martes, 30 de marzo de 2010

NO EXISTE EL SU'PUESTO "DERECHO" AL ABORTO

Reflexiones del Papa Benedicto XVI

Al recibir esta mañana a los obispos de los países del norte de Europa al final de su visita ad limina en la Solemnidad de la Anunciación del Señor, que sirve de marco para la celebración en muchos países del Día del Niño por Nacer, el Papa Benedicto XVI los exhortó a promover la defensa de la vida, especialmente de los niños; pues tienen todos derecho a ser concebidos, traídos al mundo y educados en el matrimonio. Por ello, explicó, no existe el supuesto “derecho” al aborto.

Noticia completa en: www.promoverlavida.blogspot.com


domingo, 28 de marzo de 2010

¿CUÁL DEBE SER NUESTRA RESPUESTA ANTE LOS TERRIBLES ESCÁNDALOS DE LA IGLESIA?



Autor: P. Roger J. Landry

Homilía del sacerdote Franciscano P. Roger J. Landry, pronunciada en la Parroquia del Espíritu Santo en Fall River, MA (Estados Unidos)

La nota de ocho columnas de la semana pasada no se la llevó el desfile del Super Bowl ni quién sería el mariscal de campo, ni tampoco el discurso del Presidente al Estado de la Unión hablando de los operativos terroristas en los Estados Unidos. Nada de esto fue la noticia principal. Los encabezados fueron capturados por la muy triste noticia de que algunos sacerdotes en la Arquidiócesis de Boston abusaron de jóvenes a quienes estaban consagrados a servir.

Es un escándalo mayúsculo, uno que muchas personas que durante largo tiempo han tenido aversión a la Iglesia a causa de alguna de sus enseñanzas morales o doctrinales, lo están usando como pretexto para atacar a la Iglesia como un todo, tratando de implicar que después de todo ellos tenían razón. Muchas personas se han acercado a mí para hablar del asunto. Muchas otras hubieran querido hacerlo, pero creo que por respeto y por no querer sacar a relucir lo que consideran malas noticias, se abstuvieron; pero para mí era obvio que estaba en su mente. Y por eso, hoy quiero atacar el asunto de frente. Ustedes tienen derecho a ello.

No podemos fingir como si no hubiera sucedido. Y yo quisiera discutir cuál debe ser nuestra respuesta como fieles católicos a este terrible escándalo. Lo primero que necesitamos hacer, es entenderlo a la luz de nuestra fe en el Señor. Antes de elegir a Sus primeros discípulos, Jesús subió a la montaña a orar toda la noche. En ese tiempo tenia muchos seguidores. Él habló a Su Padre en oración acerca de a quiénes elegiría para que fueran sus doce Apóstoles, los doce que Él formaría íntimamente, los doce a quienes enviaría a predicar la Buena Nueva en Su nombre. Él les dio el poder de expulsar a los demonios. Les dio el poder para curar a los enfermos. Ellos vieron como Jesús obró incontables milagros. Ellos mismos obraron en Su nombre numerosos milagros.

Pero, a pesar de todo, uno de ellos fue un traidor. Uno que había seguido al Señor, uno, a quien el Señor le lavó los pies, que lo vio caminar sobre las aguas, resucitar a personas de entre los muertos y perdonar a los pecadores, traicionó al Señor. El Evangelio nos dice que Él permitió que Satanás entrara en él y luego vendió al Señor por treinta monedas en Getsemaní, simulando un acto de amor para entregarlo. "!Judas," le dijo Jesús en el huerto de Getsemani, "con un beso entregas al Hijo del hombre!" Jesús no eligió a Judas para que lo traicionara.

Él lo eligió para que fuera como todos los demás. Pero Judas fue siempre libre y usó su libertad para permitir que Satanás entrara en él y, por su traición termino haciendo que Jesús fuera crucificado y ejecutado. Así que desde los primeros doce que Jesús mismo eligió, uno fue un terrible traidor. A VECES LOS ELEGIDOS DE DIOS LO TRAICIONAN. Este es un hecho que debemos asumir. Es un hecho que la primera Iglesia asumió. Si el escándalo causado por Judas hubiera sido lo único en lo que los miembros de la primera Iglesia se hubieran centrado, la Iglesia habría estado acabada antes de comenzar a crecer.

En vez de ello, la Iglesia reconoció que no se juzga algo por aquellos que no lo viven, sino por quienes sí lo viven. En vez de centrarse en aquel que traicionó a Jesús, se centraron en los otros once, gracias a cuya labor, predicación, milagros y amor por Cristo, nosotros estamos aquí hoy. Es gracias a los otros once -todos los cuales, excepto San Juan, fueron martirizados por Cristo y por el Evangelio, por el cual estuvieron dispuestos a dar sus vidas para proclamarlo- que nosotros llegamos a escuchar la palabra salvífica de Dios, que recibimos los sacramentos de la vida eterna.

Hoy somos confrontados por esa misma realidad. Podemos centrarnos en aquellos que traicionaron al Señor, aquellos que abusaron en vez de amar a quienes estaban llamados a servir, o, como la primera Iglesia , podemos enfocarnos en los demás, en los que han permanecido fieles, esos sacerdotes que siguen ofreciendo sus vidas para servir a Cristo y para servirlos a ustedes por amor. Los medios casi nunca prestan atención a los buenos "once", aquellos a quienes Jesús escogió y que permanecieron fieles, que vivieron una vida de silenciosa santidad. Pero nosotros, la Iglesia, debemos ver el terrible escándalo que estamos atestiguando bajo una perspectiva auténtica y completa.

El escándalo desafortunadamente no es algo nuevo para la Iglesia. Hubo muchas épocas en su historia, cuando estuvo peor que ahora. La historia de la Iglesia es como la definición matemática del coseno, es decir, una curva oscilatoria con movimientos de péndulo, con bajas y altas a lo largo de los siglos. En cada una de esas épocas, cuando la Iglesia llegó a su punto más bajo, Dios elevó a tremendos santos que llevaron a la Iglesia de regreso a su verdadera misión. Es casi como si en aquellos momentos de oscuridad, la Luz de Cristo brillara más intensamente.

Yo quisiera centrarme un poco en un par de santos a quienes Dios hizo surgir en esos tiempos tan difíciles, porque su sabiduría realmente puede guiarnos durante este tiempo difícil. San Francisco de Sales fue un santo a quien Dios hizo surgir justo después de la Reforma Protestante. La Reforma Protestante no brotó fundamentalmente por aspectos teológicos, por asuntos de fe –aunque las diferencias teológicas aparecieron después- sino por aspectos morales. Había un sacerdote agustino, Martín Lutero, quien fue a Roma durante el papado más notorio de la historia, el del Papa Alejandro VI. Este Papa jamás enseñó nada contra la fe -el Espíritu Santo lo evitó- pero fue simplemente un hombre malvado. Tuvo nueve hijos de seis diferentes concubinas. Llevó a cabo acciones contra aquellos que consideraba sus enemigos. Martín Lutero visitó Roma durante su papado y se preguntaba cómo Dios podía permitir que un hombre tan malvado fuera la cabeza visible de Su Iglesia. Regresó a Alemania y observó toda clase de problemas morales.

Los sacerdotes vivían abiertamente relaciones con mujeres. Algunos trataban de obtener ganancias vendiendo bienes espirituales. Privaba una inmoralidad terrible entre los laicos católicos. Él se escandalizó, como le hubiera ocurrido a cualquiera que amara a Dios, por esos abusos desenfrenados. Así que fundó su propia iglesia. Eventualmente Dios hizo surgir a muchos santos que combatieran esta solución equivocada y trajeran de regreso a las personas a la Iglesia fundada por Cristo.

San Francisco de Sales fue uno de ellos. Poniendo en riesgo su vida, recorrió Suiza, donde los calvinistas eran muy populares, predicando el Evangelio con verdad y amor. Muchas veces fue golpeado en su camino y dejado por muerto. Un día le preguntaron cuál era su postura en relación al escándalo que causaban tantos de sus hermanos sacerdotes. Lo que él dijo es tan importante para nosotros hoy como lo fue en aquel entonces para quienes lo escucharon.

Él no se anduvo con rodeos. Dijo: "Aquellos que cometen ese tipo de escándalos son culpables del equivalente espiritual a un asesinato, destruyendo la fe de otras personas en Dios con su pésimo ejemplo". Pero al mismo tiempo advirtió a sus oyentes: "Pero yo estoy aquí entre ustedes hoy para evitarles un mal aún peor. Mientras que aquellos que causan el escándalo son culpables de asesinato espiritual, los que acogen el escándalo -los que permiten que los escándalos destruyan su fe-, son culpables de suicidio espiritual."

Son culpables, dijo él, "de cortar de tajo su vida con Cristo, abandonando la fuente de vida en los Sacramentos, especialmente la Eucaristía". San Francisco de Sales anduvo entre la gente de Suiza tratando de prevenir que cometieran un suicidio espiritual a causa de los escándalos. Y yo estoy aquí hoy para predicarles lo mismo a ustedes. ¿Cuál debe ser entonces nuestra reacción?

Otro gran santo que vivió en tiempos particularmente difíciles también puede ayudarnos. El gran San Francisco de Asís vivió alrededor del año 1200, que fue una época de inmoralidad terrible en Italia central. Los sacerdotes daban ejemplos espantosos. La inmoralidad de los laicos era aún peor. San Francisco mismo, siendo joven, había escandalizado a otros con su manera despreocupada de vivir. Pero eventualmente, se convirtió al Señor, fundó a los Franciscanos, ayudó a Dios a reconstruir Su Iglesia y llegó a ser uno de los más grandes santos de todos los tiempos. Una vez, uno de los hermanos de la Orden de Frailes Menores le hizo una pregunta. Este hermano era muy susceptible a los escándalos. "Hermano Francisco," le dijo, "¿qué harías tu si supieras que el sacerdote que está celebrando la Misa tiene tres concubinas a su lado?" Francisco, sin dudar un sólo instante, le dijo muy despacio: "Cuando llegara la hora de la Sagrada Comunión , iría a recibir el Sagrado Cuerpo de mi Señor de las manos ungidas del sacerdote."

¿A dónde quiso llegar Francisco? Él quiso dejar en claro una verdad formidable de la fe y un don extraordinario del Señor. Sin importar cuán pecador pueda ser un sacerdote, siempre y cuando tenga la intención de hacer lo que hace la Iglesia -en Misa, por ejemplo, cambiar el pan y el vino en la carne y la sangre de Cristo, o en la confesión, sin importar cuán pecador sea él en lo personal, perdonar los pecados del penitente, Cristo mismo actúa en los sacramentos a través de ese ministro. Ya sea que el Papa celebre la Misa o que un sacerdote condenado a muerte por un crimen celebre la Misa, en ambos casos es Cristo mismo quien actúa y nos da Su cuerpo y Su sangre.

Así que lo que Francisco estaba diciendo en respuesta a la pregunta de su hermano religioso al manifestarle que él recibiría el Sagrado Cuerpo de Su Señor que sus manos ungidas del sacerdote, es que no iba a permitir que la maldad o inmoralidad del sacerdote lo llevaran a cometer suicidio espiritual. Cristo puede seguir actuando y de hecho actúa incluso a través del más pecador de los sacerdotes. ¡Y gracias a Dios que lo hace!
Y es que si siempre tuviéramos que depender de la santidad personal del sacerdote, estaríamos en graves problemas.

Los sacerdotes son elegidos por Dios de entre los hombres y son tentados como cualquier ser humano y caen en pecado como cualquier ser humano. Pero Dios lo sabía desde el principio. Once de los primeros doce Apóstoles se dispersaron cuando Cristo fue arrestado, pero regresaron; uno de los doce traicionó al Señor y tristemente nunca regresó. Dios ha hecho los sacramentos esencialmente "a prueba de los sacerdotes", esto es, en términos de su santidad personal. No importa cuán santos estos sean o cuán malvados, siempre y cuando tengan la intención de hacer lo que hace la Iglesia, entonces actúa Cristo mismo, tal como actuó a través de Judas cuando Judas expulsó a los demonios y curó a los enfermos.

