viernes, 30 de agosto de 2024

DE PUENTE A MUELLE


 

Por José Luis Figueroa *

La Prensa, 29.08.2024

 

En nombre propio y del Foro de Generales Retirados apreciamos necesario expresar la opinión sobre un tema de actualidad que afecta a nuestros camaradas detenidos.

Recientemente un grupo de Diputados Nacionales visitó unos detenidos por su desempeño durante la guerra contra el terrorismo en los años 70, un acto humano de acompañar y ocuparse de quienes solo tienen esperanza en Dios. Sin embargo, la actitud de discriminar y despreciar al sacerdote que, más allá del análisis terreno de conveniencia y oportunidad, generó actos caritativos con los presos y las manifestaciones de las autoridades de la Conferencia Episcopal, sorprende y demuelen los puentes que se tratan tender para superar la tragedia de los 70 y avanzar hacia un destino de Nación que nos encuentren mancomunados en el desarrollo de un destino virtuoso y próspero.


Otro tipo de interpretación sobre lo sucedido puede responder a un pensamiento que podría reputarse lógico, pero que, en el tema que nos ocupa, importa un prejuzgamiento desde una óptica política e ideologizada acerca de las intenciones de los involucrados.

La ideología supone siempre poner la verdad al servicio de la idea y, cuando la idea vale más que la verdad, se está en un grave problema. Así parece hacerlo el general Balza, -implicado en el caso de contrabando de armas del Ejército a la ex Yugoslavia-, quien aceptara el cargo político de embajador durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Parece haber perdido la objetividad del análisis, alineando su discurso con el relato oficial de entonces y sacando de contexto la realidad de la guerra sucedida.

Sus subordinados de ayer condenamos la postura de quien fuera un alto oficial durante el proceso militar y, posteriormente, una suerte de fiscal condenatorio de los mismos generales a los que sirvió sin queja conocida.


Por otro lado es menos entendible que un cristiano, menos aún una autoridad eclesial, pueda juzgar una visita a condenados de por vida en un penal, como una convalidación de los delitos o validación a los mismos, nada más contrario al Evangelio, ni más perturbador para las almas de los propios presos, sus familias y amigos, no es imaginable que el Papa Francisco convalide la violación por visitar cárceles, ni San Juan Pablo II convalide el terrorismo por visitar a Ali Agca, su victimario en el famoso atentado.

Muy lejos se está de las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo en el pasaje del “Juicio Final” de los Santos Evangelios, cuando separa para su ingreso al Reino de Dios a quienes llama “Benditos de mi Padre…porque estuve encarcelado y fueron a verme”, ya que “Cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron” (Mateo 25, 31-46).


FANTASMAS DEL PASADO

No tiene sentido seguir peleando con los fantasmas del pasado, liberemos a los jóvenes de esos lastres, dejemos los relatos condicionados sobre la guerra contra el terrorismo, ni el terrorismo es el camino para alcanzar el poder, ni la desaparición de personas el método para reprimirlo, dejemos de buscar las culpas en el otro y asumamos las propias, para que juntos aprendamos las lecciones de esa historia lacerante.

Nos alegramos cuando el episcopado a través de la UCA presentó la obra “La verdad nos hará libre”, creíamos ver allí un punto de partida para el reencuentro entre argentinos, con espíritu fraterno lo estudiamos para contribuir a su finalidad. Sin embargo nos llamó la atención que, en esa ardua labor de historiadores y teólogos, quienes durante 5 años trabajaron en la misma, entrevistando a mas de 2000 protagonistas se excluyó a los militares y solo se consideró a una sola orilla.


Sin pesar esto un equipo de este foro, constituido por generales, que por un tema de cronología no participó de los hechos del 70, acercamos unas ideas con el espíritu de aportar a la búsqueda de la verdad, solicitando se les haga conocer a la totalidad de los Obispos. Transcurrido el tiempo no recibimos respuesta y constatamos que no se lo difundió entre los pastores, aquí lo agregamos para su conocimiento y ahora para la opinión pública toda (ver aparte).

