En el marco de las
Jornadas sobre Fe y Política, el Legislador Aurelio García Elorrio, presidente
de Encuentro Vecinal Córdoba, hizo declaraciones para el Diario del Centro del
País, que reproducimos. El sábado 23 de agosto, disertaron también Monseñor
Jofré y el Dr. Mario Meneghini.
“Los cristianos
tenemos el deber de participar en la construcción de la sociedad. No se puede
ser cristianos sólo para adentro y desentendernos de la situación comunitaria”,
sostuvo el legislador provincial Aurelio García Ellorio en un alto de la
exposición que efectuó en el encuentro de Fe y Política, que se desarrolló en
la sede de la Universidad
Católica de Salta, en Villa María, durante la mañana de ayer, y que también contó
con la alocución del obispo de la
Diócesis , Samuel Jofré Giraudo.
“Participar de la
construcción de lo comunitario forma parte de la concepción cristiana de la
vida. Hay que revertir un prejuicio instalado en la sociedad, el de que la
política es el territorio de lo negativo, donde uno no puede ingresar sin
afectarse. Ese es un prejuicio extendido desde que tengo memoria, tengo 60 años
y puedo afirmar que no está extendido desde el último período democrático sino
desde entonces”, declaró Ellorio.
“El participar no es
una opción, sino una obligación y se puede hacerlo desde múltiples aristas,
desde clubes, centros vecinales, cooperadoras escolares, en la política
partidaria. Todas son funciones y tareas que llevan a construir la sociedad”,
remarcó.
El dirigente aclaró
que “la política es negociación, si no, cómo se podría gobernar una ciudad
plural”, pero sostuvo que “el límite de esa negociación son aquellas
cuestiones, entre comillas, innegociables”, como son los “principios básicos de
moral natural, no religiosa”.
Citó a la “defensa de
la vida de un ser humano inocente, desde su concepción hasta su muerte natural;
la protección de la familia (entendida como la unión entre el hombre y la
mujer) como célula básica de la sociedad, el derecho-deber de los padres de
educar a sus hijos de acuerdo a sus convicciones éticas y religiosas como
primer agente educador y el garantizar a todos la participación en el bien
común general, en los bienes sociales y económicos de la sociedad”.
“¿Por qué estar en
desacuerdo con esas cosas? Fuera de eso todo es negociable”, dijo y añadió que
“una sociedad abierta y plural necesita de una negociación para que funcione”.
LosPrincipios.org,
25-8-14
Fuente: El Diario del
Centro del País