DEL SAQUEO MACRI
Por Héctor GIULIANO
(9.8.2019)
La Argentina está siendo sometida hoy a un
proceso de saqueo financiero organizado, comparable al del Proceso Militar
1976-1983 y a la Convertibilidad Menemista de la década del ´90.
Todos los días el Banco Central (BCRA) cubre
– con pagos y/o con capitalizaciones – vencimientos de Intereses a Pagar del
orden de los 3.400 M$[1]
(sin contar aquí otros 2.000 M$ promedio diarios que paralelamente carga el
Tesoro Nacional por su Deuda Pública: lo que da un total conjunto de 5.400 M$
por día en concepto de Intereses).
Esta sangría
de dinero se produce a través de una trampa de arbitraje entre Tipo de
Cambio y Tasa de Interés que administra el BCRA en coordinación con los grandes
grupos financiero-bancarios acreedores del Estado.[2]
EL MECANISMO DEL SAQUEO
El presidente Macri vino a Gobernar con Deuda[3]
y en dos años de gestión financiera llevó al país a una situación de cesación
de pagos (default), una nueva Crisis de Deuda que sólo puede paliar hasta
terminar su mandato merced al salvataje
con un mega-préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI), un préstamo
Stand-By por 56.300 MD cuyos desembolsos sostienen la supervivencia de su
administración hasta fin de año (con la paradoja que la cuenta de ese préstamo la
tiene que pagar el próximo gobierno.
El mecanismo que dio lugar a esta crisis
financiera - que estalla en Abril del 2018 y se prolonga hasta el presente -
está directa y totalmente ligado al problema de la Deuda Pública y
particularmente al sobre-endeudamiento incontrolable del BCRA, que actuó y
actúa como detonante de la crisis.
La base de la cuestión de fondo que da lugar
a este problema – problema que configura una distorsión de la estructura
financiera del Estado - es la Política de compra de Reservas Internacionales
con Deuda y la trampa consiguiente de arbitraje entre Tipo de Cambio y Tasas de
Interés:
a) El BCRA sube y mantiene elevadas las Tasas
de Interés locales – concretamente, la Tasa de Interés de Referencia que paga
por las Leliq o Letras de Liquidez, que hoy sobrepasa el 63 % anual (la tasa
más alta del mundo).
b) La administración Macri permite la total e
irrestricta volatilidad de Capitales, es decir, el libre movimiento de entrada
y salida de fondos de inversión, que pueden ingresar e irse del país cuando lo
desean y sin cargo alguno.
c) Con esta combinación de altas tasas y
volatilidad se estimula y produce la entrada de grandes capitales
especulativo-financieros – masas de dinero no vinculadas a la actividad
económica física o real sino aplicadas al lucro por inversiones financieras
autónomas – y con ello el BCRA genera dos fortísimas distorsiones o
desequilibrios paralelos:
- por un lado, estas divisas aumentan artificialmente el stock de las Reservas
del BCRA porque se trata de reservas transitorias y expuestas por ende a un
egreso tan sorpresivo como su ingreso. Y
- por otro lado, tal entrada de fondos genera
un mayor endeudamiento del BCRA, que es la entidad a la que van dirigidos tales
fondos, que son atraídos por las altísimas tasas de interés que paga el Estado,
no el Mercado Privado (aumento extraordinario del Gasto Público Cuasi-fiscal).
Es decir, que la política de altas tasas de
interés con garantía oficial de libre movilidad de capitales crea una doble y
gravísima vulnerabilidad al BCRA: menor proporción de Reservas Propias y mayor
Deuda de Corto Plazo.
d) Los capitales financieros ingresados se
colocan en Leliq a través de los Bancos, que son los intermediarios del negocio
de prestarle plata al BCRA contra altas tasas de interés (lo que aumenta el
crédito de los bancos al Estado a la vez que lo detrae del destino de crédito
al Sector Privado).
e) Para optimizar la ecuación de ganancia de
estos capitales especulativos, el BCRA garantiza a los Bancos tenedores de las
Leliq una triple ventaja:
- una, les compromete mantener un piso
suficientemente elevado de tasas de interés a pagar (que durante el mes de
Agosto es del 58 %), aunque el nivel real de las tasas es siempre superior a
ese porcentaje (hoy mayor al 63 % anual).
