POR CLAUDIO CHAVES
La Prensa,
12.03.2024
En estos términos
se refirió el Presidente respecto de que hacer con la delincuencia y el
narcotráfico. ¡Y es muy claro! y a mi ver y entender correcto. Pero…siempre hay
un pero. Un detalle. Una cosita.
Desde ambos lados
de los campos ideológicos en que está compartimentada la Argentina se sabotea
esta propuesta. A sabiendas o por cobardía.
La oposición, en
general progre o sencillamente almas bellas y candorosas creen que la consigna
debe ser “ellos y nosotros”. La idea de respetar los derechos humanos a favor
de criminales inhumanos no sirve para acabar con esta tragedia y más cuando las
organizaciones defensoras de estas ideas juegan a favor del delincuente. Ya
mucho se ha escrito sobre esto. ¡A qué abundar! Todo se ha dicho ya. Solo una
idea más. Cada vez que en nuestra historia se presentaron problemas que
pusieron en jaque la continuidad del Estado hubo argentinos que entendieron la
gravedad de la situación y actuaron en consecuencia.
Recordar la acción
del general Roca sobre la delincuencia indígena, la categórica respuesta del
doctor Hipólito Yrigoyen a los anarquistas en la llamada Semana Trágica y la
Patagonia Rebelde. Anarquistas que habían asesinado en 1910 al jefe de la
Policía y a su secretario, y diecinueve años más tarde intentaron matar a don
Hipólito. Y la determinante resolución del gobierno peronista de Ítalo Luder de
acabar con la subversión poniendo en marcha el Operativo Independencia en la
Provincia de Tucumán. Cada momento tuvo un patriota.
PROGRES Y COBARDES
La política de los
progres, (kirchneristas, peronistas light e izquierdistas) está clara, durante
veinte años nos tuvieron a mal traer y gracias a sus ideas, la delincuencia y
el narcotráfico crecieron exponencialmente. Finalmente esa plaga ideológica fue
democráticamente superada. Sin embargo hay cuestiones que se repiten. Algunas
por irresponsabilidad y falta de criterio, otras por cobardía. Vamos por
partes. Por ejemplo ¿era necesario que el gobierno de Santa Fe mostrara
imágenes de presos, tal cual El Salvador, cuando no se es dueño de la calle?
Bukele las exhibió cuando los sesenta mil pandilleros estaban tras las rejas.
El combate no se gana con bravuconadas. El Gobierno Nacional está enviando
fuerzas federales e incluso, en un grave error, apoyo militar, (el que se pueda
brindar en el marco de las leyes vigentes). Aun así, es un error.
TODOS SABEN
En Rosario todos
saben donde se vende droga, el hormiguero, según terminología bullrrichista,
los hay chicos, medianos y grandes. Son las bocas de expendio. Sin esas bocas
se hace difícil por no decir imposible la venta de estupefacientes. ¿Entonces
si se sabe cuáles son y donde están porque no se las ataca? La tontera de que
el narcomenudeo carece de importancia estratégica es la mentira mejor armada
para no hacer nada.
No, afirman
señorones sabelotodo, ¡lo que importa es el lavado, los grandes negocios, la
cadena internacional! ¡Acabemos con ellos y se termina el hormiguero! Entonces
habrá que empezar por cuevas, bancos, inmobiliarias, empresas hoteleras y de
transporte fluvial, terrestre y aéreo, y ainda mais. Entonces es imposible.
El problema de la
inseguridad hoy en Rosario es el narcomenudeo y las bandas de delincuentes a
ellos asociadas. No se necesita al Ejército para acabar con ellas. Con las
fuerzas Federales alcanza. Claro si actuaran como corresponde. ¿Qué hacen hoy
las fuerzas federales en Rosario? patrullan las calles, ¿acaso creen que los
dealer llevan un cartel ofreciendo merca? Lo que logran es que se oculten y
aguanten la parada. La gendarmería pide documentos en colectivos y trolebuses
¿es que el traficante no tiene documentos en orden? A esta altura de la soirée
o son inútiles o mentirosos. A las autoridades nacionales y provinciales y a
los jefes de las fuerzas federales les recuerdo las palabras del general Roca
al iniciar su Campaña: “Vamos pues a disputarles sus propias guaridas, lo que
no conseguiremos sino por medio de la fuerza. A mi juicio el mejor sistema de
concluir con los indios es el de la guerra ofensiva. Hay que ir a buscarlos a
sus guaridas y causarles un terror y un espanto indescriptibles”. No hay otra
solución. Eso sí, si actúan como corresponde habrá muertos. Entonces tendrá
sentido aquello de el que las hace las paga.