sábado, 11 de octubre de 2008

El dato del ministro es engañoso



Después de que el ministro de Justicia y Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, aseguró que “apenas el 5 % de los consumidores del país son adictos”, los especialistas en el tema se ocuparon de desmentirlo.
Aníbal Fernández realizó la afirmación en la inauguración de las Primeras Jornadas sobre Políticas Públicas en Materia de Drogas. Al respecto, José María Rshaid, fundador y director de Casa del Sur, la comunidad terapéutica para recuperación de adicciones más grande del país, explicó que el dato del ministro “es engañoso, porque nunca dijo de qué cantidad exacta de personas o jóvenes estaba hablando”, y precisó: “No es lo mismo el 5 % de un millón que de diez mil”.
Para el especialista, se trata de una información importante, ya que la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) tiene entre 600 y mil cupos anuales para internación. “Si ese 5 % supera el número de camas, serían adictos sin atención”, advirtió.
Por su parte, el titular del posgrado en Adicciones de la Universidad del Salvador, Eduardo Kalina, sostuvo que las cifras que citó el ministro “carecen de toda semejanza con la realidad”.
En su discurso, Fernández detalló que del 70 al 75 % de los usuarios de drogas en el país son recreativos y entre un 20 y un 25 % consumen en forma abusiva. El director de Casa del Sur aseguró que “es mucho más alarmante” la cifra que agrupa a los consumidores que se exceden. “Está en los manuales de psiquiatría”, afirmó Rshaid, “el que abusa de la droga se convierte en adicto”.
Kalina indicó que el funcionario “tiene derecho a creer en la idea de que existen drogas recreativas, pero para los especialistas no existen drogas de ese tipo, porque todas tienen consecuencias para la salud individual, familiar y social”.
Rshaid, además, trató de “falsa” la información del ministro acerca del bajo consumo de los 15 países europeos que tienen leyes “más blandas” en materia de drogas. “No sólo hay más consumo, sino que tienen drogas que en Argentina ni se conocen”, sostuvo el experto, quien, al igual que Fernández, considera que no hay que criminalizar al adicto, pero teme que “el Estado haga abandono de persona justificándose en las libertades individuales”.
Kalina graficó su postura tomando de ejemplo el cigarrillo: “En los países donde se controla el tabaquismo, se redujeron los problemas de esa adicción. Es una ingenuidad pensar que la solución es liberar una marca de tabaco no registrada, como es la marihuana. Se va a vender y fumar más”.

(Crítica de la Argentina, 11-10-08)