jueves, 27 de junio de 2013

LA ESTRATEGIA AMBIGUA DEL "SÍ...PERO"


En el último libro de Luigi Alici 

S.E. Mons. Giampaolo Crepaldi

Arzobispo de Trieste

y Presidente del Observatorio



El último libro de Luigi Alici –- pertenece a la categoría de libros "Sí, pero...". Los libros y el enfoque "Sí, pero..." son propios de una cultura de catolicismo progresista que afirma los principios, pero al mismo tiempo abre grietas para que ellos no sean respetados. Si se buscan en este libro las afirmaciones de fidelidad al magisterio o de adhesión a los principios de protección a la vida y la familia, se encontrarán. Pero la exposición de ideas siempre es deliberadamente ambigua. Se mueve sobre el filo de la navaja, dice pero niega y está llena de "sin embargo". Después de leer este libro se entiende que la acción de los católicos en la sociedad y en la política se ha dejado sola y completamente a su conciencia.

El telón de fondo habitual de esta sutil ambigüedad, que no es sólo de Alici, como repito, sino de toda una cultura, es hacer propuesta del tipo "ni - ni", y evitar las confrontaciones. Aquí incluyo los ejemplos. La contribución de la fe cristiana no puede ser el fundamentalismo hegemónico y de revancha, pero tampoco "el desencarnado desinterés de la diáspora" (p. 26). ¿Cómo se hace de bisagra entre lo público y lo privado? De manera "no arrogante ni derrotista" (p. 35). El cristiano no puede "rendirse a una visión maquiavélica" pero tampoco a una "concepción evasivamente espiritualista" (p. 130). ¿Cómo debería ser la relación entre la fe y la política? Ni hecha de "nostalgias anacrónicas por regímenes de una cristiandad perdida", ni de "formas de liberación social y escepticismo político" (p. 132). ¿Cómo debemos proceder en democracia? Ni con un "totalitarismo asfixiante" ni con un "liberalismo escéptico" (p. 78). Y así sucesivamente. Para el autor el motivo de la existencia de estos extremos es una paradoja cristiana, que él interpreta como una insalvable contradicción interna del cristiano, mientras que la fe y la razón, como nos enseña la doctrina, van juntas, sólo el pecado introduce la división.

Surgen así algunos puntos muy discutibles, por decir lo menos. Colocamos también aquí los ejemplos.

El reconocimiento de las parejas homosexuales. Alici tiene palabras muy bonitas sobre la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer (p. 35). Se declara además fiel al magisterio. Pero, posteriormente recordando al cardenal Martini, propone una "gradualidad de los derechos" porque según él una pareja de homosexuales debe distinguirse de dos estudiantes que comparten la misma vivienda, ya que son diferentes a una pareja homosexual casada. De este modo él admite el reconocimiento público de la pareja homosexual. Esto va en contra de lo que nos han enseñado los obispos italianos en el 2007 durante el Día de la Familia. Y también va en contra del principio de la ley natural según el cual la relación homosexual es perniciosa y no puede ser corroborada y propuesta por las instituciones públicas. Aquí vemos por un lado grandes declaraciones sobre la importancia de la familia, pero por otro, vemos la promoción de un nuevo DICO o de formas de unión civil entre homosexuales.

Principios no negociables. Alici les llama valores y no principios, y este es un grave error de enfoque. Después dice que ellos pueden ser "relegitimados, revisados, corregidos" (p. 30) y ofrece un ejemplo: la pena de muerte y el Estado confesional fueron considerados principios no negociables y ahora ya no lo son más. ¿Cómo se puede colocar al Estado confesional en el mismo nivel que el derecho a la vida? ¿Y qué cosa debería ser "corregida" sobre el derecho la vida o a la familia? ¿El cuarto mandamiento, el quinto, el sexto y el noveno deberían ser corregidos? ¿Y quién podría corregir los mandamientos?

Alici invita a los católicos que quieren dedicarse a la política a no buscar beneficios para su fe (p. 35). Pero ¿dónde es que en la política actual los católicos tienen beneficios para manifestar su fe? Hoy en día, en vez de tener beneficios, los católicos ocultan su fe detrás de sutiles distinciones como las que se proponen en este libro.

Luigi Alici ha sido durante mucho tiempo Presidente nacional de la Acción Católica. En los últimos meses ha realizado giras por todo Italia para presentar su libro, y generalmente es invitado a las sedes de la Acción Católica o de organizaciones similares. Pero sobre la base de las ideas expresadas en este libro la Iglesia no podría confiar en el futuro, porque son propuestas derrotistas. Sobre estas bases se aceptará cualquier cambio progresivo que vaya más allá del límite de la defensa del ser humano.



Osservatorio Internazionale Cardinale Van Thuân