Al Santo Padre se lo llama Sumo Pontífice, y Sumo porque no es el único, cada pastor debería ser un constructor de puentes, vemos los esfuerzos del Papa por crear un ambiente de encuentro fortaleciendo las orillas, reunirse y alentar a los familiares de uno y otro lado, exponiéndose a las críticas de ambos, sin embargo las autoridades de la CEA solo resaltan una parte y desprecian a la otra, en vez de ser puente de unión, se han convertido en un muelle que solo reciben las barcas de un solo lado y en algunos casos convalidando relatos que hoy los datos derrumban y confundiendo sobre los esfuerzos que realiza el Papa Francisco.


El Foro de Generales Retirados constituidos por miembros de más de 40 promociones de oficiales, muchos de ellos héroes de guerra, como parte integrante de la Iglesia, que reconoce sus errores, pedimos, suplicamos que acompañen al Santo Padre y a nuestro Obispo Castrense y tiendan puentes para que cada una de las partes, a partir de la reflexión de sus propios errores, asuma sin atenuantes sus responsabilidades, empezando por el propio clero que desde el púlpito y los confesionarios alentaban a unos y otros a la lucha armada, la dirigencia, particularmente la política que pretendieron solucionar en aquella época sus internas por medio de la violencia y en esta saldar sus culpas condenando a nuestros camaradas y a la justicia que violó los principios jurídicos básico de toda república.

 

VULGARIDAD UNIVERSAL


Es momento de abandonar la vulgaridad universal de condenar “al soldado” de las culpas de la violencia de los conflictos y recordar la relación condicionante entre Religión, cultura, política y acción y terminar con la persecución a quienes en aquellos años eran jovenes oficiales y soboficiales que cumplían su juramento a la bandera, de acuerdo a la metodología establecida por gobiernos constitucionales y mantenida por los de facto.

Tomemos el ejemplo del Siervo de Dios el Cnl. Argentino Del Valle Larrabure, que desde aquella prisión inhumana y torturado describió el odio que irradiaban sus jóvenes captores, pero pudo superar su circunstancia y consciente de su fatal destino se elevó pidiéndonos “no odiar y perdonar así ocurra lo peor” y “al pueblo argentino dirigentes y dirigidos para que la sangre (de todos) inútilmente derramada los conmueva a la reflexión , para dilucidar y determinar con claridad que somos capaces de modelar nuestro destino….”. Queremos ser Nación… ¿Queremos?

 

* Grl Br (r) Presidente del Foro de Generales Retirados.


Anexo:

https://www.laprensa.com.ar/Multimedios/otros/181402.pdf

jueves, 29 de agosto de 2024

SE PUEDE APLICAR

 

 la ley previsional sin comprometer el superávit fiscal

 

Por Jorge Colina

La Prensa,  27.08.2024

 

En marzo del 2024 el gobierno modificó, mediante el Decreto de Necesidad de Urgencia (DNU) 274/24, la fórmula de movilidad previsional. Se estipuló que a partir de abril los haberes previsionales se ajustarán mensualmente según la tasa de inflación de 2 meses atrás.

Esto significa que las jubilaciones no recuperarán más la pérdida en términos reales sufridas desde el 2017 hasta el 2023 que fue del orden del 35%. Además, para el mes de enero 2024, el DNU fijó un ajuste de 12,5% cuando la inflación de ese mes fue de 20,6%.

El Congreso -con votos de la oposición y de los aliados al gobierno- sancionó una ley respetando la nueva fórmula de movilidad del gobierno, pero estipulando que todas las jubilaciones deben ajustarse en el faltante para llegar al 20,6% de enero, esto es, un 7,2%.

Además, estableció que el haber mínimo tendrá una garantía equivalente a la Canasta Básica Total (CBT) adulto equivalente y que una vez al año las jubilaciones se ajustarán por el 50% de lo que haya crecido el salario real, si creció. El presidente Milei se enojó y dijo que vetará esta ley porque atenta contra el equilibrio fiscal.

¿La ley atenta contra el equilibrio fiscal? En base a datos de la Secretaría de Seguridad Social se pueden realizar las siguientes estimaciones:

* El aumento del 7,2% de todas las jubilaciones implica un aumento del gasto previsional del orden del 0,32% del PBI.

* La garantía de la CBT implica un aumento de aproximadamente 0,08% del PBI.

* El Gobierno está otorgando discrecionalmente un bono de $70.000 a los que reciben los haberes más bajos que representa un gasto de aproximadamente 0,7% del PBI.