- dos, les garantiza a los Bancos – y por
consiguiente a los capitales financieros que operan a través de esos Bancos –
una estabilidad relativa del Tipo de Cambio (base Dólar), de modo que la
incidencia posible de cualquier devaluación del peso no les afecte en forma
significativa sus niveles de rentabilidad.[4]
Y
- tres, paralelamente les refuerza la
garantía de estabilidad cambiaria por medio de contratos de Dólar a Futuro, de
modo que si se produjera cualquier devaluación del peso los acreedores quedan a
cubierto de tales variaciones.[5]
Con esta triple forma de garantía la
Argentina es hoy probablemente el principal paraíso
financiero del Mundo.
f) Cubierto así el riesgo cambiario en los
negocios de los capitales golondrina,
el BCRA pasa a garantizar también el riesgo financiero propiamente dicho del
correlativo negocio interno de los bancos tomadores de Leliq y Pases Pasivos. Y
para ello no sólo les garantiza un piso alto de las Tasas de Interés (punto a)
sino que además les permite a los bancos utilizar las Leliq para integrar los
encajes indisponibles por depósitos[6],
lo que constituye un empapelamiento
parcial pero creciente de tales encajes, cosa que aumenta el peligro sistémico en
caso de una corrida bancaria por retiro masivo de pesos para pasaje a dólares.
g) La resultante directa e inexorable del
aumento de la Tasa de Referencia de la Política Monetaria (tasa de las Leliq) es
un mayor costo financiero generalizado - que se transmite y provoca recesión en
la Economía - y que, en lo inmediato, incrementa el stock de los pasivos
remunerados del BCRA (Leliq y Pases Pasivos), con mayor presión por alto costo
de sus Intereses a Pagar.[7]
h) Bajo este juego de variables
interdependientes de Tasas de Interés extraordinariamente altas - de cortísimo
plazo y con piso asegurado - garantía de estabilidad cambiaria (que es un
verdadero Seguro de Cambio) y relación Leliq-Encajes Bancarios, el BCRA queda atado de pies y manos como para no poder
tomar decisión autónoma alguna en materia de Política Financiera; con el
agravante que no tendría además tiempo de respuesta para cualquier curso de
acción alternativo dada la inmediatez en las condiciones de su endeudamiento.
Porque no hay tiempos de respuesta frente a
una masa extraordinaria de Leliq a 7 días, con renovaciones diarias y altísima
capitalización por anatocismo, y otra masa paralela de Pases Pasivos a sólo un
día.
i) En este contexto, el BCRA – con acuerdo
del FMI – utiliza una presentación tan discutible como engañosa de la meta de
Base Monetaria (BM), supuestamente congelada o con crecimiento Cero porque no
computa la Base Monetaria Amplia sino sólo una BM limitada o restringida.[8]
Hasta aquí la secuencia básica del mecanismo
de saqueo financiero que padece la Argentina a través de la Política de
sobre-endeudamiento del BCRA, una política que constituye hoy el capitulo
central dentro del esquema de sangría monetaria y cambiaria del Estado.
Habiendo entonces entrado capitales
financieros – en función de la combinación de altas tasas de interés y tipo de
cambio estable – contando los acreedores con la garantía cambiaria y bancaria
del BCRA por sus pasivos remunerados de corto y cortísimo plazo (Leliq y Pases)
y sin tiempos de respuesta frente a eventuales retiros de fondos, la Política
Financiera del BCRA (Política Monetaria, Cambiaria y Bancaria) queda totalmente
supeditada a la acción de los Acreedores Financieros del Estado.
Porque todo lo que el Banco pierde en materia
de aumentos del Pasivo y aumento de los Intereses a Pagar lo ganan obviamente
los acreedores privados, que son esencialmente los Bancos y Fondos
especulativos de Inversión.
Es la carta
extorsiva clásica del acreedor usurario: me das más Tasa o me voy al Dólar. Pero una suerte de extorsión que es consentida y armada por
las autoridades porque arranca de la política gubernamental de Gobernar con
Deuda y, dentro de la misma, de la Política institucional del BCRA de aumentar
hasta el paroxismo sus niveles de endeudamiento y el consiguiente mayor costo
de sus pasivos remunerados.
