viernes, 8 de noviembre de 2013

LA CIA PAGA A LA TELEFÓNICA AT&T PARA ESPIAR SUS BASES DE DATOS


La CIA paga más de diez millones de dólares anuales a AT&T para que lo asista en investigaciones de lucha contra el terrorismo explotando la enorme base de datos de registros telefónicos de la compañía, que incluye llamadas internacionales de los norteamericanos, según funcionarios de gobierno.

La colaboración se lleva a cabo conforme a un contrato voluntario, no en base a citaciones u órdenes judiciales que obliguen a la empresa a participar, según las fuentes.

La CIA suministra los números telefónicos de presuntos terroristas extranjeros y AT&T revisa su base de datos y proporciona los registros de llamadas que puedan ayudar a identificar a socios extranjeros, precisaron los funcionarios. La empresa telefónica cuenta con un enorme archivo de datos sobre llamadas telefónicas, tanto locales como extranjeras, que fueron manejadas por su equipo de redes, no sólo por el de sus propios clientes.

Esta estrategia agrega una nueva dimensión al debate sobre el espionaje que lleva adelante el gobierno y la privacidad de los registros de comunicaciones, que estuvo centrado en los últimos meses en los programas de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA según su sigla en inglés). La revelación agrega una nueva luz a las conexiones entre funcionarios de inteligencia y proveedores de servicios de comunicaciones. Y muestra también la forma cómo organismos que van más allá de la NSA utilizan este gran cúmulo de información –registros de la fecha, duración y números telefónicos involucrados en una llamada– para analizar los vínculos entre las personas a través de programas regulados por una red errática de normas legales, procedimientos y vigilancia.

Como la CIA tiene prohibido espiar las actividades locales de los norteamericanos, el organismo impone salvaguardas de privacidad para el programa, aclararon los funcionarios, que pidieron mantener su identidad en el anonimato. La mayoría de los registros de llamadas que aporta AT&T incluyen llamadas internacionales, pero cuando la empresa entrega registros de llamadas en las que uno de los involucrados está en Estados Unidos no revela la identidad del estadounidense y oculta varios dígitos de su número telefónico, explicaron los funcionarios.

De todos modos, la CIA puede derivar esos números que no se revelan al FBI, que puede luego emitir una citación administrativa exigiendo a AT&T la entrega de esa información censurada.

Este acuerdo muestra que este tipo de actividades no están limitadas a la NSA y que la cooperación es voluntaria a veces.


Clarín, 8-11-13