Así que, de nuevo, les pregunto: ¿Cuál debe ser la respuesta de la Iglesia a estos actos? Se ha hablado mucho al respecto en los medios. ¿Tiene la Iglesia que trabajar mejor, asegurándose que nadie con predisposición a la pedofilia sea ordenado? Absolutamente. Pero esto no sería suficiente. ¿Tiene la Iglesia que actuar mejor para tratar estos casos cuando sean reportados? La Iglesia ha cambiado su manera de abordar estos casos y hoy la situación es mucho mejor de lo que fue en los años ochenta, pero siempre puede ser perfeccionada.

Pero aún esto no sería suficiente. ¿Tenemos que hacer más para apoyar a las víctimas de tales abusos? ¡Sí, tenemos que hacerlo, tanto por justicia como por amor! Pero ni siquiera esto es lo adecuado. El Cardenal Law ha hecho que la mayoría de los rectores de las escuelas de medicina en Boston trabajen en el establecimiento de un centro para la prevención del abuso en niños, que es algo que todos nosotros debemos apoyar. Pero ni siquiera esto es una respuesta suficiente ¡La única respuesta adecuada a este terrible escándalo, -, como San Francisco de Sales reconoció en 1600 e incontables otros santos han reconocido en cada siglo-, es la SANTIDAD!

¡Toda crisis que enfrenta la Iglesia, toda crisis que el mundo enfrenta, es una crisis de santidad! La santidad es crucial, porque es el rostro autentico de la Iglesia. Siempre hay personas -un sacerdote se encuentra con ellas regularmente, ustedes probablemente conocen a varias de ellas también-, que usan excusas para justificar por qué no practican su fe, por qué lentamente están cometiendo suicidio espiritual. Puede ser porque una monja se portó mal con ellos cuando tenían 9 años. O porque no entienden las enseñanzas de la Iglesia sobre algún asunto particular.

Indudablemente habrá muchas personas estos días -y ustedes probablemente se encontraran con ellas- que dirán: "¿Para qué practicar la fe, para qué ir a la Iglesia, si la Iglesia no puede ser verdadera, cuando los así llamados elegidos son capaces de hacer el tipo de cosas que hemos estado leyendo?" Este escándalo es como un perchero enorme donde algunos trataran de colgar su justificación para no practicar la fe. Por eso es que la santidad es tan importante. Estas personas necesitan encontrar en todos nosotros una razón para tener fe, una razón para tener esperanza, una razón para responder con amor al amor del Señor.

Las bienaventuranzas que leemos en el Evangelio de hoy son una receta para la santidad. Todos necesitamos vivirlas más. ¿Tienen que ser más santos los sacerdotes? Seguro que sí. ¿Tienen que ser más santos los religiosos y religiosas y dar un testimonio aún mayor de Dios y del Cielo? Absolutamente. Pero todas las personas en la Iglesia tienen que hacerlo, ¡incluyendo a los laicos! Todos tenemos la vocación de ser santos y esta crisis es una llamada para que despertemos.

Estos son tiempos duros para ser sacerdote hoy. Son tiempos duros para ser católicos hoy. Pero también son tiempos magníficos para ser un sacerdote hoy y tiempos magníficos para ser católicos hoy. Jesús dice en las bienaventuranzas que escuchamos hoy: "Bienaventurados serán cuando los injurien, y los persigan y digan con mentira toda clase de mal contra ustedes por mi causa. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a ustedes."Yo he experimentado de primera mano esta bienaventuranza, al igual que otros sacerdotes que conozco.

A principios de esta semana, cuando terminé de hacer ejercicio en un gimnasio local, salía yo del vestidor con mi traje negro de clérigo. Una madre, apenas me vio, inmediata y apresuradamente apartó a sus hijos del camino y los protegió de mí mientras yo pasaba. Me miró cuando pasé y cuando me había alejado lo suficiente, respiró aliviada y soltó a sus hijos como si yo fuera a atacarlos a mitad de la tarde en un club deportivo.

Pero mientras que todos nosotros quizá tengamos que padecer tales insultos y falsedades por causa de Cristo, de hecho debemos regocijarnos. Es un tiempo fantástico para ser cristianos hoy, porque es un tiempo en el que Dios realmente necesita de nosotros para mostrar Su verdadero rostro. En tiempos pasados en Estados Unidos, la Iglesia era respetada. Los sacerdotes eran respetados. La Iglesia tenía reputación de santidad y bondad. Pero ya no es así. Uno de los más grandes predicadores en la historia estadounidense, el Obispo Fulton J. Sheen, solía decir que él prefería vivir en tiempos en los que la Iglesia sufre en vez de cuando florece, cuando la Iglesia tiene que luchar, cuando la Iglesia tiene que ir contra la cultura.

Esas épocas para que los verdaderos hombres y las verdaderas mujeres dieran un paso al frente y contaran. "Hasta los cadáveres pueden flotar corriente abajo," solía decir, señalando que muchas personas salen adelante fácilmente cuando la Iglesia es respetada, "pero se necesita de verdaderos hombres, de verdaderas mujeres, para nadar contra la corriente." ¡Qué cierto es esto!

Hay que ser un verdadero hombre y una verdadera mujer para mantenerse a flote y nadar contra la corriente que se mueve en oposición a la Iglesia. Hay que ser un verdadero hombre y una verdadera mujer para reconocer que cuando se nada contra la corriente de las críticas, estamos más seguros que cuando permanecemos adheridos a la Roca sobre la que Cristo fundó su Iglesia. Este es uno de esos tiempos. Es uno de los grandes momentos para ser cristianos.

Algunas personas predicen que en esta región la Iglesia pasará tiempos difíciles y quizá sea así, pero la Iglesia sobrevivirá, porque el Señor se asegurará de que sobreviva. Una de las más grandes réplicas en la historia sucedió justamente hace unos 200 años. El emperador francés Napoleón engullía con sus ejércitos a los países de Europa con la intención final de dominar totalmente el mundo.

En aquel entonces dijo una vez al Cardenal Consalvi:
"Voy a destruir su Iglesia" El Cardenal le contestó: "No, no podrá". Napoleón, con sus 150 cm . de altura, dijo otra vez: "¡Voy a destruir su Iglesia!" El Cardenal dijo confiado: "No, no podrá.! Ni siquiera nosotros hemos podido hacerlo!"
Si los malos Papas, los sacerdotes infieles y miles de pecadores en la Iglesia no han tenido éxito en destruirla desde su interior -le estaba diciendo implícitamente al general- ¿cómo cree que Ud. va a poder hacerlo?

El Cardenal apuntaba a una verdad crucial. Cristo nunca permitirá que Su Iglesia fracase. El prometió que las puertas del infierno no prevalecerían sobre Su Iglesia, que la barca de Pedro, la Iglesia que navega en el tiempo hacia su puerto eterno en el cielo, nunca se volcará, no porque aquellos que van en ella no cometan todos los pecados posibles para hundirla, sino porque Cristo, que también está en la barca, nunca permitirá que esto suceda. Cristo sigue en la barca y Él nunca la abandonará.

La magnitud de este escándalo podría ser tal, que de ahora en adelante ustedes encuentren difícil confiar en los sacerdotes de la misma manera como lo hicieron en el pasado. Esto puede suceder y podría no ser tan malo. ¡Pero nunca pierdan la confianza en el Señor! ¡Es Su Iglesia! Aún cuando algunos de Sus elegidos lo hayan traicionado, Él llamará a otros que serán fieles, que los servirán a ustedes con el amor que merecen ser servidos, tal como ocurrió después de la muerte de Judas, cuando los once Apóstoles se pusieron de acuerdo y permitieron que el Señor eligiera a alguien que tomara el lugar de Judas y escogieron al hombre que terminó siendo San Matías, quien proclamó fielmente el Evangelio hasta ser martirizado por él.

¡Este es un tiempo en el que todos nosotros necesitamos concentrarnos aún más en la santidad! ¡Estamos llamados a ser santos y cuánto necesita nuestra sociedad ver ese rostro hermoso y radiante de la Iglesia! Ustedes son parte de la solución, una parte crucial de la solución. Y cuando caminen al frente hoy para recibir de las manos ungidas de este sacerdote el Sagrado Cuerpo del Señor, pídanle a Él que los llene de un deseo real de santidad, un deseo real de mostrar Su autentico rostro.

Una de las razones por las que yo estoy aquí como sacerdote para ustedes hoy es porque siendo joven, me impresionaron negativamente algunos de los sacerdotes que conocí. Los veía celebrar la Misa y casi sin reverencia alguna dejaban caer el Cuerpo del Señor en la patena, como si tuvieran en sus manos algo de poco valor en vez de al Creador y Salvador de todos, en vez de a MI Creador y Salvador. Recuerdo haberle dicho al Señor, reiterando mi deseo de ser sacerdote: "¡Señor, por favor, déjame ser sacerdote para que pueda tratarte como Tú mereces!" Eso me dio un ardiente deseo de servir al Señor.

Quizá este escándalo les permita a ustedes hacer lo mismo. Este escándalo puede ser algo que los conduzca por el camino del suicidio espiritual o algo que los inspire a decir, finalmente, "Quiero ser santo, para que yo y la Iglesia podamos glorificar Tu nombre como Tú lo mereces, para que otros puedan encontrarte en el amor y la salvación que yo he encontrado." Jesús está con nosotros, como lo prometió, hasta el final de los tiempos. Él sigue en la barca. Tal como a partir de la traición de Judas, Él alcanzo la más grande victoria en la historia del mundo, nuestra salvación por medio de Su Pasión, muerte y Resurrección, también a través de este episodio Él puede traer y quiere traer un nuevo renacimiento de la santidad, para lanzar unos nuevos Hechos de los Apóstoles en el siglo XXI, con cada uno de nosotros -y esto te incluye a TI- jugando un papel estelar.

Ahora es el tiempo para que los verdaderos hombres y mujeres de la Iglesia se pongan de pie. Ahora es el tiempo de los santos. ¿Cómo vas a responder tú?






LEGIONARIOS DE CRISTO


Comunicado sobre la situación de la Legión de Cristo y del Regnum Christi

25 de marzo de 2010

Solemnidad de la Anunciación del Señor

Introducción

Con ocasión de la reunión anual de los directores territoriales con el director general y su consejo, queremos dirigirnos a nuestros hermanos legionarios de Cristo, a los consagrados y a los miembros del Movimiento Regnum Christi, familiares y amigos que nos acompañan en este momento de nuestra historia, así como a todos aquellos que han sido afectados, heridos o escandalizados por las acciones reprobables de nuestro fundador, el P. Marcial Maciel Degollado, L.C.

Nos ha llevado tiempo asimilar estos hechos de su vida. Para muchos -sobre todo para las víctimas- este tiempo ha sido demasiado largo y doloroso.

En ocasiones no hemos podido o sabido salir al paso de todos como hubiera sido necesario y como, de hecho, era nuestro deseo. Por eso sentimos la necesidad de emitir este comunicado.

Acerca de algunos hechos de la vida de nuestro fundador, el P. Marcial Maciel, L.C. (1920-2008)

Habíamos pensado y esperado que las acusaciones presentadas contra nuestro fundador fuesen falsas e infundadas, pues no correspondían a la experiencia que teníamos de su persona y de su obra. Sin embargo, el 19 de mayo de 2006 fue emitida una comunicación de la Sala de Prensa de la Santa Sede como conclusión de la investigación canónica que la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) había iniciado en el año 2004. En ese entonces, la CDF llegó a una certeza moral suficiente para imponer sanciones canónicas graves, correspondientes a las acusaciones hechas en contra del P. Maciel, entre las cuales se incluían actos de abuso sexual a seminaristas menores. Por lo tanto, profundamente consternados, debemos decir que estos hechos sucedieron.

En efecto, «la Congregación para la Doctrina de la Fe, [...] decidió -teniendo en cuenta tanto la edad avanzada del padre Maciel, como su delicada salud- renunciar a un proceso canónico e invitar al padre a una vida reservada de oración y de penitencia, renunciando a todo ministerio público. El Santo Padre aprobó estas decisiones» (Comunicado de la Sala de Prensa de la Santa Sede, 19 de mayo de 2006).

Posteriormente, supimos que había tenido una hija en el contexto de una relación prolongada y estable con una mujer y otras conductas graves. Más adelante aparecieron otras dos personas, hermanos entre sí, que afirman ser hijos suyos, fruto de la relación con otra mujer.