Se trata, en la práctica, de un virtual asalto financiero al BCRA, con el
agravante que es un asalto dirigido y coordinado por el propio BCRA.[9]
LOS ACTORES DEL SAQUEO
El gobierno Macri – en complicidad con los
acreedores financieros del Estado – mantiene en secreto la identificación de los
titulares de las obligaciones que constituyen la Deuda Pública Fiscal (del
Tesoro Nacional) y Cuasi-fiscal (del BCRA), así como tampoco informa sobre los
acreedores de las Deudas Provinciales y demás organismos públicos.
No sabemos con quiénes nos está endeudando la
administración Macrista: no se conoce quiénes son los Bancos tenedores de las
Leliq y Pases Pasivos ni mucho menos el monto de los títulos que están en poder
de cada uno de ellos, no se conoce la identificación y monto de los capitales
financieros internacionales ingresados y operantes en el país a través del
negocio de carry trade o bicicleta financiera - que se realiza a
través de la intermediación bancaria – ni se conoce la correlación que existe
entre dichos fondos especulativos y las entidades financieras respectivas.
Ni se conoce tampoco con quienes el BCRA
suscribe sus contratos de Dólar a Futuro, que refuerzan el compromiso de
garantía a los acreedores financieros del Banco.
Estrictamente hablando, este problema no es
nuevo: la regla tradicional del Poder
Financiero es que todo lo verdaderamente importante en esta materia permanezca
en secreto. Y la Deuda es lo más secreto, en la Argentina y en el Mundo,
precisamente porque es lo más importante.
Cuando este mecanismo de endeudamiento es
sostenible – aunque sea en forma precaria y/o con refinanciaciones constantes –
el engaño es manejable ante la
opinión pública (más allá del daño y de las irregularidades que este proceso
conlleva) pero cuando, como en el caso argentino actual, hay un sobre-endeudamiento
incontrolable y de imparable altísimo costo financiero, allí deviene escandaloso
no sólo el proceder de las autoridades sino también su complicidad en el
ocultamiento de los acreedores, porque es un agravio a la transparencia de las
decisiones públicas y porque pasa a ser una forma de cubrir la impunidad de las
responsabilidades de funcionarios que estarían actuando en forma irracional y
en conflicto de intereses junto con los Acreedores del Estado.[10]
El presidente Macri habla mucho contra la Mafia Sindical pero soslaya hablar de la
Mafia Financiera que lo sostiene y
que está saqueando al país.-
TABLA ANEXA DE INTERESES A PAGAR POR EL BCRA:
Tipo
Deuda
|
Monto
M$
|
Monto
MD
|
Tasa Int.
|
Intereses
M$/Año
|
Intereses
MD/Año
|
Ints.
M$/Día
|
Ints.
MD/Día
|
Leliq
|
1.272.600
|
29.000
|
60
%
|
764.000
|
17.400
|
2.100
|
48
|
Pases Pasivos
|
878.900
|
20.000
|
55
%
|
483.000
|
11.000
|
1.300
|
30
|
Total
|
2.151.500
|
49.000
|
58
%
|
1.247.000
|
28.400
|
3.400
|
78
|
Fuente: Estado resumido de Activos y Pasivos
del BCRA (Balancete) al 31.7.2019.
Notas:
Tipo de Cambio (Dólar Mayorista BCRA) 43.8692
$/US$.
Abreviaturas en M$/MD Año/Día.
Tasa Promedio Ponderada total 58 %, una Tasa
Nominal Anual (TNA) que equivale a una Tasa Efectiva (TEA) superior al 80 %.
[1] Las abreviaturas M$/MD y
B$ significan Millones de Pesos/Dólares y Billones de Pesos respectivamente.
Las cifras se expresan siempre con redondeo, razón por la cual pueden darse
mínimas diferencias entre totales y sumatoria de términos.
