lunes, 7 de noviembre de 2016

NO SEAMOS COMO SOMOS


Infocaótica,  5 de noviembre de 2016

Wanderer ha publicado una entrada de Natalia Sanmartin Fenollera, autora de El despertar de la señorita Prim. La entrada es muy buena y nos recuerda una gran verdad que es preciso reconocer: no somos como los cristianos que nos precedieron. Somos hijos de nuestro tiempo, permeables a los defectos propios del espíritu de época, que se agregan a nuestras deficiencias personales.

Con ocasión de este post del Caminante, unos amigos han hecho el sano ejercicio de reírse de sí mismos. Y en esta iconoclasia, imaginaron cómo podría (dis)funcionar una aldea creada por un grupo de tradis de hoy en torno a su capellán. 

He aquí el diálogo: 
- J.: Si juntas a un grupo de neotradis en una aldea perdida, con el capellán, me parece divertido pensar el resultado.
- M.: Algo así como las brujas de Salem pero a lo católico.
- J.: Primero, tendrán que decidir si el capellán es lo suficientemente ortodoxo, prudente, santo, guapo, esbelto. Esa será la primera crisis.
- M.: O la letra escarlata.
- J.: Después de la selección, lo más posible que el capellán esté chalado, o sea un charlatán. Después de ello comenzarían las intrigas sobre las homilías.

- J.: En otro orden de cosas, la taberna que se describe en el artículo es poco realista. En las tabernas hay gritos, no conversaciones. Creo que acabaría siendo cerrada, e intuyo que el alcohol prohibido, pues fomentaba el intercambio de opiniones.
- J.: La siguiente crisis sería sobre la cuestión política, estableciéndose una sana competición sobre quién es más integro, ortodoxo, monárquico, legitimista o sobre ascendencia nobiliaria (falsa en la mayoría de los casos).
- M.: Yo creo que se acababa todo cuando se diera el primer ataque de apendicitis o similar.

- J.: En todo caso, la imagen de fondo del artículo me interesa. Una imagen no muy distinta de lo que se vivía en muchos pueblos de Europa hasta bien entrada la modernidad. Sin embargo, no creo que esto fuese el ideal de muchas mentalidades neotradi-puritanas, que no deja de ser otra deformación moderna del catolicismo.
- M.: En efecto.
- E.: Habrá tres grupos: uno, el radical, que declarará vacante la capellanía porque el número de botones de la sotana no es el debido; otro, que iniciará una campaña de resistencia dura, para que Williamson ordene a tres nuevos capellanes; y por último, los que quieran canonizar en vida al capellán y excomulgar a los disidentes.

- M.: Yo digo que no llegan a eso. Se pelean antes por quien nombra patrono del pueblo y se den cuenta que para hacerlo tienen que votar.
- E.: Por supuesto, nada de sufragio igualitario, que sea por corporaciones, aunque estas sean unipersonales, pues nunca habrá ni tres tradis dispuestos a coincidir en una corporación.

- J.: Bueno, E., siempre habrá algún cura con fama de santo -y naturalmente testigo de portentosas visiones, que se disponga a celebrar misas en comedores domésticos y otras estancias tan del gusto de la resistencia ante los lobos disfrazados de ovejas. Fundamental el altar junto a una persiana de los 70 para que se vea bien lo familiar e íntimo del asunto.
Sin olvidar que, debido a la abundancia de tiempo libre, cada uno de estos grupos crearía su correspondiente portal en internet para dejar al descubierto las deficiencias morales y escándalos de los co-sodales.

- M.: Luego discutirán sobre la fecha del aviso y todo eso. Las videntes del pueblo serán una parte importante a tener en cuenta.
- J.: Y los no-aparicionistas serán despeñados por el acantilado entre gritos de júbilo.