lunes, 30 de junio de 2014

AL BAGDADI, EL AMBICIOSO Y DESPIADADO LÍDER AL FRENTE DEL ESTADO ISLÁMICO



Agencia EFE, 30-6-14

El autoproclamado nuevo califa del mundo islámico, Abu Bakr al Bagdadi, es un hombre ambicioso y despiadado que ha conseguido el ansiado sueño del extremismo islamista, algo que ni siquiera logró Bin Laden: establecer un Estado Islámico, aunque sea sobre el papel.

Al Bagdadi se ha convertido en la peor pesadilla de los gobiernos de Irak y Siria, en cuyo territorio ha creado su califato gracias al avance de un "ejército" con miles o decenas de miles de yihadistas procedentes de todas las partes del mundo.

Esa cifra resulta difícil de establecer, al igual que muchos de los detalles de la vida del nuevo califa, un personaje que ha utilizado con astucia la "invisibilidad" para ascender desde la nada hasta lo más alto del extremismo islámico.

El "hombre más peligroso del mundo" o el "nuevo Osama Bin Laden", como le han bautizado "Time" y "Le Monde", respectivamente, se llama en realidad Ibrahim Awad Ali Al Badri Al Samarrai.

Nació en el seno de una familia religiosa de Samarra, en Irak, en 1971 y estudió Historia Islámica en la Universidad de Bagdad, donde se doctoró a finales de los años 90 del siglo XX.

Esos son los únicos datos biográficos conocidos de Al Bagdadi, a cuya cabeza EEUU puso un precio de 10 millones de dólares en 2011, cuando Washington confirmó su liderazgo, con el alias de Abu Dua, al frente de Al Qaeda en Irak, el grupo que, convertido años más tarde en el Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL), está sacudiendo los cimientos de Oriente Medio.

En un documento titulado "Esta es la promesa de Alá", el EIIL o ISIS, como es conocido por sus siglas en ingles, informó ayer de que sus líderes "han resuelto anunciar el establecimiento del califato islámico y la designación de un califa para todos los musulmanes".

"Es imperativo para todos los musulmanes jurar lealtad al califa Ibrahim y apoyarle", señaló el EIIL, que ha eliminado "de Irak y el Levante" de su nombre y ahora sólo se llama "Estado Islámico" (EI).

Para llegar al califato, Al Bagdadi fue escalando posiciones como miembro de uno de los muchos grupos armados surgidos contra la ocupación de EEUU en 2003 hasta convertirse, en abril de 2010, en el líder de Al Qaeda en Irak, el tercero tras las muertes de Abu Musab al Zarqaui, considerado su mentor por algunos, y Abu Omar al Bagdadi.

En el trayecto pasó cuatro años en Camp Bucca, la principal prisión de EEUU en Irak cuando fue detenido, en 2006, y donde, según los expertos, se implicó más profundamente con la lucha de Al Qaeda.

Obsesionado por su seguridad, apenas circulan dos borrosas fotografías "confirmadas" por las autoridades de Bagdad y Washington del rostro de Al Bagdadi, un hombre al que, sin embargo, conocen bien sus "soldados".

Al contrario que Bin Laden, un "jeque" lejos del frente, el nuevo califa es un "combatiente" que ha luchado junto a sus hombres en algunos momentos del camino hacia la toma de la segunda ciudad de Irak, Mosul, el pasado 10 de junio, cuando el mundo abrió los ojos sobre el EIIL.

Sus brutales métodos, como matar a los enemigos capturados y divulgar en internet decapitaciones o mutilaciones, no gustan a todos. Otros grupos armados han atacado al EIIL en Siria y algunos de sus aliados en la ofensiva en Irak empiezan a mostrarle su rechazo.

Al Qaeda llegó a exigirle, en vano, que se retirase de Siria, pero, alentado por sus éxitos en las batallas, Al Bagdadi ha preferido retar a sus líderes, asegurando que él es el verdadero heredero del legado de Bin Laden, un argumento que parece haber calado entre los miembros europeos del EIIL.

Su carisma para formar un grupo "trasnacional" de yihadistas, que le siguen desde cualquier parte del mundo, y su brutalidad parecen ser la causa de su éxito, según los expertos.


"Al Bagdadi se presenta a sí mismo como el líder yihadista del siglo XXI y, con ello, como un competidor y rival del (actual líder de Al Qaeda, Ayman Al) Zawahiri", según un especialista citado por Al Yazira, mientras que el diario británico The Guardian asegura que "hoy los analistas están sorprendidos de que, tras los éxitos del EIIL en Irak, Al Bagdadi haya eclipsado a Al Zawahiri en Al Qaeda".