Ayer fue nota de
tapa un artículo que comenta lo ocurrido en el Teatro Picadero, donde más de
cien autores leyeron fragmentos de Cometierra, de Dolores Reyes; una lectura
colectiva en defensa de los libros (1)
Concretamente, se referían al programa Identidades Bonaerenses que está
destinado a bibliotecas de escuelas de nivel secundario, vinculado a la
promoción del ESI (Educación Sexual Integral). Este programa ha merecido
críticas de, entre otras personas, la vicepresidente Victoria Villaruel, por
tratarse de libros explícitamente pornográficos: “Esto es claro y simple, el
que esté a favor de la ideología de género es un degenerado/a, y el que esté a
favor de sexualizar a los niños es un pedófilo en potencia” (2).
Basta citar un
fragmento del manual para Referentes Escolares de ESI para el Nivel Inicial (de
3 a 5 años), publicado en 2022 por el Ministerio de Educación, un compendio de
recursos y sugerencias para docentes (3):
“Será importante abordar la actividad (se
trata de un juego sobre las partes íntimas) desde una perspectiva de diversidad
corporal, para ello les proponemos tener la mirada atenta a fin de no caer en
un abordaje normalizador de los cuerpos. Será fundamental evitar la palabra
“normal''. Sería apropiado, por parte de la/el docente, no vincular la
genitalidad con el género de manera única y lineal (nene =pene, nena=vulva). Si
bien es posible que las/os niñas/os hagan esta distinción acerca de que “las
niñas tienen vulva y los varones tienen pene”, es importante que esto no sea
establecido como la norma por parte del equipo docente. Les sugerimos explicar
que hay personas con pene y personas con vulva. … les proponemos no asignar
determinada ropa a la identidad de género de las personas. En ese sentido,
sugerimos no decir que “las nenas usan bombacha y los varones calzoncillos”,
sino enfatizar la idea de que hay ropa, como las bombachas y los calzoncillos,
que en nuestra sociedad se usan para cuidar y proteger las partes íntimas…”
(pag.105).
www.mario-meneghini.blogspot.com
1 1) Perfil, 24-11-24, p. 52.
2) Myriam Mitrece. “Degenamiento de género”; La Prensa,
13-11-24.
3 3) Ob., cit.