 

COMPENSACION

Estos datos muestran que la aplicación de la ley sancionada en el Congreso representa un aumento de gasto previsional de alrededor de 0,4% del PBI. En paralelo el Gobierno viene pagando discrecionalmente el bono con un costo de aproximadamente 0,7% del PBI.

Esto implica que, rediseñando el bono, se puede compensar los aumentos que fija la ley. Es decir, es posible aplicar la ley sin causar un impacto desequilibrante en las cuentas públicas.

El haber mínimo actual es de $225.000 y el bono es de $70.000 totalizando $295.000. El bono se otorga de manera indiscriminada a todos los jubilados y pensionados, contributivos y no contributivos, que cobran menos de $295.000. Hay muchos jubilados y pensionados que reciben el bono teniendo otras fuentes de ingresos, sean previsionales, laborales, familiares o provenientes de rentas de activos.

Estos jubilados y pensionados no viven sólo de la jubilación o pensión mínima. Esto da la oportunidad de ahorrar recursos aumentando la equidad. Para esto, hay que focalizar el bono en aquellos beneficiarios adultos mayores que tienen como única fuente de ingreso el haber previsional y dejar de pagarlo a los beneficiarios que no se encuentran en situación de vulnerabilidad.

En el corto plazo, con una adecuada instrumentación, la ley puede ser neutral para las cuentas públicas. Lo más importante es que en el largo plazo la ley tiene impactos muy positivos en favor de la sostenibilidad del equilibrio fiscal. En primer lugar, porque la fórmula convalidada por ley es más robusta jurídicamente que la precariedad que subyace en un DNU. En segundo lugar, porque se convalida la licuación de gasto previsional que se produjo entre los años 2017 y 2023. Es una baja estructural de más de un tercio en el gasto previsional que contribuye decisivamente al ordenamiento de las cuentas públicas.

Es muy meritorio que el Gobierno haya adoptado como meta no negociable el equilibrio fiscal. También que se imponga al Congreso la regla de que los proyectos deben contemplar su financiamiento. Este énfasis probablemente explique la inmediata y enfática reacción negativa del presidente contra la ley del Congreso.

Sin embargo, con una evaluación más objetiva aparecen sólidas evidencias respecto a la conveniencia de promulgar la ley. No sólo porque en el corto plazo se puede evitar el aumento del gasto público con una correcta instrumentación, sino también porque para el largo plazo permite salir de la precariedad jurídica del DNU y consolidar una baja estructural del gasto previsional.

Este es un paso imprescindible para cumplir con las metas previstas en el Acta de Mayo de reducir el gasto público total al 25% del PBI y garantizar un equilibrio fiscal sostenible en el tiempo.

Jorge Colina

* Director del Instituto para el Desarrollo Social de la Argentina.

POR LOS MÁS PEQUEÑOS


Por Myriam Mitrece

La Prensa, 28.08.2024

 

Fundamentándonos en el diccionario de la lengua española podemos afirmar que si “hijo” es una “persona o animal respecto de sus padres”; “padre”, “quien engendra un hijo” y “engendrar “, “dar vida a un nuevo ser”, los involuntarios protagonistas de esta historia son tres hijos, muy pequeños por cierto, abandonados a su suerte.

 

HIJOS CRIOPRESEVADOS

 

El caso llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Hace unos años, una pareja decidió ejercer su “voluntad procreacional” mediante una técnica de reproducción asistida extracorpórea. Así, se logró el nacimiento de uno de sus hijos, tres quedaron en criopreservación a la espera de un momento oportuno en el que serían transferidos al útero materno. Ese momento nunca llegó. La pareja se disolvió y junto con ella también se extinguió la “voluntad procreacional”.

 

Quienes aportaron el material genético ya no querían pagar los 100 dólares anuales del costo de mantenimiento con vida de los embriones. A la clínica, no le interesaba involucrarse, pero tampoco quería hacerse cargo de su destrucción sin una orden judicial. No vamos a entrar en los detalles legales, simplemente, decimos que la Corte, no habiendo litigantes, dio por cerrado el caso. Los pequeños embriones pueden ser desechados. No hubo quien los defienda.

