lunes, 9 de octubre de 2023

BIO NO AUTORIZADA DE MELCONIÁN

 


 estatizador deuda externa privada, buitre millonario, y alfil del Círculo Rojo y Vicentín

 

Lázaro Llorens

 

Stripteasedelpoder, 08/10/2023

 

Si en estas elecciones hay alguien que verdaderamente pertenece a la llamada “casta”, es el ex banquero Carlos Alberto Melconían. Futuro ministro de economía en caso de que la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, gane las elecciones presidenciales.

 

Actual presidente del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, que otrora supo presidir el mismísimo Domingo Cavallo, asesor de decenas de grandes empresas y multinacionales, entre ellas Vicentin, Melconian, de 66 años de edad, junto a su eterno socio y amigo Rodolfo Santangelo, ha ocupado desde la dictadura militar hasta la fecha, cargos a ambos lados del mostrador. Lo que le permitió juntar, a este pibe de barrio Valentín Alsina,  hincha de Racing, hijo de un zapatero, ex funcionario de Mauricio Macri, un enorme patrimonio de casi ocho millones de dólares. Unos 56.000 millones de pesos actuales.

 

El periplo de Melconian, que hace unos días la revista Noticias pretendió mostrar como un notable ejemplo de la meritocracia argentina, comenzó como muchos miembros de la casta, en la función pública y como banquero. Específicamente a fines de la dictadura, en 1983.

 

De allí, durante el gobierno radical de Raúl Ricardo Alfonsín, cuando retornó la democracia, quedó como miembro del directorio en la Gerencia de Investigaciones Económicas del BCRA y Jefe de Deuda Externa. Entidad que por entonces presidía José Luis Machinea y desde donde,  este pibe de Valentín Alsina convalidaría uno de los fraudes económicos más grandes del siglo: la estatización de la deuda externa privada.

 

Por ese entonces, junto al armenio Melconian, en el BCRA trabajaba también, como número dos de Jefe de Deuda Externa su actual esposa y socia, María Gabriela Sviderskos, y su actual socio y amigo del alma Rodolfo Santangelo. A quien Melconian propone colocar como presidente del Banco Central en caso de asumir como ministro de economía de Patricia Bullrich.

 

 

¿Pero cuál fue el rol especifico de Melconian, su esposa Sviderskos, y su amigo  Santangelo al frente de BCRA? Sintéticamente, estatizar 17.200 millones de dólares de deuda externa privada fraudulenta, que tenían los grandes bancos y grupos económicos internacionales y locales, según el fallo Olmos, y enchufársela al Estado. Un lastre cuyas secuelas hasta el día de hoy, 40 años después perduran.

 

“Melconian fue jefe del Departamento de Deuda Externa del Banco Central y responsable por la firma de un informe que trataba de descalificar una pequeña auditoría que se había realizado en el mismo banco, la cual arrojaba que más del 50% de la deuda investigada era ficticia. De hecho, el mismísimo Banco Mundial lo había informado en junio de 1984. Melconian dijo, en pocas palabras, que si en años anteriores se había dado el beneficio a un grupo de empresas, había que dárselo a todos los que lo solicitaran, sin importar la legalidad y razonabilidad del pedido, y porque la conducta de las empresas objetadas era la práctica común del mercado. Se ha estimado que dicho informe terminó costándole al pueblo argentino una cifra cercana a los 17.206 millones de dólares” explicó al respecto Néstor Forero, contador, historiador, profesor universitario y miembro de la Auditoría Judicial de la Deuda Externa Argentina.

 

Entre la principales empresas locales beneficiadas por este mega fraude, que condicionó la economía argentina desde el retorno de la democracia, y por el cual el candidato a ministro de economista de Bullrich nunca fue llamado por la justicia, estaban todas las integrantes de la casta económica Argentina: Pérez Companc, Techint de Paolo Roca, Bridas de la familia Bulgheroni y Socma de la familia de Mauricio Macri con quien luego, Melconian integraría su partido PRO (Propuesta Republicana) y pasaría a ser funcionario de su gobierno como presidente del Banco Nación Argentina.

