lunes, 4 de noviembre de 2024

EL RETO DE LA MAREA INMIGRATORIA

 


Por Fernando Miguel Salon

La Prensa, 4-11-2024

 

Flujos migratorios hubo siempre. Migraciones masivas las hubo en periodos de guerras y desastres naturales, principalmente. Pero en los últimos tiempos se viene produciendo un fenómeno diferente, que es la migración masiva o movimiento constante de un flujo voluminoso de gente hacia los países centrales, principalmente Estados Unidos y Europa en nuestro hemisferio occidental, proveniente de Asia, África, el mundo Árabe, y América Latina.

 

Las causas conocidas son las guerras, los regímenes dictatoriales y la falta de trabajo. Pero hay más motivos que están detrás de lo estrictamente estadístico: el deseo de ya no esforzarse en los países de origen, el deseo de ganar más dinero, el deseo de fantasía y aventura, y el deseo de ser subsidiado.

 

Veamos los siguientes ejemplos: migrantes que ya han alcanzado Europa después de cruzar el Mediterráneo o caminar desde Asia Menor, se arriesgan otra vez para cruzar el Canal Ingles para llegar al Reino Unido. Ya no les satisface el acogimiento que reciben en Europa.

 

Migrantes que acampan o viven en nichos de nueve metros cuadrados alrededor de la torre Eiffel, y no quieren moverse a la Francia rural. Latinoamericanos que saturan las costas españolas confundiendo migración con aventura o trabajos irregulares en algún bar.

 

Afganos que incendiaron su centro de acogida en Grecia para ir rápidamente a Alemania; Africanos que no quisieron ir al nuevo centro de acogida en Ruanda mientras se procesaban sus solicitudes en Reino Unido; diferentes nacionalidades que atraviesan toda América Latina para llegar a Estados Unidos como destino fijado y final, pues no los satisface ninguno de los países por los cuales transitaron, más allá de los riesgos.

 

En 2023 cruzaron la peligrosa selva de Darién (Panamá) más de 600.000 migrantes; migrantes que no quieren ser procesados en el centro de acogida de Albania construido por Italia pues quieren estar ya en la Unión Europea; y los privilegiados estudiantes que han residido con visas bajo la condición de regresar luego de la graduación, pero no regresan jamás.

 

Hay más ejemplos, pero se puede ver con esta muestra que un gran número de migrantes tienen motivos económicos. No tienen problemas políticos para ser considerados refugiados. O provienen de países que no están definidos como riesgosos para justificar su recibimiento con ese status.

 

Claro que hay visas para trabajadores estacionales. Muchos marroquíes utilizan ese tipo de visa para las cosechas en Europa y regresan legalmente cada año. Muchos mexicanos hacen lo mismo con Estados Unidos, y también regresan cada año. Pero la intención de muchos es no ser estacional sino permanente aunque sea ilegalmente.

 

TSUNAMI

 

Los volúmenes migratorios son tan grandes que a veces superan el número de los pobladores locales. Hay pueblos en Italia donde hay más bangladesís que italianos. Hay lugares de Alemania donde hay más turcos y árabes que alemanes. Hay vastos lugares en New York o Chicago donde hay más hispanos, chinos y extranjeros en general que americanos, que van quedando relegados al interior del país.

 

No todos los migrantes arriesgan su vida cruzando el mar en pequeños botes o caminando desde lejanas tierras “ayudados” por contrabandistas de personas que cobran cifras importantes. Muchos viajan en avión como pseudoturistas y nunca regularizaran su clandestinidad. A veces es fácil distinguirlos porque llevan mucho equipaje o porque su vestimenta o el estado de su dentadura no hacen pensar en un turista típico.

 

Para peor, algunos diarios y videos promocionan la residencia ilegal con información falsa. Varios videos en YouTube pregonan “Emigra como turista y quédate a vivir”, orientado a hispanoparlantes. Vergonzoso.

 

Los controles migratorios son débiles o inexistentes. En el pasado había entrevistas al llegar a un país, en la cual el agente aduanero o policía preguntaba acerca del motivo de la visita, tiempo de estadía, pasaje de regreso, domicilio durante la estadía. Hoy prácticamente esos controles han desaparecido. Y ni que hablar en Europa, donde dentro de la zona Schengen los migrantes pueden moverse libremente a través de 27 países sin el más mínimo control. Además del problema migratorio hay un riesgo de seguridad concreto.

 

El concepto de migrantes incluye a los siguientes en una conjunción difícil de administrar: legales, ilegales, con o sin visa de un extenso menú de visas que existe, con ciudadanía pero sin nacionalidad (doble pasaporte), turistas ficticios, y en general cualquier persona que no sea nacida en el país receptor pero que este o quiera estar residiendo en él; o que habiendo nacido en el país no tiene la cultura, etnia, idioma, religión y otros componentes que lo identifican como local, por ejemplo hijos de migrantes que vivieron toda su vida en una comunidad cerrada extranjera (barrio turco, barrio latino, Chinatown, pequeña África).