Reprobamos estos y todos los actos contrarios a los deberes de cristiano, religioso y sacerdote en la vida del P. Maciel, y afirmamos que no corresponden a lo que nos esforzamos por vivir en la Legión de Cristo y en el Movimiento Regnum Christi.

La Legión de Cristo y el Movimiento Regnum Christi ante estos hechos

Expresamos, una vez más, nuestro dolor y pesar a todas y cada una de las personas que hayan sido dañadas por las acciones de nuestro fundador.

Participamos del sufrimiento que este escándalo ha causado a la Iglesia y nos aflige y apena profundamente.

Queremos pedir perdón a todas aquellas personas que lo acusaron en el pasado y a quienes no se dio crédito o no se supo escuchar, pues en su momento no podíamos imaginarnos estos comportamientos. Si resultase que ha habido alguna colaboración culpable, actuaremos según los principios de la justicia y caridad cristianas, responsabilizando de sus hechos a estas personas.

Asimismo, pedimos perdón a nuestros familiares, amigos, bienhechores y a todas las personas de buena voluntad que hayan sentido que su confianza ha sido herida.

Por otra parte, como miembros del cuerpo místico de Cristo sentimos la necesidad de expiar con espíritu cristiano sus faltas y el escándalo por ellas causado. Para ello, invitamos a quienes forman parte de nuestra familia religiosa a intensificar su oración y sacrificio.

Es también nuestro deber cristiano y sacerdotal seguir saliendo al paso de las personas que han sido afectadas de algún modo. A ellos va nuestra mayor solicitud y les seguimos ofreciendo la ayuda espiritual y pastoral que necesiten. Así, buscamos contribuir a la necesaria reconciliación cristiana. Al mismo tiempo, somos conscientes de que Jesucristo es el único capaz de sanar definitivamente y de «hacer nuevas todas las cosas» (cf. Ap 21, 5).

Dios, en sus misteriosos designios, eligió al P. Maciel como instrumento para fundar la Legión de Cristo y el Movimiento Regnum Christi, y agradecemos a Dios el bien que realizó. A la vez, aceptamos con dolor que, ante la gravedad de sus faltas, no podemos mirar su persona como modelo de vida cristiana o sacerdotal.

Inspirándonos en el ejemplo de Cristo que condena el pecado pero busca salvar al pecador, y convencidos del significado y la belleza del perdón, encomendamos a nuestro fundador al amor misericordioso de Dios.

La Visita Apostólica

Deseamos expresar nuestra gratitud al Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, no sólo por renovarnos «su solidaridad y su plegaria en estos momentos delicados» (cf. Carta del Cardenal Tarcisio Bertone, SDB, al P. Álvaro Corcuera, 10 de marzo de 2009), sino también por habernos ofrecido el instrumento de la Visita Apostólica para ayudarnos a «superar las dificultades existentes» (ibid.). Así, esperamos dar los pasos necesarios para consolidar los fundamentos, la formación y la vida cotidiana de los legionarios de Cristo y de los miembros del Movimiento Regnum Christi.

Agradecemos a los cinco visitadores apostólicos, Mons. Ricardo Blázquez, Mons. Charles J. Chaput, OFM Cap., Mons. Ricardo Ezzatti, SDB, Mons. Giuseppe Versaldi y Mons. Ricardo Watty, MSSp, todo el trabajo que han realizado con tanta entrega y solicitud paternas.

Acogeremos con obediencia filial las indicaciones y recomendaciones del Santo Padre que resulten de la Visita Apostólica y nos comprometemos a ponerlas en práctica.

Hacia el futuro

Desde el Capítulo General celebrado en enero de 2005, cuando fue elegido el P. Álvaro Corcuera, L.C. como director general, hemos procurado guiar la Legión de Cristo y el Regnum Christi manteniéndonos fieles a todo lo que hemos recibido de Dios y ha sido aprobado por la Iglesia. Reconocemos con humilde gratitud las bendiciones y frutos que el Señor nos ha concedido hasta ahora y asumimos la responsabilidad de profundizar en la comprensión de nuestra historia, carisma y espiritualidad.

Afrontamos el futuro con esperanza, seguros de que nuestras vidas se apoyan únicamente en Dios. Confiamos plenamente en Él y en la omnipotencia de su amor que, como dice san Pablo, «hace concurrir todas las cosas para el bien de los que le aman» (Rm 8, 28). Sabemos que en este camino contaremos con la asistencia del Espíritu Santo y con la guía materna de la Iglesia.

Nuestro objetivo, como individuos y como institución, es amar a Cristo, vivir su Evangelio y extender por el mundo su Reino de paz y de amor. Somos conscientes de que, para lograr esto, necesitamos una constante renovación, personal y comunitaria, en fidelidad a la tradición de la vida consagrada, con el fin de servir mejor a la Iglesia y a la sociedad. Este último periodo nos ha ayudado a reflexionar sobre nuestra identidad y misión y, al mismo tiempo, nos ha impulsado a revisar, con humildad y sencillez, diversos aspectos de nuestra vida institucional.

Estamos decididos, entre otras cosas, a:

--seguir buscando la reconciliación y el encuentro con quienes han sufrido,

--hacer la verdad sobre nuestra historia,

--continuar ofreciendo seguridad, sobre todo para menores de edad, en nuestras instituciones y actividades, tanto en ambientes como en procedimientos,

--crecer en un espíritu de servicio desinteresado a la Iglesia y a las personas,

--colaborar mejor con todos los pastores y con otras instituciones dentro de la Iglesia,

--mejorar nuestra comunicación,

--seguir velando por la aplicación de los controles y procedimientos administrativos a todos los niveles y seguir actuando un adecuado rendimiento de cuentas,

--redoblar nuestro empeño en la misión de ofrecer el Evangelio de Jesucristo al mayor número posible de hombres,

--y, sobre todo, buscar la santidad de vida con renovado esfuerzo de la mano de la Iglesia.

Conclusión

No podemos terminar este comunicado sin agradecer a los miles de legionarios, consagrados, consagradas y todos los miembros del Regnum Christi que con profunda generosidad han entregado y entregan sus vidas a Dios en el servicio de la Iglesia y de la sociedad, así como a aquellos que colaboran en los centros y obras de apostolado. Gracias a ellos y a su labor, podemos decir que Jesucristo es hoy más conocido y amado en este mundo. Asimismo, expresamos nuestra gratitud a cada una de las personas que, en todo momento, nos han sostenido con su fe, sus oraciones y su sufrimiento, unido al de Cristo.

Firmamos este comunicado hoy, día 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor. Que Él nos conceda, por intercesión de su Madre, la Santísima Virgen María, la gracia de profundizar en el misterio del Amor de Dios hecho hombre y de vivirlo y transmitirlo con renovado fervor.

P. Álvaro Corcuera, L.C., director general

ROMA, viernes, 26 de marzo de 2010 (ZENIT.org).-

LA POLÍTICA VA A LA UNIVERSIDAD

Javier Blanco Toledo


Eficiencia, gestión por resultados, calidad, control e indicadores de gestión, conceptos que se aplican en las empresas y hoy son tenidos en cuenta y llevados a la práctica en la administración pública. Con objetivos diferentes, las universidades de la Capital Federal, el interior y el exterior ofrecen una oferta variada que contempla tanto la teoría como la práctica.

El director de la Maestría en Gestión Pública que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Oscar Oszlak, dice que este tipo de estudios se dirigen al "ámbito público que no se limita al Estado; su aparición se debe a diversos fenómenos, como la descentralización, que acerca la política a la gente, la toma de decisiones importantes por parte de los gobiernos locales, la globalización, que produjo una explosión de organismos multilaterales que requieren de funcionarios públicos, y las organizaciones sociales, que necesitan una formación profesional". Con 25 años en su haber, la maestría de la UBA fue la primera que se dictó en la Argentina y surgió a partir de la iniciativa de su actual director, al estudiar experiencias en México y Venezuela. Ha sido categorizada con una A (excelente) por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau).

Por sus aulas han pasado estudiantes de Brasil, Paraguay, Colombia, México, Bolivia y Perú. Desde la maestría se asesora al gobierno de Uruguay en el proceso de descentralización de la gestión pública.

"El número total de materias y actividades supera el mínimo de horas exigido para programas de maestría, lo que permite una formación amplia", según Oszlak. Los alumnos deben hacer una tesis y una pasantía para obtener el título. En cuanto a la práctica profesional, se hace en organismos como el Congreso, la Corte Suprema, diversos ministerios, Unicef Argentina y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), por ejemplo.

La pasantía cuenta con un tutor, que hace un seguimiento. "No se puede realizar en el mismo lugar en el que se trabaja, ésa es la condición. Pero muchas veces los organismos que nos piden los pasantes luego los contratan para que continúen desempeñándose allí", dice Oszlak.

Con una mirada sobre la cuestión pública local, el IAE y la Universidad Austral desde hace nueve años dictan el Programa de Gobierno. Su director, Juan Llach, ex ministro de Educación, lo define como un "curso ejecutivo de 80 horas que trabaja en el plano municipal".

El objetivo es otorgarles a los alumnos herramientas que permitan mejorar la gestión pública. Entre los temas que se abordan se encuentran el presupuesto, los impuestos, los recursos humanos, la creación de un plan estratégico, etcétera. "Se pretende dar una visión del desarrollo integral de la gestión, y va a lo inmediato. Hay una visión de mediano y largo plazo y una bajada a la práctica", explica Llach.

Raúl Pont Lezica, secretario de Turismo y Desarrollo Económico de San Martín de los Andes, es ex alumno del Programa de Gobierno del IAE. "Los caminos al éxito en la gestión de gobierno pasan por el conocimiento, la competitividad, una visión moderna del desarrollo económico atado a un desarrollo social con oportunidades para todos y el respeto a la ley", afirma.

Lezica explica: "En el programa, el estudio de casos como los de negociación o procesos exitosos de ciudades son muy útiles para incorporar más herramientas a nuestro trabajo diario".

Para Llach, la importancia de los gobiernos locales es un fenómeno que se verifica en casi todo el mundo. "En la Argentina hay ciclos muy violentos que dominan el mundo de la política de mediano y largo plazo. Pero la demanda mundial de productos básicos está dando la posibilidad a las provincias de desarrollarse sin estos vendavales", sintetiza el director.

En el nivel provincial también hay cursos de especialización. Por ejemplo, la Universidad de Rosario tiene la Especialización en Gestión Estratégica de Organizaciones Públicas, y en la Universidad Nacional de Misiones, una Maestría en Gestión Pública.

Desde hace un año la Universidad de Palermo (UP) dicta su Maestría en Gestión Pública. Según Alberto Bonifacio, director del programa: "Quisimos ofrecer un enfoque en lo público, es un curso interdisciplinario". El programa tiene como objetivo brindar herramientas para desarrollarse en organizaciones públicas.

Del sector privado
Si bien la mayoría de los alumnos provienen de estos organismos, Bonifacio reconoce que también participan líderes de empresas privadas. "Cuando el sector privado se organiza en cámaras o asociaciones, conocer el sector público les provee herramientas", expresa.

"La idea de gobernar en el país y en el mundo se volvió más compleja por los procesos de cambio y la aparición de nuevos temas en la agenda. Uno de los pilares, las alianzas entre el Estado y la sociedad civil o los privados. Hoy, los gobiernos por sí mismos tienen dificultades para enfrentar los problemas solos", dice el director.

La Secretaría de la Gestión Pública tiene en su página Web una lista de posgrados en el exterior, por ejemplo, de la Ecole Nationale de_SSRqAdministration Publique, la Universidad de Birmingham, Harvard, Berkeley, London School of Economics and Political Sciences y becas de la Fundación Carolina, en España, además de otras.

DONDE ESTUDIAR

Universidad de Buenos Aires . Maestría en Gestión Pública. Se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas. www.econ.uba.ar/posgrado/maestrias

Universidad Austral . Programa de gobierno para el desarrollo de líderes de comunidades locales. www.iae.edu.ar/programas/especialidad/Gobierno

Universidad de Palermo . Posgrado de Especialización en Gestión de Gobierno. www.palermo.edu/derecho/posgrados

Secretaría de la Gestión Pública . En www.sgp.gov.ar/contenidos/cci/posgrados hay una lista de posgrados en el exterior, en universidades como Harvard, Berkeley y Princeton.