 

Este pasado de Melconian en el Banco Central, que ahora Javier Milei quiere dinamitar, lo sacó a relucir en el 2003, en una entrevista televisiva el periodista de la casta Jorge Lanata. Hoy columnista estrella del Grupo Clarín que apoya la candidatura de Bullrich y al economista de Valentín Alsina. Consultado sobre su abultado patrimonio, dado que según Lanata “no le cerraban los números” este dijo que “no tenía nada que explicar”.

Y sobre su pasado en el Banco central, el periodista de  Clarín le preguntó que había hecho cuando, como Jefe de la Deuda Externa del Banco Central tuvo que investigar la deuda privada Argentina a lo que Melconian evadió la pregunta diciendo que eso a la gente no le importaba y “que se quedara tranquilo que está todo correcto”, ver aquí.

 

En este negociado de la deuda externa (aunque no en la estatización) también estuvieron prendidos, con depósitos ficticios que luego tuvo que cubrir el Banco Central, el hijo de la pavota en toda esta historia, los empresarios fundadores de la Fundación Mediterránea, capitaneada por ese entonces por Domingo Cavallo. Que funcionaba en la esquina de las calles General Paz y Santa Rosa, frente a Radio Nacional Córdoba, en el piso de arriba del luego dos veces intervenido y liquidado por el BCRA, Banco Hipotecario y Edificador de Córdoba. Cuya quiebra evidencia haber deparado una gran fortuna a Arcor, de la familia Pagani, y a Astori Estructuras de Piero Astori, cuya hija María Pía es la actual presidenta de la entidad.

 

Con el menemato

 

A mediados de 1989, luego de lo que muchos definieron como un “Golpe de Mercado”, realizado por los mismos grupos económicos beneficiados por la estatización de la deuda privada avalado por Melconian, en medios de saqueos y caos social, el radical Alfonsín renunció a la presidencia meses antes que terminara su mandato. Lo remplazó el peronista Carlos Saúl Menem, quien previamente había sido electo presidente por amplio margen con su slogan “Síganme que no los voy a defraudar”.

 

Como si su cargo fuese vitalicio, Melconian continúo en el directorio de Banco Central ahora bajo las órdenes del economista cordobés ortodoxo  Roque Benjamín Fernández, un pollo de Cavallo. Pasó a desempeñarse como Sub Gerente Departamental.

 

Estando bajo las órdenes de Roque Fernández y Menem, en consonancia con el plan económico que traían Cavallo y la Fundación Mediterránea desde Córdoba, luego popularizado como “La Convertibilidad” de un peso un dólar, como paso previo a ella el Central se abocó a extinguir su deuda proveniente de los “encajes remunerados”, similar a las de las Lebac y Leliq actuales. Lo hizo mediante la licuación de los depósitos de los ahorristas con el “Plan Bonex”, y en esto también anduvo Melconían, que hoy acusa al candidato Javier Milei de venir con un Plan Bonex oculto bajo el poncho.

 

El ”Plan de Convertibilidad” era parte del llamado “Plan Brady”. El primer mega canje de deuda externa argentina, entre estas los 17 mil millones de dólares estatizados a los privados por Melconian. Con lo cual, esta deuda fraudulenta, según la famosa causa Olmos, concentrada en un puñado de grandes bancos internacionales, se trocó por “bonos de la Deuda” que cotizaban en la bolsa New York diseminada en miles de tenedores en todo el mundo. Así, su posible investigación y repudió desapareció de una vez y para siempre.

 

Y no conforme con todo lo anterior, con esos bonos de la deuda, que en el mercado cotizaban al 20% de su valor, las mismas empresas y grupos económicos que se habían beneficiado con la estatización de la deuda privada, compraron en el marco de las “privatizaciones”, las principales empresas públicas que hasta entonces eran del Estado (o sea de todos nosotros). Como: Entel, Gas del Estado, Somisa, YPF, Central Puerto y Central Costanera, etc. Un negociado que fue denunciado con lujos y detalle por el Área de Economía y Tecnología de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO.

 

 

Terminado el Plan Bonex e instalada la convertibilidad, a fines del 1991 Melconian renunció al directorio del Banco Central. Y ese mismo año, junto a su amigo del alma el banquero Santangelo, saltó a la esfera privada creando la empresa M&S consultores siglas de (Melconian & Santangelo). Esta firma, aun activa, se dedica a análisis de los escenarios económicos locales y globales, y según se puede ver en su página web, tiene como principales clientes a los mismos grupos que se beneficiaron con la estatización de la deuda externa, el plan Brady, y las privatizaciones menemistas.