[2] Según el Balancete del
BCRA al 31.7 los principales pasivos del Banco suman 3.813.900 M$ (3.81 B$),
equivalentes a (≡) unos 87.000 MD (96.900, al tipo de cambio de 43.8692 $/US$),
con la siguiente composición: 1. Depósitos en Moneda Extranjera (que pueden ser
retirados en cualquier momento) por 698.000 M$ (≡ 15.900 MD), 2. Otros Pasivos
(Swap con China, que en principio es una deuda abierta a corto plazo aunque
renovable) por 964.400 M$ (≡ 22.000 MD), 3. Letras de Liquidez (Leliq, que son
títulos a 7 días de plazo) por 1.272.600 M$ (≡ 29.000 MD) y 4. Pases Pasivos
(que son obligaciones a sólo un día de plazo) por 878.900 M$ (≡ 20.000 MD).
Este
pasivo conjunto excede en unos 20.000 MD el stock de las Reservas
Internacionales Brutas que están en el Activo del BCRA a la misma fecha.
[3] La política oficial
macrista de Gobernar con Deuda se traduce en el apotegma de no emitir Moneda sino emitir Deuda, que
implica la sustancial diferencia de que por el Dinero que se emite no se paga
Intereses mientras que por la Deuda sí, con el agravante que esas tasas son
altísimas.
Notablemente,
la alternativa de emisión controlada de dinero – las ideas de Moneda Dirigida
del Profesor García Vizcaíno y de la
Teoría Cualitativa de la Moneda del Profesor Walter Beveraggi Allende – ha sido
reemplazada hoy por su contraria: la emisión generalizada y descontrolada de
Deuda Pública sin capacidad de repago.
[4] Este mecanismo tiene mucho
de profecía o garantía auto-cumplida
dado que la entrada de capitales especulativos conlleva lógicamente un aumento
de la oferta de dólares y por consiguiente una presión a la baja del Tipo de
Cambio.
[5] En condiciones como ésta –
de fuerte incertidumbre cambiaria – es usual que los suscriptores de las
operaciones de Dólar Futuro sean los mismos acreedores del BCRA, calzando los
tiempos de sus colocaciones financieras con los de vencimiento de los acuerdos
firmados, para evitar cualquier pérdida eventual por diferencia de cambio.
Es
una operatoria que duplica así la garantía cambiaria a los acreedores dada por
el BCRA.
De
la misma manera que ocurre con la falta de identificación de los titulares de
las obligaciones por Leliq/Pases Pasivos y con los Fondos de Inversión
especulativos ingresados al país, el BCRA – por razones de transparencia -
debiera dar a conocer con quiénes está suscribiendo hoy estos nuevos
compromisos a plazo, altamente riesgosos y garantizados con fondos prestados
por el FMI, esto es, con más Deuda Externa (hasta la cobertura de 6.600 MD).
[6] Una suerte de nueva Cuenta
de Regulación Monetaria (CRM), que rigió durante la gestión Martínez de Hoz-
Adolfo Diz durante el Proceso Militar, que remuneraba los encajes bancarios,
[7] Ver Tabla Anexa al final
de este Trabajo, sobre pasivos remunerados del BCRA. Con el agravante que –
como se señala en la nota de la tabla - las Tasas de Interés promedio que allí
se consignan son Tasas Nominales anuales Promedio que Ponderadas dan un 58 %, que es
una Tasa Nominal Anual (TNA) equivalente a una Tasa Efectiva (TEA) superior al
80 %.
[8] Denominamos Base Monetaria
Amplia (BMA) a la suma de la BM contable – de 1.339.300 M$ (1.34 B$ ≡ 30.500
MD) – más las Letras de Liquidez (Leliq) – 1.272.600 M$ (1.27 B$ ≡ 29.000 MD) –
más los Pases Pasivos – 878.900 M$ (≡ 20.000 MD), lo que da un total de
3.490.800 M$ (3.49 $ ≡ 86.900 MD).
Y
esto es así porque Leliq y Pases Pasivos son en la práctica BM retenida por el
BCRA pagando altos intereses. Intereses éstos que, si no se abonaran se
traducirían inmediatamente en no renovación de letras y pases con el
consiguiente blanqueo de la BM real.