 

LA CUESTIÓN DE FONDO

 

Si bien la Corte consideró que “no se puede soslayar la trascendencia de la problemática de fondo y la incertidumbre que esta genera en los distintos sujetos que intervienen en las técnicas de reproducción humana asistida con criopreservación”, evitó entrar en la cuestión de fondo. Pero exhortó al Congreso de la Nación a legislar en la materia. Se estima que en nuestro país hay más de 95.000 embriones congelados y muchos de ellos llevan en ese estado, más de una década.

 

En algún momento habrá que tomar posición y hacerse cargo de las consecuencias. ¿Un embrión no implantado es un “qué” o un “quien”? La respuesta a esta pregunta es crucial.

 

LA NOCIÓN DE PERSONA

 

Solemos decir que la vida se inicia en la concepción. Esto es claro, siempre y cuando entendamos que la concepción es coincidente con la fecundación o fertilización del óvulo. Concepción es un término filosófico, en tanto fecundación es propio de las ciencias biológicas.

 

En el mismo momento que este hecho biológico se produce, decimos, que se concibe una persona. La noción de persona ha sido “elaborada, como es sabido, por parte de la reflexión cristiana…a fin de caracterizar y subrayar en particular, las características espirituales de la naturaleza humana: es un modo de leer al hombre como imagen del creador” afirma la Dra. María Luisa Di Pietro en Sexualidad y procreación humana. ¿Podemos imaginar que consecuencias tendría sostener que existen seres humanos que no son personas?

 

NIÑOS AMERICANOS

 

Este hecho sucedió en 2021 en una clínica de fertilidad del Estado de Alabama, EEUU cuando un paciente ingresó a la unidad criogénica, arrojó embriones criopreservados al suelo y por tal motivo murieron. Según consta en los documentos judiciales, los "padres de varios niños embrionarios” que estaban esperando ser implantados, presentaron demandas.

 

A principios de este año, la Corte Suprema de ese Estado, emitió una sentencia en la que reconoce a los embriones criopreservados el estatus de niños y establece responsabilidades para quienes participen en su destrucción accidental.

 

Tom Parker, presidente de la corte estatal sostuvo: “Incluso antes del nacimiento, todos los seres humanos tienen la imagen de Dios, y sus vidas no pueden ser destruidas sin eclipsar su gloria”.

 

CONTUNDENTE

 

Más allá de las reflexiones filosóficas o teológicas que puedan ser pertinentes a la hora de iluminar la comprensión sobre el inicio de la vida humana, los conocimientos científicos aportan datos contundentes. La Academia Nacional de Medicina afirma que: “La puesta en marcha del proceso de una vida humana se inicia con la penetración del óvulo por el espermatozoide. La nueva célula resultante (cigoto) contiene su propio patrimonio cromosómico, donde se encuentra programado biológicamente su futuro; y, este hecho científico, con demostración experimental, es así tanto fuera como dentro del organismo materno”. La misma institución se expidió en marzo de 2018, con motivo del debate sobre el aborto: “…destruir a un embrión humano significa impedir el nacimiento de un ser humano.” Evidentemente el embrión no implantado, cualquiera sea su hábitat es un “quien” y por lo tanto un ser humano. ¿podría ser posible que alguien devenga humano no siéndolo desde el inicio?

 

A la hora de legislar, todas estas preguntas abrirán el debate y seguramente volverá a cuestionarse la nefasta ley de aborto, surgirán inquietudes y voces diversas sobre la fertilización médicamente asistida y no faltarán los intereses económicos e ideológicos en Salud Reproductiva.

 

Mientras tanto, podemos estar seguros que no habrá paz en el mundo hasta que los derechos humanos sean para todos los humanos, durante toda su vida, y cualquiera sea su hábitat.

martes, 27 de agosto de 2024

SANTO TOMÁS


 un remedio para la mentalidad moderna

 

Por Agustín De Beitia

La Prensa, 25.08.2024

 

El triple jubileo de santo Tomás de Aquino (1224-1274) que se celebra por estos días conmemora los 700 años de su canonización, los 750 años de su muerte y los 800 años de su nacimiento. El magno acontecimiento, que suscitó un gran número de ponencias en nuestro país, invita a volver la mirada a la figura de este fraile dominico que marcó un punto de inflexión en el pensamiento humano y cuya inteligencia excepcional viene iluminando a la Iglesia desde el medioevo.