La Nación, 28-3-10

sábado, 27 de marzo de 2010

LA SANTA SEDE A LA ONU: ¿Y EL RESCATE DE DINERO PARA LOS POBRES?


Urge a priorizar la reducción de la pobreza


La Santa Sede considera que los países que han logrado rescatar dinero para salvar las instituciones financieras en la crisis económica deberían tener también recursos para ayudar a los pobres.

Lo señaló el observador permanente de la Santa Sede en las oficinas de la ONU de Nueva York, el arzobispo Celestino Migliore, este miércoles en una intervención ante de la 64ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

El discurso fue pronunciado en el 4º Diálogo de Alto Nivel sobre Financiación del Desarrollo, bajo el tema “El Consenso de Monterrey la Declaración de Doha sobre la Financiación para el Desarrollo: Estado de Aplicación y Labor Futura”.

El prelado destacó que el “impacto devastador de la reciente crisis financiera en las poblaciones más vulnerables del mundo” es “una preocupación compartida por Gobiernos y ciudadanos de todo el mundo”.

“De hecho -continuó-, la oscura sombra de esta crisis podría frustrar los esfuerzos realizados hasta ahora para ayudar a reducir la pobreza y sólo aumentar los astronómicos números de personas que viven en la extrema pobreza”.

En el lado positivo, el arzobispo señaló que la crisis ha “dado lugar a una cooperación política internacional sin precedentes, evidente en los tres sucesivos encuentros de alto nivel del G-20 en Washington, Londres y Pittsburgh durante el 2009”.

“Estos encuentros fueron capaces de lograr un acuerdo sobre medidas de emergencia para reactivar la economía mundial, incluidos los paquetes de incentivo fiscal y monetario que han evitado una catástrofe global”, afirmó.

“No obstante, la estabilización de algunas economías o la recuperación de otras no significa que la crisis haya acabado”, añadió.

“De hecho, el conjunto de la economía mundial, donde los países son muy interdependientes, nunca será capaz de funcionar sin problemas si las condiciones que generaron la crisis persisten, especialmente cuando las desigualdades fundamentales en ingresos y riqueza entre individuos y entre naciones continúan”, dijo.

Imperativo moral

Así, el representante de la Santa Sede destacó que “no podemos esperar a una recuperación definitiva y permanente de la economía global para tomar medidas”.

Explicó que “una razón significativa es que la reactivación de las economías de las poblaciones más pobres del mundo ayudará, sin duda, a garantizar una recuperación universal y sostenible”.

“Pero la razón más importante es el imperativo moral: no dejar a toda una generación, casi una quinta parte de la población mundial, en extrema pobreza”.

Destacó la “urgente necesidad de reformar, fortalecer y modernizar el conjunto del sistema de financiación para el desarrollo de los países, así como los programas de la ONU, incluyendo las agencias especializadas y las organizaciones regionales, haciéndolas más eficientes, transparentes y coordinadas, tanto en el ámbito internacional como en el local.

“En este sentido, la crisis ha sacado a la luz la urgente necesidad de proceder a la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, cuyas estructuras y procedimientos deben reflejar las realidades del mundo de hoy, y ya no las del periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial”, indicó.

“La comunidad internacional, a través del Banco Mundial y relevantes agencias multilaterales, debería continuar dando prioridad a la lucha contra la pobreza”, declaró.

El arzobispo Migliore reconoció que “al final de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional fue capaz de adoptar un sistema completo que garantizaría no sólo la paz sino también que se evitara la repetición de un trastorno económico global”.

Indicó que “la actual crisis global ofrece una oportunidad parecida que requiere una aproximación integral, basada en los recursos, la transferencia de conocimientos y las instituciones”.

“Para lograrlo, todas las naciones, sin excepción, deben comprometerse en un renovado multilateralismo”, señaló.

“Al mismo tiempo, la eficacia de las medidas adoptadas para afrontar la crisis actual deberían evaluarse siempre por su habilidad para resolver el problema principal”, dijo.

Y concluyó: “No deberíamos olvidar que el mismo mundo que podría encontrar, en unas pocas semanas, trillones de dólares para rescatar a los bancos y a las instituciones financieras de inversión, todavía no ha podido encontrar un 1% de esa cantidad para las necesidades de los hambrientos, empezando con los tres billones de dólares necesarios para proporcionar comida a los escolares que tienen hambre o los cinco billones necesarios para apoyar el fondo alimentario de emergencia del Programa Mundial de Alimentos”.

NUEVA YORK, viernes 26 de marzo de 2010 (ZENIT.org).-




viernes, 26 de marzo de 2010

EL EJÉRCITO ARGENTINO Y LA PESADA MOCHILA DE LOS 70


Por el Lic. Pedro Rafael Mercado
My (R) del Ejercito Argentino

Vamos a centrar nuestro estudio en determinar si resulta posible liberar a las jóvenes generaciones de la pesada mochila de los 70, mientras se mantiene la premisa de continuar los juicios a todos los que participaron en la guerra contra el terrorismo en aquella época.
En todas las agrupaciones políticas, especialmente en las que se consideran moderadas o de centro, se escuchan argumentos tales como: "Hay que terminar con la humillación de las fuerzas armadas; tenemos que entender que las fuerzas armadas del presente no son las de la dictadura; las nuevas generaciones no tienen que llevar el estigma de las fuerzas de los 70, etc., etc.". Por supuesto, todas estas voces, políticamente correctas, terminan aclarando que los juicios por violaciones a los derechos humanos tienen que continuar, con la finalidad de separar la paja del trigo, liberando de esta forma a los jóvenes militares de un pasado atroz.

Dejando de lado el análisis respecto a la validez o no de esta separación histórica entre militares de la dictadura y militares de la democracia, vamos a centrar nuestro estudio en determinar si resulta posible liberar a las jóvenes generaciones de la pesada mochila de los 70, mientras se mantiene la premisa de continuar los juicios a todos los que participaron en la guerra contra el terrorismo en aquella época.

Analicemos algunos hechos concretos. Nos encontramos en Haití en el año 2005, donde un contingente de argentinos forma parte de las fuerzas de paz que operan en aquel país sacudido por la violencia. En un operativo de rutina, las fuerzas argentinas reciben fuego de un grupo que opera en la localidad de Gonaives. Un cuadro del Ejercito Argentino se encuentra en posición inmejorable para batir a los atacantes y salvar la vida de sus compañeros de armas. El fusil apunta con decisión al blanco, pero el disparo no se produce. Su inconsciente no le permitió oprimir la cola del disparador.

Superado el combate, un análisis de lo ocurrido permite llegar a una categórica reflexión. El combatiente argentino no abrió el fuego por miedo a las consecuencias de su acción. Si el mataba al enemigo, Quien se haría cargo de aquella muerte? En aquellas horas, se comentaba en voz baja que el contingente brasileño había producido más de 80 bajas a distintos grupos insurgentes haitianos. Los argentinos pensaban en su interior que de haber actuado como nuestros vecinos, seguramente hubieran perdido sus carreras y habrían tenido que afrontar la acción de la justicia.

En junio del año 2007 una noticia estremeció los cuarteles. En Campo de Mayo, tres delincuentes roban armamento de un puesto de guardia. Las autoridades castrenses no comprendían, o no querían comprender, el porqué de la inacción de los soldados argentinos. Un prestigioso general, hablando con sus hombres arengaba: "No tengan miedo a utilizar sus armas. Yo personalmente me hare responsable de las consecuencias de su uso. No podemos permitir que esto vuelva a ocurrir".

No hubo lugar a preguntas. Sin embargo, al salir de aquella reunión, el comentario generalizado era el siguiente: "si, el general se va a hacer responsable, pero, quien aceptara las responsabilidades del general? Si producimos un muerto o un herido, el general y todos nosotros vamos a terminar presos. si no miremos lo que les paso en los 70". Voces más agudas corregían: "a lo mejor hasta el general se salva, pero a nosotros no nos salva nadie. Si los subtenientes de los 70 son juzgados con más severidad que los generales".

Las dos situaciones ponen de manifiesto un signo muy preocupante para quienes están realmente interesados en mejorar la situación de las fuerzas armadas del presente. Los juicios indiscriminados y generalizados, sin distinción entre quienes impartieron y cumplimentaron órdenes, están generando un clima de escepticismo e indisciplina en las generaciones jóvenes que no favorece a ningún actor de la defensa nacional.

El terremoto en Chile puso de manifiesto la necesidad de que las Fuerzas Armadas del país trasandino salieran a la calle a mantener el orden. No había tiempo de pensar si eran fuerzas de la democracia o de la dictadura. Su presencia era necesaria dejando de lado los prejuicios ideológicos. Que hubiera pasado en Argentina? Hubieran salido nuestros soldados a imponer el orden ante una situación de emergencia nacional? O el inconsciente colectivo de las nuevas generaciones los llevaría a mirar a otro lado, como sucede muchas veces con las fuerzas policiales, cansadas de ser hostigadas por el garantismo ideológico?

Si la nueva dirigencia política quiere alivianar a las nuevas generaciones de la mochila del pasado, debe comprender la naturaleza de lo castrense, teniendo claro que en una situación de guerra o de emergencia nacional, el superior se hace cargo de las consecuencias de las órdenes que imparte. De lo contrario, el político que necesite el accionar de sus fuerzas armadas, las encontrara como en el presente: atomizadas, desmotivadas y sin confianza en sus mandos. Con la lógica y natural ineficiencia que esto implica. Y naturalmente, fuerzas armadas de estas características no le sirven a nadie, cualquiera sea la concepción ideológica de los gobernantes de turno.

www.politicaydesarrollo.com.ar, 25-03-2010

martes, 23 de marzo de 2010

EL AGUA CONTAMINADA PRODUCE MÁS MUERTE QUE LA GUERRA


Así lo advirtió la ONU, que ayer llamó a los gobiernos a defender el recurso.


Las consecuencias relacionadas con el consumo de agua no potable provocan cada año más víctimas mortales en todo el mundo que cualquier tipo de violencia, incluida la guerra, es el dato demoledor difundido por la ONU con motivo de la celebración, ayer, del Día Mundial del Agua, una jornada instaurada en 1993.

Las cifras

884 Son los millones de personas en el mundo que actualmente viven sin acceso al agua potable, según la ONU.

1.5 millón
Es la cantidad de niños que mueren cada año como consecuencia de enfermedades propagadas por el agua.


Este año, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), quiere destacar la importancia del acceso a un agua de calidad, focalizando sus esfuerzos en concientizar a ciudadanos, gobiernos y centros de poder para que se comprometan activamente en la defensa del agua de calidad mediante la lucha contra la contaminación, el reciclaje de aguas y la recuperación de recursos hídricos. "El mundo cuenta con el conocimiento teórico para superar estos desafíos y convertirnos en mejores gestores de nuestros recursos hídricos. El agua es cardinal para todos nuestros objetivos de desarrollo", afirmó el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, en su mensaje por el Día del Agua.

En total, se estima que en todo el mundo sigue habiendo 884 millones de personas sin acceso al agua potable, según la ONU, un bien fundamental que repercute en la sanidad, la seguridad y la calidad de vida de menores y mujeres. Por ejemplo, las enfermedades que se propagan por el agua causan cada año la muerte a más de 1,5 millones de niños o, lo que es lo mismo, cada 15 segundos muere un niño por una enfermedad causada por la falta de acceso a agua segura para beber, el saneamiento deficiente o la falta de higiene.

Los problemas del agua entienden también de geografía y, una vez más, es el África subsahariana la región en la que sus habitantes sufren las peores consecuencias. Además, el acceso al agua aparece claramente vinculado a la riqueza, ya que el 20 por ciento más rico de la población subsahariana tiene el doble de posibilidades de acceder a agua potable que el 20 por ciento más pobre y cinco veces más opciones de contar con condiciones de salubridad aceptables.

Cada año, la contaminación del agua priva a la Humanidad de recursos alimentarios, tanto de pesca como agrícolas, y facilita la difusión de enfermedades.