 

CONSECUENCIAS

 

Los países lidian con las siguientes consecuencias de tal migración masiva:

 

* Culturales: quizá sea el problema más importante pues abarca la forma de vida en general que contiene muchas variantes clave: religión, lengua, familia, higiene, forma de interactuar, conceptos de ética y corrupción, y códigos de convivencia entre otros. Si el grupo de migrantes se aísla y no se adapta, será un problema para ellos y para el país receptor. Pero si el grupo de migrantes es grande o muy grande como suele ser, afecta e influencia la cultura local directamente desde la proliferación de lugares de comidas exóticas hasta mezquitas y tempos budistas, o creación de pandillas (crimen organizado de latinoamericanos en Estados Unidos y España, mafia rusa y mafia china). La tradición cultural quedaría cambiada o directamente reemplazada por las nuevos pueblos migrantes.

 

* Densidad demográfica: incremento desmesurado de la población en ciertos lugares, en general ciudades capitales caras y en las cuales el migrante encuentra dificultades de vivienda, adaptación, aceptación, idioma, costumbres, competencia. La contrapartida es la despoblación en lugares donde se necesitan trabajadores, en general en áreas rurales y del interior de los países. Y despoblación en sus propios países. Matemáticamente no es posible mudar masivamente a los ciudadanos de países en vías de desarrollo hacia Europa y Estados Unidos. Sería un caos y un colapso mayor de todos los recursos.

 

* Asistencia social: al llegar el migrante necesita asistencia social, es decir un lugar adonde vivir, comer, vestirse y asearse. También necesita ser educado en el idioma y costumbres locales. Todo eso tiene un costo. Hay que mencionar que los sistemas nacionales de salud europeos están saturados, con tiempos de espera prolongados, médicos y enfermeros que trabajan jornadas extendidas, y que no están en condiciones de proveer asistencia a millones de migrantes. En Estados Unidos el sistema de salud es muy caro, y por ello muchos millones de estadounidenses no tienen seguro o plan médico. ¿Como hacer para proveer salud y asistencia social a migrantes cuando los locales casi no la tienen?

 

Hay migrantes que han estado durante años en centros sociales sin trabajar, con un costo enorme para el Estado, y cero contribuciones de parte del migrante.

 

También los sistemas jubilatorios públicos están en crisis porque la longevidad aumenta y los trabajos tienden a ser free lance o por contratos cortos sin aportes a sistemas jubilatorios. Entonces, ¿como harán los países receptores para jubilar migrantes cuando les llegue la hora? Esto no tiene respuesta.

 

* Económicas y presupuestarias: los países receptores no tienen ilimitada capacidad de proveer recursos y crear trabajos. Por el contrario, tienen su propio desempleo y sus propias crisis, su propia inflación, su propia limitación en seguridad social y salud, sus propias pobres jubilaciones, y sus propios ya altísimos impuestos. El Estado no puede pagar todo. Y los campos de refugiados son cada vez más grandes y están más superpoblados.

 

* Laboral: los países centrales necesitan de cierto tipo de trabajos, pero no de todos. Las migraciones masivas en general pueden proveer el tipo de trabajo que -infelizmente- los locales no quieren hacer tales como puestos en la agricultura, construcción, industria alimenticia, y trabajos pesados. Pero no todos los migrantes quieren hacerlos o pueden hacerlos. Se generará una competencia entre trabajadores primarios locales y migrantes, bajando salarios o generando explotación de ilegales. Muchos migrantes vienen de países con poca idiosincrasia de esfuerzo y merito laboral y de posibilidades laborales; y quizá en el nuevo país -si les es posible- vayan a trabajar por primera vez en sus vidas. Todos sabemos que este es un mundo competitivo y que conseguir el primer trabajo no es fácil. Ahora sumémosle la dificultad de ser migrante y sabremos cual es el escenario posible.

 

* Habitacional: la vivienda es cada vez más cara, por la ley de oferta-demanda. Los locales ya no pueden casi comprar o alquilar viviendas. Entonces, ¿adonde vivirán los migrantes que son millones? Al problema de vivienda hay que agregarle la disminución habitacional producida por la afectación de departamentos al turismo masivo, tema que ya es más que serio en Europa. Valga la mención de que en algunos lugares confluyen ambos casos: locales, migrantes y turismo masivo en la disputa de vivienda y transporte, y se crea un gran caos (Barcelona, Paris, Roma, New York, Dublín, por nombrar algunas).

 

* Étnicas: no se puede ocultar que la gente es aceptada o no, directa o indirectamente, por su raza o etnia. La mayoría de las veces no se trata de racismo, sino de la concientización de que con la etnia viene adjunto el comportamiento (religioso, laboral, productivo, de seguridad, de higiene, de hábitos, de disciplina).

 

POLITICAS

 

Los países solían tener políticas poblacionales pero hoy ya no. Y si las hay, son muy permeables. En los censos de los países centrales se puede ver que la población residente pero nacida en el exterior es cada vez mayor. Y el número de hijos de migrantes nacidos en el país receptor es mucho mayor que de madres locales.

 

Todo esto implica un reemplazo de las poblaciones originales, pues no hay natalidad suficiente de locales. Y la población local envejece y muere. Y los migrantes tienen muchos hijos, principalmente los africanos y árabes.