 

A Tomás, “el más docto entre los santos y el más santo entre los doctos”, que ayudó a ver el estrecho vínculo entre la razón y la fe, se le atribuye una capacidad especial para hablar al mundo moderno. Un mundo que hace tiempo dio la espalda a Dios y ahora empieza a hacer lo propio con la razón, sumergiéndose en el delirio del sinsentido.

 

Es a este mundo ensoberbecido y desquiciado al que justamente puede hablarle. A este hombre de hoy, que se entronizó como el criterio último de verdad y de moralidad. A este hombre que reclama legitimar sus caprichos como si fueran “derechos”: no sólo convivir o separarse, tener hijos a toda costa o matarlos sin piedad antes de que nazcan, deshacerse de los ancianos o trasvestirse de mujer. Sino más: obligar a otros a renegar de sus sentidos y su intelecto para afirmar que ese hombre que tiene delante es una mujer.

 

Frente a este subjetivismo extremo e intolerante que impregna el pensamiento moderno, signo de desvarío mayor de una humanidad que marcha alegre hacia su disolución, el Doctor Angélico, llamado así porque su inteligencia se compara a la de los ángeles, puede ayudar al hombre a aclarar sus ideas, a pensar con rigor, a recobrar la cordura y el sentido de la vida.

 

Así lo entiende también el presbítero doctor Ignacio Andereggen, filósofo, teólogo y presidente de la Sociedad Tomista Argentina, quien conversa con La Prensa días antes de la XLVIII Semana Tomista, que tendrá lugar del 2 al 6 de septiembre en la sede de Puerto Madero de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA).

 

“Santo Tomás es un punto de referencia seguro y así lo proclamó siempre la Iglesia desde su muerte”, destacó Andereggen, quien también es profesor ordinario de Metafísica y Gnoseología en la Facultad de Filosofía y Letras de la UCA. “El puede iluminar todas las épocas, y muy especialmente la presente, como señaló el papa León XIII en su encíclica Aeterni Patris”, añadió.

 

Esto es así porque Santo Tomás “lleva a su punto más alto, dentro de la cultura cristiana, el encuentro entre la fe y la razón”, apunta el profesor.

 

“La fe nunca es contraria a la razón, porque contiene una verdad que viene del mismo Dios. Y Dios es el autor de la razón”, matiza el sacerdote. “Lo que debemos a Santo Tomás es que, con su capacidad filosófica, hizo que la razón se pusiera al servicio de la fe y, al mismo tiempo, se desarrollara a sí misma hasta llegar a una gran perfección. De manera tal que en su doctrina se puede ver la relación armónica que hay entre la razón y la fe”.

 

Para Andereggen, el pensamiento del fraile dominico, proclamado Doctor de la Iglesia por san Pío V, “es la culminación de todo un proceso que había comenzado en la edad patrística y que buscaba asimilar lo que había de verdadero en la filosofía griega para hacerla un instrumento de difusión de una verdad superior, que es la verdad revelada por Dios”.

 

GRANDIOSO

 

 

Santo Tomás parece desafiar las escalas humanas. Fue fraile, teólogo, filósofo, exegeta, jurista, consejero tanto de papas como de reyes y, por si eso fuera poco, santo. Vivió sólo 49 años y escribió más de 60 obras de una profundidad inigualable. ¿Qué podría decirse para mejor calibrar la magnitud de su figura? ¿Qué es lo grandioso de Tomás que llevó a convertirlo en un Doctor Communis de la Cristiandad? ¿Y qué significa esto?

 

“Hay varios aspectos que son magnánimos en Santo Tomás de Aquino. Él habla muy especialmente de esta virtud de hacer cosas grandes. Él hizo realmente cosas grandes. Muy especialmente en el pensamiento”, explica Andereggen, que es autor de numerosos libros y artículos, entre ellos Introducción a la Teología de Tomás de Aquino (1992).

 

“Se trata de un pensamiento que no está separado de la caridad, del amor de Dios y del amor del prójimo. Es un pensamiento puesto al servicio de la contemplación de Dios y puesto al servicio de la difusión del evangelio”, añade.