 

“M&S Consultores asesora a las principales empresas e instituciones argentinas y extranjeras en el entendimiento de la realidad económica nacional y regional, en la evaluación de las principales variables fiscales y monetarias, y en la elaboración de escenarios de mediano plazo para la toma de decisiones de inversión. Asimismo, ha liderado estudios y desarrollos macroeconómicos y microeconómicos para empresas e instituciones locales y del exterior” decía textualmente en su curriculm el economista de Juntos Por el Cambio.

 

Con el mismo objetivo, esta consultora de Melconian y Santangelo, luego se asoció con Patricio Rotman, un ingeniero con Master en Finanzas en Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA), que participó en la restructuración de deuda y privatizaciones, y crearon “MS FINANZAS Y GESTIÓN S.A”.

 

Consultora que según su página web (https://fga.com.ar/clientes/) tiene como clientes a: Banco of América, Caputo Construcciones, Roggio, José Cartellone, Citibank, Corporación América (Eurnekían), Banco Galicia, Holcim, Molinos Río de La Plata (Pérez Companc), Pampa Energía (Mindlin), y la controvertida cerealera… ¡Vicentin! A quien Melconian, luego le daría un mega crédito estando al frente del Banco Nación Argentina.

Respecto a Patricio Rotman, igual que el economista de Juntos por el Cambio, es hincha y dirigente de Racing Club. También es íntimo amigo, desde la infancia, del actual Jefe de Gobierno Porteño, Horacio Larreta, otro dirigente de Juntos por el Cambio hincha de la Academia, quien hace poco perdió las internas PASO ante Patricia Bullrich, ahora jefa de Melconian.

 

Además, Rotman, según las publicaciones de los famosos Panamá Papers, es propietario de una empresa offshore en las Islas Vírgenes Británicas. Uno de los mayores paraísos fiscales del planeta. Donde también tenía una empresa Daniel Muñoz, el ex secretario privado de Néstor Kirchner. Este grupo de islas está ubicadas a un costado de Puerto Rico, en el caribe. Pertenece a Inglaterra y en ellas habitan 36.000 personas con más de 400,000 empresas.

 

La firma se llama Gofrey Company LTD. Fue fundada por el polémico estudio Mosak Fonseca el 10 de septiembre del 2012, cuando Larreta se desempeñaba como Jefe de Gabinete de Macri en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Tiene su dirección en la calle Luis Buenavita 1294 Montevideo Uruguay. El principal paraíso fiscal de Sudamérica. Siendo esta offshore un largo ducto por donde Rotman, Santangelo, Rodríguez Larreta y Melconian podrían hacer fluir dineros santos y no santos de Argentina hacia el exterior.

 

Luego de trabajar una década en el ámbito privado como consultor del Círculo Rojo, en abril del 2002, luego del fracaso de la Convertibilidad de la Fundación Mediterránea, Cavallo y Menem, Melconían reapareció en la escena pública. Lo hizo, nuevamente en sociedad con su eterno compinche Santangelo creando ambos la fugaz “Fundación Para el Cambio”. Nombre casi similar a su actual partido “Juntos Por el Cambio”.  Y cuyo objetivo era,  “el estudio de los aspectos que afectan al desenvolvimiento de la economía Argentina y Latinoamericana” para recomendar “políticas a aplicar”. Es decir una nueva Fundación Mediterránea, pero con otro nombre, dado que en momento la institución cordobesa corría con un gran desprestigio social tras la debacle del 2001.

 

Pocos meses después de esta reaparición pública, el pibe de Valentín Alsina, se incorporó a los equipos de Carlos Menem, quién pretendía volver a ser presidente en el 2003 enfrentando a Néstor Kirchner. “Yo tengo mi compromiso privado y hasta el último día tengo que trabajar y lo estoy haciendo paralelamente, y con un perfil totalmente diferente, sin intereses, ni que mi nombre aparezca por todos lados, bajo ese compromiso con Carlos Menem” reconoció entonces, con un discurso altruista, Melconian ante el diario Ámbito Financiero.

