jueves, 13 de marzo de 2008

El Presidente de Colombia

Acusaciones injustificadas a un buen gobernante: Alvaro Uribe

Frente a las críticas y dudas que han circulado últimamente con respecto a la presunta vinculación del Presidente de Colombia con la comercialización de las drogas, y dado que he estudiado el tema del narcotráfico colombiano[1], me permito disentir con algunas conclusiones.
Me tomé el trabajo de leer el Cap. III, del libro: “Los jinetes de la Cocaína”, publicado en Internet por una organización de derechos humanos.
De un total de 38 páginas del capítulo, en el que se detallan muchos datos sobre los clanes del narcotráfico colombiano -coincidentes, en general, con la bibliografía que he consultado-, lo único que se menciona respecto al actual Presidente y a su padre, es lo que transcribo textualmente, a continuación.

1. “También es oriundo de Antioquia el senador Alvaro Uribe Velez,. cuyo padre, Alberto Uribe Sierra, era un reconocido narcotraficante, quien le otorgó licencia a muchos de los pilotos de los narcos, cuando fue director de Aerocivil.
Uribe estuvo detenido en una ocasión para ser extraditado, pero Jesús Aristizabal Guevara, entonces secretario de Gobierno de Medellín, logro que lo pusieran en libertad.
Al entierro de Uribe Sierra, asesinado cerca de su finca en Antioquia, asistió el entonces presidente de la República, Belisario Betancur, y buena parte de la crema y nata de la sociedad antioquena. en medio de veladas protestas de quienes conocían sus vínculos con la cocaína.”

2. “Los coqueros buscaron la solidaridad social a través de programas que aparentaban tener un sentido cívico, como Medellín sin Tugurios, plan lanzado públicamente en Bogotá por el Alcalde Alvaro Uribe Velez, y que consistió; según se supo luego, en las mil casas en obra negra que fueron donadas a los residentes en un basurero de la ciudad, financiadas por Pablo Escobar también adelantó el programa Medellín Cívico, en el que el narcotraficante dono miles de arbustos para ser plantados en los antejardines y los parques.”
[Editado electrónicamente por el Equipo Nizkor- Derechos Human Rights el 06oct01]

Reflexión:

A) 1. Del padre -cuyas acciones no pueden afectar al hijo, por cierto-, no se presenta ninguna evidencia de delitos cometidos, ni menos condenados. Que un director de Aeronáutica otorgue el brevet de piloto a quien apruebe las pruebas respectivas, no significa complicidad con lo que realice, posteriormente, dicho aviador.

2. No puede admitirse que haya sido “un reconocido narcotraficante”, pues el mismo libro no lo incluye en ninguno de los clanes, ni menciona operativo alguno en el que haya estado involucrado.

3. Lo que sí ha sido señalado por el periodismo es que, siendo hacendado, colaboró financieramente con grupos paramilitares -cosa común entre los propietarios de fincas-, para la defensa contra la guerrilla, que finalmente lo asesina.

B. Del actual Presidente, sólo se afirma que, siendo Alcalde, aceptó que el jefe de un clan aportara dinero para planes municipales de urbanización. Es curioso que, habiendo sido, después de esa fecha, Gobernador y Presidente -en su segundo mandato-, no haya otro cargo más grave, si siquiera del Presidente Chávez, que lo ataca casi diariamente.

En resúmen, y sin caer en la ingenuidad de transformar en un santo, a un gobernante que tendrá, seguramente, defectos, creo que los datos aportados no tienen consistencia. Por el contrario, estimo que Alvaro Uribe es un modelo de gobernante, por la capacidad y valentía demostradas, en la conducción de un país seriamente anarquizado, antes de su llegada al poder.

Mario Meneghini

[Pueden leerse más antecedentes en la Etiqueta “Terrorismo”]


[1] Algunos de los libros consultados:
Aruedy, Alejandro. “El narcotráfico en América”; Córdoba, Marcos Lerner, 1993;
Boyer, Jean-Francois. “La guerra perdida contra las drogas”; México, Grijalbo, 2001;
Arrieta, Carlos y otros. “Narcotráfico en Colombia”; Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1991;
Tovar Pinzón, Hermes. “La economía de la coca en América latina”; en Nueva Sociedad, Nº 130, marzo-abril/1994, Caracas, pgs. 86/111;
Krauthausen, Ciro. “Poder y mercado. El narcotráfico colombiano y la mafia italiana”; Nueva Sociedad, op. cit., pág. 112/125;
García Bustos, Martha Luz. “Los focos de la mafia de la cocaína en Colombia”; en Nueva Sociedad, Nº 121, setiembre-octubre/1993, pgs. 47/59.