[9] NOTA IMPORTANTE:
INFLACIÓN, TIPO DE CAMBIO Y TASA DE INTERÉS
La
referencia a una idea de asalto
financiero del Estado por combinación de tipo de cambio y tasa de interés
motiva algunas aclaraciones importantes, aunque muy resumidas debido a que no son
el tema central del presente trabajo; pero sirva esto al menos como nota
explicativa.
El
gobierno Macri necesita y propende a un retraso cambiario relativo porque el
Estado recauda en pesos mientras que un 80 % de la Deuda Pública está en Moneda
Extranjera y/o sujeta a cláusulas de ajuste por tipo de cambio.
Lo
mismo pasa con la Deuda cuasi-fiscal del BCRA, que aparte de la que ya está en
moneda extranjera (Depósitos y Swap con China), tiene la mayoría de sus pasivos
expuestos a una rapidísima conversión a divisas (Leliq y Pases Pasivos).
Ergo,
cuanto más bajo o barato esté la cotización del dólar, la recaudación fiscal
servirá para comprar más divisas para poder pagar los servicios de la Deuda en
Moneda Extranjera (que son esencialmente Intereses de la Deuda porque la
totalidad del principal o capital no se paga sino que se refinancia).
Es
la garantía que el gobierno ofrece a los acreedores de que puede seguir
sosteniendo parte del pago de los intereses y así poderse hacer acreedor de que
le sigan prestando dinero.
El
ingreso de dólares, sea por entrada de capitales como, sobre todo, por venida
de capitales especulativo-financieros, contribuye a sostener la baja del tipo
de cambio porque aumenta la oferta de divisas.
De
allí que el principal destino de la Deuda Externa Pública – del Tesoro y del BCRA
– sea la venta de dólares para sostenimiento de una estabilidad cambiaria
precaria, muy transitoria y totalmente vulnerable a los movimientos de
capitales internacionales.
Se
trata de una clave que explica – aparte del terror a los efectos inflacionarios
de una disparada del dólar y su consiguiente traslado a precios - el por qué de
la dependencia del tipo de cambio que tiene la administración Macri.
Pero
la contracara de este proceso es que el BCRA imprime cada vez más dinero para
poder comprar esos dólares y entonces la BM crece.
Con
el argumento de que esa masa de dinero – creada y aumentada por el BCRA por
conversión de la citada entrada de divisas - presiona sobre el sistema de
precios, es decir, aduciendo que motorizaría la Inflación, el mismo BCRA
justifica que tiene que subir y mantener altas las tasas de interés.
Pero
esto es una tautología y un círculo vicioso dado que el BCRA emitió ese dinero
porque atrajo capitales golondrina externos que al ingresar derivaron en
aumento de la BM; y ahora se aduce que hay que mantener altas las tasas porque
se necesita absorber dicha masa de dinero.
O
sea, que si esos capitales especulativos no hubiesen entrado atraídos por las
altas tasas que les ofrece el BCRA éste no habría tenido que emitir el dinero
que se impone seguir rescatando a costa de más altas tasas de interés (!).
Un
perfecto circulo vicioso por causación circular, que daría para ahondar mucho
más estas reflexiones pero que, en lo inmediato, delata una maniobra operativa
concreta: por un lado, el gobierno emite a través del BCRA por entrada de
dólares y por otro produce Inflación vía aumentos de Precios/Tarifas de
Servicios Públicos, Presión Tributaria, Costo Financiero por altas Tasas de
Interés, etc.; aumentos que se suman al problema de la citada masa regular de
pesos por conversión de la entrada de capitales financieros de muy corto plazo.
Paralelamente,
el propio gobierno mantiene elevadas las tasas de interés - que son un factor
de inflación - y que se transmiten en forma directa a la Economía causando
Recesión, con su secuela de sub-Inversión, caída de la Producción y el Consumo,
aumento del Desempleo y de la Pobreza.
Las
mega-devaluaciones macristas de fines del 2015 y del año 2018 hasta la fecha
(no el retraso cambiario del bienio 2016-2017) se trasladaron a los precios,
contribuyendo también, y en forma determinante, a alimentar mayor Inflación.
Pero
el efecto inflacionario interno no afecta la ecuación de ganancia de los
capitales externos que lucran con el negocio de prestarle al Estado porque los
mismos no juegan contra la relación de precios locales sino sólo contra el piso
de las tasas de interés.