 

Sin que hubiera un solo dólar en el Banco Central, dado que estas según una denuncia penal de Mario Cafiero y Javier Llorens, director de Stripteasedelpoder, los bancos mediante el famoso Megacanje, habían fugado las 20 mil millones de dólares de reservas del sistema financiero, más los 10 mil millones prestados por el FMI, el ex presidente riojano proponía una dolarización de la economía. La misma irrealizable idea que hoy propone Javier Milei, además de dinamitar el Central.

 

Las elecciones ser realizaron el 27 de abril del 2003. Y de ellas resultó ganador por apenas 2 puntos Menem (24%) sobre Kirchner (22%). Aun así, los guarismos eran muy malos para el riojano, dado que en el ballotage, por el enorme rechazo que generaba la figura del riojano padre de la “Convertibilidad”, según todas las encuestas, Kirchner se imponía por amplia diferencia.

 

Por eso apenas contados lo votos, Menem, asesorado por el ecuatoriano Duran Barba, luego confidente de Macri, para intentar revertir esa tendencia, con un claro mensaje al Círculo Rojo, propuso a Melconian como su futuro ministro de Economía, en caso de ganar las elecciones en la segunda vuelta. Lo mismo que ahora hizo Patricia Bullrich.

 

Melconian, por su parte, con su parlata de barrio, apareció en la escena pública y dijo que no iba a dolarizar la economía, porque sabía que no era posible, pero que el foco de Argentina debía estar en arreglar el default con el FMI, y revisar las tarifas de las empresas de los servicios públicos. Muchas de las cuales eran sus clientes en  “MS FINANZAS Y GESTIÓN S.A”. De los miles de pobres que había dejado la convertibilidad,  ni una palabra.

 

Tras su aparición, algunos medios en línea con el candidato de Santa Cruz, sacaron a relucir el pasado del actual economista, como hombre de la deuda en Banco Central en los 80.  Otros, como la revista Veintitrés, por entonces dirigida por Lanata, sacaron un informe revelando que Melconian, en plena crisis del 2001, había fugado 2,3 millones de dólares al exterior. Y que por esto era investigado por la DGI (hoy AFIP) quien sospechaba que era guita negra. ¿Se olvidó de todo este pasado de Melconian el actual periodista de Clarín?

 

Finalmente, tras todos estos cimbronazos, los dos Carlos (Menem y Melconian) que tanto hablan del honor de la calle, decidieron bajarse del ballotage. De esta manera, sin ir a la segunda vuelta, Néstor Kirchner se consagró presidente.

 

El buitre

 

Luego de este traspié, Melconian no se dio por vencido. Abandonó a Menem y se cobijó en el PRO –Propuesta Republicana- que acaba de fundar Mauricio Macri asesorado por Duran Barba. Y en el 2007, como si el pasado no existiera, se presentó como candidato a senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires luego de que Mauricio ganara la Jefatura de Gobierno Porteño por primera vez.

 

“El PRO es algo nuevo. Y es lo que vos elegiste. Por eso así como conociste a Gabriela (Bichette), ahora quiero que conozcas a Carlos. Carlos Melconian. Porque cuanto más lo conozcas más lo vas elegir. Él también es diferente. Y los que lo conocen te lo pueden decir. Aunque lo va a decir él en el Congreso. Porque ahí es donde lo necesitamos. ¿Quién? Vos, yo y todos lo que queremos que todo esto cambie de una buena vez. El 28 de octubre buscá a Melconian. Y ponelo en el Congreso” decía el propio Mauricio, en el spot publicitario de esas elecciones, propio de 1984 de Geroge Orwells que se pude ver en el video de abajo.

 

En esas elecciones, quizás porque algo siempre queda en el inconsciente colectivo, nuevamente el voto le fue esquivo al economista del PRO. Pues de las tres bancas para senadores nacionales en disputa en CABA, dos se las llevó la Coalición Cívica de Elisa Carrió, y una el Frente para la Victoria.

 

Esta nueva derrota electoral del economista de Valentín Alsina, lo alejó por un tiempo de la política y lo llevó de nuevo a la actividad privada, ahora transformado en buitre en contra del Estado Nacional, que poco antes quería representar como Senador. Un oxímoron.

