domingo, 14 de diciembre de 2014

BODEN 2015: RESULTADOS DEL CANJE



Por Héctor GIULIANO 

(13.12.2014).


Ayer el Ministerio de Economía (MECON) dio a conocer los resultados de la operación combinada de Deuda Externa sobre pago o rescate anticipado de Boden 2015 y colocación de 3.000 MD[1] de nueva deuda en Bonar 2024.

Como este tema lo hemos venido desarrollando en varias notas anteriores[2] en la presente sólo cabe agregar algunas observaciones y/o comentarios a este respecto vinculados a las novedades producidas.

El gobierno Kirchner – como ya lo vimos – hizo el 4.12 un triple ofrecimiento: 1. Recompra anticipada en efectivo de los Boden 15, 2. Canje anticipado de estos mismos títulos por Bonar 2024, y 3. Emisión de nueva deuda, también en Bonar 24 y por los 3.000 MD citados.

Vamos a analizar brevemente – conforme las noticias preliminares que se han hecho públicas – qué pasó con cada una de estas tres opciones.


I. RECOMPRA DE BODEN 15 AL CONTADO.

En Octubre del año que viene vencen 6.300 MD de Boden 15 que el gobierno Kirchner no puede pagar y que está buscando canjear por nuevos títulos en función de su política de re-endeudamiento sistemático por novación de las obligaciones de la Deuda Pública que le van cayendo, esto es, pago de deuda con nueva deuda.

El ofrecimiento de recompra anticipada y al contado de estos títulos hoy – un momento en que el gobierno no tiene solvencia ni liquidez para afrontar sus compromisos, como no sea emitiendo más deuda – era, en este sentido, un despropósito.

Si se hubiera presentado un número relevante de acreedores para el cobro en efectivo de los títulos las autoridades habrían quedado gravemente expuestas, por lo que existía la fundada sospecha que el gobierno Kirchner tenía garantías de que esto no iba a ocurrir.

Los resultados de esta opción confirmarían tal hipótesis: sólo 185 MD de Boden 15 (un 3 % del total) fueron presentados al cobro – 1.392 presentaciones – que al precio de recompra de 97.0 US$ son 180 MD.  


II. CANJE DE BODEN 15 POR BONAR 24.

La segunda opción – canje anticipado – constituía aparentemente el objetivo buscado y consistía en rescatar los Boden 15 a 99.7 % de su Valor Nominal (VNO) más el reconocimiento de 1.536 US$ de intereses corridos por cada lámina de 100.

La suma canjeada por esta variante fue de 377 MD, que da un neto casi igual (376 MD), más 6 MD de intereses que se pagan al contado.  

Las ofertas recibidas fueron 511 y representaron así un 6 % del total de Boden 15, de modo que sumando recompras y canje anticipados el gobierno habría rescatado menos del 10 % (el 9) sobre el total de los títulos elegibles (los 6.300 antes mencionados).[3]


III. NUEVA DEUDA POR BONAR 24.

Esta “tercera opción”, en realidad, es una operación separada de colocación de nueva deuda por Bonar 2024 – los mismos títulos que se usan para canjear los Boden según la variante del punto anterior y que ya se usaron para pagarle a Repsol por YPF – con una emisión autorizada de 3.000 MD.[4]

Se trata de una emisión nueva e independiente del rescate anticipado de los Boden 15 y que reinaugura la colocación de nueva deuda en moneda extranjera con acreedores privados: un verdadero sondeo del mercado para la colocación de nuevos títulos, hecho en la plaza local y bajo Ley Argentina.

El comunicado oficial del MECON dice que sobre los 3.000 MD de estos Bonar 24 ofrecidos como bonos nuevos sólo se presentaron 103 interesados, que hicieron ofertas por 286 MD las que – a un precio de suscripción bajo la par de 96.2 US$ representaron la percepción efectiva de 275 MD por el gobierno. 


El sorpresivo agregado de estas operaciones combinadas se suma así a las nuevas colocaciones de deuda que se vienen produciendo durante el corriente año.

Las anteriores emisiones de bonos en el Mercado, Bonar 2016/2017 (por 10.000 M$ cada uno) y Bonad 2016/2018 (por unos 1.700 MD en total) fueron hechas con títulos en pesos y en dólar linked respectivamente.

La actual emisión de Bonar 24, en cambio, ya es una operación directamente en dólares; y este punto es doblemente importante: primero, porque implica el regreso argentino a la colocación de deuda en moneda extranjera con acreedores privados (variante que el gobierno se jactaba hasta ahora de haberla reducido), y segundo, porque la contracción de nueva deuda en dólares replantea – entre otras cosas - la necesidad de mantener un retraso cambiario relativo para poder garantizar el pago de Deuda Externa, actual y futura.