Por
ende, se produce un fenómeno muy especial en función del tipo de cambio: que la
Inflación interna va licuando los
salarios reales de la gente y el gobierno va licuando gran parte de su Gasto
Público - medidos ambos en dólares - mientras que simultáneamente los capitales
financiero-bancarios mejoran su ecuación de ganancia y retro-alimentan este
proceso.
Es
decir, que la propensión al atraso cambiario - inducida desde el gobierno a
través de las altas tasas de interés - termina así generando Inflación por vía
cambiaria porque el Estado emite más pesos como producto de sus emisiones de
dinero por conversión de ingresos de dólares especulativos y/o divisas
provenientes del endeudamiento externo.
Y
esto se enmascara – con el consentimiento del FMI – a través del engaño de una
BM supuestamente constante (mito del aumento 0 de la BM) que no refleja la
realidad de una BM Amplia porque no computa Leliq ni Pases Pasivos.
Si
se toma la relación BM / Reservas Internacionales (RI) esto da un tipo de
cambio teórico de referencia anormalmente apreciado de 19.72 $/US$ (1.339.300
M$ / 67.900 MD) pero si se tomara la relación BM Amplia (BMA) / Reservas Internacionales
(RI) daría mucho más, 51.41 $/US$ (3.490.800 M$ / 67.900 MD), que se aproxima
notablemente a las actuales proyecciones cambiarias para el segundo semestre de
este año.
La
inferencia que puede desprenderse de estos números es que éste tipo de cambio –
medido contra la BMA – pudiera estar siendo tomado como guía cuantitativa de la
rentabilidad relativa de los capitales financieros y sería el valor de
referencia contra el que se mueve el mercado monetario y cambiario a corto y
mediano plazo.
Pero
todo pronóstico al respecto es forzosamente conjetural porque las decisiones
mega-financieras se toman en un nivel muy superior al conocimiento y la
comprensión de la opinión pública; y se imponen por encima de las estructuras
políticas de gobierno, cuyos funcionarios son meros instrumentistas de las
partituras dictadas por el Poder de la Banca.
Son
los eternos problemas de recurrencia dentro de la tríada Tipo de Cambio-Tasa de
Interés- Inflación Interna de cuya trampa, una vez ingresado al Sistema de la
Deuda Perpetua, no se sale.
[10] A la conocida extracción
bancaria de muchos altos funcionarios que cubren y/o han cubierto los
principales cargos económico-financieros de la administración Macri – Alfonso
Prat Gay (ex Banca Morgan), Luis Caputo (ex Banca Morgan y Deutsche Bank),
Santiago Bausili (ex Banca Morgan), Eugenio Bruno (ex representante de Holdouts
que litigaban contra nuestro país), Mario Quintana (ex Fondo Pegasus), Gustavo
Cañonero (ex Deutsche Bank y Fondo de Inversión Templeton), etc., se destacan además casos como el del
Ministro de Hacienda Nicolás Dujovne (que tenía el 90 % de sus bienes radicados
en el exterior, con parte de ellos invertidos en bonos argentinos) y del propio
presidente Macri, que tiene un
patrimonio declarado al último año (2018) de 151.6 MD, el 75 % del cual está
colocado en títulos y bonos de la Argentina. Siendo que todos ellos han
aumentado significativamente su patrimonio durante el periodo que va de la
gestión macrista de gobierno.
Una
nota reciente – publicada en el diario El Cronista (del 5.8.2019) – señala que
los miembros del gabinete económico tienen más de la mitad de su fortuna
personal en el exterior. Por ejemplo, el ministro Dujovne, Dante Sica-Ministro
de Producción y Trabajo, Verónica Rappoport-Vicepresidenta del BCRA, Leandro
Cuccioli-AFIP, Rodrigo Pena-Secretario de Hacienda, etc.
Y
casi todos ellos – como el presidente Macri y el Ministro Dujovne – tuvieron importantes
incrementos patrimoniales durante la actual gestión; con parte producto de
inversiones financieras en títulos públicos argentinos. Es decir, que son
funcionarios y a la vez acreedores del Estado.