El recurso de colocar papeles en organismos estatales –la ANSeS es sólo uno de ellos– para financiar los gastos del Gobierno hizo que casi la mitad de la deuda esté en manos del propio sector público : los últimos datos oficiales, a septiembre de 2010, revelan que sobre una deuda total de U$S 160.890 millones, US$ 76.500 millones están en cabeza del Banco Central, la ANSeS y el Banco Nación, entre otros.
Esto deriva en situaciones paradójicas. Por ejemplo, por el pago de intereses de los bonos que se ajustan por el crecimiento de la economía, este año habrá que pagar $ 36.265 millones. Un 20% de ese monto lo van a cobrar dependencias del propio Estado , como es el caso de la ANSeS y en menor medida el Banco Nación, por los bonos y letras que tienen en su poder. Esto se debe a esas dependencias tienen papeles cuyos intereses se capitalizan o rinden menos que los que están en poder de inversores privados.
Por el otro lado, cuando el INDEC manipula los índices de precios afecta a los bonos que se ajustan por la inflación que, en una gran proporción, ahora están en manos de la ANSeS. Ocurre que, justamente por esa manipulación, los acreedores privados se fueron desprendiendo de los bonos CER.
El mecanismo de financiarse con los excedentes de algunos organismos públicos avanzó en paralelo con la dependencia cada vez mayor del ahorro nacional respecto de la ANSeS. Según el Informe de Política Fiscal Nacional que publicó ayer la consultora Economía y Regiones, “analizando la composición del superávit por organismos públicos, se puede ver con claridad que tanto en 2009 como en 2010 el superávit de la ANSeS representó más del 60% del ahorro anual”.
Pero el trabajo advierte que “durante 2011 se observará una fuerte caída en este tipo de financiamiento , lo cual impactará significativamente en las cuentas nacionales”.
Así, prevé que “el flujo de intereses del Fondo de Garantía de Sustentabilidad apenas crecería 7,5% , alcanzando los 8.600 millones de pesos”. Esto se vincula con una caída interanual de 2 puntos en la suba de la recaudación impositiva, motivada por la desaceleración del crecimiento económico (+ 5,5% del PBI, según la consultora) ante una base de comparación más alta. Además, las utilidades del BCRA llegarían a $ 8.400 millones, apenas un tercio de los $ 23.500 millones devengados en 2010.
Clarín, 28-1-11