lunes, 30 de enero de 2023

DROGAS


 multitudes como 'marea'

 

"El hombre es tal cuando reconoce que es un `animal inestable y frágil'''. (Dante Alighieri)

 

POR JUAN ALBERTO YARÍA

 

La Prensa, 29.01.2023

 

Jorge murió, mientras escucho los lamentos de sus padres en una consulta. Era un joven de 30 años que se sentía en la plenitud de su poder. La unión de fiestas inacabables con el alcohol y las drogas estimulantes acabaron con una vida que se desgranaba en la omnipotencia del ''a mí no me va a pasar''. Es uno de los tantos que no fue noticia periodística, pero sucedió como cientos en los fines de semana.­

 

El 'homo festivus', como hoy se llama en Europa al hombre que surge de la posmodernidad con orfandad de sentido, es un gran negocio para muchos: miles de personas entran a la diversión nocturna, hay oferta escandalosa de drogas (confesión de varios pacientes o habitués a estos locales), los tragos tienen precios siderales, las mesas en los lugares vips superan los cientos de miles de pesos, las entradas para entrar a esos lugares de diversión van de 2 mil a 4 mil pesos. Muchos caen luego del consumo 'avivado', todo esto por música a todo volumen y luces estroboscópicas (destellos breves y con distintos colores en rápida sucesión) que anulan más la conciencia. El cuerpo, la naturaleza tienen leyes. No las podemos desafiar. Dante Alighieri nos enseñaba que si reconocemos esta 'fragilidad' sobreviviremos infinitamente al cambio y a la destrucción. Lecciones olvidadas hoy en medio de 'las mareas humanas y las multitudes aglomeradas' que hacen de su fragilidad ignorada un blasón que los lleva al descenso a los 'infiernos' (en el sentido del Dante). Dio señales, pero no fueron escuchadas por sus allegados. Choques automovilísticos, sobredosis, deudas, etc. Lo permisivo triunfa hoy.­

 

El límite no es 'políticamente correcto'. Ya desde los tiempos de Hitler y Stalin había palabras que ellos llamaban 'mordaza': 'cipayos', 'burgueses', etc. Eso discriminaba y acallaba al otro. Hoy poner límites es ser 'conserva', o 'represor'. Dimisión de los padres. Tiranía de los hijos. Miedo a los hijos. Muchos no tienen padres.­

 

Las historias de hoy no contadas forman parte de la serie de sucesos que ni siquiera están en los avisos fúnebres de los diarios. El ego pudo más en él que la escucha humilde de nuestra fragilidad. La permisividad socio-familiar también.­

 

Es la multitud como 'marea' lo que se impone con un gran 'neuromarketing' que parece triunfar. Reino de individuos sacrificados en el 'altar' de su ego que imponen por el imperio de lo masivo la peor de las dictaduras desde la ignorancia y la soberbia.­

 

Epocas de Barbarie. Veda a la ley que es a la escucha del otro. La salud mental en una de sus evaluaciones se mide por la capacidad de hablar, no actuar en forma impulsiva y, fundamentalmente, escuchar. No se puede llenar de policías los lugares de diversión o de playas, ya que lo que parece fallar es la principal ley de lo humano; escuchar y cuidar la salud como primer registro que es el de cuidar la vida.­

 

La interiorización de la ley, en muchos, parece fallar. La transgresión a la ley de la escucha es lo más importante. Las consecuencias no se evalúan porque los efectos de las conductas son repudiados, elididos, burlados, transgredidos. Más allá del ego, lo otro como diferente no existe o es no-yo. Es la ceguera de los que ven lo que se impone. Este ego omnipresente y omnipotente nos condena a la peor de las fragilidades que es el encuentro con la muerte.­

 

GLOBALIDAD DEL PROBLEMA­

 

Son problemas del cual participan todas las clases sociales; desde los sectores más vulnerables hasta las clases más acomodadas. Son momentos difíciles en nuestra comunidad. Las drogas y el abuso general de sustancias se inscriben en este contexto en donde parecería que el joven no encuentra un lugar en la sociedad.­