 

“El era un fraile predicador. Así que toda su producción intelectual estuvo dirigido a la difusión de la verdad del Evangelio, en la cual también está contenida la verdad racional. Podríamos decir que la cultura, incluso la cultura moderna, no sería como la conocemos sin la figura de Santo Tomás”, grafica Andereggen, quien disertará en la Semana Tomista y fue uno de los oradores en el magnífico curso que viene dedicando este año a Santo Tomás el Centro Pieper de Mar del Plata.

 

Para apreciar la gran contribución intelectual de Santo Tomás de Aquino bastaría detenerse en los dos títulos que le fueron concedidos años después de su muerte: Doctor común y Doctor de la humanidad.

 

“El primero de los títulos quiere señalar el carisma especial que le atribuye la Iglesia para iluminar todos los ámbitos del saber, desde la filosofía a la teología”, apunta Andereggen. “Mientras que el segundo, Doctor humanitatis, es un título más moderno y significa que se lo tiene por un gran referente ya no solamente en el ámbito de la fe, sino también en el ámbito de la cultura humana, de la cual el centro son las ciencias filosóficas, y especialmente la metafísica, que Santo Tomás, con la ayuda de Aristóteles, cultivó de una manera egregia”.

 

EL HOMBRE Y SU EPOCA

 

La propia biografía de Santo Tomás sirve para ver al hombre en su contexto, cuando la Edad Media se acercaba a su final. Una época, en general, asociada con el esplendor la Cristiandad, pero en la que no faltaban ya contradicciones: el languidecer del monacato, la amenaza de los albigenses, el inicio de las Guerras de Religión, entre otras, como señala Josef Pieper en su Introducción a Tomás de Aquino.

 

¿En qué medida la época ayuda a entender al pensador? Andereggen sostiene que hay que tener en cuenta que “santo Tomás es, en primer lugar, un religioso y él se concebía como un monje”.

 

“En la Suma de Teología, cuando trata de la vida religiosa la describe prácticamente como idéntica a la vida monástica. Es cierto que, de manera incipiente, abre la posibilidad a especializaciones dentro de la vida religiosa. Pero él mismo era un dominico y esto es importante para tener en cuenta”, alega.

 

La propia Orden de Predicadores había surgido como reacción a las herejías de la época, principalmente la de cátaros (maniqueos, que veían como malo todo lo material), valdenses (que recusaban a la Iglesia oficial), y albigenses. Santo Domingo hizo propio el radical llamado a volver a la Biblia y al ideal de pobreza de esos movimientos, para encauzar estos impulsos, recuerda Pieper.

 

“Es un momento de renovación de la vida de la Iglesia a través de un retorno radical al Evangelio producido por dos grandes figuras del siglo XIII como santo Domingo y san Francisco”, sostiene Andereggen.

 

NOBLE Y POBRE

 

Santo Tomás había nacido el 28 de enero de 1225 en el castillo de Rocasecca, cerca de Aquino, una pequeña ciudad entre Roma y Nápoles. Era italiano pero su sangre era germana, tanto por el lado paterno como materno. Su padre pertenecía a la aristocracia cortesana de Federico Hohenstaufen. Y ese ambiente en el que se crió no puede soslayarse.

 

A los cinco años, Tomás, que era el menor de nueve hermanos, y tenía una contextura robusta, fue enviado a educarse en la cercana abadía de Montecasino. Sin embargo, apenas diez años después se fugó a Nápoles, una huída que tiene una explicación.

 

“Su familia -aclara Andereggen- no quería que fuera dominico porque era una orden que profesaba la pobreza y él era noble. Por lo cual intentaron que no se volviera un fraile mendicante, sino que siguiera siendo benedictino. Y lo hicieron mediante tentaciones y otros recursos. Llegaron incluso a confinarlo durante un año”.

 

En Nápoles, Tomás trabó contacto no sólo con el movimiento de pobreza sino con la universidad, la primera universidad estatal de Occidente, que estaba fuera de la órbita de influencia eclesial, donde se encontró con Aristóteles, que todavía por entonces estaba prohibido dentro de la Iglesia.

