguen esto Europa y
Occidente, peor será el eventual colapso.
Gabriel Camilli
Cnl My (R) -
Director del Instituto ELEVAN.