Vivir proclamando que el país se está des-endeudando cuando tal desendeudamiento no existe y cuando, como agravante, el mismo gobierno está colocando simultáneamente nueva deuda (por oferta de refinanciación sobre los 6.300 MD de Boden 15 y por colocación de 3.000 MD de deuda adicional en Bonar 24) no es sólo una incoherencia total sino, a la vez, un engaño intencional al Pueblo Argentino.


BALANCE DE LA OPERACIÓN CONJUNTA.

Los resultados informados por el MECON son difíciles de evaluar porque se desconoce el verdadero objetivo buscado por el gobierno Kirchner a través de las operaciones y porque los montos en juego resultantes son mucho menores que los totales ofrecidos.

Por un lado, el gobierno “se salvó” de que se le presentaran tenedores para reclamarle altos montos por su compromiso de recompra al contado.

Por otro, el canje anticipado de Boden 15 – que tienen una tasa de interés del 7 % anual – por Bonar 24 – que tienen una tasa del 8.75 % - constituye “un mal negocio” para un gobierno que no tiene fondos para poder pagar hoy ni capacidad de pago demostrada para hacerlo en el futuro, a menos que siga tomando más deuda para ello.

Adelantarse casi un año a canjear títulos por bonos nuevos más caros y en un momento en que el país probadamente no tiene las divisas necesarias disponibles para ello, no constituye una decisión racional ni financieramente conveniente.

Con el agravante que todas estas nuevas obligaciones que se están tomando son contraídas por el gobierno K pero su cumplimiento pasa a ser responsabilidad de las futuras administraciones.


LA ARGUMENTACIÓN DEL MECON.

En su conferencia de prensa del 4.12 el ministro Kicillof dijo que el motivo de esta recompra/canje anticipado era “cortar de cuajo” las versiones que habrían sido difundidas por los Fondos Buitre (FB) en el sentido que la Argentina no tendría los recursos para pagar los Bonar 15 a su vencimiento (en el 2015).

Es decir, que para “desmentir” que no se podría pagar el año que viene el gobierno decidió adelantar el pago ahora (!).

Algo así como “ofenderse y pagar de puro guapo”, como ya se hizo pagándole todo y anticipadamente al Fondo Monetario a principios de 2006.

Pero ocurre que el gobierno K no cancela así definitivamente sus obligaciones sino que sólo paga deuda con nueva deuda, deuda con otros o con los mismos acreedores pero deuda al fin, lo que significa que – siguiendo tal razonamiento – el gobierno no solamente entiende que se “des-endeuda” cuando paga a los acreedores con nuevos títulos sino que, además, considera positivo contraer anticipadamente deuda más cara para ello (Bonar 24 contra Boden 15).

Y todo esto – según la versión oficial - para desmentir rumores malintencionados de los FB que estarían diciendo que la Argentina no tendría dinero para pagar los Boden en el 2015; cuando tampoco lo tiene para pagarlos ahora, en el 2014.

La prueba está en que los títulos no se pagan sino que se refinancian por canje de obligaciones a plazo más largo y que la eventualidad de tener que afrontar altas recompras al contado sólo podría hacerse colocando paralelamente más deuda (vía Tesorería o vía Banco Central).

De hecho, el aumento de las reservas internacionales del Banco Central (BCRA) que se está produciendo hoy no deriva de compras de divisas que se realizan con fondos genuinos sino de deudas que se contraen para comprar esas divisas: deuda externa del BCRA por préstamos extranjeros (Banco de Francia, BIS de Basilea, Swaps con China) y deuda interna cuasi-fiscal por Lebac/Nobac (con los grandes bancos locales,  y por las que se pagan tasas de interés del orden del 29 % anual).

Ahora – conforme las presiones del establishment financiero para restablecer la receta neoliberal de financiar el déficit fiscal con endeudamiento y no con emisión monetaria – la administración K ensaya volver a colocar deuda en el mercado de bonos para reemplazar parcialmente la toma de deuda en moneda extranjera por parte del BCRA con nueva deuda también en moneda extranjera pero  propia de la Tesorería, amenazando así dolarizar no sólo la Deuda Pública sino también la financiación del déficit presupuestario.

Por eso esta operación que acaba de completarse puede ser vista en forma ambivalente ya que:

- por un lado, constituiría una frustración del objetivo aparente del gobierno K de recomprar y/o canjear por anticipado los Boden (una variante, por otra parte, a todas luces derivada de la presión de los capitales financieros); pero

- por otro lado, constituye una experiencia piloto de reinicio de colocación directa de deuda en moneda extranjera del Tesoro con inversores privados, abriendo así las puertas al tanteo de las nuevas condiciones de colocación de títulos (y muy por encima de los parámetros normales de endeudamiento público en el mundo).

El ministro Kicillof ha querido presentar esta operación combinada de endeudamiento como una suerte de “test de confianza” del mercado financiero hacia la Argentina argumentando que la baja proporción de tenedores que aceptaron la recompra y el canje demostraría la supuesta confiabilidad de los bonos del Estado.