Se estima que más de 2.500 millones de personas viven sin un sistema adecuado de saneamiento. Cada día, 2 millones de toneladas de aguas residuales y otros efluentes son vertidos sin control alguno. El problema es más grave en los países en desarrollo, en los que más del 90% de los desechos sin procesar y el 70% de los desechos industriales sin tratar se vierten en aguas superficiales.

Por: LA VANGUARDIA. ESPECIAL PARA CLARIN

Clarín
Martes 23 de Marzo de 2010

ALTA. INCAUTAN 419 KILOS DE COCAÍNA


En la madrugada de hoy Gendarmería Nacional detuvo a 4 personas, 3 de ellas bolivianas y 1 argentina, y secuestró 419 kilos de cocaína que estaban ocultos en dos camiones cisternas, procedentes de Bolivia, que se dirigían al sur del país. El operativo se realizó sobre la Ruta Nacional 34, en la provincia de Salta, en el control vehicular denominado Carapari.

Allí fueron detenidos los camiones, luego de que los gendarmes observaron movimientos sospechosos. Al realizar la inspección, sobre los tanques, notaron en las escotillas tuercas de sujeción que parecían haber sido removidas.

Uno de los uniformados se introdujo en las cisternas y encontró 10 bolsas de tipo arpillera, que contenían 349 paquetes con 419 kilos de cocaína de máxima pureza. El valor del cargamento incautado se estimó en 6 millones de pesos.


Clarín, 23-3-10

DESCUBREN 480 KILOS DE COCAÍNA ENVIADOS A ESPAÑA

Por: Juan Carlos Algañaraz

Un importante cargamento de 480 kilogramos de cocaína de gran pureza proveniente de Buenos Aires fue incautado en el puerto de Valencia por las autoridades españolas. Aunque el decomiso se concretó el 10 de marzo pasado, trascendió recién ayer, cuando se supo que la droga venía oculta dentro de tubos de aluminio acondicionados en palets de madera.

Desde noviembre pasado la Agencia Tributaria (equivale a la Aduana-AFIP argentina), que tuvo a su cargo la operación que culminó con la incautación de la cocaína, analizaba operaciones de importación de mercaderías que "no eran comercializados en el mercado interior en la misma proporción que se importaban".

Los investigadores comenzaron a ajustar el control sobre los contenedores que llegaban a los principales puertos españoles. Fue así que el 25 de febrero pasado llegó desde Buenos Aires al puerto valenciano un buque de bandera liberiana que transportaba varios contenedores.

Según el informe de las autoridades, a partir del control realizado se detectó que alguna mercadería era sospechosa. Entonces, en la zona aduanera se procedió a abrir los contenedores y comprobar las características de la mercancía antes de autorizar la entrega a los importadores.

La nota que informa sobre la operación señala que "en el contenedor se encontraron más de 240 cilindros de aluminio en palets (estructura de madera que sirve para facilitar el transporte de la carga) y con su interior hueco". El peso total de la carga era de 12 toneladas y los cilindros estaban sellados en los extremos con tapas de aluminio, por lo que fue necesario emplear herramientas especiales para poder abrirlos. "En el interior de los cilindros había 480 kilos de cocaína con una gran pureza", precisa el comunicado oficial.

Después de retirar la droga de los cilindros se le avisó al importador que podía retirar la mercadería. Ignorando que el cargamento había sido detectado, el hombre se presentó y fue detenido el 11 de marzo y puesto a disposición de la justicia, lo mismo que la documentación del caso. Ya se le dictó la prisión preventiva no excarcelable dada la gravedad del delito.

La policía informó que la investigación sigue abierta y que no se descartan nuevas detenciones. La Policía argentina ya ha sido informada para que colabore en la identificación de los individuos que prepararon el embarque de la droga y lo despacharon hacia Valencia.

Los investigadores tienen especialmente en cuenta en cuenta otro intento frustrado de introducir droga en España en una operación realizada casi simultáneamente con esta y que presenta muchas similitudes en su desarrollo.

Como informó Clarín el 10 de marzo pasado, un ciudadano argentino y otras ocho personas fueron detenidas y acusadas de integrar una banda que envió 174 kilos y medio de cocaína desde Paraguay hasta el puerto de Algeciras, en Cádiz, y desde allí a Sevilla desde donde se distribuía a toda España.

Estos arrestos se produjeron casi en simultáneo con la detención del responsable del cargamento de 480 kilos detectado en el puerto de Valencia. La información señalaba que el responsable de la red en Sevilla era el argentino, quien también iba a organizar la distribución de la droga en España. El centro de la operación en Sevilla era un conocido restaurante ubicado en la zona este de la capital andaluza, cuyo propietario era el cabecilla más importante de la red junto con el argentino, según informó la policía.

El restaurante iba a funcionar como laboratorio para cortar la droga y distribuirla, además de blanquear el dinero que produciría la operación. Se precisó, además, que el argentino y tres paraguayos estaban en España para controlar la droga hasta su entrega en Madrid. La red de narcos transportó el cargamento desde la nave hasta un polígono industrial.

Se puso en marcha entonces la parte culminante del operativo policial. Una comisión intervino en el buque, otra allanó el restaurante y se montó un gran operativo para detener a la mayoría de los delincuentes en el polígono. No fue fácil porque los narcos habían dispuesto una vigilancia exterior para protegerse, pero todos fueron detenidos.

Clarín, 23-3-10

UN LLAMADO DE ATENCIÓN PARA LOS LECTORES DE "EL DOMINGO"


Por Diego García Montaño

Casi todos los domingos, quienes vamos a misa, encontramos en los bancos, una hojita doblada en cuatro titulada: “El Domingo – El periódico que nos une como Iglesia”.

Editada por San Pablo, en la edición correspondiente al 5to. Domingo de Cuaresma (21/03/10), en la contratapa y en el espacio denominado: “El rincón de los jóvenes”, Juan Carlos Pisano, uno de los redactores de la publicación, escribe una pequeña reflexión, denominada: “Jóvenes que dieron su vida”, en alusión a un nuevo aniversario del Golpe de Estado del año 1976.

Lo primero que me llamó la atención, es que en una publicación que se reparte en iglesias católicas de todo el país, se abordara un tema que poco tiene que ver con la actividad religiosa. Pero mucho más grave me ha parecido el enfoque sesgado, tendencioso y parcializado que Pisano le da a su brulote.

Allí dice: “El miércoles 24 de marzo será un nuevo Día nacional de la memoria por la verdad y la justicia, al cumplirse un nuevo aniversario (34) del golpe militar que dio comienzo a una de las más sangrientas dictaduras que tuvo nuestro país en el siglo pasado”.

Sr. Pisano: No caben dudas, y en esto vamos a coincidir, en que la década del 70 en la Argentina, fue sangrienta como pocas. En lo que no estamos de acuerdo, es en que todo haya comenzado, como por arte de magia, un 24 de marzo de 1976.

La realidad, Sr. Pisano, la de la Historia, no la de su memoria, dice que todo empezó antes de esa fecha, incluso en períodos constitucionales, cuando bandas de subversivos quisieron tomar el poder por la fuerza.

En febrero de 1975 (o sea más de un año antes del golpe de Estado), el gobierno de Isabel dicta el Decreto 261; luego, ese mismo año, ya con Luder en el poder, se expiden los Decretos 2770/71 y 72, por los que se ordena aniquilar a los subversivos.

Si todo empezó el 24 de marzo del 76 como Ud. dice, ¿por qué estos decretos son anteriores en un año a esa fecha, y emanados de un gobierno constitucional?

En el segundo párrafo sostiene que: “Numerosos sacerdotes, religiosas, catequistas y jóvenes militantes dieron su vida por mantenerse fieles a sus ideales y al deseo de construir una patria de hermanos y una sociedad más justa, con igualdad de oportunidades y sin excluidos”.

Aquí, la vaguedad en el lenguaje utilizado por el redactor de “El Domingo”, invita a reflexionar, acerca de dos cuestiones: 1) No me consta, porque así lo demuestran los hechos históricos, que hayan sido “numerosos” los sacerdotes, religiosas y catequistas que hayan muerto durante el gobierno militar. No al menos, si tomamos a toda la comunidad católica de ese momento en su conjunto; y 2) Respecto de los jóvenes militantes que dieron su vida, valga recordar que su ideal de vida, era el Che Guevara, quien lejos de querer construir una patria de hermanos, quería destruirla para reemplazarla por la bandera roja del marxismo internacional y así instalar la utópica dictadura del proletariado.

Agrega Pisano: “Es imposible mencionar cada nombre, pero sí es posible recordar, en cada familia y en cada comunidad, a cada uno y a cada una. Las capillas de las villas de emergencia, los salones comunitarios, las comunidades religiosas y las asociaciones de ex alumnos de los colegios que honran la memoria de sus mártires y saben muy bien quiénes son estos”.

La verdad, es que llamarles mártires a quienes empuñaron las armas, es un verdadero despropósito. Mártir es aquel que muere asesinado por la defensa de la fe cristiana y por amor a Jesucristo. Es aquel que es capaz de morir por sus ideas, pero que es incapaz de matar por ellas.

No me parece que los jóvenes recordados por Pisano, hayan tenido esas características, precisamente.

Por último, dice el redactor de El Domingo: “Han pasado 34 años y todavía hay algunos que se preguntan por qué el 24 de marzo es un feriado conmemorativo. Busquemos la respuesta en la historia y no condenemos al olvido a quienes hoy evocamos y nos hacen decir con lágrimas: ¡Presentes!”.

Sr. Pisano: Comparto con Ud. que será una ocasión para no olvidarnos de quienes dieron su vida en aquellos aciagos momentos.

Ud. recuerde a los suyos; yo les recordaré a mis familiares y amigos quienes fueron los Larrabure, los Viola, los Genta, los Saccheri y tantos otros más, que dieron sus vidas para que siguiera flameando en nuestra Patria la Celeste y Blanca.

También haré memoria de las “cárceles del pueblo”. Por todos ellos diré: ¡Presentes!

Pero para que no se diga que lo mío es tendencioso, les recordaré además, lo que dijo Firmenich, máximo jefe de los Montoneros, respecto del período en cuestión: “…fue una guerra…la inmensa mayoría de los desaparecidos fueron montoneros”.

¿Se da cuenta, Sr. Pisano?, hasta el propio jefe montonero contradice lo que Ud. afirma, y me parece que Firmenich sabe un poco más que Ud. del período referenciado.

Por último y por todo lo antedicho, mi fundamentado rechazo a las expresiones de Pisano y la gran preocupación de que este tipo de folletos, en apariencia inocuos, se dejen en los bancos de muchas iglesias católicas argentinas; sobre todo cuando se les quiere contar a los jóvenes una historia argentina parcializada y clasista.

Jesús no abogó por la lucha de clases, sino por la unión de los hombres ya que todos tenemos un Padre en común.

www.politicaydesarrollo.com.ar, 22-03-2010







CRÍPTICA AMENAZA DE LA EX ESPOSA DE REUTEMAN

Comunicado Urgente Desde Mi Residencia En Europa

Directamente desde Europa hago saber al senador y a sus seguidores, en honor a la Verdad, a la cual defiendo como virtud primordial del SER, no aceptar más este juego inadmisible y solapado en el cual me veo envuelta.

Si esto no finaliza, me encargaré de contar la Verdad, la cual por pudor y respeto, he sabido callar.

Con toda responsabilidad, saludo a mis queridos lectores.

Mimicha Bobbio.
Publicado por Mimicha Bobbio en 23 de marzo de 2010 14:43

www.mimichabobbio.blogspot.com

lunes, 22 de marzo de 2010

LOS ANTIPAPAS Y LOS PELIGROS DEL MAGISTERIO PARALELO



Por monseñor Giampaolo Crepaldi*
Presidente del Observatorio Internacional Cardinale Van Thuân.


El intento de la prensa de implicar a Benedicto XVI en la custión de la pedofilia es solo el más reciente de los signos de aversión que muchos nutren hacia el Papa. Es necesario preguntarse cómo este Pontífice, a pesar de su mansedumbre evangélica y de su honradez, de la claridad de ss palabras unida a la profundidad de su pensamiento y de sus enseñanzas, suscite en algunas partes sentimientos de hastío y formas de anticlericalismo que se creían superadas. Y esto, hay que decirlo, suscita aún mayor asombro e incluso dolor cuando quienes no siguen al Papa y denuncian sus presuntos errores son hombres de Iglesia, sean teólogos, sacerdotes o laicos.