 

Para ello, y en lo que ya es una muestra cabal de su espíritu depredador, en el 2009 viajó a New York y siguiendo los pasos del fondo buitre Elliot Management, de Paul Singer presentó una demanda ante el juzgado de Thomas Griesa por 770 mil de dólares en títulos públicos (660 millones de pesos actuales), contra el Estado Nacional argentino, por el canje de la deuda del 2005 concretado por Néstor Kirchner y Roberto Lavagna.

 

“Al momento del default tenía títulos de la deuda pública e inicié gestiones judiciales en los juzgados correspondientes. Terminé obteniendo sentencia favorable en la Corte Federal de Nueva York”, admitió, muy suelto de cuerpo, Melconian en su cuenta de Twitter cuando se conoció su accionar. Luego, con el tono coloquial que lo caracteriza ante el diario El Cronista Comercial desopilantemente dijo “los fondos buitre son tipos que de buena voluntad compraron títulos para ahorrar”.

 

En detalles, los bonos de Melconian en litigio eran dos: uno de 647 mil dólares en bonos externos globales bajo el código US040114GF14 emitidos en junio del 2001, con vencimiento el 19 de diciembre de 2008 y un interés del 7 al 15%. Y otro de 125 mil dólares, emitidos en 1997, con vencimiento en 2007 bajo el código US040114AR16 con intereses del 11%.

 

Al respecto, como si fuera un novicio inversor de barrio, no un banquero consultor de grandes empresas, Melconian alegó que el compró de buena fe estos bonos. Y los más abultados, los bonos de 647 mil dólares, en el 2001, cuando la Convertibilidad que él ayudó a implementar y defendió, se derrumbaba. Claro que olvido señalar que estos bonos son lo del famosos “Megacanje” de Cavallo, pre default 2001, con enormes tasas de interés, denunciados en la justicia. Con lo cual, el riesgo de no cobro estaba implícito y el buitre Melconian lo sabía.

 

Además, cuando se conoció su demanda junto al buitre Paul Singer, el ex banquero del Central, dijo que no aceptó el fallo, sino que se acogió al canje del año 2010 de Amado Boudou. Afirmación de la cual, como siempre, no mostró ni un documento ni tampoco se desprendió de su declaración jurada de bienes.

 

Un Buitre al Nación

 

La historia con los fondos Buitres no acabó allí.  Como broche de oro, en octubre del 2015, luego de la primera vuelta donde ya se hablaba de un triunfo de Macri ante Daniel Scioli, según el periodista Marcelo Bonelli de Clarín, Melconian viajó en secreto a Estados Unidos y se entrevistó con Jay Newman, director ejecutivo de Elliot Management de Paul Singer.

 

Tras su regreso, apareció en una radio y cometiendo un furcio dijo: “hay un juicio ganado –en lugar de un juicio perdido– y tiene precio (…) en el himno al pragmatismo hay ir y decir, bueno, ¿cuánto es esto?”. Cosa que efectivamente sucedió, dado que en abril 2016, apenas asumió Macri la presidencia, con los votos de Sergio Massa, actual candidato a presidente del peronismo, lo primero que hizo el congreso de la Nación, con papeles escritos a mano, fue aceptar el fallo en contra de la Argentina de Griesa y acordar con los Buitres el pago de 16 mil millones de dólares por la deuda en default del 2001. Entre la cuales, estaba o había estado, la del buitre Melconian.

 

 

De esta manera, los Buitres con Paul Singer a la cabeza, que habían comprado bonos basura por 800 millones de dólares en efectivo, se terminaron llevando, con papeles escritos a mano, 16 mil millones. Una rentabilidad de 1600%. Y en toda esta chancha maniobra, una vez más estuvo pegoteado Melconian. El eterno hombre de la deuda externa Argentina que hoy asfixia la economía Argentina.

 

En ese caso, la desesperación por este arreglo se debió a que Macri, cuando asumió, cumplió su infantil promesa electoral de levantar inmediatamente el cepo, y los pocos dólares que tenía el Central se le estaban fugando. Por eso necesitaba, de manera imperiosa, regresar a los mercados de capitales para obtener dólares frescos. Menester que para ello, previamente, necesitaba arreglar si o si con los Buitres y Paul Singer. Tarea en la que colaboró con mucho ahínco el buitre Melconian.

