Las razones por las
que la Iglesia
Católica se apresuró a
reconocer al nuevo
presidente de Paraguay
La jerarquía de la Iglesia Católica
del Paraguay tuvo una relación tensa con el entonces Presidente Lugo, ex Obispo,
porque quebró su compromiso ante los Obispos y el Nuncio de dejar la política
(antes de presentarse de candidato) y señalan que convirtió a las parroquias en
comités políticos.
El 22 de junio el
Senado paraguayo votó la destitución del presidente Lugo arguyendo mal
desempeño de sus funciones, en un juicio político que duró 30 horas, y cuya
votación fue de 39 votos para la destitución y cuatro en contra. Inmediatamente
asumió el vicepresidente Federico Franco.
La diferencia en la votación
sugiere que Lugo había perdido su base de sustento política y eso le hizo caer,
de una forma que no se puede considerar estrictamente como un golpe sino más
bien apegado al derecho.
No obstante, la Unasur suspendió a Paraguay
de su membrecía y aprovechó a integrar a Venezuela, porque según el presidente
uruguayo José Mujica, era la oportunidad porque en Paraguay probablemente vaya
a ganar las elecciones el derechista Partido Colorado y se iba a negar a la
incorporación de Venezuela. Parece claro entonces que la mayoría de gobiernos
de izquierda en la región no vio con bueno ojos la caída de Lugo (incluso se
habló de golpe de estado) y aprovecho para reforzarse con la inclusión del
también izquierdista gobierno venezolano.
Pero en todo este
proceso llamó la atención la rapidez con que las autoridades vaticanas
reconocieron al nuevo presidente paraguayo, fueron los primeros en ir a
visitarlo.
¿Por qué fue esto?
¿Porque el Vaticano respalda regímenes de derecha? Y si es así ¿Por qué no se
ve tan clara esta posición en otros países de la región?
La clave está en unas
declaraciones del Obispo de Ciudad del Este, Mons. Rogelio Livieres, que ayer
publicó ACI Prensa.
El Obispo de Ciudad
del Este, Mons. Rogelio Livieres, denunció que el expresidente y exobispo
católico Fernando Lugo arrastró en su actividad política a buena parte del
clero y convirtió a las parroquias en sus comités políticos.
Luego de ser recibido
el martes por el presidente de Paraguay, Federico Franco, el Obispo señaló que
Fernando Lugo se había comprometido a abandonar la política cuando todavía era
obispo pero incumplió esa promesa.
“Se comprometió
solemnemente ante 17 obispos más el nuncio apostólico, pero después continuó
como si nada y arrastró a buena parte del clero y a una cantidad de monjas, y
las capillas y las parroquias se transformaron en comités políticos de Lugo”,
dijo el Obispo según señala el diario ABC.
Ante esta situación,
explicó Mons. Livieres, “teníamos que andar nosotros patrullando por ahí
constantemente para impedir que los curas organicen meetings a favor de Lugo en
sus iglesias y en sus capillas”
Durante el gobierno
de Lugo, reveló el Obispo, a “los chicos de las capillas y de las parroquias se
los entusiasmaba para ir a Venezuela por 15 días y les deban instrucción. No sé
qué tipo de instrucción; supongo que ideológica”.
Preguntado si luego
se formó el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP),
contestó que no sabe.
Prosiguió su relato
diciendo que cuando los jóvenes volvían al país, tras 15 días, y “si
funcionaban los llevaban por un mes y volvían acá y los que seguían siendo
útiles los llevaban a Cuba. Así es que esto es una cosa dramática que pasó en la Iglesia del Paraguay”.
Cuando se le preguntó
si Lugo podría haber llevado a jóvenes de otras diócesis, contestó:
“seguramente, no tiene ningún freno porque en las otras diócesis también tenían
la colaboración de parte del clero”.
El Obispo recordó
además que en el año 2008 había declarado que el Lugo es “un puñal clavado en
la espalda de la
Iglesia Católica ”. Pero agregó que esa espada ya no está ahí
“porque pasó; Pero en su momento fue un caso terrible”.
“Es un obispo que
deja su ministerio para dedicarse a una cosa propia de los laicos, digamos.
Desprecia al ministerio y nos hace pensar que no sirve para nada ser obispo,
hay que ser otra cosa”, concluyó.
Llama la atención que
Mons. Livieres no se haya referido a los hijos de Lugo que fueron denunciados y
que el reconoció.
PÉRDIDA DEL ESTADO
CLERICAL
El 30 de julio de
2008 la Santa Sede
anunció la pérdida del estado clerical del entonces Presidente electo de
Paraguay, Fernando Lugo. Por lo que su destitución de este cargo por parte del
Congreso no significa que vaya a retomar las labores de un pastor de la Iglesia , tal como estaban
especulando medios de prensa.
En el comunicado del
2008, firmado por el entonces Prefecto de la Congregación para los
Obispos, Cardenal Giovanni Batista Re, se informó que Lugo –Obispo Emérito de
San Pedro-, había solicitado el 18 de diciembre de 2006 “la pérdida del estado
clerical para presentarse a las elecciones a la Presidencia de la República del Paraguay”.
“La Santa Sede , después de
haber intentado disuadir a Mons. Fernando Lugo para que no se presentase como
candidato a la Presidencia
de la República ,
lo ha suspendido del ejercicio del ministerio sacerdotal”, indicaba el texto.
Asimismo, advirtió
que el cargo “de Presidente de la
República del Paraguay no es compatible con las obligaciones
del ministerio episcopal y del estado clerical”.
Por ello, luego de un
cuidadoso examen, el Papa Benedicto XVI le concedió a Lugo la “pérdida del
estado clerical, con la consiguiente pérdida de los derechos inherentes al
mismo, dispensándolo al mismo tiempo de los votos religiosos hechos en la Sociedad del Verbo
Divino, de la obligación del celibato y de las demás obligaciones que el estado
clerical comporta”
COMO CONDICIONÓ LA VISITA DEL PAPA
No es ningún misterio
que la
Conferencia Episcopal hubiera pedido, desde 2011, en ocasión
del bicentenario de la independencia, la presencia del Pontífice
Pero la presidencia
del ex obispo Lugo, que durante su candidatura dividió a la Iglesia local, no habría
favorecido la visita de Benedicto XVI.
Aunque habrá otros
dos aniversarios importantes en 2013 para Paraguay: los 25 años de la visita de
Juan Pablo II, que según muchos politólogos favoreció la defenestración del
dictador Stroessner (al año siguiente), y los también 25 años de la
canonización de Roque González de Santa Cruz, sacerdote jesuita (murió mártir
en 1628) y primer santo paraguayo: su experiencia se relaciona con el tema de
las reducciones, patrimonio histórico y religioso muy apreciado por el
estudioso Joseph Ratzinger.
Fuentes: ACI Prensa,
Vatican Insider, Signos de estos Tiempos