 

Cualquiera podrá hacer los números demográficos del futuro cercano: los locales serán minoría o tenderán a desaparecer y las poblaciones extranjeras irán creciendo en número. No es difícil imaginar una Europa árabe, africana y latinoamericana; ni un Estados Unidos latino, africano, indio y chino. Se produce el reemplazo de la población original por otros.

 

¿Cómo cambiará este reemplazo poblacional el esquema de poderes del mundo y los riesgos geopolíticos asociados? ¿Con que afinidades se asociaran estratégicamente esas nuevas comunidades? ¿Que sucederá con la libertad, la ciencia, la gobernabilidad y la educación? ¿Qué sucederá con las tradiciones occidentales y con el Cristianismo?

 

El resultado a mediano y largo plazo no lo sabemos pero podemos intuir y proyectar consecuencias serias. ¿Cuál es la solución? Desarrollar los países desde donde los migrantes salen. Cómo hacerlo es la respuesta difícil.

 

 

 

 

domingo, 3 de noviembre de 2024

LEÓN BLOY


 el Nietzsche católico

 

POR IGNACIO BALCARCE

La Prensa, 03.11.2024

 

Leer a Léon Bloy (1846-1917) es una empresa arriesgada, exige valor y aplomo, lanzarse a una lectura apresurada, sin los recaudos suficientes, no es recomendable, puede agitar el espíritu, perturbar el corazón y desestabilizar toda una vida. Para que su lectura sea provechosa hay que ingresar dispuestos a encontrarse con un hombre con determinación, de mensaje frontal y expresiones vigorosas, que nos va a guiar por un camino de purificación.

 

Quienes lo hagan no se encontrarán con literatura pasteurizada ni cristianismo merengoso. Hoja a hoja se les revelará un escritor de fe robusta y encarnada, con vocación de polemista, convicciones desarrolladas, discurso pujante y una disposición completa a fustigar el siglo y a los católicos mareados por las ideas modernas. Se toparán con una pluma fogosa e intransigente que asciende en ritmo vertiginoso hasta estallar en sonora pirotecnia verbal que desmorona todo castillo de comodidad, sacudiendo a las más indiferentes conciencias.

 

Inflamados renglones con melancólicos lamentos, sollozos interminables y exasperantes, condenas y diatribas, ruegos y súplicas, siempre acusan impacto en el lector, impacto que puede ir del desconcierto y la perplejidad, al estupor y el desasosiego, o a la más radical de las conversiones a la fe.

 

“Soy triste por naturaleza, como se es bajo o se es rubio. Nací triste, profundamente, horriblemente triste, y si estoy poseído por un violento deseo de alegría es en virtud de la misteriosa ley que atrae a los contrarios. Si llegas a ser mi mujer, tendrás que cuidar a un enfermo. Me verás pasar súbitamente, sin causa conocida ni transición apreciable, de la alegría más intensa a la más negra melancolía, acaso hacia la desesperación.”

 

De este modo Bloy confesaba en cartas a su novia un inestable perfil psicológico y la trama de una existencia devorada por punzantes angustias con breves intervalos de luz, como intuiciones de una resurrección.

 

GUERRA AL BURGUES

Sobre esa existencia desgarrada destacan dos notas que lo hacen atractivo y sugerente: su catolicismo místico y su desmesura total. Rasgos que se van trenzando a lo largo de sus páginas al integrar los clamores desolados con las más virulentas críticas a la Francia revolucionaria y los cristianos aburguesados.

 

Celebró nupcias con la pobreza, y toda su vida desandó esa ruta. Se sintió profeta y denunció las infidelidades de su pueblo. Su voz resonó como una trompeta, y nadie lo quiso escuchar. Mordido por el cilicio de la desesperación y la angustia, su existencia fue un oscuro Getsemaní. Buscó paz y consuelo en el regazo materno de Nuestra Señora de la Salette, a la que profesaba encendida devoción. Bloy -que tenía el don de las lágrimas- se sentía muy cercano a la Virgen que llora la impiedad moderna.

 

Su talante belicoso -siempre dispuesto al pugilato según Rubén Darío- lo llevó a confrontar con todo tipo de gente; detestó a los mimados del sistema, Victor Hugo y Zola; se cruzó en calurosas querellas con esos articulistas obsecuentes del poder que se prostituyen en los mingitorios del periodismo por conseguir algo de fama; desenmascaró a los herejes protestantes; despotricó contra usureros, demócratas y ateos; expuso a curas tibios y lujuriosos como a los católicos puritanos que hacen del pecado carnal la afrenta más horrorosa, mientras acopian y cultivan los más peligrosos vicios del espíritu.

 

Vomitó su furia sobre la mentalidad economicista que todo lo piensa y mide en orden a obtener beneficios y acumular más sangre de pobre (dinero).

 

Finalmente, su cólera intempestiva y su rechazo visceral a todo pragmatismo y rumbo acomodaticio, lo llevó a distanciarse de sus amigos más próximos, Huysmans, Paul Bourget, e incluso con el gran periodista católico Louis Veuillot. En el trato cercano y al interior del hogar, con su familia y con la gente más postergada, siempre fue cariñoso y amable.