 

Por esta faena, el 18 de diciembre del 2015, mediante el decreto presidencial 159/2015, el líder de Juntos por el Cambio premió a su economista, asesor de múltiples empresas, nombrándolo presidente del Banco Nación Argentina. Es decir puso al conde Drácula a cuidado del banco de sangre.

 

 Antes de asumir a la presidencia del Nación, para ocultar el gran “conflicto de intereses” que tenía al ser consultor de grandes empresas, entre estas Vicentin, Melconian vendió supuestamente la participación que tenía en su consultora  “MS FINANZAS Y GESTIÓN S.A”. Aunque, en paralelo, 6 días después, el 24 de diciembre del 2015, creó otra consultora símil, junto a su esposa María Gabriela Sviderskos y su eterno socio  Rodolfo Arturo Santangelo que se dedican, según su propia página web, hacer lo mismo “MS FINANZAS Y GESTIÓN S.A”, la que quedó a cargo de Rotman el amigo de Larreta.

 

“MacroView S.A. es en un sentido continuación de M&S Consultores, que fue fundada en 1992 por Carlos Melconian y Rodolfo Santangelo. En diciembre de 2015, tras la desvinculación de Carlos Melconian para dedicarse a la función pública, se funda MacroView S.A., que incorpora la cartera de clientes de M&S Consultores y su publicación Overview, continuando con el mismo espíritu de trabajo y dedicación” dice con una sinceridad casi impune su propia página web en su sección “Nuestra Historia”

 

Pero lo más grosero, y que nuevamente muestra el grado de desfachatez con la que se maneja el posible ministro de Bullrich que se la pasa hablando de “orden”, es que las consultoras “MS FINANZAS Y GESTIÓN S.A” y “MACROVIEW”, ex y actual de Melconian, comparten la misma dirección fiscal o “especial” como ellos lo definen en sus actas de socios. Esta es en la calle 25 de Mayo 555 piso 10, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

En conclusión, toda esta compra y venta de consultoras en diciembre del 2015, fue un nuevo embuste del economista de Valentín Alsina, para ocultar, por un lado, el evidente conflicto de intereses que presentaba al pasar, sin escalas, de ser consultor de decenas de grandes empresas y entidades públicas, a presidente del Banco Nación. Y a la vez para no perder su jugosa y millonaria cartera de rentables clientes, públicos y privados, en su mayoría del Círculo Rojo, que Melconian y Satangelo, habían colectado a lo largo de 25 años, luego que estatizaran la deuda externa de los privados en los 80 como directivos de Deuda Externa del Banco Central.

 

 

Cuando Melconian volvió a la función pública como presidente del Banco Nación, en el 2015, como marca la ley, tuvo que presentar su declaración juradas de bienes ante la Oficina Anticorrupción. En esa oportunidad saltó el millonario patrimonio en dólares, cuyo 85% estaba en el exterior, en acciones de bancos y multinacionales, propiedades, autos de lujos, depósitos en el exterior y demás, que tenía este humilde pibe de barrio, hijo de un zapatero de Valentín Alsina cuyo padre se fundió, según su biografía rosa, con la 1050 de Cavallo.

 

Específicamente este se componía de unos 8,5 millones de dólares (77 millones de pesos de entonces). Es decir, ¡6800 millones pesos actuales! a valores del dólar blue. De los cuales, unos 7,2 millones de dólares los tenía en el exterior. Cosa que el flamante presidente del Banco Nación no solo no le parecía mal, sino que hacía alarde por televisión, cuando en el programa de Mirta Legrand que salía por Canal 13 de Clarín, suelto de cuerpo reconoció:  “como muchos argentinos, tengo dinero guardado en el exterior, es una forma de dejarle algo a sus hijos”. Sin advertir que la socialización de esta conducta es la que ha llevado a su debacle a Argentina.

 

 

En detalles, su millonario patrimonio se componía por: acciones en las empresas Petrobras, YPF, Banco Macro, Cresud, BBVA Banco Francés, Tenaris, Basf, Sanofi, Apple, Google y Starbucks, entre otras; tenencias de bonos argentinos 2017, 2024 y 2027; cuentas en dólares y propiedades en Uruguay, como dijimos un paraíso fiscal; dos departamentos (uno de 468 metros cuadrados) y tres automóviles alemanes: Mercedes, Audi A4, y un Jeep Wrangler.