Las inusitadas y claramente forzadas acusaciones del teólogo Hans Küng contra la persona de Joseph Ratzinger teólogo, obispo, Prefecto de la Congregación de la Fe y ahora Pontífice por haber causado, según él, la pedofilia de algunos eclesiásticos mediante su teología y su magisterio sobre el celibato nos amargan profundamente. Nunca había sucedido que la Iglesia fuese atacada de esta forma. A las persecuciones contra muchos cristianos, crucificados en sentido literal en muchas partes del mundo, a las múltiples tentativas de desarraigar el cristianismo en las sociedades antes cristianas con una violencia devastadora en el plano legislativo, educativo y de las costumbres que no puede encontrar explicaciones en el buen sentido común, se añade desde hace tiempo un encarnizamiento contra este Papa, cuya grandeza providencial está ante los ojos de todos.

De estos ataques se hacen tristemente eco cuantos no escuchan al Papa, también entre eclesiásticos, profesores de teología en los seminarios, sacerdotes y laicos. Cuantos no acusan abiertamente al Pontífice, pero ponen sordina a sus enseñanzas, no leen los documentos de su magisterio, escriben y hablan sosteniendo exactamente lo contrario de cuanto él dice, dan vida a iniciativas pastorales y culturales, por ejemplo en el terreno de la bioética o en el del diálogo ecuménico, en aierta divergencia con cuanto él enseña. El fenómeno es muy grave por cuanto está muy difundido.

Benedicto XVI ha dado enseñanzas sobre el Vaticano II que muchísimos católicos rebaten abirtamente, promoviendo formas de contraformación y de magisterio paralelo sistemático, guiados por muchos “antipapas”; ha dado enseñanzas sobre los “valores no negociables” que muchísimos católicos minimizan o reinterpretan, y esto sucede también por parte de teólogos y comentaristas de fama huéspedes en la prensa católica además de en la laica; ha dado enseñanzas sobre la primacía de la fe apostólica en la lectura sapiencial de los acontecimientos y muchísimos continúan hablando de la primacía de la situación, o de la práxis, o de los datos de las ciencias humanas; ha dado enseñanzas sobre la conciencia o sobre la dictadura del relativismo pero muchísimos anteponen la democracia o la Constitución al Evangelio. Para muchos la Dominus Iesus, la Nota sobre los católicos en política de 2002, el discurso de Regensburg de 2006, la Caritas in veritate es como si nunca hubiesen sido escritos.

La situación es grave, porque esta brecha entre los fieles que escuchan al Papa y quienes no le escuchan se difunde por todas partes, hasta en los semanarios diocesanos y en los Institutos de Ciencias Religiosas, y anima dos pastorales muy distintas entre sí, que ya casi no se entienden entre ellas, como si fuesen expresión de dos Iglesias diversas y provocando inseguridad y extravío en muchos fieles.

En estos momentos muy difíciles, nuestro Observatorio siente el deber de expresar nuestra filial cercanía a Benedicto XVI. Oramos por él y permanecemos fieles en su seguimiento.


ROMA, lunes 22 de marzo de 2010 (ZENIT.org).-


domingo, 21 de marzo de 2010

UNA AGRESIÓN AL PAPA Y A LA DEMOCRACIA

Carta al director, de Marcello Pera
Corriere della Sera, Roma, 17-3-2010, pág. 23

La cuestión de los sacerdotes pedófilos u homosexuales desencadenada últimamente en Alemania tiene como objetivo al Papa. Pero se cometería un grave error si se pensase que el golpe no irá más allá, dada la enormidad temeraria de la iniciativa. Y se cometería un error aún más grave si se sostuviese que la cuestión finalmente se cerrará pronto como tantas otras similares. No es así. Está en curso una guerra. No precisamente contra la persona del Papa ya que, en este terreno, es imposible. Benedicto XVI ha sido convertido en invulnerable por su imagen, por su serenidad, su claridad, firmeza y doctrina. Basta su sonrisa mansa para desbaratar un ejército de adversarios.

No, la guerra es entre el laicismo y el cristianismo. Los laicistas saben bien que, si una mancha de fango llegase a la sotana blanca, se ensuciaría la Iglesia, y si se ensuciase la Iglesia lo sería también la religión cristiana. Por esto, los laicistas acompañan su campaña con preguntas del tipo «¿quién más llevará nuestros hijos a la Iglesia?», o también «¿quién más mandará nuestros chicos a una escuela católica?», o aún también «¿quién hará curar nuestros pequeños en un hospital o una clínica católica?».
Hace pocos días una laicista ha dejado escapar la intención. Ha escrito: «La entidad de la difusión del abuso sexual de niños de parte de sacerdotes socava la misma legitimidad de la Iglesia católica como garante de la educación de los más pequeños». No importa que esta sentencia carezca de pruebas, porque se esconde cuidadosamente «la entidad de la difusión»: ¿uno por ciento de sacerdotes pedófilos?, ¿diez por ciento?, ¿todos? No importa ni siquiera que la sentencia carezca de lógica: bastaría sustituir «sacerdotes» con «maestros», o con «políticos», o con «periodistas» para «socavar la legitimidad» de la escuela pública, del parlamento o de la prensa. Lo que importa es la insinuación, incluso a costa de lo grosero del argumento: los sacerdotes son pedófilos, por tanto la Iglesia no tiene ninguna autoridad moral, por ende la educación católica es peligrosa, luego el cristianismo es un engaño y un peligro.

Esta guerra del laicismo contra el cristianismo es una batalla campal. Se debe llevar la memoria al nazismo y al comunismo para encontrar una similar. Cambian los medios, pero el fin es el mismo: hoy como ayer, lo que es necesario es la destrucción de la religión. Entonces Europa pagó, a esta furia destructora, el precio de la propia libertad. Es increíble que, sobre todo en Alemania, mientras se golpea continuamente el pecho por el recuerdo de aquel precio que ella infligió a toda Europa, hoy, que ha vuelto a ser democrática, olvide y no comprenda que la misma democracia se perdería si se aniquilase el cristianismo.

La destrucción de la religión comportó, en ese momento, la destrucción de la razón. Hoy no comportará el triunfo de la razón laicista, sino otra barbarie. En el plano ético, es la barbarie de quien asesina un feto porque su vida dañaría la «salud psíquica» de la madre. De quien dice que un embrión es un «grumo de células» bueno para experimentos. De quien asesina un anciano porque no tiene más una familia que lo cuide. De quien acelera el final de un hijo porque ya no está consciente y es incurable. De quien piensa que «progenitor A» y «progenitor B» sea lo mismo que «padre» y «madre». De quien sostiene que la fe sea como el cóccix, un órgano que ya no participa en la evolución porque el hombre no tiene más necesidad de la cola y se mantiene erguido por sí mismo.
O también, para considerar el lado político de la guerra de los laicistas al cristianismo, la barbarie será la destrucción de Europa. Porque, abatido el cristianismo, queda el multiculturalismo, que sostiene que cada uno de los grupos tiene derecho a la propia cultura. El relativismo, que piensa que cualquier cultura sea tan buena como cualquier otra. El pacifismo que niega que existe el mal.

Esta guerra al cristianismo no sería tan peligrosa si los cristianos la advirtiesen. En cambio, muchos de ellos participan a esa incomprensión. Son aquellos teólogos frustrados por la supremacía intelectual de Benedicto XVI. Aquellos obispos dudosos que sostienen que entrar en compromisos con la modernidad sea el mejor modo de actualizar el mensaje cristiano. Aquellos cardenales en crisis de fe que comienzan a insinuar que el celibato de los sacerdotes no es un dogma y que tal vez sería mejor volver a pensarlo. Aquellos intelectuales católicos apocados que piensan que existe una «cuestión femenina» dentro de la Iglesia y un no resuelto problema entre cristianismo y sexualidad. Aquellas conferencias episcopales que equivocan el orden del día y, mientras auspician la política de las fronteras abiertas a todos, no tienen el coraje de denunciar las agresiones que los cristianos sufren y las humillaciones que son obligados a padecer por ser todos, indiscriminadamente, llevados al banco de los acusados. O también aquellos embajadores venidos del Este, que exhiben un ministro de exteriores homosexual mientras atacan al Papa sobre cada argumento ético, o aquellos nacidos en el Oeste, que piensan que el Occidente debe ser «laico», es decir, anticristiano.

La guerra de los laicistas continuará, entre otros motivos porque un Papa como Benedicto XVI, que sonríe pero no retrocede un milímetro, la alimenta. Pero si se comprende porqué no se muda, entonces se asume la situación y no se espera el próximo golpe. Quien se limita solamente a solidarizarse con él, o es uno que ha entrado en el huerto de los olivos de noche y a escondidas, o si no es uno que no ha entendido para qué está presente.

EN MEDIO DE LA CRISIS, REAPARECE BOTNIA



Por: Eduardo van der Kooy

La impotencia política y la decrepitud institucional parecieran cubrir a la Argentina como un tapiz gigantesco. Ese tapiz, sin embargo, no alcanza a ocultarlo todo. Sobre la crisis que se han esmerado en incubar Néstor y Cristina Kirchner, en especial, y también la oposición iría asomando otra vieja crisis irresuelta condenada por tiempo al olvido: el conflicto por la pastera de Botnia en Fray Bentos y la relación con Uruguay.

Sucede que después de Semana Santa, días más o días menos, la Corte Internacional de La Haya anunciará el fallo sobre aquel litigio que ni la política ni la diplomacia de las dos orillas lograron resolver. La Argentina y Uruguay, entonces, dejaron en el 2006 el arbitraje en manos de los 15 jueces de aquel Tribunal.

La Cancillería argentina guarda silencio sobre el contenido del fallo -cuyo corazón dice desconocer- aunque acepta su inminencia. Fuentes diplomáticas extranjeras de primer nivel apuntan que, luego de las denuncias y los descargos de los Gobiernos de ambos países, la Corte tendría esbozada la dirección de la sentencia.

El fallo de la Corte Internacional haría hincapié en tres aspectos medulares. Reconocería el reclamo de la Argentina acerca de que Uruguay violó el mecanismo de información y consulta previa que establece el Tratado del Río Uruguay. Haría una recomendación especial al gobierno uruguayo para que, en el futuro, respete las normas vigentes.

Con la presentación de una decena de informes técnicos, el mismo fallo demostraría la inexistencia de mayores factores de contaminación de las aguas del río Uruguay desde que Botnia empezó a funcionar. Uno de los más meneados argumentos argentinos podría, de ese modo, derrumbarse.

La presencia de la pastera frente al principal balneario de Gualeguaychú desató legítimos disgustos pero azuzó también, a veces, fantasmas que no son. Durante el verano se difundió una dermatitis en un centenar de personas que asistieron un fin de semana a esas playas del río Uruguay. Las sospechas apuntaron de inmediato sobre Botnia. Los estudios posteriores demostraron que la irritación en la piel fue causada por partículas de excrementos humanos que circulaban en el agua.

El último aspecto sustancial del fallo de la Corte de La Haya sería una propuesta a la Argentina y Uruguay para un monitoreo constante -con fiscalización internacional- de la calidad de las aguas del río Uruguay.

Podrán estar faltando, con certeza, otros aspectos del fallo. Pero aún así podría anticiparse una conclusión: no habría objeción legal ni técnica a la permenencia de Botnia en Fray Bentos. La violación uruguaya del Tratado bilateral podría subsanarse con algún resarcimiento económico o, tal vez, un acuerdo político. El núcleo del problema volvería a ser aquel que prologó la decisión de los dos países de acudir a La Haya: ¿cómo normalizar la relación bilateral?, ¿cómo liberar un paso fronterizo bloqueado por asambleístas de Gualeguaychú desde el 2006?, ¿cómo aceptar que en el futuro de la Argentina y Uruguay, guste o no, estará la empresa finlandesa?