 

Su guerra declarada fue con el burgués y la mediocridad. Vomitó su furia sobre la mentalidad economicista que todo lo piensa y mide en orden a obtener beneficios y acumular más sangre de pobre (dinero). El nuevo régimen nacido de la revolución francesa impuso su moral rastrera bajo lemas y principios elocuentes, la búsqueda egoísta de bienes personales se había institucionalizado en una república oligárquica que despreciando a Dios tenía por consecuencia inevitable e inmediata pisotear a los más humildes. Bloy entendía que lo más dramático de ese nuevo régimen era la contagiosa estulticia burguesa que había contaminado al catolicismo.

 

LOS MALDITOS

 

Verlaine fue el primero en referirse a los “poetas malditos” y Rubén Darío los reclasificó como “raros”. De este modo se denominaba al elenco de artistas bohemios que con su vida y obra desafiaban los paradigmas culturales establecidos, y la consecuencia de esas impertinencias solía ser la marginación social.

 

Juan Manuel de Prada -a quien ya hemos dedicado un artículo-, gran admirador de Bloy y estudioso de la bohemia, describe a los escritores malditos como aquellos que se rebelan contra las convenciones ideológicas y estéticas imperantes en una época, pero advierte que el sistema ha sabido domesticar a estas figuras, haciendo de los excéntricos un poderoso combustible de los valores sistémicos bajo la atractiva apariencia de libertad y rebeldía.

 

En esa estrategia comercial que instrumentaliza a los “raros” se desnaturaliza y manipula la lícita desobediencia contra las convenciones injustas y arbitrarias. El resultado es que las personas han quedado en rebelión contra lo que son en realidad (la identidad biológica y la tradición familiar, religiosa y nacional), mientras se acepta sumisamente lo que los poderes quieren que seamos (la identidad basada en el consumo y la moda).

 

Por eso sostiene De Prada que hoy los verdaderamente proscritos, malditos y raros son los que rezan a los santos, reivindican la templanza y defienden las tradiciones, y no los activistas del desenfreno y el hedonismo que agita la publicidad, provocadores que simulan vivir a la intemperie cuando cuentan con todo el respaldo mediático.

 

LOS CONVERSOS

 

Volvamos sobre nuestro maldito. Su conversión al catolicismo fue mediante influencia del pintoresco Jules Barbey D´Aurevilly al que sirvió como secretario y que nunca supuso el monstruo que desataba. Más tarde llamó a Bloy “una gárgola de catedral que vomita el agua del cielo sobre buenos y malos”. Borges por su parte lo calificó como “un especialista de la injuria”. Otros lo han considerado como un Nietzsche católico, por compartir el bigote cerdoso, los arrebatos desquiciados y una pluma delicada. Lo cierto es que su calidad estilística unida a la aspereza verbal genera una literatura que inquieta y brilla a la vez.

 

Sus mejores obras son La mujer pobre y El desesperado; en esta última novela autobiográfica, que cuenta la vida errante de Caín Marchenoir, su alter ego, se puede sentir todo el caudal de angustia que pesaba sobre el escritor mientras se suceden las anécdotas más dolientes y desconcertantes. Como su relación con Verónica, una prostituta que Bloy encamina a la conversión, y que termina sus días en un manicomio -la conversión de esta mujer es tan radical que la va a describir en sus últimos días como “un incensario siempre humeante hacia Dios”-. En esas páginas encontramos todo su itinerario de pobreza, decepciones y amargos rechazos.

 

Lo que nunca ha dejado de llamar la atención en Bloy es esa productiva capacidad para comunicar la fe católica. La energía de su testimonio, que a muchos irrita y escandaliza, a otros tantos ha empujado a ascender con decisión por el Tabor personal que nos lleva al encuentro con la gracia de Cristo que todo lo regenera. La conversión por contacto con Léon Bloy ha sido el caso de numerosas personalidades.

 

Quizás los más reconocidos conversos que entraron en relación directa con Bloy fueron Jacques y Raissa Maritain, y el delicado escritor holandés Van der Meer de Walcheren. Pero al día de hoy siguen produciéndose asombrosos casos de personas que logran despertar su sensibilidad religiosa y captar la aurora vital y luminosa que late en la pascua redentora de Nuestro Señor Jesucristo, a través de los estremecimientos espirituales que suscita la lectura atenta de este gran escritor consagrado al testimonio de la verdad sin jamás otorgar concesiones al mundo.

sábado, 2 de noviembre de 2024

LA PESCA ILEGAL CHINA

 

 La idiotez no tiene fronteras

 

CÉSAR LERENA

noviembre 2, 2024

 

ACUERDOS Y TRATADOS, ATLÁNTICO SUR Y MALVINAS, PESCA


Idiota (del griego ἰδιώτης idiṓtēs) es un ciudadano que se mantiene al margen de la vida pública, una persona que no es un erudito ni participa en asuntos e intereses de la comunidad. Hay muchos funcionarios argentinos que podríamos incluirlos en esta definición. Entre ellos, los que quieren abrir los puertos del litoral marítimo nacional a buques chinos que pescan ilegalmente nuestros recursos pesqueros. 