 

Eran tan abultado el patrimonio declarado de Melconian, que ese año llegó a ser el segundo  más voluminoso de todos los funcionarios de Juntos por el Cambio. Un gran mérito para el pibe de Alsina teniendo en cuenta que esta alianza la integraban empresarios y apellidos de los más ricos de Argentina. Sólo lo superaba el de su líder y entonces presidente Mauricio Macri. Otro empresario rico a costillas del Estado.

 

 

Crédito a su cliente Vicentin

 

Al conocerse la Declaración Jurada de bienes de Melconian, la dirigente de Unión por la Patria Victoria Donda, ex funcionaria de Alberto Fernández, presentó una denuncia ante la Oficina Anticorrupción (OA) contra el flamante presidente del Banco Nación. En ella se advertía un posible “conflicto de intereses” por parte de Melconian al ser este, “titular de títulos y acciones de bancos privados que competirían en el mercado financiero con la entidad bancaria de carácter público que él dirigía”.

 

Obviamente que la denuncia, donde se detallaban todo el enjuague de Melconian con sus nuevas y viejas consultoras, nunca prosperó. La macrista Laura Alonso, por entonces titular de la OA (Oficina Anticorrupción) de gruesos lentes, la archivó alegando que “no se ha detectado que el Lic. Carlos Alberto Melconian haya vulnerado las normas sobre conflictos de intereses en ejercicio de su cargo de Presidente del Banco de la Nación Argentina”.

 

En paralelo, diputados peronista, encabezados por Julio De Vido, luego condenado por corrupción, presentaron mediante el expediente 3907-D-2016, una declaración de repudio en su contra por los hechos que involucraron a Melconian con los tenedores de Fondos Buitres.

 

“El presidente del Banco de la Nación Argentina, el señor Carlos A. Melconian, fue uno de los tenedores de bonos defaulteados que se presentó ante el Juez norteamericano T. Griesa para demandar al Estado Argentino y pretender así cobrar dichos instrumentos financieros” decía entre sus líneas el proyecto de declaración. “Esto coloca al presidente del BNA a “ambos lados del mostrador”: funcionario de un gobierno que intenta negociar con “fondos buitre” y, por otra parte, él mismo como “buitre” que accionó legalmente en contra del Estado argentino para reclamar montos usurarios” agregó sin que nadie se le moviera un pelo.

 

Claro que este estar en “los dos lados del mostrador”, y hacer negocios para el sector privado, rasgo típico de la casta, está en la naturaleza del eventual ministro de economía Bullrich. Dado que lo primero que hizo al asumir en este nuevo cargo, fue hacer que Macri también nombrara a su íntimo amigo Enrique Szewach, actual director de IREAL y también actual asesor económico de Bullrich, como vicepresidente de esa entidad.

 

Y ambos, lo primero que hicieron cuando desembarcaron en la presidencia del Nación, fue otorgarle un crédito de 1.350 millones de dólares a la polémica cerealera Vicentin, financista de las campañas de Juntos por el Cambio, actualmente en concurso de acreedores por “estrés financiero”. Quien era un viejo cliente de Melconian en su consultora “MS FINANZAS Y GESTIÓN S.A”, de la cual supuestamente se había desprendido. Cosa que se puede ver hasta el día de hoy en su página web.

 

De hecho, uno de los socios de Melconian en ese entonces, Mario Caramutti, como `parte de su CV profesional, en la mencionada web afirma haber participado “activamente en… varios financiamientos…para empresas como Arcor, Aluar, Cargill, Molinos Río de la Plata, Noble Argentina, Nidera, Pluspetrol Perú, Renova, Tecpetrol y Vicentin”. Esta última ahora al borde de la quiebra por una deuda de ¡1350 millones de dólares!

 

Si bien es cierto que Vicentin era un viejo cliente del Banco Nación y que había recibido importantes prestamos durante el kirchnerismo, por ese entones la cerealera santafesina ya estaba considerada un “activo tóxico” para la banca Argentina, debido a su pobre gerenciamiento técnico, irregularidad en los pagos, continuos refinanciamientos, y ampliaciones de crédito. Por ello, la mayoría de sus préstamos provenían de 14 bancos o entidades estatales como Nación.

