jueves, 3 de junio de 2021

LA GLOBALIZACIÓN ES CONTRARIA AL PLAN DIVINO


 

Cardenal Sarah

 

“La tierra ha sido creada por Dios. Él quiso un mundo pluralista. los hombres no son iguales unos y otros. La naturaleza, además, es multifacéticamente rica, porque Dios ordenado las cosas así. Nuestro Padre ordenó que los hijos sean enriquecidos por sus diferencias.

 

Hoy, la globalización es contraria al plan divino. Ella tiende a hacer todo humanamente uniforme. La globalización significa cortar al hombre de sus raíces, de su religión, de su cultura, de su historia, de sus costumbres y ancestros. Él deviene súbdito, sin una patria, sin una tierra. El estaría en casa en todas partes y en ninguna parte. Sin embargo, la riqueza de la nación es la tierra que muestra su nacimiento y crecimiento. El maneja incalculables recursos desde ese particular espacio geográfico. La tierra no puede ser un océano sin fronteras. Este planeta entonces vendría a ser un desastre.

 

Dios quiso el lugar para su creatura en un jardín, en un país, en un continente. Las naciones son familias amplias. Dios quiso que el hombre sea enraizado. Él conoce qué importancia tiene este régimen para su buena salud. El hombre no ha sido creado para ser un agente económico o un consumidor. La humanidad entra en el divino plan que la Biblia incesantemente describe. Dios quiere protegernos, pero si los hombres se sustraen a su naturaleza falsificada a su medida, ellos perecerán.

 

Los países como éstos en Visegrad Group que refuta perder en su mala carrera son estigmatizados, a veces insultados. La globalización se convierte en prescripción médica obligatoria. El mundo-patria es un fluido continuo, un espacio sin  identidad, una tierra sin historia”.

 

(The Day is Now Far Spent, SARAH, Robert Cardinal, In conversation with Nicolas Diat, translated by Michael J. Miller del original francés, Ignatius Press, San Francisco, 2919, p. 242/3).