 

Por cierto, una iniciativa de esta naturaleza atentaría contra la soberanía política, económica, ambiental, alimentaria, social y la defensa nacional, siendo inconstitucional porque requeriría un Acuerdo previo ratificado por el Congreso de la Nación por imperio de los art. 4º; 5; 21º a 23º, 27º bis y 37º de la Ley 24.922 y, el art. 6º de la ley 24.093 de actividades portuarias y su aplicación dañaría el medio ambiente violando la Ley 25.675 al promover facilidades a quienes pescan ilegalmente afectando el ecosistema marino y la sostenibilidad de los recursos pesqueros; que, en el caso de la pesca en Malvinas se agregaría la violación de la Res. 31/49 de las Naciones Unidas.  

 

En nuestro artículo “China no viene a solucionar el problema argentino, viene por nuestros recursos” (22/1/2023) ya nos referimos a que la Cancillería Argentina y su devaluada Secretaría de Malvinas se dedica a enumerar los derechos históricos argentinos sobre las islas sin diseñar otra política que la de cooperar sin contrapartida alguna del Reino Unido de Gran Bretaña y, a la par, la Subsecretaría de Pesca y el Consejo Federal Pesquero integrado por representantes provinciales, tolera alegremente que una caterva de idiotas, irresponsables y desinformados, promuevan la apertura de los puertos del litoral marítimo a las flotas del Estado Chino que pescan ilegalmente nuestros recursos pesqueros migratorios a cambio de espejitos de colores.

 

La Pesca Ilegal no solo provoca perjuicios económicos, biológicos, ambientales y sociales, sino que genera violaciones en materia de trabajo esclavo y narcotráfico; además, de menoscabar la soberanía de los Estados ribereños. Por lo tanto, no se puede poner en la balanza todo ello y contrastarlo con la intención infundada de generar algunos recursos económicos para las provincias provistos por pesqueros depredadores que, además, no tendrán envergadura alguna en relación al millón de toneladas de especies migratorias originarias de la ZEE Argentina que anualmente extraen chinos, españoles, británicos, coreanos, taiwaneses, etc. por un valor FOB de 4.320 millones de U$S y de 24.000 millones de U$S en el mercado final (Mercado Central de Valencia, 11/22), a lo que se agregan 325.000 toneladas de recursos pesqueros que se extraen anualmente en el área de Malvinas con licencias ilegales británicas, por un valor de 1,5 mil millones de U$S FOB que, en el comercio final, se transforman en unos 9 mil millones/año. Una irresponsabilidad política y económica. 

 

La idiotez e incapacidad política no se diferencia entre los funcionarios nacionales y provinciales, cualquiera fuese su pertenencia partidaria. 

 

Primero fue Montevideo quien colabora con la pesca ilegal y los británicos en Malvinas; pero claro, es un puerto de Uruguay y los gobiernos argentinos no han hecho nada para acordar con ese país; luego el Puerto de Comodoro Rivadavia de Chubut y distintos funcionarios públicos y sindicatos interesados en otorgar el uso a buques chinos de los puertos; también el Puerto de Río Grande de Tierra del Fuego y finalmente la intención de abrir a los chinos todos los puertos de Santa Cruz, prestándoles asistencia logística a la flota que pesca ilegalmente a distancia de la República Popular China; pero, los idiotas se reproducen y vuelven con la cantinela de la mirada corta. Pan para hoy y hambre para mañana.

 

Por su parte, la ahora ex Canciller con el pacto Mondino-Lammy reedita el Pacto Foradori-Duncan facilitándoles a los británicos a través del conocimiento preciso de los stocks pesqueros la pesca ilegal en las aguas argentinas de Malvinas, consolidando su presencia en los archipiélagos y al área meridional del Atlántico Sur y, para ayudar aún más a los ingleses, se les autoriza vuelos a San Pablo contribuyendo a la comercialización de sus productos en el mercado más importante de Suramérica y el acceso al mundo. Nadie podría dudar que este nuevo Pacto viola la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional.

 

A las Empresas del Estado Chino ya se les otorgó cuotas y autorizaciones de pesca en la Argentina y operan legalmente en nuestros mares. La mayoría de los poteros que integran la Cámara de Armadores Poteros Argentinos (CAPA) con una flota de 65 buques pesqueros, “capturan más del 90% del total argentino” (En 2022 capturaron 167.110 toneladas del calamar Illex) y son barcos de origen en el Estado chino ya que, pese al nombre de la Cámara, ésta está integrada por un 68% de buques de empresas asiáticas (mayoritariamente chinas); 18% españolas y, solo el 14% argentinas. Son varias las empresas adquiridas total o parcialmente por China en la Argentina y, recordemos que la mayoría de las empresas chinas no son privadas, sino que pertenecen al Estado chino. Entre las principales exportadoras argentinas de este origen encontramos el Grupo Fenix; Arbumasa S.A. del grupo Dalian Huafeng Acuatic Prod Co. Ltd; Ardapez; Conarpesa, a partir de la adquisición de un porcentual importante de su paquete accionario por parte de la española Wofco integrada con capitales chinos; Altamare de Shanghai Jinyou Deep Sea Fisheries Co., etc. con exportaciones del orden de los 280 millones de dólares anuales. China, por otra parte, está entre los cinco principales países importadoras de productos pesqueros argentinos, aunque, con U$S 3.700/tonelada (2021), es la más baja respecto del resto de los cuatro países importadores.