Con aquel fallo en ciernes, la Corte de La Haya habrá cumplido su papel. La búsqueda a la salida definitiva del conflicto quedaría circunscripta en ambos países al campo de la política. Ni la Argentina ni Uruguay están ahora como estaban cuando estalló el pleito. Los Kirchner transitan su ocaso político, lejos de la popularidad que, en algún momento, también los indujo a manipular hacia adentro el conflicto. En Uruguay acaba de empezar a gobernar José Mujica. Un veterano ex guerrillero y político que se ocupó pronto de intentar recrear las expectativas en el vínculo con la Argentina. Partió Tabaré Vázquez rodeado de simpatía social, aunque habiendo dejado pendiente el problema con Botnia que tampoco supo manejar con pericia.

El mayor escollo para la solución al pleito radica en Gualeguaychú. El bloqueo sigue siendo observado como una provocación por los uruguayos. Mujica no podrá obviar, sin pagar costos, ese estado de ánimo existente. Quizás por esa razón y la cercanía del fallo de La Haya prefirió posponer un nuevo encuentro con los asambleístas. En la primera reunión había escuchado una sugerencia de ellos: la chance de que Botnia desdoble su planta y que la producción de la pasta de celulosa pueda realizarse aguas abajo de Fray Bentos.

Un enigma consiste en saber cuánto los Kirchner querrán y podrán hacer para darle respuesta satisfactoria al mandatario uruguayo que se han cansado de halagar.

Gualeguaychú fue complaciente cuando los Kirchner plantaron la bandera de la intransigencia en el conflicto. Pero desde aquel tiempo hasta hoy ocurrieron muchas cosas. Esa ciudad se convirtió en foco en Entre Ríos de la protesta del campo. Fue la época del auge de Alfredo De Angeli. El dirigente había estado también con los asambleístas. La estrella de De Angeli está sin brillo, al punto de haber roto el lazo comercial con su hermano mellizo. El asambleísmo quedó limitado a grupos pequeños pero ultras.

Gualeguaychú también mutó. La pastera es un incordio para su población. El bloqueo del puente internacional no le iría ahora en zaga. La gran mutación colectiva tendría signo político: Gualeguaychú es de todas las ciudades grandes entrerrianas, quizá, donde los Kirchner cosechan mayor nivel de impopularidad.

La impopularidad no suele ser un freno para el matrimonio. Está a la vista cómo actuaron después de la derrota electoral del 2009. Pero no se trataría, en este caso, de maltratar a la oposición política o de presionar a la Justicia para sacar algún rédito político. Doblegar la resistencia de un grupo de Gualeguaychú, poseído por una lucha de supuesta vida o muerte, podría tener consecuencias traumáticas. Está también la necesidad de un arreglo con Uruguay, difícil de esquivar una vez que alumbre el fallo de La Haya. Cristina asumió con la promesa de reinsertar al país en el mundo. Ese mundo se ha alejado. Tal vez, la solución con Uruguay podría resarcirla en algo.

Nadie sabe si los Kirchner tienen siquiera un minuto de cada día para prestarle atención al problema. Los absorbe la pelea con la oposición. Su desvelo para que esa oposición no pueda desempeñarse en un territorio que, numéricamente, parece fértil: el Congreso. Ese Congreso ha quedado paralizado por un sinfín de mañas políticas y judiciales. Desde que comenzaron las sesiones ordinarias Diputados pudo sesionar sólo una vez. Al Senado le sucedió lo mismo. El retaceo del quórum es una herramienta a la que apelan el kirchnerismo y la oposición.

Esa oposición, a medida que actúa en el Congreso, se transforma en un tinglado indescifrable. La convivencia de Elisa Carrió con los radicales -excepto con Gerardo Morales- es casi imposible. La unidad de acción del peronismo federal también, más allá de los malabares de Felipe Solá. El diputado bonaerense acepta que algunas decisiones surgieron del arrebato. ¿Cuáles? Haber impuesto una distribución de poder en el Senado al mismo tiempo que se quiso tumbar a Mercedes Marcó del Pont del Banco Central. La economista, antes o después, será ratificada en su cargo. La oposición tiene en el Senado una mayoría que muchas veces es virtual y no le garantiza aquel poder que obtuvo.

Los Kirchner poseen además incalculables recursos para desguasar, de a piezas, al conglomerado opositor. Es todavía difícil saber qué sucedió la semana pasada en Diputados cuando, en plena madrugada, algunos legisladores desaparecieron. Tampoco terminan de explicarse las ausencias de Carlos Menem en el Senado, que neutralizan la supremacía de la oposición en instancias clave. El miércoles se disponían a darle sanción -incluso con apoyo de cuatro kirchneristas- a la ley del cheque, que privaría al Gobierno de $ 8 mil millones de su caja.

En cambio, otros saltos de vereda empezarían a entenderse. Desde que rompió con Carlos Reutemann, la senadora Roxana Latorre ha dialogado con los Kirchner. Latorre es una enamorada de su ciudad natal, Rosario, pero desde aquel episodio con el ex gobernador decidió mudarse. La afectó el escrache que delante de su departamento hizo el piquetero Raúl Castells. La mujer estaría ahora radicada en Buenos Aires, en una propiedad que habría comprado con la ayuda de un empresario cerealero y un crédito obtenido en un banco estatal.

El kirchnerismo es menos sofisticado cuando invade la Justicia. El juez Enrique Lavié Pico fue amenazado con un juicio político si no impedía que la oposición derogara el DNU de las reservas. Lo hizo. La jueza María José Sarmiento está siendo hostigada desde que se pronunció en contra del uso de los fondos del Central. El viernes ordenaron detener a su padre, ex militar, en una megacausa por violación a los derechos humanos en Misiones.

Habría que separar la paja del trigo. Nadie puede objetar la investigación por aquellos supuestos delitos. Pero el modo de proceder judicial resultó impropio y sospechoso. ¿Quizás un mensaje de advertencia para los jueces a los cuales el matrimonio no logra sujetar? ¿O sólo una casualidad)

No suele haber casualidades cuando a los Kirchner los corre la adversidad y la desesperación.

Clarín, 21-3-10

VIGILANCIA PRIVADA



En la provincia de Buenos Aires hay 400 agencias privadas de seguridad habilitadas y otras 400 informales. Emplead a 48 mil vigiladores, lo que las convierte en una suerte de ejército del tamaño de la Policía Bonaerense, que tine 55.651 efectivos.
La distribución es despareja. En Pilar hay 486 policías bonaerenses y 5.000 vigiladores privados.

Clarín, 21-3-10

viernes, 19 de marzo de 2010

VIVIMOS EN UN PAÍS DE MENTIRA



Arq. José Marcelino García Rozado

La nación argentina se encuentra en una encrucijada: macroeconómicamente está bien –quizás mejor que bien- pero existe una realidad incontrastable y es que el problema es “político”, el gobierno es cuestionado desde adentro y desde el exterior, no es confiable y es poco previsible; lo que termina por castigar a toda la patria colocándonos en el lugar de las naciones “border”.

Siguen los exabruptos, y las dicotomías entre el “país real” y el “país ficticio –o de los medios-” al decir de nuestra Presidente; y es una verdad absoluta aquella dicotomía entre ambos países, sólo que no como lo ve Cristina, sino por el contrario como se nos observa desde el exterior, y muy principalmente en el espacio regional, tanto de la UNASUR como del MERCOSUR. El máximo consejero del Presidente Lula, acaba de decir que de no imponerse Dilma Rousef, es muy factible que Argentina termine “por caerse del subcontinente”.
En esta dicotomía donde el país real –el de la macro economía exitosa, pese al desgobierno kirchnerista- se halla a las puertas de recrear una cosecha cercana o superior a las 100 millones de toneladas, y con un potencial de crecimiento económico muy superior al de nuestros vecinos, y hasta al de muchos de los países emergentes; mientras en el país ficticio –y no de los medios, sino en el de las cifras inmostrables del INDEC, y la corrupción- el mundo mira azorado como una nación rica y con signos de verdadera prosperidad se debate al borde del precipicio.

Llaman estupefactos desde los centros del poder mundial preguntando “¿qué es lo que está pasando, porqué tantas peleas y confrontaciones, porqué se desdibujan los aciertos?”, y nadie es capaz de dar una respuesta satisfactoria a tamaña incredulidad. Y esto es resultado de que nadie logra entender a un Gobierno que debiendo avanzar con los vientos de cola internacionales, y el empuje de su sector productivo –principalmente el agropecuario- se enfrasca en confrontaciones y peleas logrando a pesar de sus óptimas posibilidades, retroceder arrastrando al pueblo argentino a la pobreza, la exclusión y el hambre de millones de compatriotas.
Siguen y prosiguen las réplicas de los coletazos de los actos de corrupción generalizada del entorno presidencial; cuando no son las denuncias de sobreprecios en las obras públicas, son las de la mafia de los medicamentos, o las de las compras sin llamado a licitación pública, o la entrega descarada del “juego” a los amigos del poder político presidencial, juego que explota las necesidades de una población imposibilitada de ganarse el pan y el sustento con el trabajo fructífero.

Estamos “temblando” los argentinos de bien, y así también lo está el país mismo, preso de una tembladera inacabable ante la prepotencia y la soberbia autista de un Gobierno y una Presidente que se enfrasca diariamente en la “novela rosa de la tarde” cuando en un permanente abuso de la “cadena nacional” nos admoniza, cuan maestra ciruela, mostrándonos la dualidad de países existentes entre su mirada y la mirada –cuasi atónita- del resto del pueblo argentino.
Quizás la mayor réplica del tembladeral nacional, sea en el campo político, después de todo hace menos de un año -9 meses para ser exactos- hubo otro verdadero “terremoto” de claro signo opositor a los deseos y los sueños de grandeza imperial de la Presidente y su consorte, cuando una mayoría clara y notoria de nuestros conciudadanos eligió “castigar” al prepotente Néstor y la soberbia Cristina en las urnas, haciendo ganar a un “extranjero” millonario que hasta creyó posible doblegar a la Constitución Nacional para postularse a competidor presidencial.

Fue un rechazo contundente a una forma de gobernar y hacer política, un rechazo a la permanente confrontación y a un sistema que nos conducía invariablemente a un verdadero “enfrentamiento de clases”, totalmente opuesto a la doctrina y al legado de Perón y el peronismo, dejando de lado los éxitos económicos y la remanida costumbre de “votar con el bolsillo” –típica de la clase media pancista denunciada por Scalabrini y Jauretche en su “Manual de Zonzeras”- haciendo a un lado los avances económicos y sociales significativos producidos tras la herencia Duhalde-lavagnista.

La nueva realidad política plantea una multitud de dudas acerca del futuro inmediato y el mediato. ¿Estamos presenciando un realineamiento político permanente o acaso tanto Cristina como Néstor, que tienen quizás la peor imagen de la historia del último medio siglo, lograrán revertir este presente aciago en los próximos dieciséis meses? ¿Continuará esta oposición, fragmentada y unida por el espanto, la acción a favor de controlar las ambiciones desmedidas de la pareja presidencial, o terminará por beneficiar al kirchnerismo, contaminados por su cuasi complicidad en tantas desmesuras y fraccionamientos, en vedetismos individualistas y en actos de verdadera antipolítica?

Será capaz el peronismo de ser fiel a su historia y a su doctrina expandiendo la Justicia Social, la Soberanía Política y la Independencia Económica sin seguidismos personalistas, a la vez que enfrente a este matrimonio caprichoso y estalinista, que terminó por consolidar un país “unitario” y dependiente de las dádivas dinerarias del poder central; y lo más grave aún, un matrimonio que se enriqueció desmesuradamente a costas del hambre, la pobreza y la exclusión de millones de nuestros hermanos, entregándonos un país donde reina la brecha entre ricos y pobres como nunca antes en la historia.

Este “modelo K” que vino a acentuar y exacerbar el modelo neoliberal y socialiberal económico imperante tras la caída del Muro de Berlín y el dominio del “capitalismo salvaje” impulsado por Reagan y Thatcher –que ellos enfáticamente critican, y cínicamente aplican- ha sido el verdadero responsable del creciente e infamante abismo entre ricos y pobres que hacen de Argentina –a contrapelo de su historia- una de las naciones menos equitativas en el mundo hoy globalizado.
Todas estas realidades han ido enturbiando al “país real”, y la Argentina hereda un pueblo traumatizado, atónito de muertos de hambre y de desamparados, de pobres protegidos por el clientelismo más desembozado, o abandonado a su suerte y desamparo más humillante si pertenecen al arco piquetero opositor; y la historia lo va a juzgar de acuerdo a como ese país real lleve a cabo la “derrota” del país ficticio impuesto por el actual régimen, esta tarea urgente de reconstrucción patriótica no permite ni acepta la fragmentación del arco opositor.