 

La escolarización está dañada desde hace años, incluso la universitaria. El empleo formal está en crisis. El PBI es similar al de 2004 pero con 7 millones más de habitantes. Hay un 50 por ciento de niños en situación de pobreza y un 45 por ciento con problemas de acceso a la educación. A menores posibilidades de empleo se deterioran dos vectores claves: la familia y la vida escolar (interrumpida en lo vincular durante la pandemia). La educación social está resentida y la 'vida de calle' se impone ante la ausencia o déficit de los vectores institucionales que son fundamentales en el proceso formativo y educativo.­

 

En la 'vida de calle' aparecen nuevos vendedores de ilusiones que permiten por un momento recrear paraísos de ilusión, como lo es el 'dealer' con sus redes que llegan a ser más importantes que los transmisores de cultura.­

 

La ley como tal que se interioriza desde ciertos 'porta-palabras' como lo son los padres, los maestros y las figuras significativas de la comunidad se notan débil en sus efectos. A esto hay que agregar el proceso de des-familiarización creciente de nuestra sociedad.­

 

En la otra punta de la escala social el consumo de alcohol es alto (el más alto de América) y al lado de eso la marihuana esta 'normalizada'. Nuestro país es el primer consumidor de cocaína de toda América, y no nos olvidemos que la mayoría de los países de América Latina son productores de drogas o distribuidores. La Argentina es un mercado apetecible. El 'neuromarketing' de las drogas facilita que todo espacio sea vivido como un desierto con 'oasis' fabricados con ilusiones paradisíacas sin ley.­

 

La transgresión de la ley o la veda de esta representan la vuelta de la barbarie. Heidegger dirá ''cuando los mundos se evaporan''; el filósofo Hobbes, cuando ''el hombre es el lobo para el hombre''. La veda de la ley nos muestra el derrumbe del mundo y la emergencia de lo in-mundo. En nosotros hay una pasión por la veda de la ley (todo vale y el poder lo marco desde el golpe brutal) desde mi ego, como ley única.­

 

'PERIFERIZACION' DE LAS CIUDADES­

 

Las periferias se dan alrededor de las ciudades o dentro de las mismas ciudades. Son circuitos con códigos diferentes y en donde lo informal e ilegal impone leyes. Reinan otros patrones y la ley formal pacta o directamente no entra.­

 

Las ciudades de hoy no pueden ser entendidas sin estos nuevos actores; uno de ellos es el narcotráfico que opera barrio por barrio con una clientela asegurada dadas las fallas de socialización de miles.­

 

La venta al menudeo de drogas se da la mano con la gente que vive en la calle y al mismo tiempo coches lujosos surten el paisaje en donde lo triste se une a lo pomposo de las ciudades más sofisticadas. Puerto Madero al lado de sus villas laterales. Al lado de esto está lo multi-étnico y los fenómenos masivos de migración desde el interior y las poblaciones marginalizadas que proceden en algunos casos del exterior (países vecinos).­

 

Lo periférico se une con lo central de las ciudades en estos momentos de intercambio. Son dos mundos que se tocan. Dos ciudades al mismo tiempo. Por eso, el profesor García Canclini definió a la ciudad de hoy como un palimpsesto, o sea un jeroglífico en donde viven distintos lenguajes.­

 

LA CAIDA DE LOS REFERENTES DE LA LEY ­

 

Los 'dealers' se convierten en guardianes del territorio y, de esta manera, es muy difícil trabajar. A todo esto, hay que agregar la dilución del papel simbólico del médico y de todo referente de autoridad en casi todos los sectores de la sociedad. El guardapolvo blanco o la chaquetilla ya no generan el mismo respeto y significado que antes. Esta dilución del papel de este profesional es paralela a la crisis del maestro, el político, y en general de todo aquel que representaba antes una referencia ética indudable. Sus palabras ya no son tan escuchadas. E incluso la violencia es el primer mensaje ante ellos. Ya no se espera la palabra de estos representantes. ­

 

Juan Alberto Yaría

* Director general de Gradiva - Rehabilitación en adicciones