 

“Aristóteles no era todavía muy conocido”, expresa Andereggen. “No había traducciones de sus obras más importantes, como la metafísica. Pero había unas pocas traducciones imperfectas del árabe que empezaban a circular en esa ciudad. Santo Tomás alcanzaría un conocimiento más pleno de Aristóteles con la ayuda de su maestro san Alberto Magno. Pero eso sería más adelante, al llegar a Colonia”, prosigue.

 

En ese momento había un empuje hacia una investigación meramente natural de la realidad, en la que Aristóteles aparecía como un aliado, por lo que este filósofo era visto todavía como una amenaza para la fe. La originalidad de Santo Tomás fue, precisamente, unir los que aparecían, en apariencia, como opuestos: la razón y la fe.

 

“Aristóteles era objeto de desconfianza porque, por un lado, no era cristiano. Era un filósofo anterior a la venida de Cristo. Y, por otro lado, era utilizado por los árabes musulmanes con un tipo de filosofía que no era del todo compatible con la verdad cristiana”, puntualiza Andereggen.

 

“Había solo una apariencia de oposición con la fe -prosigue-. Santo Tomás, con su inteligencia, descubrió que esas verdades racionales que había en Aristóteles eran las mismas que estaban incluidas en el cristianismo, si bien la Revelación va más allá de las mismas”.

 

A los 19 años, Tomás entra en la orden de predicadores y viaja a la Universidad de París, la universidad por antonomasia de Occidente, donde primero es alumno, luego alcanza un doctorado y finalmente será uno de sus grandes maestros. Es en esa universidad, en la que llega a ser profesor de Teología, pese a la resistencia que había entonces a las órdenes mendicantes, donde se encuentra con Alberto Magno, a quien luego seguirá hacia Colonia.

 

Pieper señala que fue precisamente la pasión por la enseñanza uno de los motores para entrar en la orden de predicadores, como también lo fue el movimiento de pobreza. Y señala que, para Santo Tomás, la enseñanza no consistía tanto en dar a conocer lo que sabía o el fruto de su reflexión, sino más bien conmover al oyente. Y conmoverlo, no tanto por la fascinación o la magia retórica, sino al favorecer que el oyente pudiera ver la verdad por sí solo a partir de lo que se le está diciendo.

 

En 1259, a los 34 años, es decir tres años después de ingresar en la Universidad de París, abandona la cátedra para emprender ya una vida viajera. Una vida viajera que no abandonará y que lo llevará a estar en cada lugar no más de dos o tres años, lo que parece incompatible con la gran obra intelectual que desarrolló.

 

Los cambios no le dan tregua: regresa a Italia para organizar los estudios de la Orden, es convocado por el Papa Urbano IV para trabajar en su corte en Orvieto, luego va a Roma para dirigir una escuela de la Orden.

 

A los 39 años, dice Pieper, le quedan diez de vida y todavía no escribió ni una sola línea de sus comentarios a los escritos Aristóteles, ni la Suma Teológica. O sea que su gran producción y la escritura de sus obras más egregias están en los últimos años de su vida, durante los cuales se hace tiempo para colaborar en la corte de un nuevo Papa, Clemente IV, en Viterbo, y para regresar luego a la Universidad de París.

 

En los últimos tres años de vida es cuando entrega los comentarios a casi todas las obras de Aristóteles, un Comentario al libro de Job, al Evangelio de San Juan, a las Epístolas de San Pablo, redacta las grandes Cuestiones disputadas, sobre el mal, sobre las virtudes y la vasta segunda parte de la Suma Teológica, sin dejar esa vida trashumante que lo lleva a Nápoles otra vez, antes de ser convocado para participar de un Concilio Ecuménico que iba a comenzar en Lyon en la primavera de 1274, al que no llegó porque lo sorprendió la muerte cuando ya estaba en camino.

 

“De toda su producción, la obra capital es, por supuesto, la Suma Teológica, que es la obra magna de toda la teología y que está recomendada y citada por los grandes concilios hasta el Concilio Vaticano II, pero sobre todo por el de Trento. Es decir, Santo Tomás se convierte por estas obras y por el valor intrínseco de su pensamiento, en cierta manera en una parte del Magisterio de la Iglesia”, destaca Andereggen.

