viernes, 2 de enero de 2015

IMPORTANTE ACLARACIÓN SOBRE LOS AGROQUÍMICOS



Una parte no es toda la verdad

Por Fernando Manera*

Bioquímico

La Voz del Interior, 2-1-15

La información que circula sobre la relación entre salud y exposición a los agroquímicos genera enorme preocupación en muchas comunidades en las que conviven lo rural y lo urbano.

Muchos vecinos de nuestra provincia y de gran parte del país miran con preocupación informes periodísticos en los que les dejan entrever que están viviendo en zonas o ciudades donde los químicos de uso agronómico producen un aumento de distintos tipos de cáncer.

Sin quitar gravedad a esa posibilidad, la intención de este trabajo es contrastar esa hipótesis con otros datos, para que cada lector pueda sacar su conclusión.

En primer lugar, la Sociedad Estadounidense del Cáncer y otras instituciones de carácter mundial reportaron que el 90 por ciento de los casos de cáncer conocidos tienen un origen indiscutible. Así, el 30 por ciento de los casos comprobados de cáncer se relacionan con el tabaco; el 35 por ciento, con el estilo de vida (mala alimentación, baja calidad de agua, sobrepeso, falta de actividad física, estrés, entre otros); el 15 por ciento, con enfermedades virales (hepatitis B, C, papiloma virus, por ejemplo), y el 10 por ciento, con la herencia familiar.
Es decir, que se atribuye a causas ambientales el 10 por ciento de la casuística de cáncer. Entre esas causas ambientales se computan las sustancias químicas utilizadas en el hogar o en el trabajo, además de las que nos llegan por el aire. En este apartado, se incluyen también los químicos de uso agronómico.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de este año señaló que la exposición a la contaminación atmosférica –consecuencia de contaminantes vaertidos por el transporte (combustión fósil), producción de energía, gestión inadecuada de desechos (quemas a cielo abierto) y la industria pesada- puede generar enfermedades. La OMS también sostuvo que “la contaminación del aire interior en los hogares es el cuarto factor de riesgo más importante para la reducción de la esperanza de vida, por detrfás de la mala alimentación, la hipertensión, y el cigarrillo”.

Además, vale mencionar que diversos médicos oncólogos, especialistas en esta patología, vienen asegurando que no figura en las agendas de debate la posible relación directa entre químicos de uso agronómico y aparición de cáncer, en ninguno de los congresos y convenciones de nivel mundial que tuvieron lugar en los últimos años.
Ni siquiera en zonas donde el agua del subsuelo presenta concentraciones de arsénico muy elevadas –compuesto considerado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (Irac), como cancerígeno tipo 1 – se puede inferir que el aumento de esta enfermedad se deba a ello. Para poder afirmar algo así, sería necesario un estudio mucho más profundo realizado por especialistas.

Quienes hablan de la exposición a productos químicos de uso agronómico omiten señalar que no son los únicos a los que estamos expuestos. De hecho, muchos productos de uso agropecuario tienen una vasta aplicación fuera del ámbito rural y con exigencias de manipulación, uso y comercialización muy diferentes. Estos químicos están presentes en remedios, en productos para el hogar, en el control de plagas urbanas, entre otros usos.
Para ejemplificar esta afirmación, vale señalar que tres químicos de uso agropecuario (dos de ellos prohibidos en su uso rural por ser altamente peligrosos) fueron permitidos en la composición de productos para combatir la pediculosis, es decir, en productos que se aplican directamente sobre la cabeza de nuestros hijos.


………..