Pero puede entenderse, en cambio, que la insuficiente aceptación de la operación se debió a otros motivos:

a)     En lo inmediato, a las variaciones registradas en los últimos días en las condiciones coyunturales de mercado, con caída de cotizaciones que descolocaron la oferta del gobierno (cosa que ha mencionado el mismo Kicillof).

b)     En lo especulativo, a que los capitales financieros tendrían exigencias todavía más altas contra el país y consideran insuficientes las ofrecidas.

c)     En lo político, a que no sólo los FB sino el Capital Financiero en su conjunto no tendría mucho interés en facilitarle supuestos “éxitos” a la administración K sino, por el contrario, tenerlo “con la soga corta” para seguirle sacando concesiones en las postrimerías de su debilitado mandato.

La sorpresiva irrupción de la propuesta de rescate anticipado de los Boden 15, la emisión de nueva deuda dolarizada con los Bonar 24, los tiempos perentorios de la operación combinada y la proximidad del fin de año son todos hechos que están directamente relacionados con las futuras negociaciones con los FB en Nueva York a partir del 2015 y a través de la mediación Pollack, que más que una “mediación” parece ser el intento de una nueva “re-estructuración” de deuda.

Se sobrentiende que este gobierno no puede ni va a poder reencauzar plenamente las relaciones financieras de la Argentina en materia de Deuda Pública, pero en su último año de gestión tendría que dejar las cosas debidamente replanteadas para que la próxima administración herede una agenda algo más ordenada como para proceder a su ejecución o, en su defecto, a una nueva reestructuración de títulos.

Allanada la administración CFK a las exigencias del Club de París – 9.700 MD cuyo grueso de compromisos cae a partir del 2016 – le queda ahora la tarea pendiente de llegar a un acuerdo general no sólo con los FB sino también con el resto de los holdouts que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010 (cuyo monto total pudiera estar entre los 20 y los 30.000 MD).

Hay que preparar, entonces, el camino hacia ese nuevo “salto cualitativo” en el endeudamiento K: esa nueva ola de macro-endeudamiento que ya ha comenzado.

Es la forma aparentemente elegida por el gobierno Kirchner de cumplir con las exigencias del Sistema Financiero Internacional para llegar al tercer paso de la Hoja de Ruta Boudou: la vuelta formal al mercado de capitales para tomar nueva Deuda Externa.


Lic. Héctor L. GIULIANO
Buenos Aires, 13.12.2014

Archivo: GIULIANO ARTICULO 2014 12 13 RESULTADOS CANJE
 




NOTAS:


[1] Las abreviaturas MD/M$ significan Millones de Dólares/Pesos respectivamente y se expresan siempre con redondeo.

[2] Este artículo es el cuarto del autor referido específicamente al tema Boden 2015-Bonar 2024, siendo los tres anteriores: “Boden 2015 y re-endeudamiento K” (4.12),  “La nueva deuda en Bonar 2024” (7.12) e “Interrogantes sobre la recompra de los Boden 2015” (10.12), todos del corriente año.

[3] Las autoridades no informan ni permiten tener acceso a la información donde conste la identificación de los acreedores que participan en las operaciones de endeudamiento público.

Por trascendidos periodísticos se dice que, en este caso, los principales oferentes de fondos frescos para los nuevos Bonar 24 habrían sido la ANSES (un 60 % de las compras de nuevos títulos) y el fondo de inversión Fintech (del mejicano David Martínez, allegado al gobierno K, por unos 100 MD); pero no  hay datos oficiales al respecto.

Como demostración de transparencia fiscal el gobierno debiera dar a publicidad la lista de todas las personas físicas y jurídicas que se presentaron a la operación, debiéndose indicar además – en cada caso – fecha de compra de los títulos presentados al cobro y/o al canje, con indicación de a quién fueron comprados y a qué precio.

Sería la forma de conocer – con nombre y apellido – la identidad de quienes verdaderamente han participado en la licitación y de las condiciones básicas sobre las que lo hicieron. 

[4] La Resolución conjunta 321-SH/86-SF, del 5.12.2014, que aprueba la operación de canje de los Boden 2015, no es la que autoriza la colocación de los 3.000 MD de deuda nueva por Bonar 2024 sino que – en su artículo 5 – sólo dispone la ampliación del monto a emitir de estos títulos hasta cubrir el canje.

Es otra Resolución conjunta – la 327-SH/90-SF, del 11.12 – la que ya dispone tal nueva ampliación de los Bonar 24, independientemente de las operaciones de canje y por los 3.000 MD autorizados.

Los BONAR 2024 fueron lanzados al mercado en abril pasado y tuvieron más de una ampliación de monto.

Nada obsta para que el gobierno K pueda insistir el día de mañana con una nueva colocación de bonos o una nueva oferta de canje de títulos.