 

“El papa Pablo VI, en la carta Lumen Ecclesiae, declara que el Magisterio de la Iglesia hizo suyo el pensamiento de Santo Tomás. Es decir, que la Iglesia reconoce la verdad que ella misma profesa en el pensamiento de Santo Tomás y muy especialmente en la Suma de Teología”, prosigue el presbítero y profesor.

 

“Ahora, para entender la Suma también hay que referirse a otras obras. Por ejemplo, hay que remitirse a los comentarios a las Sagradas Escrituras y también a los comentarios a las obras filosóficas y patrísticas. Entre las filosóficas, las principales son las de Aristóteles. También comenta el Liber de caucis, que es una obra neoplatónica, y por otro lado comenta el Libro de los nombres divinos, de Dionisio Areopaqita, que es un libro por un lado filosófico, metafísico, pero por otro lado altamente teológico”, añade.

 

“Pero, además, Santo Tomas tiene las Cuestiones disputadas, especialmente las que se transmitieron con el título De Veritate, acerca de la verdad”, expresa.

 

A la luz de estas Cuestiones disputadas, y del conjunto de su obra, se ha dicho que el tomismo termina por crear una suerte de configuración mental o, como la llaman, una forma mentis. Andereggen coincide: “Sí, la crea. Y eso es así por su claridad racional. El tomismo enseña a conocer por las causas, que es lo propio de la esencia. Este tipo de pensamiento, que es verdaderamente científico, y que vale tanto para la teología como para la filosofía, por extensión permite también un ordenamiento en otras disciplinas como el derecho, la psicología, y tantas otras”.

 

“Es el rigor del propio razonar y la claridad de la fe, lo que da lugar a esa configuración mental y lo que permite llegar a la verdad. Pero, sobre todo, es la claridad de los principios que están en la razón y en la fe lo que permite llegar a la verdad”, abunda.

 

INFLUJO

 

La doctrina de Santo Tomás fue declarada como sólida y sana muy tempranamente y sus obras empezaron a ser consultadas. Su influjo fue creciendo, se fue irradiando, y escaló dentro de la iglesia. Pero en épocas más recientes su influencia empezó a declinar. Tanto es así que el papa León XIII, en 1879, con su encíclica Aeterni Patris, propuso un programa de restauración del tomismo.

 

“Que hubo una declinación puede decirse especialmente de los siglos XVIII y XIX”, admite Andereggen. “Porque la doctrina de Santo Tomás convivía con otras líneas filosóficas y teológicas dentro de la Iglesia que se enseñaban legítimamente. León XIII descubre y propone a Santo Tomás como un remedio para los males modernos y un instrumento de doctrina para progresar en la verdad. Y así lo hicieron también los papas sucesivos e incluso el Concilio Vaticano II”.

 

En 1918, por ejemplo, Benedicto XV prescribió que todo sacerdote recibiera su formación teológica y filosófica según el método, la doctrina y los principios de Tomás de Aquino, algo verdaderamente extraordinario.

 

“Esa prescripción está en vigencia también porque el Código de Derecho Canónico establece que la formación teológica de los sacerdotes tiene que ser hecha según la mente de Santo Tomás. Y eso fue reafirmado por el Concilio Vaticano II en dos documentos: Gravissimum Educationis y Optatam totius, que se refiere justamente a la formación de los sacerdotes y a la enseñanza en las universidades católicas en general”, destaca Andereggen.

 

En los últimos tiempos, sin embargo, es evidente que otras corrientes de pensamiento rivalizan con el tomismo en la formación de los sacerdotes.

 

“La teología contemporánea -responde Andereggen- recibe el influjo de muchas corrientes filosóficas, especialmente de raíz idealista, sobre todo kantiana, hegeliana y heideggeriana. Entonces, estas teologías configuradas con este otro tipo de base filosófica producen un resultado naturalmente diferente, que es lo que observamos hoy. Pero esto no corresponde a las prescripciones de la Iglesia, a las orientaciones del magisterio de la Iglesia”.

 

De todos modos, Andereggen sostiene que “Santo Tomás es realmente muy valorado en muchas partes del mundo. Lo que ocurre es que hay sacerdotes que muchas veces no lo conocen por el influjo de estas corrientes filosóficas, que les llegan a través de la producción teológica más reciente que han introducido los autores modernos, y que pueden tener un influjo externo y social”.