 

Curiosamente, nada de esto avizoró el genio de Melconian, quien supuestamente ahora tiene la papa de como sacar a Argentina del caos del que se encuentra. A pesar que como presidente y cliente de Vicentín, en un claro “conflicto de intereses”, tenía información precisa y más que detallada sobre la real situación de la acopiadora de granos.

 

De esta manera, gracias a su “vista gorda”, durante su breve gestión de apenas un año frente al Banco Nación, el endeudamiento de la cerealera con esta entidad pasó de 150 millones de dólares a 220 mil millones. Es decir, creció casi un 50%. Y luego, su remplazante Javier González Fraga, único imputado por estos créditos, lo llevó a 300 millones. Creciendo en total, este “activo tóxico”, en apenas cuatro años, un 100%. Deuda que, luego de la mega devaluación del 2018 de Macri, se hizo impagable y hoy es casi incobrable.

 

Lo más delirante de todo, es que luego de empernar una vez más Estado argentino con un nuevo endeudamiento que pagamos todos, cuando en el año 2020 el gobierno de Alberto Fernández trató fallidamente de estatizar Vicentin, Melconian, en plena pandemia, con una impunidad descarda y su jerga de pibe de barrio salió, en el diario La Nación, a defender a su ex cliente proponiendo en contrario una “solución del mercado”.

 

“Vicentin le importa cero al mundo. Primero, preguntémonos cómo nos cae a nosotros, si gana bien y no garpa, habría que ver. En ese escenario lo aclaro: desde afuera, en el mundo no importa lo de Vicentin, es el mismo tema donde hay una Justicia por encima. El problema de Vicentin lo agrava su localía por sus 90 años y su historia” cosa que curiosamente no vio cuando estaba en el Banco Nación. “Acá el problema central, es que tiene un tendal con productores y demás (acreedores). Por lo tanto, opinó que hay que buscarle una solución de mercado, porque el gobierno interviene, pero no sabe dónde está (parado), como lo hace con la cuarentena” agregó, en el diario de la familia Mitre, sin repreguntas o cuestionamiento alguno.

 

 

La gestión de Melconian al frente del Banco Nación duró un año. Hasta el 24 de enero del 2017, cuando luego de otorgarle el crédito a Vicentin, renunció imprevistamente a su cargo. Según él, por diferencias con el entonces presidente Macri. De allí regresó, otra vez, a la actividad privada en su nueva consultora MACROVIEW, fundada con su esposa Sviderskos y su amigo del alma Santangelo. Dos ex BCRA.

 

Allí estaba hasta después de las PASO cuando, Patricia Bullrich, actual candidata a presidenta de Juntos por el Cambio, que de Economía no sabe una goma y perdió muchos votos frente al economista Javier Mieli, lo nombró como eventual ministro de Hacienda en caso de ganar las elecciones.

 

Tras esa designación, similar a la acontecida con Menem en el 2003, Melconian desembarcó con todo su equipo, poniéndolo según él, a trabajar las 24 horas del día. Lo encabezan, Satangelo, eventual presidente del Banco Central y Enrique Szewach ex vicepresidente el Banco Nación. Todos  ahora asesores de la ex montonera Patricia Bullrich.

 

Además tiene el respaldo explícito, con un plan económico de los de siempre, de la Fundación Mediterránea. El “think tank” del cordobés Cavallo que ahora él propio Melconian encabeza en economía. Y que está conformado por las grandes empresas locales que se beneficiaron con la privatización de la deuda privada de los 80 que hizo Melconian.

 

De hecho, el lanzamiento de la fórmula Bullrich-Melconian se realizó en Córdoba, en la sede de la Fundación Mediterránea, para el 46 aniversario de su creación que fue en plena dictadura en el año 1976 con un discurso apologético de la Junta Militar.

 

En esa presentación, “en el país del no me acuerdo”, el economista de Valentin Alsina destacó que “su plan busca recuperar la ética y moral de los gobernantes, consistente con la meta de poner en marcha una transformación profunda, que cambie de raíz cómo funciona la economía en la Argentina, con distintos incentivos a los actuales“.-