 

Habría que verificar si los buques chinos al dar de alta la bandera argentina también han dado también la baja de su bandera del registro correspondiente de China, ya que de otro modo -como se ventila en los ambientes portuarios- no estarían pagando derechos de importación en China de los productos extraídos de Argentina.

 

Además de ello, con más de 300 buques chinos (unos 270 son poteros y otros 30 arrastreros) que pescan en alta mar ilegalmente los recursos migratorios originarios de la ZEE Argentina, es la flota más importante que pesca en forma subsidiada y denunciada de narcotráfico y trabajo esclavo. Se agregan otros buques chinos que pescan en aguas argentinas de las Georgias del Sur en el marco de la CCRVMA. 

 

Los funcionarios no parecieran comprender que el calamar es una especie estratégica en el Atlántico Suroccidental y, su administración adecuada permitiría terminar con la pesca ilegal en alta mar y con el sustento de los británicos en Malvinas. Ya la Cancillería les facilita con acuerdos de cooperación a los británicos en Malvinas, falta que facilitemos las operaciones a los chinos abriéndoles los puertos argentinos. A idiotice não tem fim.

 

Los británicos desde 1976 a la fecha extraen a través de licencias otorgadas a buques extranjeros de sociedades españolas-británicas; coreanas; taiwanesas y hasta el 2007 a chinas, un promedio de 250 mil toneladas (sin computar los descartes) de productos pesqueros argentinos; además de ocupar en forma prepotente 1.639.900 Km2 de territorio marítimos e insulares y disputar a Argentina 1.430.367 Km2 de plataforma continental y 2.426.911 Km2 de la Antártida Argentina y sus aguas correspondientes y, ha iniciado exploraciones petroleras al norte de Malvinas que se estiman del orden de los 791 millones de barriles de crudo de petróleo. ¿Con el usurpador y apropiador británico la Argentina debe cooperar unilateralmente? El Reino Unido no tiene ninguna vocación de devolver a la Argentina un espacio estratégico de acceso a la Antártida y de control del Atlántico Sur, el Pacífico, el Índico y directamente vinculado a la Patagonia.

 

A idiotice do ex-ministro das Relações Exteriores Mondino não tem fim.

 

Cederle los puertos a China agrega un desconocimiento supino de la operatividad que realizan los buques de esta nacionalidad que pescan a distancia. Un reconocido empresario del sector pesquero -tal vez el más lúcido y conocedor del negocio pesquero- dice al respecto: «Es aterrador el desconocimiento que tienen las autoridades argentinas, no sólo las provinciales, sobre la problemática pesquera y en particular sobre la problemática en la zona adyacente a las 200 millas, incluyendo Malvinas. Imaginan que la flota extranjera les puede generar ingresos a sus provincias vía la venta de servicios a esos buques. En el caso de Santa Cruz está alentado, en primer lugar, porque el sindicato de la estiba en esa Provincia sueña que habrían de incrementarse sus actividades, aunque la baja de actividades en el Puerto Deseado se debe en gran parte a que mientras en ese puerto descargar un barco vale aproximadamente $150 la tonelada en el puerto de Vigo sale $ 20; en segundo lugar, los supermercados piensan venderle provisiones a esos buques y, en tercer lugar, alguna estación de servicio se imagina vendiéndoles gasoil. Aunque, ninguna de las tres cosas va a suceder. 


La flota china que opera en altamar trasborda sus cargas con la propia tripulación. El valor de esa tarea se incluye en el salario mensual de los tripulantes; pero, aún si le asignásemos un valor no pasaría de los $10 la tonelada. Ya desde la época de los acuerdos Marcos con la URSS y Bulgaria, así como durante las operaciones de charteo de calamar, siempre hubo una negativa rotunda a utilizar estiba local, por los costos expuestos. Respecto a la compra de provisiones de productos frescos, tales como alguna verdura o fruta, probablemente compren puerro y cebolla de verdeo, el resto es arroz y especias que ellos traen de sus países. El Gasoil lo toman en alta mar a un valor subsidiado por el gobierno chino. Los trabajadores chinos no tienen pasaportes y no podrán bajar a tierra por temor a deserciones. 


En resumen, esta “gran idea” se limitará a darles apoyo para que mejoren la eficiencia de los buques chinos trasbordando en un puerto seguro o realizando algunas reparaciones que los hacen perder mucho tiempo por las condiciones durísimas de alta mar y, además, en los viajes hacia y desde los puertos habrán de capturar en la ZEE Argentina y hacerse de una valiosa información sobre la situación del recurso al usar sonares durante su traslado, cuestión que vale una fortuna, en términos de evaluar la longitud de la campaña y de estimar las cantidades del reclutamiento. Todo ello a cambio de NADA». Y es verdaderamente así. Resulta inaudito abrirles los puertos a los chinos bajo pretexto de generar negocios. Ellos no navegan miles de millas para ello, sino para llevarse nuestros recursos al menor costo posible, como es lógico en cualquier empresa y, más aún, cuando éstas deben rendir cuentas al Estado Chino. Con la pesca ilegal que se llevan los chinos podríamos multiplicar en un 100% el empleo argentino y, desarrollar el litoral patagónico. No hay porqué pedirles una mano a los chinos -que no será gratis- para resolver los problemas argentinos y menos pretender eliminar la pesca ilegal cediéndoles los puertos o dándole facilidades logísticas; por el contrario, será cerrar definitivamente todas las puertas de futuros acuerdos en alta mar, contrario al más básico proceso negociador.

