Por CARLOS VALDEZ
The Associated Press
El director de la Policía Federal brasileña, Luis Fernando Correa, dijo que su país tiene informes de la presencia de carteles internacionales del narcotráfico en Bolivia.
Las autoridades locales han descartado que en Bolivia operen carteles colombianos y mexicanos y aseguran que se trata de intermediarios que acopian droga para abastecer a mafias internacionales.
"Tenemos informes sobre actuación de carteles. Nos preocupa mucho, y es nuestra responsabilidad, impedir que las bandas criminales brasileñas ingresen a Bolivia para asociarse con narcotraficantes", declaró el sábado el funcionario brasileño.
Correa y su colega boliviano, coronel Oscar Nina, firmaron el viernes un acuerdo para reforzar la lucha contra las drogas en la frontera a través de operativos conjuntos con el propósito de neutralizar "cualquier tipo de organización conjunta que podría desarrollarse en las líneas limítrofes".
Brasil es el principal mercado de la cocaína boliviana y peruana que ingresa a ese país a través de múltiples pasos a lo largo de 3.200 kilómetros de frontera boscosa.
Correa dijo que la policía brasileña incautó el año pasado 20 toneladas de cocaína boliviana.
Bolivia es el tercer productor de coca y cocaína después de Colombia y Perú. Un informe reciente del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que el potencial de producción de cocaína se incrementó a 195 toneladas en 2009. La ONU estimó el potencial en 113 toneladas anuales el mismo período.
Sin embargo, cada vez la policía boliviana descubre sofisticados laboratorios de cocaína con "tecnología colombiana" como el desmantelado el viernes en una región selvática del oriente cerca de la frontera con Brasil.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico de Bolivia, coronel Félix Molina, dijo que se trata de un "megalaboratorio" con capacidad para procesar hasta 200 kilos de la droga al día, uno de los más grandes descubiertos hasta ahora. Se informó de un detenido de nacionalidad colombiana.
En 2009 fueron desmantelados siete sofisticados laboratorios, la mayoría en el departamento oriental de Santa Cruz fronterizo con Brasil.
"Lo último que quisiéramos es que la pauta de la droga domine la relación diplomática entre los dos países", dijo el embajador brasileño en La Paz, Frederico de Araujo tras la firma del acuerdo.
El Nuevo Herald