muestra su verdadera cara
Brújula
cotidiana, 11_03_2025
Según el
Observatorio de Derechos Humanos, más de 1.050 civiles han sido asesinados
desde el 6 de marzo en cuarenta localidades diferentes de Siria por parte de
fuerzas armadas gubernamentales o progubernamentales. En su mayoría son
alauitas de las ciudades costeras de Baniyas, Hama, Latakia, Jableh, Tartous,
pero entre las víctimas también se cuentan cristianos y drusos del sudeste.
Según la misma fuente, estos últimos habrían sido asesinados “por error”,
puesto que los yihadistas extranjeros son incapaces de distinguir a los
alauitas de otras comunidades no sunitas.
En la tarde del 9
de marzo, Ahmed al Sharaa, líder de Hayat Tahrir al Sham y autoproclamado
presidente de Siria, anunció que había nombrado una comisión de investigación
“independiente” que indagará la responsabilidad de las masacres. Hablamos de
estos últimos acontecimientos con el padre Dany, sacerdote originario de
Kamishly, un pueblo de la región siria de Idlib gobernada por yihadistas desde
hace años.
Padre Dany, ¿qué
está pasando en Siria?
¿Qué puedo decir?
Un dictador ha sido expulsado y ha llegado otro, que además es fundamentalista
islámico.
¿Por qué el 1 de
marzo no se disolvió el gobierno provisional como estaba previsto?
Es un gran
malentendido. No existe un gobierno provisional, este Gobierno no pretende ser
provisional, durará al menos tres años. Al Sharaa y los suyos lo han dicho
claramente. Cabe señalar que en el equipo de Gobierno no hay un sunita
moderado, un cristiano, un druso, un alauita: todos los ministros son
fundamentalistas procedentes de Idlib.
¿Cómo se explican
los episodios de violencia de los últimos días?
Tenemos que
empezar por la historia reciente. Después de la caída del antiguo régimen,
Ahmed Al Sharaa se había presentado como un cordero, pronunciando discursos muy
hermosos de inclusión y pacificación: las sanciones se levantarían, Siria
volvería a producir. En realidad, la nueva administración solo ha producido
desastres económicos, demostrando ser incapaz de hacer frente a la pobreza y el
hambre que asolan Siria, y despidiendo a un millón de empleados estatales y a
seiscientos mil miembros de las fuerzas del orden, entre el ejército y la
policía. Como consecuencia, en estos tres meses ha habido protestas en las
plazas e intentos de rebelión contra el nuevo Gobierno, que Al Sharaa no tolera
bien. Desde que se nombró a sí mismo presidente de Siria el 29 de enero, ha
comenzado a eliminar físicamente a los cuadros del antiguo ejército regular,
con la excusa de que se habían mantenido fieles a Assad.
A propósito de
esto: ¿Existe o no existe un “ejército leal” a Assad responsable de la
violencia y las agresiones, como sostiene Ahmed al Sharaa?
Le respondo con
otra pregunta: ¿cree que si este ejército hubiera existido, no habría
intervenido en defensa de Assad? ¿Por qué debería intervenir ahora, tres meses
después de los hechos? La verdad es que seiscientos mil soldados sin trabajo,
enfadados y hambrientos, son difíciles de manejar. El Gobierno actual ha pedido
a todos que entreguen las armas, pero los drusos y los alauitas se han negado,
y no sin motivo (los primeros temen al ejército israelí que avanza hacia el
sur, los segundos a los turcos que se expanden hacia el norte, sin que el
gobierno haga nada). Éste fue el pretexto del Gobierno para abrir fuego, en lo
que resultó ser una mera venganza.
Entonces, ¿quién
ha disparado? ¿Existe un ejército regular sirio?
El ejército
gubernamental está formado por la milicia de Hayat Tahrir al Sham y por decenas
de otras milicias yihadistas compuestas en su mayoría por extranjeros:
egipcios, argelinos, chechenos, afganos y turcomanos a los que se les ha
concedido la ciudadanía siria a cambio de su contribución a la expulsión de
Assad. Muchos de estos extranjeros ni siquiera hablan árabe y han participado
en gran parte de las masacres de los últimos días. En Jableh han cometido un
verdadero genocidio, han matado a todo el pueblo, a alauitas y cristianos. Han
sacado a familias enteras de sus casas, para después ponerlas contra la pared y
fusilarlas. El padre de un párroco ha sido asesinado porque se negó a entregar
su coche. El hecho de que Internet fuera inutilizable y se cortara la
electricidad durante las masacres demuestra que estas operaciones fueron
premeditadas. En un caso, antes de la llegada del equipo de televisión Al
Jazeera, cientos de víctimas civiles fueron vestidas con ropa militar, para
hacer creer que se trataba de soldados del famoso “ejército leal”.
¿Qué prevé para el
futuro próximo?
Menos mal que ha
pasado lo que ha pasado para que el mundo pueda ver la verdadera cara de Hayat
Tahrir al Sham. En tres meses se han descubierto como lo que son: terroristas.
Si no se convierten en seres humanos, nos enfrentaremos a un nuevo conflicto
civil y Siria será un nuevo Irak, donde los cristianos eran el 20% y ahora son
el 2%.