 

Ya nos hemos referido (“España. Partícipe necesario de la ocupación de Malvinas”, 11/2/23) que el calamar illex que consume la Unión Europea proviene en un 46,7% de América y el 47,8% de Asia, donde chinos, taiwaneses y coreanos pescan ilegalmente nuestros recursos migratorios. Sería bueno saber, quién certifica el origen y la trazabilidad de estos productos para su entrada a Europa. Según cifras oficiales de la FAO y del gobierno chino, la captura del calamar illex en 2021 en el Atlántico Suroccidental alcanzó las 580.000 toneladas, de ellas, 170.000 toneladas corresponden a capturas en aguas argentinas de Malvinas y, 132.000 toneladas de buques poteros y arrastreros argentinos. Por su parte, el desembarco en el puerto de aguas distantes de Zhoushan se realizó mediante 214 buques chinos que operan en el Atlántico Suroccidental y Pacífico Oriental durante el primer semestre de 2021; un 61% de aumento en relación a 2020.

 

¿En este escenario quién sería el irresponsable de autorizar el uso de los puertos a buques chinos que realizan pesca ilegal en el Atlántico Sur? No es posible imaginar que los buques chinos ingresen a los puertos nacionales si la Argentina no tiene capacidad de control del mar argentino y en sus puertos sin previamente acordar con China la administración (investigación, conservación y distribución equitativa) en alta mar de los recursos migratorios originarios de la ZEE, los asociados y los que migran desde alta mar a la ZEE y, ello implica, inicialmente y, todos los años, determinar la “Captura Máxima Sostenible”.

 

Un informe elocuente sobre la estrategia china, nos suministra el Reportero Li Dong (People’s Daily Online, 14/2/2022) del Ministerio de Agricultura publicado por FIS SeafoodMedia Group (20/2/23) En el informe se indica que «la producción de túnidos y calamares en 2022 se estabilizará en 2,25 millones de toneladas, un 30 % aproximadamente de la producción nacional de china de peces marinos» y donde solo, la captura de estas dos especies representa un 281% del total de capturas argentinas (800.000 toneladas) en igual período, lo que demuestra la magnitud de la pesca china y la gravedad de que estén realizando pesca ilegal de calamar migratorio en alta mar. El responsable ese Ministerio declaró que «…Las estadísticas muestran que China tiene más de 2.500 barcos de pesca en alta mar» y, el Atlántico Suroccidental, uno de los caladeros más importantes del mundo, tiene más de 350 buques pescando en forma ilegal y, dentro de las opiniones relativas  al 14° Plan Quinquenal para el Desarrollo Pesquero Nacional de China, está la de «participar profundamente en la gobernanza mundial de los océanos…construir bases de pesca en aguas distantes como núcleo, expandir los campos de procesamiento de productos acuáticos, almacenamiento y reparación de barcos…construir un nuevo patrón de desarrollo para toda la cadena industrial de la pesca en aguas distantes…mejorar aún más el nivel de mecanización, informatización e inteligencia de los equipos y optimizar aún más, la capacidad de estudio de los recursos pesqueros mundiales…» y en lo específico al Calamar y al  Atlántico Sur FAO 41 refiere a «regular los caladeros; fomentar el desarrollo del procesamiento intensivo, expandir el mercado de productos; fortalecer la construcción de toda la cadena de la industria del calamar…hacer que el centro de comercio de calamar oceánico de China sea más grande y más fuerte…fortalecer el desarrollo de los recursos biológicos marinos antárticos de manera constante y ordenada…alentar a las empresas pesqueras de aguas distantes a acelerar su desarrollo…alentar y apoyar a las empresas para construir bases pesqueras pelágicas en el extranjero…promover la mecanización, automatización e inteligencia de los barcos pesqueros, reemplazar humanos por máquinas y reducir costos…» (Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales, 14/2/2022), coincidente con lo que intenta en la Argentina y en numerosos puertos de américa del sur.

 

Es evidente la intención de China de tener una hegemonía en la administración de los recursos en los océanos, amén de fortalecer tecnológicamente su flota y la eficiencia de éstas para aumentar su producción; manteniendo los transbordos en alta mar, a la par de promover la construcción de bases pesqueras en el extranjero. Con este plan de acción, nadie, en su sano juicio, podría facilitar las operaciones chinas en el Atlántico Sur, suministrándoles apoyo logístico en los puertos, sin resolver previamente la administración en alta mar.