Nuestro pueblo espera de su dirigencia un sinnúmero de reparaciones, y aquella se enfrenta a una enorme cantidad de retos y trastornos, pues este régimen autoritario y estalinista no sólo descuartizó al sector productivo agropecuario, sino que desmembró el tejido social argentino. Enfrentó a pobres con pobres, a productores agropecuarios con industriales; también reveló y sacó a la superficie hondas fisuras y desgarros en el tejido social y ético de la Patria, el persistente tsunami de la inmoralidad y la manipulación de cifras, estadísticas y planes sociales, la precariedad cosmética de la “modernización” de que el país kirchnerista se ufana es una atroz mentira.
Cuando nuestra Presidente declara que existen “dos países”, nos enfrentó a una realidad incontrastable que no es otra que abordar esta realidad, debemos enfrentar la magnitud de tamaña revelación, para una vez aceptada la realidad poder comenzar a delinear la política que acabe con esos dos países a los que alude Cristina. La pesadilla de la revelación cristinista debe alertar al pueblo argentino a una cara disímil en el espejo, forzándonos a reconocer que hemos estado viviendo en un país de mentira, un país –no una Nación- de simulacro forjado a partir de ilusiones de excesiva grandeza.

¡Nos creímos un país en desarrollo!
Igual que hace veinte años, nos creímos que entrábamos al Primer Mundo, de la mano de la “convertibilidad” cavallo-menemista, y que le decíamos “adiós, a América Latina” y nos emparentábamos a Canadá y los Tigres Asiáticos renunciando a nuestro “atrasado” continente, hoy la Presidente nos enfrenta a esta verdadera “catástrofe” de reconocer “dos países”, uno el de la macro economía y el otro, el de la realidad cotidiana de la corrupción, el apriete o la compra de jueces, camaristas y fiscales, los desamparados, las mentiras del régimen, la falta de moral y ética del Gobierno y el funcionariado, el que mira con asombro el mundo y nuestros hermanos y vecinos.
Es en este contexto, donde la catástrofe puede bien leerse como una llamada de atención y alarma para la Argentina: ¡Hola, América Latina!, una nueva prueba a que nos somete la misma Madre Tierra, un desafío que nos pide explorar las fuentes más profundas de nuestra identidad peroniana desplazada y confusa. Si es así, el “peronismo que viene” podrá encontrar, posiblemente, modelos para la acción futura en la misma historia, algo para imitar y también, por ahí, algún ejemplo que será imperioso que evitemos.

Perón uso la hecatombe de la década infame, y el descrédito de la clase política como un acicate para negociar y promulgar leyes que incorporaron a una población excluida y expoliada durante décadas y siglos, y trajeron para ellos una serie de medidas imprescindibles para su bienestar, desarrollo y crecimiento en la escala social: la seguridad social, las vacaciones, el pago dinerario y digno del trabajo, las inversiones formidables en educación, salud y vivienda y el desarrollo y conformación de una burguesía nacional y de la industria argentina.

O por el contrario, el caso del gobierno de Alem, quien no sólo traicionó a sus propios correligionarios y retrotrajo a la Nación al peor de los períodos de los gobiernos oligárquicos del siglo XIX, sino que pactó con los golpistas que terminaron fundando la década infame y cuyo último gobierno fuera el de Castillo dando como consecuencia el alzamiento cívico militar del 43, donde jóvenes y trabajadores se incorporaron a la reconstrucción nacional convocados desde el Ministerio de Trabajo y Previsión por el Coronel Perón.
Estos ejemplos para imitar o para evitar deben servirnos de lección acerca de la verdadera Argentina, la Argentina ignominiosa que se esconde debajo de la costra y el espejismo de la prosperidad y “civilización” vigentes, la Argentina “real” que Cristina y Néstor y tantos otros de la elite privilegiada de los amigos del poder prefieren reprimir, en todos los sentidos de esta última palabra, tan bastardeada por estos mismos personajes que se ven compelidos a buscar venganza en lugar de justicia.

La Argentina del “país real” es la misma que escondió y negó no solo el heroísmo de nuestros compatriotas de Malvinas, y que se niega a reconocerles los derechos que por tal motivo tienen a acceder a retribuciones –en muchísimos casos negadas o insuficientes- mientras se pagan cifras escandalosas a muchos seudo víctimas de la lucha interna de la década del 70 del siglo XX.; negaciones y ocultamientos que suelen ser abucheados ruidosamente por una enorme mayoría del pueblo argentino.
La hipocresía del estatus quo es tan perversa que los pobres y excluidos del “país ficticio” de Néstor y Cristina terminan por abandonar la pasividad y la infructuosa espera de la dádiva humillante para enfrentar desde la calle y el piquete el clientelismo de esta nueva clase de oligarcas formados al amparo de este gobierno pingüino, conformando un nuevo “polo” de presión incontenida aún por esa oposición surgida de las urnas y del mandato popular del pasado 28-J.

Quiero creer que tanto aquellos heroicos héroes de las Islas, como estos alzados piqueteros anti K están llamando desde más allá de la ignominia, el hambre y la exclusión a sus representantes, para que la oposición de 2010 se precipite a las calles para conseguir aquello que el régimen estalinista les niega o les retacea, a ellos y a sus gobernadores e intendentes, perjudicado profundamente al pueblo de la Patria. Es la hora de la caravana multitudinaria que venza al país de la mentira y la ignominia más abyecta.
Quiero creer que la juventud de ayer y de hoy están y estarán exigiendo y anticipando una Argentina diferente, una Patria de igualdad de oportunidades y justicia para todos, una Argentina que se mida no por las ganancias de los más ricos, o de los gobernantes y sus amigos sino por el modo en que trata a sus hermanos más marginados y sufrientes.
Espero que este mensaje se sepa entender, y abriendo los corazones y las mentes, haga conciencia a la historia verdadera de nuestra querida Patria arrasada, vilipendiada y maltratada por quienes quieren imponernos “dos Argentinas”, una mal llamada “real” frente a otra designada como “ficticia”.

Buenos Aires, 18 de marzo de 2010.
Movimiento Peronista José Ignacio Rucci.

jueves, 18 de marzo de 2010

CHARLES CHAPUT: UNA LECCIÓN DE FE POLÍTICA, DESDE LAS PRADERAS DE COLORADO



Por José Luis Restán

“Soy un obispo católico que habla a una universidad baptista en el corazón protestante de América, pero he sido acogido con más amistad y calor de las que puedo encontrar en muchos lugares católicos”. Ésta es sólo una de las ironías de la brillante intervención del arzobispo de Denver, Charles Chaput, en la Baptist University de Houston.
Se trata de una seria y contundente conferencia sobre la vocación de los cristianos en la vida pública, y de una denuncia vibrante de la erosión que la sana laicidad invocada por el Papa está sufriendo en la República de la libertad.

Lo primero que impresiona en la conferencia de Chaput es la frescura y ausencia de complejos. Habla como católico y como americano, como un hombre que ama su fe y su nación, pero que sabe que ambas cosas no tienen el mismo peso: “ninguna nación, ni siquiera aquella que amo, tiene derecho a mi aquiescencia o a mi silencio en materias que pertenecen a Dios o que socavan la dignidad de la persona humana que Él ha creado”. Habla como católico en un ámbito protestante y mientras reconoce que ha sido el espíritu cristiano protestante el que ha modelado los orígenes de los Estados Unidos, reivindica el protagonismo de los católicos en la construcción de la nación y recuerda que durante dos siglos han sufrido discriminación, fanatismo y violencia intermitente. Pero lo más impresionante es que se atreve a lanzar una revisión crítica demoledora sobre lo que ha supuesto la presidencia de Kennedy para la erosión de la efectiva libertad religiosa en su país.

Chaput recuerda en particular el apasionado y convincente discurso del aspirante demócrata a la presidencia en septiembre de 1960, ante trescientos pastores protestantes en la Greater Ministerial Association de Houston, para intentar convencerles de que su condición de católico no le impediría ocupar adecuadamente la Casa Blanca. Su discurso fue tan eficaz como equivocado sobre la historia americana y sobre el papel de la fe religiosa en la vida de la nación. Según el arzobispo de Denver, “medio siglo después, todavía estamos pagando el daño”.

Kennedy formuló, para defenderse, una idea rígida y cerril de la separación absoluta entre Iglesia y Estado que era extraña a los fundamentos de la nación. Ni la Constitución ni los Padres Fundadores creían en esa “separación absoluta” que podríamos traducir por extrañeza e indiferencia mutua, más aún, por exclusión de la dimensión religiosa del ámbito público.

Incluso por razones prácticas (seguimos aquí el discurso de Chaput) los Padres Fundadores de América apostaban por el mutuo apoyo entre religión y gobierno. “En su visión, una república como los Estados Unidos tiene necesidad de un pueblo virtuoso para sobrevivir, y la fe religiosa correctamente vivida forma un pueblo virtuoso. Esta idea fue retomada en 1948 por los obispos católicos en su carta pastoral “El cristiano en acción”, al afirmar que “sería una completa distorsión de la historia y del derecho americano empujar a las instituciones públicas de la nación hacia una indiferencia respecto de la religión y una exclusión de la cooperación entre religión y gobierno. Por cierto, Kennedy utilizó en su discurso los epígrafes de esta carta pastoral que alababan la libertad religiosa pero omitió cualquier referencia a esta denuncia.

Según este análisis, el modelo de secularidad propuesto por el discurso de Kennedy en Houston “representó una casi total privatización del credo religioso”, separando de forma agresiva las creencias personales del compromiso público, algo que era fundamentalmente extraño a la tradición americana y que ha tenido notables consecuencias no sólo para los católicos. Con toda franqueza, el arzobispo Chaput advierte de que hoy son muchos más los católicos que desempeñan cargos públicos, pero se duele de que la mayoría no puede explicar coherentemente de qué forma su fe inspira su obrar, en la mayoría de los casos ni siquiera sienten la necesidad de preguntárselo. Y a sus colegas baptistas les dice con una pizca de complicidad: “quizás en los ambientes protestantes sea distinto, pero espero que me perdonéis si os digo que lo dudo”.

Al final de su discurso traza las líneas maestras del compromiso civil y político del cristiano, retomando la doctrina agustiniana tan querida por Benedicto XVI. Subraya que “la fe cristiana no es una lista de preceptos éticos y doctrinas, sino una relación viva con Jesucristo que trae consigo frutos de justicia, misericordia y amor”. Esa relación tiene, naturalmente, consecuencias en el espacio público, ya que las leyes y la política tienen implicaciones morales que un cristiano no puede ignorar si quiere ser fiel a su vocación de ser luz para el mundo. Como recuerda con realismo Agustín, ningún orden político, por bueno que nos parezca, podrá jamás producir una sociedad perfecta, “así que el cristiano debe ser leal a su nación y obediente a sus legítimos gobernantes, pero debe también cultivar una vigilancia crítica sobre la una y sobre los otros”.

Para Chaput los cristianos tienen el deber de tomar parte en la vida pública según la capacidad que Dios le haya dado a cada uno, también en el caso de que su fe les plantee un conflicto con la autoridad pública. Es necesario conjurar cualquier tentación utópica, pero si un cristiano conforma su vida y sus juicios al contenido del Evangelio, podrá realizar un bien real en la vida pública. Su éxito será siempre limitado y estará mezclado con imperfecciones y errores, no será ideal pero podrá mejorar al bien de la sociedad y sólo por eso merece la pena.

Al final Chaput nos deja dos preciosas indicaciones: la conciencia que los cristianos expresan en la vida pública se cultiva en la comunidad creyente con la oración, la caridad mutua y la guía de la autoridad de la Iglesia, no de manera aislada e individualista; y por otra parte, al implicarnos con nuestra fe en la vida pública podemos encontrar inesperados amigos y compañeros en los lugares menos previsibles, y es preciso saber acogerlos con alegría. Se ve que las grandes praderas ensanchan la mente y el corazón.

“Santo Tomás Moro”
Centro de Estudios Políticos y Sociales