Por Guillermo Cherashny
Mario Blejer tuvo una larga carrera en el FMI, caracterizada por una serie de desaciertos, cuyo punto culminante fue la crisis asiática de 1997, que empezó con la devaluación en Tailandia y se extendió luego en todo el sur de Asia. Entonces, Blejer fue a Indonesia a asesorar a las autoridades económicas locales y produjo con sus ideas un verdadero desastre en esa potencia petrolera. Por esto fue exonerado del FMI.
Después se fue a vivir a Washington y ahí se convirtió en un charlista que explotaba la crisis argentina. Cuando Domingo Cavallo fue ministro de economía de De la Rúa, lo volteó a Pedro Pou de la presidencia del Banco Central y puso a Blejer en ese lugar a finales del 2001. Luego sobrevivió durante meses con el gobierno de Duhalde y demostró un desmanejo de la cuestión cambiaria con los "coleros" en la puerta de las casas de cambio, hasta que asumieron Roberto Lavagna como ministro y Guillermo Nielsen como secretario de finanzas y decidieron levantar los feriados bancarios y cambiarios que ordenaba Blejer para impedir que subiera el dólar o que la gente retirara los depósitos de los bancos.
Lavagna decidió la apertura de los bancos y la situación se fue normalizando rápidamente. Blejer, desde el BCRA, competía con Lavagna para negociar con los organismos internacionales, lo que motivó que rodara su cabeza y fuera reemplazado por Aldo Pignanelli, quien decidió hacer lo mismo. Así hasta que Duhalde se cansó y se decidió por removerlo y nombrar a Alfonso Pratt Gay en el Central y a partir de ahí la situación de los bancos se normalizó totalmente. La trayectoria de Blejer es, entonces, olvidable y su vuelta al central después de una despedida de Redrado sería una verdadera calamidad que generaría incertidumbre en los mercados. Su credibilidad en los mercados internacionales es una verdadera patraña que se pagaría con corridas bancarias y cambiarias. Por las mismas razones, la vuelta de Aldo Pignanelli sería muy mal vista por los mercados, por su inconsistencia en los asuntos económicos.
Si Redrado renunciara hoy, suenan para su relevo Arnaldo Bocco, Director del Central, Roberto Feletti, ex presidente del Banco Ciudad, o algún otro economista insignificante para los mercados.
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