 

Por su parte, Daniel F. Runde y William A. Schreyer dijeron el 2/2/2023 «…la aparición de armadas pesqueras masivas en toda América del Sur proporciona una indicación preocupante del potencial de esta presencia para expandirse (y) dadas las dificultades de acceso a la Antártida, los países más cercanos representan puertas de entrada estratégicas vitales».

 

Sobre lo dicho nos referimos en su oportunidad (César Lerena “La erradicación de la pesca ilegal en alta mar para controlar el Atlántico Sur y Malvinas…” 5/4/2021) a la intención del Administrador del Consorcio Portuario de Comodoro Rivadavia de Chubut y vicepresidente del Consejo Portuario Argentino Favio Cambareri que trató fallidamente de adjudicar a la Cía. china Hongdong Fischery Co. (la misma que firmaría un memorando de entendimiento años después en Santa Cruz) la construcción de un Astillero en Comodoro Rivadavia para que preste servicios de reparación a buques chinos que pescan ilegalmente nuestros recursos; que, además, habría inexorablemente de prestar otras tareas logísticas a favor de éstas y, seguramente no habrá de detenerse a buques de estas nacionalidades, ya que ante semejante facilidad para operar ilegalmente en el Atlántico Suroccidental se acercará a pescar cuanto buque depredador esté pescando en los caladeros del mundo.

 

¿Puede un simple Administrador de un Puerto establecer la política de administración de los recursos migratorios argentinos en el Atlántico Sur?, absolutamente NO. Las cuestiones marítimas, fluviales, navales y pesqueras no pueden estar en manos de un mero administrador de un puerto. Éstas se enmarcan en una compleja trama que debería tratarse en forma integrada, escalonada y con un mecanismo de relojería, ya que la Argentina tiene el equivalente al 52% de su ZEE y los archipiélagos de Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur ocupados: además, como es dicho de violar toda la normativa argentina vigente.

 

Un año más tarde, la Ministra de Producción de Tierra del Fuego Sonia Elizabeth Castigilone promovería la apertura a chinos que pescan ilegalmente los recursos argentinos del Puerto a construir en Río Grande por Mirgor SA (RevistaPuerto 24/11/22) con capitales chinos y/o la estatal china Shaanxi Chemical Group (Memorando de entendimiento firmado el 16/8/22). Todo ello con el evidente apoyo del Gobernador Gustavo Melella, quien tendría muy buena relación con el gobierno chino. Estos funcionarios ignoraban la vigencia de las Leyes 24.922, 26.386 y 27.564 y los artículos 2º; 25º; 31º inc. 4; 49º; 53 inc. 5; 54º; 58º inc. 7 y 11; 63º; 68º, 79º, 81º, 87º, 139º y 188º de la Constitución de Tierra del Fuego; la Ley 244 Provincial de Pesca (17/8/1995) artículos 6º, 12º a 18º y 41º a 50º y los derivados por contrabando por falta de pago de derechos aduaneros (Ley 22.415) (César Lerena “Ministra de Tierra del Fuego facilitaría la pesca ilegal…” 24/11/2022).

 

Finalmente el Gobernador de Santa Cruz Claudio Vidal habría firmado “luego de varias visitas a distintas provincias de China” (Informe Marítimo, 1/11/24) un memorando de entendimiento con la empresa del Estado chino Fuzhou Hongdong Pelagic Fischery Co., en cuyos puertos de Santa Cruz se daría logística a los barcos chinos que pescan ilegalmente los recursos pesqueros migratorios argentinos (lo que parece ignorar su Ministro Gustavo Martínez cuando dice que «esta gente forma parte de la regla del juego del mercado mundial»), “instalando un Astillero; mejorando los cinco puertos y el desarrollo de plantas pesqueras para agregar valor” (decir que los chinos agregarían valor en la Argentina no es serio). A partir del libre ingreso chino, una base de operaciones de este país en el Atlántico Suroccidental tendría serias implicancias geopolíticas en relación a la Patagonia, la Antártida y los pasos bioceánicos y la instalación de nuevas tensiones extrañas en el Atlántico Sur. En esta locura podría encontrar sustento que la Provincia de Santa Cruz le esté pidiendo al Consejo Federal Pesquero la asignación de 30 mil toneladas más de cuota social de merluza.

 

En estos tres proyectos de tres provincias patagónicas se convoca a quienes se llevaron ilegalmente desde 1982 a la fecha la friolera de 152 mil millones de dólares en productos pesqueros migratorios originarios de la ZEE Argentina, con los que se podrían haber ampliado, renovado y modernizado todos los puertos del país. Son un modelo colonizador que nos retrotrae al siglo XVIII/XIX y, deja en evidencia, la falta de planificación estratégica nacional y, la incapacidad de los funcionarios para administrar el Estado y potenciar la fuerza empresaria y laboral nacional.

 

Sería indispensable, además, que el Estado Nacional esté atento a que no existan retornos en este tipo de acuerdos que violan toda la legislación vigente.              

 

La idiotez es una incapacidad para administrar los recursos de la Nación y la incapacidad se pone de manifiesto poniendo a las personas en la máxima posibilidad de sus capacidades y, en muchas ocasiones, este umbral es muy bajo.